jueves, 13 de octubre de 2011

Más allá de la lipotimia presidencial

Más allá de la lipotimia presidencial

Curiosamente y por primera vez, el gobierno justificó la ausencia de Cristina Fernández de un acto organizado como parte de la campaña electoral, en base a una caída inesperada del estado de salud presidencial. La noticia, a doce días de los comicios, tiene su componente de riesgo, pese a la certeza instalada en la opinión pública respecto de que está asegurada la reelección. Lo cierto es que la Presidente se vio emocionalmente afectada -situación que es posible se prolongue durante lo que resta de la semana con el eufemismo de “secuelas de la lipotimia”- después de una prolongada reunión que en un domicilio particular se desarrolló horas antes, con la presencia del ex titular del Banco Central, Dr. David Blejer. El nombre de este influyente economista, ligado a sectores financieros de gran importancia y que en el pasado se desempeñó como titular del Banco Central de la República, fue mencionado tiempo atrás para ocupar nuevamente ese cargo o algún otro de similar trascendencia, lo que evidentemente no se cumplió. De todos modos, su rol de hombre de consulta se mantuvo, al margen de que sus recomendaciones no siempre fueron atendidas, aunque ahora y ante la evidencia de las graves dificultades que aparecen en el horizonte, se conoció que su pensamiento podía llegar con mayor firmeza a la Casa Rosada y que sus análisis serían escuchados con atención. Blejer, cuyo nombre es reconocido en los más altos niveles, habló largamente con Cristina Kirchner, muy en privado, aunque se considera que podría haber participado algún funcionario del área económica, además del dueño de casa.
Según fuentes privadas que insistieron en la necesidad -y conveniencia- de mantener en reserva las alternativas de la conversación, podemos decir que se abordaron temas estructurales de la actividad económica, de la inestabilidad que se ahonda en la materia y las perspectivas que reúnen todos estos componentes, sin excluir los aspectos políticos internos e internacionales. También se evaluaron las perspectivas sociales a la luz de las dificultades que se acumularán con el transcurrir de las semanas e incluso se mencionaron algunos nombres de figuras polémicas que rodean la función de la presidente de la República.
Así, se consideró el factor inflacionario, que tiende a acrecentarse día a día, la insistencia oficial en mantener bajo el tipo de cambio, la alteración de los datos oficiales con relación a los distintos temas, circunstancia que ahonda el impedimento de una adecuada planificación por parte del sector privado para encarar un futuro que se muestra incierto. Obviamente, estas reflexiones, avaladas por la seriedad de las fuentes, entrañaron un matiz crítico a la situación, con el agregado específico de la inconveniencia en atender pagos de la deuda externa mediante el uso de las reservas acumuladas en el Banco Central, cuyas estimaciones exactas fueron expuestas muy por debajo de las informaciones oficiales en la materia.
Según se nos dijo, la conversación tuvo momentos difíciles, por la discordancia puesta de manifiesto respecto de la estimación presidencial acerca de determinados temas, aunque habrían existido coincidencias sobre la necesidad de efectuar ajustes muy severos prácticamente después del recuento de los votos, con el consecuente aumento de las tarifas y una suba del costo de vida como consecuencia inevitable de las alternativas del“modelo”. Según parece, se sopesó la conveniencia o no de aplicar las medidas en preparación de manera gradual o bruscamente, y durante el intercambio de opiniones e información, Cristina pudo confirmar que si no se adopta una actitud clara, drástica, con amplitud informativa, justeza en los conceptos vulgarmente definidos como “señales”, no se obtendrían resultados. Digamos que esta apreciación fue taxativa, concreta, fundamentada y crudamente expuesta. Así, se pasó revista al cerramiento del crédito externo, al aislacionismo en que se ha colocado al país, a la necesidad de reducir el gasto interno y, obviamente, esto último aludió al enorme peso que poseen los llamados “programas sociales” concebidos en términos electorales. Por cierto, el factor social quedó expuesto -aseguran que en medio de elocuentes baches de silencios- y flotó entre los contertulios el peligroso contenido político de esta circunstancia.
El riesgo país, que ya roza el mil por ciento, no fue ajeno al análisis crítico, con el agregado de que, si se mantenía la actual situación y no se aprovechaba el impulso que podría surgir de los votos obtenidos para poder modificarla, los riesgos del futuro se agrandarían proporcionalmente al plazo previsto para una debacle y hasta se estimó que, de no cambiarse el rumbo comentado antes de transcurridos los próximos seis meses... como máximo, esa debacle podría convertirse en una explosión. Concurrentemente, se habló de la vertiginosa salida de capitales del país y se pasó revista a la objetiva contradicción entre quienes podrían votar por la fórmula Cristina Kirchner-Amado Boudou pero simultáneamente corren todos los días a comprar dólares en pequeñas cantidades ante la certeza de que ésta será la única forma de defender “los pocos pesos que se ganan”. Como explicación, se aventuró que mientras se consume a crédito “cada vez menos” la sensibilizada y experimentada opinión pública aprovecha el momento mientras reconoce los síntomas de tantas experiencias acumuladas en la historia económica de la Argentina.
Las fuentes reiteraron que hubo momentos de tensiones poco disimuladas, que Cristina quedó impresionada por lo descarnado del análisis y que debió escuchar acerbas críticas a por lo menos tres figuras destacadas del actual momento político. Éstas fueron Nilda Garré (quien no volvería al área de Defensa, como es de su interés), Horacio Verbistky, el asesor sin cartera y mentor de buena parte de las medidas seguidas por el kirchnerismo desde que asumió el poder, y Héctor Timerman, quien hace esfuerzos por mantenerse en el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores y Culto.
Como lo saben nuestros lectores, estos nombres, las resistencias que despiertan fuera y dentro del gobierno, a lo que debe agregarse la inseguridad jurídica y las peligrosas definiciones ideológicas que adoptó el presidente de la Suprema Corte, Ricardo Lorenzetti, lo cual forma parte de un escenario que augura cambios necesariamente profundos que pondrán en juego otros nombres y novedades a plazo fijo, por decirlo de alguna manera. Las fuentes dicen que una posterior meditación presidencial acerca de los reales alcances del escenario es el origen específico y tangible de la lipotimia.

