jueves, 30 de junio de 2011

El abuso de la cadena

En Argentina una cadena nacional es una transmisión que se realiza en forma conjunta y obligatoria con todas las emisoras que integran la Cadena Nacional de Radiodifusión y Televisión, y RAE, Radiodifusión Argentina al Exterior, con el objetivo de hacer llegar un cierto mensaje del gobierno a la mayor audiencia posible.
En una democracia donde rige el estado de derecho el uso de este tipo de transmisiones está generalmente limitado a casos de crisis nacionales, como las constituidas por una guerra o bien por cualquier tipo de desastre natural (terremotos, tornados, inundaciones). En los sistemas autoritarios o totalitarios, por el contrario, los gobernantes se valen de las transmisiones en cadena nacional para fines propagandísticos o bien para adoctrinar, someter o amedrentar a la población.
Esta práctica de transmisión conjunta provoca serias pérdidas económicas a las emisoras privadas, que ven su programación baldada con la consecuente pérdida de la publicidad ya pautada.
El presidente Richard Nixon usó la cadena nacional de su país para anunciar su renuncia a la presidencia tras el escándalo de Watergate, en agosto de 1974. El emperador japonés Akihito, que sucedió a su padre Hirohito en 1989, dirigió un mensaje en cadena nacional en marzo pasado, por primera vez en 22 años, para expresar su emoción por la calma con la que su pueblo actuó frente al terrible terremoto seguido del tsunami que causó miles de víctimas, y su agradecimiento a las naciones del mundo que se solidarizaron con su país.
Durante la primera mitad del siglo XX y con los progresos tecnológicos disponibles, el comunismo ruso, el fachismo de Mussolini y la Alemania nazi usaron las respectivas cadenas nacionales en forma indiscriminada y permanente para perseguir a los disidentes e instalar no solamente el terror, sino también los respectivos “paraísos” concebidos por Stalin, il Duce y Adolf Hitler.
En diciembre de 1961, a casi tres años del triunfo de la revolución que lideró y en un recordado mensaje transmitido por cadena nacional, Fidel Castro confesó “con entera satisfacción y con entera confianza soy marxista-leninista y seré marxista-leninista hasta el último día de mi vida”.A partir de ese momento, el dictador cubano hizo de las transmisiones en cadena un hábito nacional, llegando a parlar durante doce horas seguidas, mientras su juventud se lo permitía.
Por su parte, su admirador y discípulo bolivariano Hugo Chávez ha usado y abusado de la cadena nacional a su antojo, especialmente para eliminar a los disidentes y para convencer al mundo de las bondades de su “modelo”,lo que incluye también su programa semanal “Aló presidente”, donde supuestamente “escucha” y se interesa por sus gobernados. Un reciente estudio realizado por una ONG con sede en Nueva York y publicado en distintos medios digitales y gráficos del mundo -entre ellos El Universal de Venezuela- ha concluido que Chávez ha hablado alrededor de 1.300 horas por cadena nacional, emitiendo unos dos mil discursos por radio y televisión durante los diez años de gobierno que van desde 1999 hasta enero de 2010.
Desde que la Argentina retomara el rumbo democrático en diciembre de 1983, los sucesivos presidentes hicieron uso de este recurso del Estado en ocasiones relativamente escasas y que, en general, lo ameritaban. Raúl Alfonsín lo hizo en varias oportunidades, aunque no fueron excesivas, Menem prácticamente la descartó y Néstor Kirchner usó la cadena nacional solamente en dos oportunidades.
Sin embargo, su viuda, Cristina Fernández, después de convencerse de las maravillas de los decretos de necesidad y urgencia, descubrió casi por azar los beneficios que le reportaba el uso de la cadena nacional para fines proselitistas. Su primera aparición fue en mayo de 2008. Desde entonces, la presidenta de todos los argentinos no solamente ha usado y abusado de las transmisiones en cadena por motivos intrascendentes, sino que ha instaurado una manera particular de llevarlas a cabo.
Digitando prolijamente sus estudiados parlamentos, CFK usa frecuentemente el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada, presidido por la imponente imagen del Che Guevara, haciendo que las cámaras de televisión la tomen de frente y perfil ante el atril (no sentada frente a un escritorio), alternando las tomas entre “Ella” y la concurrencia y registrando minuciosamente todo el campo visual, mientras la presidenta se dirige a un auditorio colmado mayoritariamente por personas de sexo masculino (gobernadores y gente de la farándula), la claque incondicional, que asiente, sonríe y aplaude, festejando el más mínimo de sus mohines circenses o expresiones vacuas. Hasta hace poco se detectaban también en el recinto -y eran enfocadas con insistencia- algunas presencias femeninas con sus cabezas tocadas por pañuelos blancos, que ahora, curiosamente, brillan por su ausencia.
Es cierto que no se puede achacar solamente a la gestión K, iniciada en mayo de 2003, el uso exagerado de los recursos del Estado, pero sí es verdad que tal vez pase a los anales de la historia nacional como la administración más corrupta -lo cual no es poco decir-, y que jamás rindió cuentas de los siderales fondos desaparecidos en distintos agujeros negros ni de la flota de aeronaves que los Kirchner han usado para trasladar desde muebles y objetos para sus propiedades en Calafate, hasta para hacerse llevar los diarios del día o trasladar a la “nena” a una fiestita de cumpleaños.
El uso de los recursos del Estado, entre ellos la cadena nacional de radio y televisión, debe ser realizado con prudencia y mesura por parte de quienes detentan transitoriamente el poder, y exige, además, el monitoreo permanente no sólo por parte de los organismos e instituciones competentes, sino de la ciudadanía a partir de la cual ese poder ha emanado.

