martes, 30 de agosto de 2011

La plata no hace la felicidad pero permite ganar elecciones

Les guste a o no a los historietistas rentados del régimen, gran parte de la gestión de gobierno del Presidente Jorge Rafael Videla (1976-1981) tuvo un consenso masivo en la población, no ya por haber puesto a la subversión contra las cuerdas sino porque se venía de un default de la hiperinflación peronista del “rodrigazo” en 1975, y durante los primeros años del Gobierno de facto disminuyó sensiblemente la inflación, se recuperó el crédito y las privatizaciones periféricas promovidas por el Ministro Martínez de Hoz generaron muy buenas expectativas en una clase media que deambulaba entre Miami y Río de Janeiro, consumiendo a borbotones novedosos productos que poco tiempo atrás eran de acceso imposible.
Luego, a poco andar la década del ‘80, la crisis internacional del petróleo hizo peligrar el plan económico (la posterior devaluación del Ministro populista Lorenzo Sigaut le dio el tiro de gracia al plan de su antecesor) y fue a partir de allí cuando Videla dejó de ser elogiado por la opinión pública para convertirse en “represor y genocida”.
Entusiasmados por las presuntas bonanzas que traería el Plan Austral, el Presidente Raúl Alfonsín era aplaudido por las clases medias que veían al verborrágico mandatario como un estadista de fuste que nos iba a salvar con sólo recitar el preámbulo de la Carta Magna.
Sin embargo, tras la hiperinflación de 1987 (más la debacle de 1989), el “estadista” pasó a ser para el gran público no otra cosa que un demagogo, eurocomunista e incapaz que “no sabía, no podía ni quería” solucionar ni la espiral inflacionaria ni la implosión de la infraestructura estatal.
En la década siguiente, la estabilidad monetaria, la modernización acaecida con motivo de cierta apertura y la eficacia obtenida en los servicios públicos con motivo de las privatizaciones, el Presidente Carlos Menem dejó de ser el extravagante caudillo periférico e imitador de Facundo Quiroga para pasar a ser buen mozo, alto, refinado y dejó de ser “carlitos”para convertirse en “San Carlos”. Así lo confirma por ejemplo el hecho histórico de que en 1993 el candidato peronista Herman González arrasara en las contiendas de la ciudad de Buenos Aires (sector tradicionalmente “gorila”) y Menem ganara hasta 1997 cinco elecciones nacionales consecutivas (reforma constitucional incluida).
Pero ocurrió que los muy malos precios internacionales de entonces (los commodities valían el 20% de lo que hoy se cotizan) y el desmesurado déficit fiscal obrante, promovieron un creciente desempleo que además vino acompañado de una larga recesión. Luego, “San Carlos” pasó a ser el“turco mafioso”, “cipayo” y entreguista que “endeudó al país” y vendió “las joyas de la abuela”.
Anda circulando ahora un mail (presumiblemente con información de WikiLeaks), cuyo contenido explosivo comprometería gravemente al kirchnerismo y que por ende modificaría el rumbo electoral de las contiendas de octubre.
Supongamos por un rato que la información en ciernes es fidedigna y objetivamente escandalizante: ¿De veras cabe suponerse que cambiaría “la decisión” del votante?
Skanska, fondos de Santa Cruz, aduana paralela, bolsa de Miceli, valija de Antonini Wilson, enriquecimiento de los K y sus Ministros (legitimados por las sentencias de Oyarbide), INDEC, nepotismo en el INADI, López y sus tragamonedas, la mafia de los medicamentos, las casitas populares de las Madres de Plaza de Mayo y un inacabable etcétera de felonías por todos conocidas, serían episodios más que suficientes como para que el votante medio hubiera “torcido” ya su voto en las primarias del corriente, y sin embargo, como vimos el gobierno cada vez obtiene más votos.
Cabe concluir entonces que el único “escándalo” que podría modificar la insoportable mansedumbre y llamativa docilidad de la mitad de los votantes del país, sería un problema económico vigente que altere la vida doméstica del elector.
Por ahora, el azar meteorológico y el contexto internacional se han encargado de anestesiar el bolsillo (y la indignación) de los hombres que habitan en la economía de mayor inflación del mundo, y por lo pronto, para el vulgo “El” sigue siendo “El” y no un “tuerto ladrón”, tal como lo llamarían si la soja tuviese otro valor.

LA DIRIGENCIA CRISTINISTA, PREOCUPADA POR EL ALUVIÓN DE RECIÉN LLEGADOS

El naciente Pankirchnerismo

Una oleada de inmigrantes provenientes del duhaldismo y la UDESO está cruzándose de bando para ingresar al Frente para la Victoria. Estos okupas de la política estarían apurándose a instalarse dentro del kirchnerismo antes del 23 de octubre, para que, de algún modo, les sea reconocida su contribución a la victoria de CFK.
Frente a esta situación, las órdenes que parten de Olivos serían claras: las puertas del oficialismo deben abrirse para todos los que vienen de la oposición. Es que Cristina aspiraría a entronizarse en el 2012 como presidente del PJ, proclamando la existencia de un solo peronismo unificado bajo su bando. Para esto, sería fundamental que tanto el duhaldismo como el denarvaísmo entren en su etapa de disolución.
Encabezados por Felipe Solá, otros cuatro diputados nacionales del peronismo disidente estarían pasándose de bando. Por su parte, el senador bonaerense duhaldista Alfredo “Tati” Meckievi estaría en conversaciones con Carlos Kunkel y otros para negociar su ingreso al kirchnerismo. En Santa Fe, un sector del reutemismo en el que figura, por ejemplo, el presidente del PJ local, Ricardo Spinozzi, también apuraría con Agustín Rossi las negociaciones para su capitulación.
Para no ser menos, unos cuantos dirigentes radicales también empiezan a abandonar su barco y no es un secreto que Daniel Scioli estaría negociando el pase de no menos de 7 u 8 intendentes de la UCR. Carlos Oreste, intendente de Pringles y candidato por la UDeSo, señaló, por ejemplo, anteayer, que el resultado de las primarias fue “mérito del oficialismo”. El radical se mostró conforme con el resultado que obtuvo y dijo que “el gobernador está haciendo un trabajo muy bueno y la gente se da cuenta”. Tampoco se privó de repartirle flores a Cristina. Todo esto sin mencionar que Eduardo Buzzi lidera el corrimiento de muchos dirigentes rurales.
¿Crecimiento incontrolable?
Este trasvasamiento -que puede volverse masivo- inquieta cada vez más a la dirigencia oficialista, que en muchos casos sospecha que los recién llegados pueden quitarles espacio y, en algunos casos, hasta desplazarlos. En las filas de La Cámpora circulan ya comentarios que reflejan estas preocupaciones y algunos se preguntan si Cristina no terminará reasumiendo el 10 de diciembre rodeada de neokirchneristas provenientes del peronismo disidente. Otro de los inquietos sería Sergio Massa, que vería en el retorno de Solá una amenaza para sus planes de ser gobernador en el 2015. Con el Pankirchnerismo, que se insinúa parece tener un horizonte conflictivo, mediante la absorción de sus ex opositores, el oficialismo podría crecer más allá de sus posibilidades de control. Si esto se produjera, los conflictos entre las tribus K tradicionales y los inmigrantes serían un dato político importante. Napoleón opinaba que “los grandes poderes mueren de indigestión”. El cristinismo, etapa superior del kirchnerismo, se encuentra ahora ante los desafíos de un crecimiento explosivo y, tal vez, descontrolado.

