domingo, 5 de febrero de 2012

ESCÁNDALO EN LA EMISORA ESTATAL

Las denuncias por censura y persecución que desnudan los procedimientos en Radio Provincia

La denuncia de la periodista María Falcó contra las autoridades de Radio Provincia por “censura” y “persecución ideológica” -de la que este portal se hizo eco en exclusiva- devela a su vez los diversos procedimientos de la emisora estatal en ese sentido, que los trabajadores vienen denunciando desde hace dos años.
Falcó, conductora del ciclo “El Andén”, que se emite todos los viernes a la medianoche, apuntó en su presentación judicial contra el director de la radio, Roberto Zarlenga, y el director artístico, Gogó Castañeda Alippi, por la “censura” que sufre su programa y la “persecución ideológica” a que la vienen sometiendo de un tiempo a esta parte.
La periodista presentó su denuncia ante los Ministerios de Trabajo de la Provincia y la Nación, el INADI y la Defensoría del Pueblo nacional. En la cartera laboral bonaerense, que conduce Oscar Cuartango, la denuncia tiene fecha de ingreso el 24 de octubre del año pasado; en su homónima nacional, el 17 de noviembre; en tanto que en el INADI y la Defensoría del Pueblo está fechada el 16 y 17 de noviembre respectivamente.
Según señaló ante NOVA la propia María Falcó, la “mayor apoyatura” la tuvo en el Ministerio de Trabajo de la Nación, que comanda Carlos Tomada. Allí se determinó “violencia de género, violencia laboral y persecución ideológica” Idéntica definición hizo el INADI: caratuló la denuncia como “violencia de género y discriminación laboral”.
La presentación judicial fue motivada por “las emisiones cortadas y/o censuradas de ‘El Andén’”. Falcó apuntó además que Zarlenga y Castañeda Alippi “realizaron durante este último año (no casual electoral) comentarios hacia mi persona en diferentes ámbitos gubernamentales, expresando y determinando que no se me escuche, ya que, debido a mi denuncia pública por abuso sexual, sufro de severos problemas psíquicos”.
Por eso, la periodista se adelantó y confirmó a este portal que ya se realizó una pericia psiquiátrica “con cinco de los peritos más importantes del país”. Según confirmó, los resultados son “inobjetables”.
En su denuncia, la conductora solicitó “de forma inmediata” la “intervención de las áreas competentes y de mis líneas telefónicas (celular y particular), para determinar todos los llamados recibidos del Sr. Roberto Zarlenga los días sábados a la 1 de la madrugada (al finalizar el programa) y los sábados desde las 22, en forma permanente y opresora, con duraciones hasta de más de dos horas”.
De acuerdo a lo que explicó, en esos llamados del director de la radio se vio "en varias oportunidades colocada en la situación de cortarle, ante lo que respondía con insistencias telefónicas a ambos teléfonos”. La mujer también dijo “poner a disposición” de la Justicia los correos electrónicos recibidos “con agravios de parte del Sr. Gogo Alippi”.
La causa, que ingresa a Tribunales la semana que viene, está a cargo del juez federal de Mendoza Carlos Lombardi. Según indicó Falcó, el Ministerio de Trabajo de la Nación le ofreció incluso “un equipo de acompañamiento interdisciplinario”.
En diálogo exclusivo con NOVA, la periodista señaló que “no casualmente sufrí censura con Ricardo Forster, Néstor Kirchner y Cristina Fernández”. La periodista, que tiene un contrato de exclusividad con la radio que vence en julio, denunció además que “soy una de las más antiguas del personal contratado y ni siquiera se me efectivizó en la emisora. Para ser exclusiva, cobro un sueldo irrisorio”, dijo.
“El año pasado pasaron a planta transitoria aproximadamente a 19 trabajadores, entre los que no estuve incluida pese a mi reclamo y a que se me dijo que sí, y eso que mi contrato no es político”, enfatizó.
“Me anclaron por seis años con un contrato de exclusividad, y mi etapa profesional en el último tiempo se vio imposibilitada de crecimiento alguno por este impedimento de las autoridades”, añadió.
Falcó explicó además que los llamados telefónicos de Zarlenga eran como “un acoso tácito, que empezó a tener un vestigio de alineamiento”. La periodista también acusa al director de la radio por “copiar íntegro” el proyecto de “El Andén” y su red de radios.
El envío tiene, hoy, diez mil usuarios de Facebook y una agenda de 60 mil contactos en todo el país. Falcó destacó que “fue el primer programa de violencia de género en Latinoamérica. Cristina Fernández dio por primera vez en su vida una declaración sobre violencia de género para ‘El Andén’, y en la radio lo invisibilizaron”. “Es el programa más premiado de Radio Provincia, con 18 premios, pero se lo sacó hasta del institucional de la emisora”, repudió.
La letra chica
María Falcó señaló que “hace un año que se dejaron de subir las notas de ‘El Andén’ a la página de la radio, nunca se nos dio explicación alguna, siempre se respondió con evasivas o adjudicando el olvido a trabajadores del área. ¿No se supone que la decisión es del director, que debería corregir la situación frente al reclamo?”
La conductora hizo referencia a un acto de censura con una entrevista radial al sociólogo Ricardo Forster. “Luego de dos hechos de censura dieron directivas urgentes de subir la nota con Forster y el homenaje a Néstor Kirchner, pero extrañamente dejaron en el audio parte de mis dichos y, al estar cortado, es confuso”.
“Hace un año, abajo, al pie de la página web de la radio, figuraba ‘El Anden, conducción María Falcó’ -recordó la periodista-. Ahora sólo figura ‘El Anden’, pero con anterioridad dice ‘En diálogo con Radio Provincia’”.
El pasado
En una larga lista de “promesas incumplidas y obligaciones fuera de su función”, que distribuyó entre colegas el año pasado, María Falcó apuntó a Zarlenga por el “robo sistemático de pautas publicitarias que me pertenecían y yo había acordado en áreas de gobierno”.
También denunció el “robo gigantesco de la implementación de comunicación permanente con audios y gacetillas a todos los municipios de la Provincia, armando una tarea comunicativa en red que fue un proyecto mío”.
“Cualquiera que conoce ‘El Andén’, no como programa radial sino como proyecto integral, sabe bien que eso siempre se hizo en otras áreas desde ‘El Andén’ -explicó-. Alguna vez le expresé este proyecto a Zarlenga, cuando recién asumía en la radio, y lo terminó haciendo por su cuenta”.

