miércoles, 21 de diciembre de 2011

EL GOBIERNO ELIGE AL ENEMIGO QUE LE RESULTA MÁS CÓMODO

CFK embiste contra Clarín para tapar el conflicto con Moyano

La semana pasada Hugo Moyano rompió lanzas con el gobierno nacional en el acto realizado en Huracán y extendió su desafío al campo político, renunciando a sus cargos en el PJ, al que calificó como un cascarón vacío. Significativamente, la Casa Rosada no recogió el guante. La presidente evitó cuidadosamente referirse al tema, el Ministro del Interior Florencio Randazzo dijo que no había escuchado el discurso del sindicalista y su par de Trabajo, Carlos Tomada, convocó elípticamente al diálogo. El aparato kirchnerista sí inició inmediatamente una feroz ofensiva, pero no contra el líder camionero sino contra Clarín. La ley que regulará como de interés público la producción, comercialización y distribución del papel de diario recibió media sanción en tiempo récord. Ayer, la Gendarmería allanó la sede de Cablevisión en Mendoza, en el marco de una investigación por “graves irregularidades” en la administración del servicio de cable. Según la denuncia del Grupo Vila, Cablevisión estaría incurriendo en delitos por “abuso de posición dominante” en el mercado cableoperador. Horas antes, trascendió que el Procurador Esteban Righi dictaminó contra el amparo que frenó por 36 meses la aplicación del artículo 161 de desinversión de la ley de medios, en beneficio del grupo Clarín, y pidió que se expida la Corte Suprema. Por último -aunque puede haber más- la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación pidió la indagatoria del ex presidente Jorge Videla, de su ex ministro de Economía, José Martínez de Hoz, y de los dueños de los diarios Clarín yLa Nación, por supuestos delitos de lesa humanidad en la transferencia de las acciones de la empresa “Papel Prensa”.De esta secuencia surge bastante claramente que, ante el estallido de la crisis con la CGT, CFK dio la orden de atacar a Clarín, ignorando la embestida de su ex aliado Moyano. Analizando la historia de los cuatro años de conflicto entre el gobierno y el multimedios se puede ver que ésta es la primera vez que los ataques oficiales se realizan simultáneamente en todos los temas, es decir, Papel Prensa, Cablevisión, Ley de Medios, etc. A tal punto el contraste que, luego del belicoso discurso de Moyano, tampoco se conoce ninguna medida de represalia económica, administrativa o judicial contra éste, como es el estilo del menemismo.
Varios buenos motivos
Esta conducta por parte de una presidente que no acepta que nadie cuestione su omnipotencia es altamente significativa. Para empezar, cabe interpretar que el líder camionero golpeó duramente al gobierno en un punto muy sensible, planteando la ruptura entre peronismo y cristinismo, una opción que a mediano plazo puede costarle cara a Cristina. La verdad es que, con la aplastante derrota electoral sufrida por Eduardo Duhalde, el gobierno festejó la muerte del peronismo disidente y que 30 días después la CGT lo reviva no es precisamente una situación fácil de asumir.
En el plano estrictamente sindical, el cristinismo necesitaría evitar -casi a cualquier precio- un plan de lucha gremial reclamando paritarias sin techo, la deuda del gobierno con las obras sociales, etc. Desde el despacho de Julio de Vido, decano de los ministros, saldrían advertencias precisas acerca de que el proceso de consolidación del kirchnerismo en el poder fue posible gracias a la alianza con la CGT y que una situación inversa podría afectar la gobernabilidad.
Un tercer factor es el riesgo de la pérdida de autoridad de la presidente. Moyano es técnicamente un rebelde que se subleva contra su jefa. Semejante hecho político es un precedente gravísimo para el sistema monolítico montado en Olivos. Esta arquitectura podría desplomarse como un castillo de naipes si se multiplican los disidentes en las filas oficialistas. La posibilidad de un kirchnerismo antiverticalista sería entonces todavía más grave que la reaparición del peronismo disidente.
Por el contrario, la saga contra Clarín sería exactamente el escenario deseado por CFK. No sólo el gobierno alienta la expectativa de quebrar al multimedio sino que esta batalla le permite aglutinar a todo el espectro de la centro izquierda y no le crea problemas internos.
Entonces, ante la evasiva de Cristina a presentarse en el campo de batalla, a Moyano pronto le tocaría mover de vuelta sus piezas.
Parece evidente que el gobierno, con su actitud, tácitamente está abriendo la posibilidad de una tregua o, por lo menos, de una negociación. En el complejo mundo peronista, la falta de reacción de la Casa Rosada ante el desafío de la CGT no pasa desapercibida. Así va ganando terreno la impresión de que el primer round lo ganó Moyano y que el kirchnerismo, por primera vez desde el conflicto con el campo a mediados del 2008, se coloca a la defensiva y hasta se muestra bastante desconcertado.

La profundización del modelo se llama autoritarismo

La profundización del modelo se llama autoritarismo

Cuando en el gobierno se habló de la profundización del modelo, la interpretación más extendida fue que marcharíamos hacia una mayor intervención estatal y también de la redistribución del ingreso. Pero, aunque se esperaban medidas fuertes, la virulencia del proceso autoritario consiguió llamar la atención. Sobre todo, a través de dos medidas: los amplios poderes transferidos a Guillermo Moreno en materia económica y la sorpresiva y espectacular intervención de Cablevisión por decisión del juez de Mendoza Walter Bento, al mismo tiempo que el Congreso se prepara para sancionar una ley que declarara de interés público la producción de papel de diario. Si bien no pocos sectores le critican a Clarín su vocación monopólica, la intención del gobierno nacional está lejos de garantizar la libertad de expresión y más bien apuntaría a empeorar las cosas, ya que el control estatal sobre los medios es un peligro aun mayor que los monopolios privados. Desde tiempo atrás se sabía que el gobierno quería darle un golpe decisivo a Clarín a través del replanteo del rol de Papel Prensa. El otro punto es tratar de doblegar a Héctor Magnetto arrebatándole la principal caja del grupo, que es Cablevisión, separándola de Multicanal. Hay que recordar que esta fusión fue aprobada por el mismo Néstor Kirchner, a pesar de la existencia de irregularidades varias.
Desmonopolización poco creíble
La situación de Cablevisión está lejos de definirse, porque el Clarín apelará la decisión del juez subrogante de Mendoza ante la cámara de apelaciones competente y, en este terreno, el multimedios ya revirtió numerosos fallos de primera instancia. Mientras tanto, circulan nombres de algunos miembros del club de empresarios amigos del gobierno candidatos a quedarse con Cablevisión. Encabeza la nómina Matías Garfunkel, como el presunto beneficiario de esta desinversión obligada.
A propósito de esto, el procurador general Esteban Righi dictaminó a favor de que se levante la suspensión judicial de la cláusula de desinversión que establece la ley de medios audiovisuales. De por medio están varias medidas cautelares promovidas no sólo por Clarín. La oposición en su conjunto se opone tanto a la nacionalización del papel de diarios como a la “desmonopolización”de los medios privados porque hay serias dudas sobre las reales intenciones del gobierno nacional. Con estas decisiones, Cristina se acerca a los modelos de Venezuela y Ecuador. Lo que está por verse es si la sociedad argentina soportará en silencio esta tentación autoritaria. Todo parece depender de la situación económica, que hasta ahora favorece netamente al gobierno, pero que parece complicarse seriamente a partir del próximo semestre.