TODOS ME DEFRAUDAN

Perdón, sigo referencial, pero no me repongo de los resultados de la gran encuesta nacional. Que Cristina ganaba, no estaba en duda. El tema está en los números, el 50,7% de la presidente, ¡es mucho! Demasiado. Los 12,17% y 12,16% de Alfonsín y de Duhalde, respectivamente, son muy poco. Demasiado poco.
El primer pensamiento, al salir a medias del estupor, es que el gobierno hizo fraude. Palabra horrorosa, desgraciadamente muy ligada a la historia argentina. La palabra es horrible, el hecho es peor.
El fraude (DRAE), es una acción contraria a la verdad y a la realidad, que perjudica a la persona contra quien se comete. Si se comete “contra”una persona, es siempre “a favor” de otra. Pensar que se hizo fraude a favor del gobierno que cuadruplicó las cifras del segundo y del tercer candidato, es una forma de explicar los resultados.
Entonces, con un poco más de tranquilidad, porque lo inexplicable desorienta mucho, una empieza a calcular. ¿Qué porcentaje de fraude tiene verosimilitud? ¿Dos, tres, cinco puntos? Más que eso, parece poco factible. En ese caso ganó con el 45% de los votos. Mucho.
Los amigos de siempre, los que más o menos piensan como una, hacen cuentas más exquisitas, si el padrón es de casi 29 millones y votó el 70,82%, entonces Cristina sacó un 35,92% real y no más. Suena lindo. ¿Será cierto?
Una rebobina y se dice, enfrentemos la realidad, que aunque no nos gusta es la única verdad (Perón dixit), y trata de digerir el sapo que tiene delante. Y de pronto, cuando una ya empieza a acomodarse a los números impensados e impensables hasta hace 2 semanas, la oposición salta al grito de ¡FRAUDE! Y volvemos a empezar.
Lo grita la CC, lo corrobora Unión Popular, se le suma la UCR, el juez electoral Manuel Blanco habla de errores enormes, los medios que no están al servicio del gobierno baten el parche de ¡fraude! a toda hora. Una siente cosquillas en la boca del estómago, y espera.
Sigo esperando. No sé si el gobierno nacional o los provinciales o algunos municipales hicieron o no fraude. Lo más probable es que si lo hayan hecho. Lamentable, una estafa a los votantes. Los han defraudado en su buena fe. Han deshonrado la democracia. No creo que nada de eso les importe demasiado: establecieron el “Cristina ya ganó”, eso les importa.
Pero si realmente el fraude existió, fue tan alevoso y visible, ¿qué esperan los opositores para denunciarlo ante el poder judicial y no sólo ante los medios? No le sirve a la oposición, no les sirve a los votantes, pero si le sirve al gobierno que tiene en este caso todo el derecho de acusar a los opositores de difamarlos sin pruebas. Aunque el que mienta sea el gobierno y los que dicen la verdad, una verdad que así no sirve, sea la oposición.
Y acá estoy, defraudada por los unos y por los otros. Unos me mienten descaradamente, los otros no saben encontrar la forma eficiente de defender mi voto. Me siento privada de mi derecho, frustrada, trampeada, decepcionada, desilusionada, estafada en mi buena fe, burlada, timada, engañada. Defraudada.
Todos me defraudan. El gobierno porque en poca o mucha medida ha cometido fraude en estas curiosas elecciones que no son tales, pero hacen como que lo son y abonan el terreno para el 23 de octubre. Y los opositores, a algunos de los cuales voté, porque cacarean, hacen ruido, pero no hacen lo que deben: denunciar el fraude ante quien corresponde. Los unos abusan, los otros no saben o no pueden defender sus derechos, ni los míos.
Del gobierno no espero ni más ni menos que lo que he visto, oído, sabido, sentido y sufrido en estos larguísimos 8 años (que parece que serán 12), sólo defraudaciones; pero enfrente de este gobierno, ¿qué? Egos, divisiones, límites, un prolijo cuidado de la quintita propia, y algunos pocos proyectos, que por supuesto nunca llegan a buen término. Porque si son realmente buenos, la presidente se los apropia y los saca por decretos de necesidad y urgencia. ¡Por favor, alguien con imaginación, con ideas, con patriotismo, con visión de futuro, con políticas de estado! ¿Dónde están esos políticos? Si hay que importarlos, porque acá no hay, Moreno lo va a prohibir. Y así seguiremos por los siglos de los siglos, amén.
Ahora, de apuro, sin tener demasiadas chances, diputados de la oposición, CC, UP, UCR, trabajan contra reloj para poder sacar una ley de boleta única, controlada por la comisión nacional electoral. Sólo habría que cambiar el artículo 62 del código nacional electoral, y entonces todo el país, además de Córdoba y Santa Fe, se manejarían con la misma boleta, mucho más difícil de manipular. Por lo menos no podrían hacer trampa escondiendo las boletas de otros partidos, ya que todos formarían parte de la misma.
Usted se preguntará por qué a último momento y no antes, ya no importa, ojalá lo consigan. No porque la boleta única vaya a cambiar sustancialmente el resultado de las próximas elecciones, sino para alejar el fantasma del fraude y tener la certeza de la verosimilitud de los resultados.
Daniel Coleman, en su extraordinario libro “La inteligencia emocional”, sostiene que el optimismo, al igual que la esperanza, significa tener la expectativa que en general, las cosas saldrán bien a pesar de los contratiempos y las frustraciones. Quiero, necesito creer que Coleman tiene razón. Y que la premisa es válida aún en la Argentina K. Los milagros existen. Pero son escasos y hay que merecerlos.
Nada es para siempre (exceptuando a Fidel), y si alguna vez fuimos, volveremos a ser. De nosotros depende, aunque por el momento pareciera que es poco lo que podemos hacer y que no hay demasiadas ganas, ni empuje suficiente, como para hacerlo. No veo la salida, pero debe existir en su más profundo significado: salida, del latín “exitus”. Éxito. ¿Cuándo?
Mientras, sigo defraudada por todos. Me cuestiono si lo que hago le sirve a alguien para algo, o sólo me dirijo a los que piensan como yo. Preguntárselo, ya es una frustración. Hasta yo me defraudo.