El director
El caso de María Falcó despertó otras voces críticas con la gestión de Zarlenga en Radio Provincia. “La radio es un lugar lleno de aprietes, contratos sucios y censura”, indicaron fuentes que pidieron el anonimato. Esas voces revelaron que la censura alcanza, incluso, al propio oficialismo. Según indicaron, Zarlenga “prohíbe” a menudo poner al aire al vicegobernador Gabriel Mariotto. “Cada vez que hay un chispazo con Scioli, da la orden de que no se lo puede sacar”, dicen.
También hay cuestionamientos por la presencia de supuestos “ñoquis” en la radio. Fuentes de la propia emisora revelaron una lista de nombres y salarios, que a continuación se reproducen:
Faide, Alejandra Virginia ($4000)
Grea, Enrique Alberto ($3000)
Luchi, Mónica Adriana ($1500)
Majolo, Luciano Andrés ($3800)
Ojea, Marcial ($4000)
Papania, Francisco Rodolfo ($2400)
Sanso, Laura Mabel ($4000)
Sydorowicz, Ariel Fran ($3500)
De acuerdo a estas denuncias, todos serían “amigos” de las autoridades de la radio. Alejandra Faide percibe un sueldo de 4 mil pesos como columnista de salud, pese a que dicen que "nunca fue”. Llamativamente, en la red social Facebook aparece como “amiga” de Gogó Alippi; de su hijo, Nicolás Castañeda, y de Carolina Zarlenga, hija del director.
Zarlenga, por su parte, cuanta entre sus “amigos” de Facebook a Laura Sansó, otra integrante de la supuesta lista de “ñoquis” de la emisora. Otra de las mencionadas en la nómina, Marcial Grea, percibe un sueldo de 4 mil pesos como columnista musical, aunque tampoco “fue nunca”.
Fuentes políticas deslizaron además que, como sabe de la apremiante situación en la emisora por las denuncias que van en aumento, Roberto Zarlenga “se está reuniendo con intendentes para pedir banca, y ofrece a cambio espacios en la radio”.
El caso de la antena
A comienzos de 2011, los trabajadores de Radio Provincia pidieron una “urgente investigación parlamentaria” sobre la inversión del nuevo equipo transmisor de la AM 1270, ya que “siendo uno de los más importantes de Sudamérica, resulta llamativo que la radio tenga ahora menos potencia y alcance que antes”.
A través de un comunicado, los trabajadores solicitaron “investigar por qué el jefe técnico, Eduardo Arturi, se negó sistemáticamente a firmar el final de instalación y aprobarlo, aunque luego, contra su negativa, se terminó aprobando el funcionamiento, que ningún ingeniero responsable se atrevería a aprobar”.
Además, invocaron a que “se investigue qué hicieron los directores con el dinero destinado al plan de relevamiento de la frecuencia para asegurar la cobertura correspondiente a la potencia, ya que con la inversión realizada resulta más que extraño que la emisora tenga menos nivel de alcance que antes.
También repudiaron en el comunicado los actos de censura “indirecta y hasta directa, como cortes enteros de programas” y reclamaron que “se investigue cómo se realizan contrataciones inexistentes y quién se queda con esa asignación”, además de “los programas ‘quioscos’, que se hacen pidiendo dinero a instituciones”.
Por otro lado, apuntaron a las denuncias sobre “acoso, censura y persecución política” -el caso de María Falcó es uno de ellos- y se preguntaron “cómo y por qué sostienen a una dirección sin antecedentes básicos en la comunicación que produce un vaciamiento de personal, de contenidos y se rodea de ineptos y corruptos”.
Ante este panorama, fuentes políticas consultadas por NOVA analizaron que “evidentemente Zarlenga tiene banca del sciolismo”, y apuntaron al secretario de Comunicación Pública de la Provincia, Juan Courel. “Si no, no podría obrar así”, concluyeron.