Boudou Vice

Periodistas, amigos y conocidos me han preguntado reiteradamente sobre Amado Boudou desde que llegó a la jefatura del ANSES. Las preguntas y los comentarios se intensificaron cuando escaló a Ministro de Economía y recrudecieron a partir del sábado pasado cuando la Sra. de Kirchner anunció que la acompañaría como vicepresidente en la fórmula de octubre del Frente para la Victoria. Quieren saber cómo es Boudou como persona y también cómo fue como estudiante del Master de Economía que cursó en la UCEMA.
Hasta donde recuerdo, en el aula era una persona callada, y fuera de ella, muy cordial y simpática. Amigo de todos: de sus compañeros, del personal administrativo y el personal de maestranza, y también de los profesores con los que tuvo más trato. Fue un buen estudiante. No agrego nada más pues no tuve trato personal con él.
¿Por qué Boudou después de estudiar Economía en la UCEMA se volcó al kirchnerismo, que es la antítesis del liberalismo económico que defiende la mayoría de los profesores de esa universidad? No puedo responder esta pregunta. Imposible saberlo. Mi impresión es que de vuelta en su puesto del ANSES, donde trabajaba mientras cursaba el Master, adivinó una oportunidad de progreso en un gobierno que carecía de funcionarios capacitados y la aprovechó.
Muchos periodistas se preguntan con desconcierto cómo es posible que alguien que militó en la UCEDE y que estudió en la UCEMA, se haya volcado sin preámbulo al kirchnerismo puro y duro. Tal vez sea difícil explicarlo, pero no me parece raro. ¿No los desconcierta la gran cantidad de ex-comunistas y ex-montoneros que pasaron sin escalas de las pintadas, las manifestaciones, el exilio o la cárcel por la idea, a trabajar para grandes corporaciones, ocupar cargos en el gobierno del ex-presidente Menem o transformarse en contratistas del Estado? Se dice que la inteligencia es la capacidad de adaptarse al entorno.
La increíble carrera de Boudou es un ejemplo más, apenas uno más, de la presente circunstancia argentina. En la década de 1840, mientras estaba exiliado en Chile, Sarmiento escribió, con referencia a la dictadura de Rosas, que el espíritu y la escala de valores del hombre fuerte que gobierna impregnan a la sociedad por él gobernada. Si aquél es un gobernante que premia el largo plazo y es idealista, republicano y honesto, la sociedad abre sus ojos al largo plazo y se contagia de idealismo, republicanismo y honestidad. Pero si aquél privilegia el corto plazo y es mediocre, la sociedad cierra sus ojos y se contagia de mediocridad.
La crisis que azotó a Argentina en 2001-02, y el gobierno de los Kirchner, que es producto de la crisis, hundieron al país en un mar de mediocridad. Mediocre no es el incapaz sino el que no quiere pagar el precio de lo correcto. La mediocridad es una condición moral. Los empresarios que hacen lo incorrecto son mediocres. Los políticos que se suman al ganador, en vez de abrirles ventanas al futuro a los votantes, son mediocres. Los consultores, los encuestadores y los intelectuales que prefieren seguir la corriente y callar también son mediocres. No sólo Boudou hace lo que le conviene.