LA PROFESORA DEL DESFALCO NACIONAL

Con mis llantos ensayados…
…después de tanto robar…
he pedido… en todos lados…
y hasta a los ricos malvados
que algo me deben donar…
Pues vengo aquí a confesar…
que después de lo robado…
me propongo… continuar,
sin que yo… done un centavo.
G.A.B. Poemas de la Argentina trágica
Ella tiene exactamente el mismo código moral que Hebe y su ex jefe de administración de fondos, constructor de barrios para pobres.
Tiene… los mismos pilares para sostener su conducta personalísima:
Idéntica axiología e igual deontología, pilares por excelencia de su ética
Tiene un concepto muy singular acerca de lo que debe entenderse por bienestar, pues estudió, de frente y de perfil… el Código Penal Argentino:
Un enfoque extravagante e innoble, que ella usa para aplicar a su propia vida, desde que era Intendenta (esposa del Intendente) de Río Gallegos.
Para ella “estar bien”… consiste, según su secreto manual de ética del carterismo… en enriquecerse en el pináculo del poder… a una velocidad que debe ser una función inversa de su duración en el cargo.
Es decir, a menor duración en el cargo mayor velocidad… y viceversa
Por esa razón, hasta el 14 de agosto, fecha en la que esperaba una noticia no tan buena, aceleró su enriquecimiento, precisamente por la sensación de proximidad a un final que para ella era incierto en sus oportunidades.
Y ahora quizás… ponga velocidad de crucero y piloto automático.
Debe aclararse, antes bien, que todos los que la rodean…transitan una sensación política casi íntima de inestabilidad, la cual hace depender sus cargos de los celos, las envidias, las raras fobias de ella, las apetencias de otros arribistas y… por supuesto, de su propio carácter rastrero.
Por lo tanto… al vivir, por tales razones, transidos de miedo... y pensar cada mañana… que ese ha de ser su último día... usan pues el parámetro hipotético de “duración del cargo” como si fuera 24 horas.
Y en línea con eso proceden a robar todo lo que encuentran a su alcance desde el primer día. Y lo hacen a gran velocidad, casi sin precauciones.
Todo su gabinete hasta la segunda línea inclusive, tiene declaraciones juradas tan insólitas y de un enriquecimiento tan fabuloso que no deben quedar dudas sobre que hay aquí… un latrocinio masivo.
Un desfalco nacional abierto.
Ninguna otra persona física o jurídica de este país salvo los destinatarios de subsidios feudales, han podido mejorar su situación patrimonial.
Los propios índices de pobreza e indigencia oficiales lo confirman:
Todo el mundo es… cada vez más pobre… y no tan sólo por efecto de la inflación, sino por el simple standard de vida comparado.
Ella y el “administrador de Hebe”… se diferencian sutilmente, sólo en un pequeño detalle, que es apenas cuestión de tiempo y suerte:
Ella… todavía no conoce Villa Devoto.
Es lógico: ella es la profesora… no sólo de su propio gabinete.
Todos sus alumnos… fueron enseñados sobre que aquí, en este país… existen dos delitos autónomos, de tan inoperante y abstrusa definición e interpretación, que permiten a cualquiera, hacerse millonario y no ser encuadrado en nada.
El juez Procusto no necesita pues… hacer demasiado esfuerzo para no meterlo preso al alumno dilecto.
Sólo con la letra fría de la ley… no hay con que darle.
Pero póngase mucha atención a esta profesora, maestra de maestros:
Parece la niña Dorothy Gale… en el libro de Frank Baum“El Mago de Oz”
Según su presentación, formulada medio minuto antes del vencimiento a la Oficina Anticorrupción (O.A.) (que ella directamente controla)…la riqueza acumulada junto a su difunto marido, en 2010 trepó a: $70.554.419
Esa cifra es la friolera de 27,04% más que en el año 2009.
Ese año (2009) ella había consignado $55.567.914 (20% más que 2008).
SIGUIENDO PARA ATRÁS… VEAMOS BIEN COMO VIENE DESDE 2006
2006 $12.043.746 + 4.125.184 AUMENTÓ 52 %
2007 $17.824.941 + 5.781.195 AUMENTÓ 48 %
2008 $46.036.711 + 28.211.779 AUMENTÓ 158 %
2009 $55.567.914 + 9.531.203 AUMENTÓ 20%
2010 $70.554.419 + 14.986.505 AUMENTO 27%
Desde que llegó al poder en 2003, la asociación “lícita”matrimonial multiplicó casi 10 veces su economía familiar.
Y debe saberse bien.
Debe tenerse en cuenta muy seriamente que:
Sólo por el 1% de este escenario de desparpajo increíble…la AFIP le cae a uno, con la policía… con los perros… con la UIF,… y por las dudas con tres escuadrones de la División Delitos Complejos.
Pero véase, por favor… algo mucho más escandaloso: (esto es sacado textualmente de la declaración de una caradura).
El incremento del año pasado (2010), como queda dicho… se debe, fundamentalmente, a la revalorización de sus activos en sociedades.
Sobre todo los emprendimientos en el sur:
Hotesur, por ejemplo, es la firma que controla el complejo Alto Calafate (con ocupación de sólo el 15% en los últimos meses).
(47 vuelos cancelados al sur y gravísimos problemas con el volcán)
Mientras que en su última declaración patrimonial estaba valuado en
$7.654.029… ahora por la magia de Oz, lo cotizaron a $ 10.898.469.
Aunque (cosa rarísima) PRECISAMENTE POR LA CRISIS, hay 16 hoteles en venta en El Calafate. De las averiguaciones practicadas surge que los 68 hoteles que hay en esa ciudad turística mundial, todos, sin excepción…han estado casi vacíos en los últimos tiempos.
De modo que ese es el gran secreto para las preferencias electorales.
El profesorado de latrocinio. Y la magia de Oz.
Y además… algo clave: ser como ella ha sido siempre, una especie de catálogo de expresiones de deseo, y una formidable plétora de“buenas intenciones” que no son otra cosa que la máscara de la nada.
Esta ha sido la “retórica” de la familia, impartida desde su profesorado.
Ha sido, antes bien, el único método que la familia aprendió en su vida de filibusteros del poder, hábiles advenedizos de varios personajes pretéritos que ahora ella trata de fusilar con saña… porque sabe que son íconos del desencanto.
Una profesora que nunca supo como remediar ni corregir nada… y en estos largos ocho años, fue sólo una gran anunciadora de ilusiones.
El “sistema”… era regar a la sociedad y saturarla con anuncios que nadie se ocupara de verificar, desde créditos hipotecarios a precio de alquiler hasta inversiones chinas llovidas a raudales por la munificencia de Buda.
Una técnica extremadamente fácil… de una hábil punguista, devenida en profesora de fábulas. No exenta, sin embargo de una impresionante subestimación de la gente.
Y un broche de oro. Una perla en el océano:
La República posee un registro oficial de donaciones y…oh sorpresa:
La munificencia de la profesora de desfalcos… brilla por su ausencia.
Lo único que ha donado en su frenética escalada de riqueza fácil fue:
Un gran muestrario de violaciones institucionales sobre las cuales ella no ha exhibido el más mínimo arrepentimiento… sino que, inversamente, nos ha avisado ahora, que, como profesora… es casualmente esto, lo que se propone profundizar en nuestra comarca…
hasta que ruede por las escalinatas de Balcarce, acaso antes de 2015.

