martes, 4 de octubre de 2011

Los auténticos decadentes

Los auténticos decadentes
Por más esfuerzos que hubiesen hecho los dirigentes opositores que convocaron la conferencia de prensa supuestamente destinada a publicitar la presentación de un reclamo de 16 puntos a la Cámara Nacional Electoral respecto del acto comicial del 23/10 no hubieran podido lograr una postal de época que retrate más nítidamente la decadencia política que aqueja a la sociedad argentina atrapada entre la codicia de poder de una mesnada angurrienta y la ausencia de ideas de un rebaño desorientado que no encuentra -o prefiere no encontrar- la salida del corral en que lo metió su propia torpeza. Si a pocos días de la elección eso es todo lo que tiene la dirigencia opositora para mostrar alguien debería avisarles que han enviado al electorado un enternecedor mensaje de impotencia y amateurismo para nada tranquilizador considerando la falta total de escrúpulos del oficialismo al que presuntamente pretenden enfrentar.
Los 16 puntos hipotéticamente destinados a evitar “irregularidades”en los comicios son nada más que un listado de expresiones de deseo de muy escasa efectividad real elaboradas por gente que todo hace pensar no ha participado jamás ni en la elección de un club de barrio por lo que analizar su contenido carece de utilidad práctica en cuanto al declarado y lírico propósito de brindar mayor transparencia a un proceso electoral manejado casi exclusivamente por funcionarios gubernamentales. Es cierto que como se dijo en algún medio la prensa contribuye generosamente al desprestigio de la oposición castigando sin piedad sus extravíos e intrascendencia con el resultado de favorecer por contraste las chances del kirchnerismo, pero también es cierto que los dirigentes opositores no se privan de darles flanco cometiendo los más burdos desaguisados que incluyen el desperdicio de mecanismos institucionales en una maratón de chambonadas incomprensibles en gente que se supone cuenta con una larga experiencia en el campo de la política pero que en la realidad ha demostrado una impericia estratégica que le hizo el campo orégano al oficialismo. La pregunta inevitable es: ¿A quién le consultan estos próceres “opositores”para elaborar sus estrategias? ¿A Randazzo? ¿A Aníbal Fernández? ¿A Susana Giménez?
La ley 26.571 por caso instituyó un Consejo de Seguimiento Electoral integrado por los partidos políticos que luego fue reglamentado por el Dto. 839/2011 con facultades de exigir al Ministerio del Interior “los informes necesarios sobre el desenvolvimiento del proceso electoral”. Este Consejo, que es la eficaz herramienta institucional que el oficialismo brindó a la oposición cuando se sancionó la ley de reforma -en la seguridad de que no sería aprovechada por ella- y que debía reunirse cada 15 días nunca se integró ni constituyó y es casi seguro que muchos de los dirigentes ni sus asesores se acordaron de su existencia quizás porque hasta la Cámara Electoral Nacional la pasó por alto superponiendo su propio “Consejo Consultivo de Partidos” creado por la Acordada 86/2007 e introduciendo su granito de arena a la confusión general en un acto de rebeldía contra la sustracción de facultades instituida por la ley a favor del poder ejecutivo que pasó así a ser desfachatadamente juez y parte sin que la oposición diga pío.
Con adversarios así no sorprende que la competencia hasta se vuelva aburrida y eso se nota en la indiferencia y el hastío que muestra el electorado a pocos días de la elección de las futuras autoridades. Si el oficialismo les da el arma, la aceita, la carga y ellos no saben dónde está el seguro que la destraba y prefieren tirarle con una gomera sinceramente más vale que se dediquen a otra cosa porque parafraseando la consabida chanza del caudillo radical “Malalo” (“Si la oposición no me pone fiscales, me veo en la obligación moral de hacer fraude”) el gobierno kirchnerista pensará con su lógica amoral: “si les doy las herramientas para que me controlen y estos chabones no las saben usar me veo en la obligación moral de hacerles fraude”.
Por eso es que muchos ciudadanos que si bien no comulgan con el catecismo de los Kirchner cuando ven estas claudicaciones se ven enfrentados a un interrogante nada sencillo: “Si estos tipos de la oposición se les escapa la tortuga de esta forma en el proceso electoral ¿Cómo será si tienen que gobernar?”
Desde luego que todas estas distorsiones tienen su causa eficiente en la virtual conversión de los partidos en cáscaras vacías y su reemplazo por mecanismos de conducción y atracción colectiva totalmente encarnados en la persona de un líder cuya voluntad se vuelve así autoritaria, omnímoda y por consiguiente mucho más propensa a incurrir en el error dado que asume poseer una sapiencia tan universal e infalible como la del Papa que le exime de la ingrata caída en la equivocación y hace innecesario el consejo de personas sensatas y preparadas las cuales son prontamente centrifugadas del entorno por el círculo de mediocres y aduladores pavos reales que inexorablemente rodean al“Jefe” para cuidar su tajada.

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