LA REUNIFICACIÓN DEL PERONISMO, A CUALQUIER PRECIO

El sometimiento absoluto del peronismo a la voluntad presidencial, puesto de manifiesto con la digitación de la mayor parte de las candidaturas, acaba de ingresar en una nueva etapa. Ahora empieza el castigo a los dirigentes del PJ que se atreven a desafiar a la Casa Rosada.
Ayer, el apoderado nacional del Frente para la Victoria, Jorge Landau, presentó ante la Justicia Electoral nacional un escrito para que el PJ cordobés no lleve a CFK como candidata a Presidente, según señalan fuentes peronistas.
Así las cosas, sólo la lista del kirchnerismo cordobés, la del Frente para la Victoria, aportará votos para la fórmula presidencial en las primarias del 14 de agosto y en los comicios del 23 de octubre.
Fabián Francioni, el intendente de Leones, resultó elegido para encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales por Córdoba.
En verdad, la operación cristinista apunta más a fondo: a que José Manuel de la Sota, acorralado, levante su candidatura a gobernador previendo que, en caso de ganar, no podría gobernar debido a la feroz oposición que le haría el Gobierno nacional. De llegarse a esto, el kirchnerismo le estaría sirviendo en bandeja la gobernación de Córdoba a Luis Juez.
Tanta virulencia se explica porque la Presidente estaría convencida de que el progresivo distanciamiento con De La Sota conduciráfatalmente a un cisma del peronismo cordobés. En otras palabras, la semilla de una futura sublevación peronista.
Simultáneamente, con el pleno aval de Olivos, el flamante gobernador electo de Chubut, Martín Buzzi, cometió parricidio político. Rompió con Mario Das Neves y proclamó su lealtad a la causa kirchnerista.
“Una cosa es respaldar a Das Neves y otra muy distinta a Duhalde, sobre todo porque Martín Buzzi tiene que pensar en los próximos cuatro años de gobierno”, explicó el diputado provincial Ricardo Gaitán (PJ), quien comparte la postura del gobernador electo. De este modo, el promocionado Modelo Chubut entró en crisis, pero la balanza se inclina a favor de Buzzi, que está a seis meses de irse, en tanto que Das Neves ve cómo el calendario le juega una mala pasada.
La situación no deja de ser paradójica, porque Das Neves, luego de la turbulenta elección provincial del 20 de marzo, batalló duramente tres meses para que, finalmente, su delfín Buzzi terminara imponiéndose al kirchnerista Carlos Eliceche en la elección complementaria. Pero a tres semanas de ganar, Buzzi se pasó del lado de Eliceche, recordándole a Das Neves lo difícil que es esperar lealtad para alguien que está a punto de dejar el poder.
Con perfil mucho más bajo, luego de sus protestas por la digitación de los candidatos a diputados nacionales del PJ pampeano, el senador Juan Carlos Verna habría recibido un mensaje desde el poder. Si continúa con sus denuncias, el gobierno pampeano podría sufrir las consecuencias de su rebeldía.
Previendo el ballotage
El castigo en marcha contra De La Sota y Das Neves promete ser espectacular y ejemplificador. Su objeto iría más allá de los dos nombrados, para intimidar a todos los peronistas díscolos. Es decir que el kirchnerismo estaría dispuesto a castigar a cuanto dirigente continúe resistiéndosele. También el mensaje está claro en relación a la eventualidad de que haya segunda vuelta el 20 de noviembre. Los dirigentes justicialistas que movilicen sus votos para apoyar al candidato opositor que quede en pie, tal vez Ricardo Alfonsín, serían perseguidos luego sin piedad. En cambio, los peronistas díscolos que vuelvan al seno del PJ serían recibidos con las puertas abiertas, igual que Martín Buzzi. Detrás de estas maniobras punitivas estaría el rediseño del escenario político para el 2012. Esto es, un peronismo en vías de reunificación a cualquier precio y una oposición con un centro, la UCR. Con relación a la centroizquierda, el kirchnerismo apuesta a que Luis Juez y Antonio Bonfatti, si ganan en Córdoba y Santa Fe, se verán obligados a domesticarse para mantener la gobernabilidad de sus provincias. Esto, en la práctica, desmantelaría al arco de centroizquierda, ya que además Pino Solanas saldría herido de la campaña porteña si no consigue entrar en el ballotage. En cuanto a Mauricio Macri, se asoma a una victoria pírrica, porque supuestamente retendrá la Ciudad pero, desde su abandono de la candidatura presidencial, comenzó la diáspora del PRO a lo largo y ancho del país.