LA BÚSQUEDA DE ACTIVOS LÍQUIDOS PARA APROPIAR NO CESA

La AFIP mete la mano en los paraísos fiscales
PRIMER ACTO
La AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), rubricó un acuerdo de intercambio de información tributaria con Bermudas y próximamente lo hará con Islas Caimán. Junto con los acuerdos suscriptos con Jersey y Guernsey, es el tercero de este tipo que la Argentina sella en el último mes con Territorios Británicos de Ultramar e implica que dichos países abrirán su información fiscal y bancaria para que la Afip fiscalice a aquellos contribuyentes argentinos que operan en esas jurisdicciones de baja o nula tributación.
Cabe destacar que, desde 2009, la Afip suscribió acuerdos tributarios con Italia, Mónaco, Andorra, Costa Rica, Bahamas, San Marino, China, India y Ecuador.
Los acuerdos firmados establecen el intercambio de información sobre todos los impuestos vigentes tanto en la Argentina como en los Territorios. Asimismo quedan alcanzadas todas las personas físicas, involucrando incluso a sus familiares, ya sean nacionales o residentes, las sociedades, fideicomisos, fundaciones y toda entidad sujeta a responsabilidad tributaria.
SEGUNDO ACTO
Desde el, 23/08/11, los bancos públicos y privados de todo el país deberán informar a la Unidad de Información Financiera (UIF) sobre los clientes que depositen sumas mayores a $40 Mil para detectar posibles maniobras de lavado de dinero.
Se trata de otra medida que apunta a cumplir con los requerimientos del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) para la lucha contra el lavado de dinero. Además, deberán realizar un perfil completo -más detallado que los actuales- de sus clientes habituales, según lo dispone la resolución 121 publicada el viernes en el Boletín Oficial.
Además, deberán denunciar aquellos Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS), es decir, aquellas que involucren “montos inusualmente elevados, la complejidad y las modalidades no habituales de las operaciones” o aquellas que tengan incorporan “paraísos fiscales” o países identificados como no cooperativos por el GAFI.
TERCER ACTO
Ya en 2008/09 Néstor Kirchner analizaba el tema del aumento constante del gasto público y la necesidad de incrementar los recursos, es por eso que apeló al aumento de las retenciones a los granos y su consecuente y estrepitoso fracaso. Surgieron entonces una serie de variantes recaudatorias beneficiadas por el precio internacional de los granos. De cualquier manera el dinero no le alcanza al gobierno para mantener su política de subsidios y va por más.
Con la incorporación al gobierno de las jóvenes promesas de La Cámpora, se fortaleció el proyecto de apoderarse del dinero que tienen los ciudadanos argentinos en el exterior. Algunas versiones indican que esta serie de acuerdos que nuestras autoridades concretan con países apodados “paraísos fiscales” es una especie de relevamiento para determinar el monto y luego pasar a la siguiente fase Es decir, a través de la aplicación de la ley penal tributaria y de las medidas antilavado, tratar de que el Estado se apropie total o parcialmente de esos depósitos.