En defensa de las instituciones

En defensa de las instituciones

El sistema republicano, la división de poderes, el funcionamiento en serio de las instituciones y la subordinación de estas a la Constitución Nacional, no son defendidas desde estas páginas por apego a la beatería democrática y a los lemas políticamente correctos. No nos interesa desde aquí repetir el catecismo de los manuales de educación cívica. Nada más lejos de nuestras intenciones que el pretender dar esos consejos formales ya consabidos y repetidos que no incomodan a nadie ni denuncian nada: para el lirismo republicano ya están los radicales y para dar mensajes “macanudos” tenemos a la amarillenta muchachada capitalina que enarbola no los principios de Juan Bautista Alberdi sino los que dicta Jaime Durán Barba.
Desde este lugar no nos hemos caracterizado nunca por la pusilanimidad ideológica ni por la cortesía discursiva, pero consideramos imprescindible defender la institucionalidad, no por mero fetichismo al protocolo burocrático ni apego idolátrico a las buenas formas, sino porque del funcionamiento correcto de las instituciones depende que los inversionistas argentinos y extranjeros se sientan animados a invertir su dinero en nuestro país. En efecto, si hay seguridad jurídica tendremos más chances de atraer inversiones (nadie arriesga su dinero en lugares inseguros o inestables). Si hay inversiones, habrá creación de trabajo en serio (y no subsidios clientelistas financiados con inflación). Si hay trabajo en serio, mejorará la calidad de vida de los argentinos no de manera coyuntural o eventual sino de modo sustentable y perdurable. En suma, que las instituciones funcionen bien es rentable económicamente. En sentido contrario, si tal cosa no ocurre, habrá lo que hoy tenemos: no un progreso sino un alivio doméstico, cuya anestesia se terminará tan pronto merme el viento de cola trasnacional del que hoy goza involuntariamente América Latina.
¿Cómo está la Argentina en el ranking mundial de calidad institucional al año 2011?: en el indecoroso puesto número 125.
Pero esto no es una competencia que no tenga efectos, sino que justamente las consecuencias de tener instituciones de cartulina son la desinversión que venimos señalando, dado que la Argentina no sólo no atrae inversiones sino que las ahuyenta. Efectivamente, tomando datos solamente de América Latina, en el 2011 la Argentina kirchnerista se ubicó muy por debajo de Brasil, México, Chile, Perú y Colombia. Estos países que años atrás los mirábamos con displicencia, ahora nos pasan por encima captando millonarias inversiones que nosotros no podemos ni sabemos seducir. Para mal de males, las proyecciones son más que vergonzosas: mientras en el 2011 las inversiones crecieron un 54% en toda la región respecto al año 2010, la Argentina no sólo no creció ese 54% proporcional sino que decreció el 30%, en tanto que Brasil capturó un 154% y Colombia un 91% más que el año anterior. Eso sí, en el ránking que descollamos con maradoniano orgullo es en el de la inflación: tenemos el segundo puesto debajo de Venezuela.
¿Quién es el responsable formal que ha desaprovechado tamaño boom? Protocolarmente ha sido Amado Boudou, por cuya labor la jefa Cristina lo premió como candidato a Vicepresidente de la Nación. Pero no carguemos tintas ni todas las responsabilidades sobre el simpático Disc Jockey devenido en Ministro y Vice-Presidente, dado que por supuesto hay factores reales mucho más importantes y preexistentes a la aparición en escena de este personaje en la cartera ministerial en julio del 2009.
¿Cuál es la causa real de tan pobres guarismos entonces? No otra que la falta de previsibilidad jurídica, la ausencia de libertad económica, la nula independencia del Poder Judicial y la impunidad institucionalizada. Es decir: el mal funcionamiento de las instituciones.
No tener instituciones, o tener instituciones que funcionan mal (que es más o menos lo mismo), es un hobby peronista que sale carísimo moralmente pero que además nos empobrece económicamente. Ya que los argentinos somos tan apegados a la economía y tan desatentos al resto de las variables de la cosa pública, al menos por un interés crematístico deberíamos velar el buen funcionamiento de las mismas.