LA QUITA DE PUNTOS PODRÍA GENERAR UNA ESCALADA DE VIOLENCIA

Julio Grondona es percibido como un mafioso por la sociedad. Su intransigencia en el caso de River y la reacción corporativa del sindicalista de árbitros Guillermo Marconi, en el sentido de sancionar a River con la pérdida de entre 9 y 30 puntos al iniciar el torneo nacional el próximo 4 de agosto, podría originar una cadena de consecuencias. El rechazo masivo de la hinchada de River podría provocar una pueblada muy superior a los disturbios del domingo pasado. ¿Qué se podía esperar de los 40.000 hinchas de River sino los incidentes que se produjeron y en algunos casos la rotura de todo lo que encontraron a su paso? Reacciones todas no justificables pero sí comprensibles en función de las pasiones que motoriza el fútbol.
El árbitro Sergio Pezzotta es un juez que responde a Grondona, aparte de ser un pésimo profesional que sólo ve penales a favor de Arsenal de Sarandí, el equipo del capo de la AFA. Este pésimo rendimiento es común en los árbitros del sindicato de Marconi. Es sabido que los jueces federales y los árbitros de fútbol son dos de los sectores más cuestionados de la sociedad. Basta con acordarse del árbitro Patricio Lousteau en el Boca-River. La obvia campaña en contra de River, motorizada por Grondona y avalada por Cristina Fernández, no deja lugar a dudas. Se trata de un operativo sumamente útil para borrar de la primera plana el caso Schoklender-Bonafini, una verdadera espada de Damocles para el Gobierno.
El mandamás del fútbol se sentía cómodo con la gestión Aguilar-Israel. Ambos se robaron todo lo que pudieron en River y Aguilar fue el precandidato que siempre agitó Alberto Fernández para enfrentarse en la Ciudad contra Mauricio Macri. También estuvo en juego el aval a Daniel Bravo, el radical K amigo de Aguilar que armó las operaciones de Pontaquarto-Olivera contra la oposición.
Passarella pateó el tablero
Fue así como la comisión directiva de River y “los borrachos del tablón”, la barra brava, se convirtieron en mano de obra desocupada para el kirchnerismo. Todo se desbarató con el triunfo de Daniel Pasarella, un conocido alfonsinista que terminó con el oficialismo kirchnerista en River Plate. No extraña, entonces, que el kirchnerato castigara al electorado riverplatense, que le dijo no a la continuidad de Aguilar-Israel. Ahora, encima, se intenta quitarle puntos a River, lo que puede originar una pueblada de peligrosas consecuencias.