La última elección y una enseñanza a tener en cuenta

Hay una vieja anécdota de Perón en un reportaje español cuando le pregunta el periodista: “¿General, cómo se divide el panorama político argentino? Mire, hay un 30% de radicales, lo que Uds. entienden por liberales. Un 30% de conservadores y otro tanto de socialistas. Pero, General, ¿y dónde están los peronistas? ¡Ah, no, peronistas son todos!”
La última elección nacional de hace unos días mostró que ese diagnóstico del viejo Perón cambió. Hoy hay, a grandes rasgos, un 15% de radicales (liberales del siglo XIX), un 15% de socialistas (también dependientes siglo XIX). Otro 15% de conservadores (partidarios de Duhalde y Rodríguez Saá), un 5% de la izquierda (del siglo XIX). Y un 50% de kirchneristas, partidarios del matrimonio Kirchner, que gobiernan Argentina desde hace ocho años.
Este es el hecho bruto y hay que aceptarlo. El oficialismo gobernante ofreció al electorado un comando unificado, un discurso progresista y once millones y medio entre empleados del Estado, las provincias y los municipios, más los planes “descansar”, y los subsidiados de todo tipo (piqueteros, estudiantes crónicos, padres de múltiples hijos de múltiples matrimonios, madres, abuelas, hijas y nietas de Plaza de Mayo, combatientes truchos de Malvinas, obreros y empleados de empresas fundidas intentando reciclarlas, obras sociales de gremios fraudulentos y un largo etcétera). Mientras que la oposición nunca fue tal, sino sólo tuvo una multitud de opositores que confundieron el enemigo principal con el secundario.
Así, Duhalde dos días antes de la elección lanzó, con bombos y platillos una revista de pensamiento denominada “Consensos”, como si estuviera él gobernando, en lugar de plantear un “disenso claro y distinto” al gobierno kirchnerista que buscaba desalojar.
El kirchnerismo triunfó porque su discurso supo interpretar al “nuevo hombre argentino o al argentino del siglo XXI”. Este hombre no corre riesgos ni tampoco tiene ideales, sólo tiene intereses personales y sobre todos económicos. Este hombre dejó de destacarse por algún rasgo específico como pretendían nuestros próceres de antaño y de hogaño como Rosas, Hernández, Juan Agustín García, Ernesto Quesada, Ricardo Rojas, Lugones, R. Sáenz Peña, Yrigoyen, Jauretche, Scalabrini Ortiz, Perón. Hoy el hombre argentino ha cambiado, ha dejado de ser lo que era. Es otra cosa, es distinto y al mismo tiempo mucho más igual, más homogeneizado al “hombre universalista de pensamiento único”. (Veamos Tinelli, Casella o Fantino y saque cada uno sus conclusiones).
Es cierto que las diferentes estrategias electorales de la oposición fueron erróneas como ya vimos, pero su derrota aplastante tiene otra explicación y es que no se percataron que desde la debacle económica-política del 2001 se produjo un cambio sustancial en el arquetipo, ideario y convicciones del hombre argentino y a éste no se le puede pedir ya más “peras al olmo”.
Todo el discurso de los tres quinces por ciento fue un discurso viejo, del pasado, vinculado el desastre y quiebra que padecimos en el 2001, cuando el pueblo salió a la calle a gritar: “que se vayan todos”. Y estos quisieron volver y el pueblo les dijo: no, con un cachetazo formidable de votos.
Ahora tenemos kirchnerismo para cuatro años más, con lo completará un período de doce años de gobierno ininterrumpido, que se transformará en el mayor de la historia política argentina bajo un mismo color partidario.
El poder de Cristina Kirchner se multiplicará en una especie de “totalitarismo democrático” y la corrupción desde el Estado también, pues como afirmó lord Acton: el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. (Bandieri, que no es tonto, ya la dibujó como una reina).
Esta última elección ha confirmado que el kirchnerismo es la ideología política dominante en Argentina, pero, ¿qué es tal ideología? Abreva de entrada en el peronismo, del que rápidamente se desprende, bebe en las fuentes de la socialdemocracia europea, sobre todo española (González y R. Zapatero), adopta el discurso progresista que presenta el pensamiento único y políticamente correcto (así es abortista, partidario del matrimonio gay, alquiler de vientres en Estados Unidos para hijos de homosexuales, permisividad educativa regida por la ley del laissez faire, garantismo jurídico, tinte marcadamente anticatólico, manejo de la inseguridad como política de Estado para control de la población por el temor, culturalmente antiespañol (compró la leyenda negra), indigenista (compró el genocidio de Roca) ilustrado europeizante (compró a Morin, Laclau, Augé), y un largo y claro oportunismo en todas las decisiones políticas, que pueden cambiar de la noche a la mañana sin aviso previo).
Eliminado el sistema de lealtades sobre el que se construyó la Argentina moderna: lealtad a la mujer y a la familia, a la tradición nacional, a los valores patrios, a la revolución peronista que quedó inconclusa. Eliminados el sistema de valores que construyeron al “viejo argentino”, valor al trabajo, a la palabra empeñada, al ahorro, al aseo, a la modestia, a la revolución que no pudimos completar con Sáenz Peña, Irigoyen y Perón. Solo queda este “nuevo hombre” motivado por sus propias y pequeñas cosas, en sus intereses más bajos, al que le cuadra perfecto la ideología kirchnerista y el mundo de disvalores que representa.
Hay que aceptarlo, aunque no nos guste, pero hombre “nacional y popular” del que hablaron toda la vida el peronismo y el nacionalismo no existe más y si existe es una ínfima minoría que apenas llega a un 15%. Pero además esta, es una minoría confusa y confundida. Confusa porque sus propios intelectuales y agentes políticos no saben bien lo que quieren. Intelectuales que abrevan en las fuentes ideológicas del progresismo socialdemócrata de un Edgar Morin, que es una de las fuentes del kirchnerismo y agentes políticos que ponen como candidatos de primera línea a nombres como Ruckauf, desprestigiados y despreciados por el pueblo peronista.
En la vida no hay que ser un renegado ni perder las esperanzas aun cuando las circunstancias sean adversas. Y en este caso no podemos renegar del masivo voto popular a la candidatura de Cristina Kirchner y esperemos simplemente que este tercer gobierno sea mejor que los anteriores por el bien de nuestro propio pueblo, y que realice un gobierno de respeto a la voluntad de las mayorías nacionales y no a favor de grupos, sectores o lobbies. Porque lo que es hasta ahora, hizo como el tero, gritó en un lado y puso los huevos en otro. Criticó a los grupos concentrados de la economía y las finanzas pero gobernó, de hecho, con y a favor de estos grupos.
En el mientras tanto, nosotros, y los pocos criollos que vamos quedando, desensillaremos hasta que aclare porque vislumbramos que vamos a tener nubarrón para rato.
Los hombres y mujeres que quedan del peronismo auténtico se tienen que asumir como una minoría, que como me observara ya en 1988 ese gran nicoleño que es Roberto Karaman, tiende a desaparecer.

Ayer fueron por la oposición y no dijimos nada...

Hoy van por las obras sociales sindicales y algunos hasta aplauden… mañana van a ir por los sindicatos y el régimen termina por estalinizarse.

Cuando hace ya casi cinco años atrás decíamos que el régimen se estalinizaba pues no aceptaba la oposición política, a la que desmembraba cotidianamente, algunos se burlaban; hoy van por las obras sociales -casi $30 mil millones anuales- con un afán recaudatorio voraz y existen sectores sociales que creen que es un logro de Cristina. Lo realmente peligroso y que muchos no ven es que el siguiente paso es ir por el sindicalismo y los sindicatos para terminar de borrar al arco opositor.
El casi seguro horizonte de una Cristina reelecta por el período 2011/15 termina de cerrar el círculo ideado por Néstor en 2003 cuando inició un pertinaz y permanente desmembramiento del arco político opositor argentino, luego de consolidar el poder del Estado deshecho por el menemismo y la posterior crisis de 2001, él y su consorte hoy presidente iniciaron una estalinización del poder para garantizarse la eternización y la obtención de la impunidad más acabada y absoluta sobre su autoenriquecimiento personal y el de sus testaferros y amigos. Este anhelo se cortó, aparentemente, con la muerte de Néstor el pasado octubre ya que la alternancia entre ambos que les garantizaba detentar el poder y el gobierno casi eternamente dejó de ser una variable.
Pero el sentir popular de opulencia impuesto desde el gobierno dio los frutos esperados y el futuro se muestra promisorio para el cristinismo más duro y puro, debiendo recalcar que con la connivencia de los propios errores y falta de propuestas de una oposición ganada por un afán de personalismo desmedido y un sentimiento de falso protagonismo. Así estamos llegando a transitar un camino que hace apenas un año atrás -antes de la desaparición de NCK- parecía casi imposible, ya que la imagen negativa de ambos cónyuges superaba con creces el 70% y si bien la oposición no encontraba un candidato que nuclease claramente las preferencias del electorado, ésta igualmente parecía que se encaminaba a romper con aquel designio preconcebido por el tándem gobernante.
La combinación de crecimiento, consumo y promesa de estabilidad -medidas sociales de impacto en los sectores más pobres- además de una épica recuperada después de la crisis de 2001, propagandizada por el cada vez más grande aparato de propaganda oficial -algo casi nunca visto antes- minimizaron el costado oscuro del modelo: alta inflación, focos rampantes de corrupción y una nítida tendencia autoritaria; la decisión popular terminará por ser indiscutible -no importa ni el fraude ni los rezongos- lo que no se debe expresar es el desprecio al sentido (equivocado o no) que el pueblo le da al voto. Hacerlo como Fito es un verdadero despropósito e intentar emparentarlo con lo que dijo Biolcatti es negar las simplezas de lo que con mayor autoridad expresara hasta el mismo juez federal Blanco y las apreciaciones de los economistas y analistas políticos, y hasta lo expresado en el encabezado de éste mismo párrafo.
El cristinismo se prepara para después de octubre, ya que su naturaleza no se ha modificado y los resultados obtenidos en las PASO los alientan a definiciones que le imprimen al gobierno un sesgo ideológico más definido, aún mientras el tembladeral en que se ha convertido la economía y las finanzas mundiales, con efectos que más temprano que tarde, llegarán a nuestras playas, les aconseja lo contrario. Ellos irán por estirar el horizonte más allá de 2015, límite constitucional al mandato de CFK, para eso “ellos” necesitan recuperar el control del congreso o en su defecto apoyándose en los talibanes juveniles impuestos en las listas de candidatos nacionales y la chequera lograr bordaberrizar -borocotizar- las cámaras legislativas para imponer una modificación constitucional.
Sobre este sistema el cristinismo buscará avanzar además sobre otros escenarios siendo, quizás el primero, el de “reformular el actual sistema de obras sociales” con un doble objetivo: concentrar en el Estado -o sea en su propio poder y para su apropiación- la caja de unos $30 mil millones anuales o sea U$S 7,5 mil millones que hoy van a las cajas de las obras sociales sindicales -obreras y empresarias- debilitando asimismo el poder sindical; este proyecto se complementaría con otro simultáneo de “reforma de la ley de asociaciones profesionales” que permitiría y ampliaría la participación de las minorías en esas asociaciones gremiales diluyendo aún más el poder de los sindicatos al incorporar -con la excusa de la democratización gremial- a sectores minoritarios y por lo general de sectores de la ultra izquierda más combativa y vernácula, donde el Estado cristinista piensa asentar una de las patas de la nueva forma de confrontación y debilitamiento del poder peronista en la política nacional.
Este verdadero ataque al poder sindical argentino -algo que mucha clase media progresista vería con muy buenos ojos y aplaudiría- lleva aparejada como contrapartida negativa o “efecto/daño colateral” la sumisión sindical argentina al poder político de turno, que de ser republicano y democrático serio podría hasta arrasar con la corrupción existente en muchos de estos sectores sindicales, hoy convertidos en sectores empresarios que han terminado por desvirtuar su propio sentido de existencia; pero que ante un Estado corrupto y estalinizante como el actual, o un Estado neoliberal como el de los 90 del siglo pasado o socialiberal como el de la Alianza del 99 y su deformación al populismo berreta o de fin de ciclo como el actual terminaría por barrer con el sistema sindical con poder de negociación y de defensa de los afiliados, para pasar a ser apenas un apéndice del poder concentrado del Estado/gobierno estalinizado y absolutamente cooptado por éste.
Los sectores más fundamentalistas del cristinismo -aquellos amparados por Zannini y la misma CFK- incluso impulsan una reforma muy profunda que termine separando definitivamente el patrimonio de las obras sociales del de los sindicatos; todas estas versiones -muy creíbles y de muy buena fuente- indican con claridad que de obtener un triunfo importante el 23 de octubre el tema de los sindicatos y las obras sociales está entre las prioridades de la agenda presidencial. El borrador que ya circula en el ámbito presidencial y elaborado por los sectores juveniles y más talibanizados de La Cámpora vinculados al Ministerio de Economía -y al futuro vicepresidente, el neoliberal converso al neo populismo de fin de ciclo- contempla básicamente que los aportes y contribuciones que hoy van a las obras sociales pasen a la “caja” del Estado, y que sobre esa base se forme un “superorganismo oficial de salud” que sea quien regule y contrate los servicios médicos, algo parecido a lo que sucede con el PAMI que todos sabemos cómo funciona y con cuantas carencias, ineptitudes e incapacidades cumple con el servicio hacia los jubilados y pensionados nacionales. Todo ello muy alejado de un servicio de salud como el ideado y puesto en práctica por Ramón Carrillo durante el gobierno peronista de los 50 del siglo pasado.
En este esquema las obras sociales que cuentan con clínicas, sanatorios y farmacias podrían ser contratadas o no, por el nuevo “ente”oficial como cualquier prestador privado, generando una discrecionalidad donde el Estado/gobierno pueda aplicar premios y castigos hacia quienes considere sus amigos o enemigos, o a quienes no se dobleguen ante sus imposiciones. Pero así como cuando se implementó la estatización de las AFJP aplaudimos la medida por lo que implicaba filosóficamente -la recuperación de los aportes jubilatorios y del sistema solidario de reparto- nos preocupaba lo que podía suceder con esos fondos reestatizados, algo que luego se vería que en lugar de servir para mejorar y dignificar los ingresos de nuestros abuelos (o cumplir con los dictados justicieros aplicados por nuestra justicia) o por lo menos ser aplicados a colaborar con el financiamiento de investigación y desarrollo de tecnologías de punta que nos colocase a la vanguardia como mínimo de la región, se aplicaba a planes populistas de financiamiento al consumo que generaran una sensación falaz de opulencia.
Esta iniciativa tiene como segunda intención -y no menos importante que la otra- el buscar “reforzar las muy alicaídas finanzas públicas”permitiendo hacer frente a los desfasajes económicos y financieros producidos por esta política económica (modelo) populistas de falsa opulencia, donde aumenta el gasto público casi el doble de lo que aumenta la exportación y el saldo de la balanza comercial se achica debido a que las importaciones cada vez están más cercanas a las exportaciones, a lo que se sumaría el muy posible impacto de la crisis internacional cada vez más presente y con vistas de crecer y no disminuir. Pero además el Gobierno con esta medida daría “por cancelados”los $6 mil millones -U$S 1,5 mil millones- adeudados a las obras sociales por el remanente no repartido, como hubiere correspondido legalmente, del Fondo de Redistribución y que hasta la misma CGT oficialista viene reclamando cada vez más insistentemente; como vemos aquello que se pretendería presentar como una “mejora”o “un progreso” del sistema de salud esconde dos verdades absolutamente antipopulares en el verdadero y buen sentido del término, porque ataca el principio básico de la justicia, la equidad y el “ascenso social” del que habla la doctrina peronista y se asemeja a lo que proponen tanto el neoliberalismo globalizado y el socialiberalismo de la Tercera Vía europeizante.
Se va a intentar “engatusar” al pueblo -y en especial a la clase media progre- con que de esta manera se suprimiría a un “mero intermediario que se limita a recibir aportes y contratar profesionales y clínicas privadas” ya que muchas de las OS no cuentan con infraestructura propia, asimismo se sostendrá falazmente que las OS están salpicadas por casos de corrupción -ocultando que donde esto ocurre es por la “complicidad” como mínimo, cuando con la intervención directa del propio Estado/gobierno- que este nuevo sistema cortaría de raíz; y que el sistema está “tironeado” por las empresas de medicina prepaga privadas que se llevan los aportes de los empleados de mayores ingresos -”descreme”- algo que además está sucediendo hasta con los propios jubilados afiliados al Pami por la precariedad con que el Estado/gobierno gerencia éste organismo de la Seguridad Social y que fuere ejemplo mundial en épocas en que el Estado estaba supeditado al republicanismo democrático más serio de períodos donde imperaba la ley y la verdadera división de poderes y donde los organismos de control del Estado estaban en manos de la oposición política.
Los fondos de la ANSES, las reservas del BCRA, los excedentes del PAMI -causa primordial de la precariedad de la que acabamos de hablar-, y ahora la plata de las obras sociales son los “recursos que este modelo cristinista” utiliza para cubrir la insuficiencia de recursos que desfinancian la caja del gobierno, cualquier caja es tentadora, transitoria para obtener plata prestada a muy bajo o nulo interés a cambio de colocar algún bono del Estado, o definitiva; así es como cada vez más organismos públicos van cambiando sus activos líquidos por “papeles” -deuda interna a futuro quizás incobrable, o desfinanciamiento total y cierto de dichos organismos (ANSES, BCRA, etc.)- que los acreditan como acreedores “especiales” del Tesoro Nacional. “Especiales”, simplemente, porque no fijan condiciones ni exigencia alguna que los pongan a resguardo de un muy archiconocido “pagadiós” tan repetido en otros períodos de la vida nacional por los argentinos.
Además, detrás de este esquema financiero y prestacional está el propósito de la Casa Rosada y de los jóvenes más fundamentalistas -”talibanizados al extremo”- del cristinismo de debilitar, hasta poner de rodillas, el poder económico y político de los sindicatos mayoritariamente peronistas de cara a la“nueva etapa” implicada en la reelección de CFK, y que muestra con claridad aunque se pretenda barrer bajo la alfombra por lo menos hasta las elecciones del próximo 23 de octubre que por las deficiencias del propio “modelo” y sus desajustes acumulados: inflación altísima de más del 20% anual, tarifas subsidiadas con más de $75 mil millones -U$S 19 mil millones- anuales y en franco crecimiento, déficit fiscal cuasi descontrolado y retraso cambiario muy notorio; y la llegada inexorable de la crisis internacional hoy golpeando a las economías del Primer Mundo -EEUU y Europa- el Gobierno de CFK requiere concentrar aún más el poder y las finanzas para implementar las medidas que, en cada momento, estime convenientes, sin que puedan ser cuestionadas o peleadas por los sindicatos obreros.
Se volverá a repetir, aunque en otra escala, el planteo que llevó a estatizar los fondos de las AFJP y que muchos aplaudieron sin considerar el “por qué”, pero, esta vez, no apuntando al “poder financiero” que realmente esquilmaba a los aportantes, sino al poder sindical y por carácter transitivo al pueblo argentino, ya que más allá de reconocer las inmensas falencias de nuestra dirigencia sindical -corrupción mafiosa, explotación obrera por delitos como la tercerización, etc.- el debilitamiento del sistema sindical argentino redundaría indiscutiblemente en mayor desprotección obrera ante las patronales y el sistema capitalista globalizado e internacionalizado, ese mismo capitalismo que ha provocado la crisis iniciada en 2007 con la burbuja inmobiliaria estadounidense, amplificada con la caída de Lehman y ahora profundizada con la cuasi quiebra de Grecia, Irlanda, Islandia, Portugal y el deterioro de las economías de España, Italia y la Gran Bretaña, sumado al crecimiento nulo de EEUU y a la desaceleración generalizado del crecimiento de los países emergentes del BRICS -Brasil, Rusia, India, China, Corea y Sudáfrica- y que sigue pretendiendo que la paguen los pueblos, ajustes mediante, y no ellos.
Aunque proviene del propio oficialismo que dice “querer profundizar el modelo” -el progresismo socialiberal-, es entre los empresarios donde la iniciativa tiene el mayor apoyo, ya que dicen que de esta manera “nivelan”el poder de los sindicatos algo que debería preocupar a cualquier gobierno “nacional y popular” que sea verdaderamente serio y nacional y popular, pero como el régimen cristinista es un régimen absolutamente socialiberal que discursea por izquierda y gobierno con medidas del más puro concepto liberal en lo económico, no sólo no lo preocupa sino que lo postula como una medida política de altísimo impacto pues de esta manera logra dos objetivos fundamentales para su afán de concentración casi absoluta y absolutista del poder -democracia imperial-, la primera es hacerse de una muy importante caja cercana a los U$S 9 mil millones durante el 2012 y la segunda es desembarazarse de la posible oposición de los gremios peronistas terminando por debilitar a este sector político del que no se sienten parte y del que pretenden desembarazarse lo más rápidamente posible.
Las presentes exigencias del Consejo del Salario Mínimo, donde el Gobierno impuso el techo de $2.300 como salario mínimo, vital y móvil contra los $2.600 pretendido por la CGT, recortándole un 12% a las exigencias cegetistas y acercándose a lo propuesto por las centrales empresarias, y donde por el momento no se han contemplado ni el aumento del seguro de desempleo anclado en las cifras de 2008, así como las de las asignaciones familiares y la eliminación de las escalas que hacen que éstas se hayan convertido en cifras realmente irrisorias; ni que hablar de aumentar el mínimo no imponible sobre el que se paga el impuesto a las ganancias y que termina por reducir drásticamente los salarios obtenidos por las tan meneadas convenciones colectivas, que según el gobierno y algunos alcahuetes son una de las mayores mejoras legadas por éste régimen. El proyecto que se dejó correr de demoler las obras sociales sindicales puede lograr, aunque no se termine aplicando a rajatabla, el objetivo de “advertirle” al sindicalismo que debe automoderarse en sus exigencias al cristinismo.
El objetivo de mínima ya estaría cumplido, arrinconar a una parte importante del sindicalismo peronista, ahora van por el otro objetivo intermedio que es lograr que éste sector admita un esquema como mínimo intermedio, como podría ser el de incrementar la parte de los aportes que van al Fondo de Redistribución y/o separar en forma mucho más definida la estructura de las obras sociales de la de los sindicatos¸ esto no es otra cosa que limitar casi totalmente el poder económico del sector sindical. El paso final será ir por el sector sindical descaradamente modificando la ley de asociaciones profesionales para terminar con el poder sindical, ayer fue la política, hoy son las obras sociales y mañana serán directamente los únicos defensores del pueblo trabajador argentino.

EL HOMBRE SOBERANO

Piensen en todas las distintas y variadas cosas de las que depende la gente a medida que transita el día… todos se levantan por la mañana, accionan la llave de la luz y esta se enciende. Un simple giro de la canilla y comienza a salir el agua. Abren el refrigerador y enfrentan un sinfín de productos comestibles y bebidas.
Luego entran en sus automóviles y conducen por una autopista hacia sus trabajos, tal vez parando brevemente en algún comercio para adquirir algún producto. Van hasta la caja, su dinero cambia de bolsillo a las manos del cajero, sin pensar en el valor abonado, y todo el mundo continúa con su diario programa de obligaciones, sin detenerse a pensar ni por un solo momento en los complejos sistemas que han hecho que todo se desarrolle sin problemas.
En el simple, normal y mundano curso de nuestras vidas, todos dependemos de estos sistemas -el sistema del dinero que es manejado por los banqueros centrales; el sistema de autopistas que manejan los burócratas; el día-a-día de los sistemas de trabajos y de la actividad comercial que se ve muy influenciada por los políticos.
Es más, consideren cosas tales como el suministro eléctrico, o la red de logística que transporta nuestros alimentos y el combustible, o las plantas de tratamiento de agua corriente, o la disponibilidad del apoyo para el mantenimiento dedicado a los arreglos domésticos o de vehículos, etc.
¿Cualquiera de todos estos sistemas son, acaso, infalibles?
¿Podemos garantizar sin duda alguna, que la próxima vez que accionemos la llave de la luz a la mañana cuando aún no ha aclarado el día, que se nos iluminará el ambiente?
No es necesario ser obsesivos, pero decididamente que deberíamos considerar la posibilidad que todos estos sistemas aun estando todos bajo control -bancos, gobiernos, servicios públicos, etc., están sujetos a fallas, y obviamente algunos más que otros.
Muchísimas veces he discutido y sostenido que nuestros gobiernos, políticos y banqueros ya han fallado. Y ellos están desesperadamente intentando aplicar las mismas viejas tácticas para resucitar un sistema que ahora está definitivamente muerto, y le mienten a sus votantes diciendo que todo anda muy bien.
Hasta nuestra infraestructura de los servicios públicos privados está sujeta a fallar. Con frecuencia, la posibilidad cierta de que se produzcan fallas está atada a las condiciones económicas, y aquí quisiera -a modo de ejemplo- destacar el caso de Argentina.
LA TRISTE HISTORIA DE ARGENTINA
Habiendo sido una refulgente estrella de la prosperidad de toda América Latina, los años de irresponsabilidad fiscal insostenible de la Argentina se cobró un costo masivo en su economía. Hace 10 años, el gobierno finalmente tuvo que capitular declarando su default soberano, y la subsiguiente quiebra le ha resultado a su población un duro camino por recorrer.
Las respuestas dadas por el gobierno Argentino bien podrían haber salido de las páginas del libro “LA REBELIÓN DE ATLAS” por ejemplo en un tema entre muchos, porque a lo largo y ancho del país fijaron el precio de la electricidad en un monto por demás atractivo para los votantes, pero sumamente perjudicial para las compañías generadoras de fuerza motriz.
Después de pocos años, ocurrieron dos cosas:
1º. La infraestructura eléctrica de la Argentina entró en un estado de colapso por cuanto las empresas no obtenían ganancias como para reinvertir;
2º. Debido al precio artificialmente barato, el sistema era sobre explotado por los residentes quienes poco o nada pensaban en ahorrar en el consumo eléctrico como medio de ahorrar dinero.
Y LAS DEVASTADORAS CONSECUENCIAS…
Naturalmente, la combinación de estos dos factores produjo los cortes de energía totales o por sectores, que ya han pasado a formar parte normal en la vida de los argentinos… O sea que ya no pueden tener la seguridad que se hará la luz cada vez que accionan el interruptor.
Por otra parte, Argentina es un país donde Ud. simplemente no puede contar con que las estaciones de servicio le puedan vender combustible el día que lo necesita, o que los almacenes de productos alimenticios tengan sus góndolas con todos los productos necesarios. Precisamente, porque las políticas instrumentadas por un gobierno reaccionario han sometido el libre comercio de bienes y servicios, que produce frecuentes faltantes/escasez.
En temas más puntuales, por ejemplo, el crimen ha aumentado en la Argentina de manera preocupante. Se ha tornado en algo bastante común en el país, los asaltos y robos a mano armada, incluso a plena luz del día y en los mejores barrios de los alrededores de Buenos Aires.
Debido a los míseros sueldos que dan lugar a mayores oportunidades de obtener réditos económicos facilitan las extorsiones y coimas, la policía se ha convertido en un chiste total. Es así que ya es una rutina normal en ella que fracase en servir y proteger al ciudadano.
SI USTED PIENSA QUE ESTO NO PUEDE SUCEDER EN EL PAÍS, DONDE VIVE…
Piénselo de nuevo. La destrucción del sistema económico promueve el perjuicio de los servicios y sistemas esenciales. La gente que deposita su confianza en los viejos sistemas que funcionaban tan bien en el pasado, se encontrarán con que su forma de vida ha sido absolutamente trastornada.
Uno de los pilares sobre los que se apoya la auto-suficiencia, reside en proteger el sistema -planificando para que las fallas del sistema y sus consecuencias tengan las adecuadas mitigaciones.
En este punto, ustedes me comprenden lo suficientemente bien como para saber que soy un descocado optimista; no pretendo que se produzca algún castigo bíblico… pero pienso que sería razonable asumir que si las condiciones económicas en ciertos países se deterioran, los sistemas básicos con los que nosotros contamos como algo normal, habrán de sufrir.
Tomado en conjunto, no debemos dejarnos ganar por lo negativo; deberá motivarnos para que no nos impida disfrutar de la vida y sacarle el mayor provecho. Pero, deberíamos tomar precauciones y proteger nuestras apuestas.
En mi opinión, los pasos más PODEROSOS que podemos tomar para lograr esto reside en plantar varias banderas, comprando tierras en países extranjeros, aprendiendo habilidades valiosas y contando con fuentes de agua y alimentos alternativas.