¿Cumplen los diputados con sus obligaciones?

¿Cumplen los diputados con sus obligaciones?

En el presupuesto del año 2012, se incluye un importante aumento para el Poder Legislativo, que es sostenido como los otros poderes del Estado y la Administración Pública, por los contribuyentes. Ahora bien, ¿los cuantiosos gastos del Poder Legislativo guardan relación con lo que realmente se trabaja y el desempeño que llevan a cabo los representantes de las provincias (senadores) y los representantes del pueblo (diputados) que justifiquen semejantes erogaciones?
Creo que no, y si bien dejo para un próximo informe el trabajo que lleva a cabo el Senado de la Nación, es importante dar a conocer algunos aspectos del trabajo que lleva a cabo la Cámara de Diputados, para que se tenga plena conciencia de la enorme diferencia que existe entre el discurso y la realidad.
Podemos empezar, contando que la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones, un organismo encargado de controlar y fiscalizar lo ocurrido a partir de 1992, se reunió una sola vez en el año 2010 para constituirse, y una sola vez en el 2011, para escuchar el informe que presentó el Presidente de Aerolíneas Argentinas. Nunca se pudo lograr en los casi dos años, que los senadores y diputados que la integran dieran el quórum para reunirse y tomar decisiones importantes.
Existen ocho comisiones permanentes que no han conseguido concretar una reunión en lo que va del año, siendo la Comisión de Juicio Político un ejemplo de inactividad, ya que el Frente para la Victoria que la preside desde el año 2006, juzgó innecesario reunirse de marzo del año 2007 a pesar de los pedidos de juicio político que se efectuaran.
La Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos que preside el diputado Vargas Aignasse del FPV, se reunió este año una sola vez, y nunca se convocó a una reunión de asesores. El año pasado el trabajo fue casi inexistente, y las reuniones se realizaron en forma conjunta con otras comisiones. Hace meses está sin respuesta un pedido de los diputados Fernando Solanas, Felipe Solá y Marcela Rodríguez para que se ponga en tratamiento el proyecto de Ley para crear una Comisión Bicameral de Investigación de la Deuda Pública, violando así la propia reglamentación de la Cámara. Pero además cuando ese proyecto se presentó en marzo no le dio tratamiento y solo convocó en agosto a la Comisión para discutirlo.
La Comisión de Pequeñas y Medianas Empresas, dejó de funcionar desde septiembre del año pasado, y hace tres que no se aprueba un proyecto de ley, aunque su presidenta (FPV) hizo declaraciones sobre impulsar el trabajo.
A pesar de los esfuerzos de su Presidente, el diputado Fernando Solanas, la Comisión de Energía no consiguió Quórum en ninguna de las reuniones a las que convocó durante este año. La última de todas las reuniones convocadas, tuvo una ausencia total ya que a excepción de Solanas no concurrió ninguno de los 35 diputados que la integran. Cabe apuntar que en esta comisión fue citado varias veces el secretario de Energía Daniel Cameron y siempre faltó a la cita, además de no haber respondido a pedidos de envío de documentación que se le hiciera.
La Comisión de Transporte no se reúne desde noviembre del año pasado, la de Asuntos Cooperativos, Mutuales y Organizaciones no gubernamentales tuvo dos reuniones en el 2010 y una en lo que va del año. La Comisión del Mercosur sesionó por última vez en septiembre del año pasado, la de Defensa se reunió apenas dos veces, Seguridad Interior una sola vez, y Economías y Desarrollo Regional sesionó en abril y nunca más. Defensa del Consumidor, del usuario y de la Competencia no se reúne desde noviembre del 2010, Presupuesto y Hacienda se reunirá esta semana para tratar el presupuesto 2012, además de haber bloqueado una respetable cantidad de proyectos. La Comisión de Análisis y Seguimiento de las Normas Tributarias y Previsionales está inactiva desde la mitad del año 2008.
La Comisión de de Relaciones Exteriores se reunió dos veces y la de Intereses Marítimos una sola vez, como la Comisión de Comunicaciones. Educación y la Comisión de Justicia se han reunido varias veces, pero no con la habitualidad que deberían. La Comisión de Minería no funciona desde fines del año pasado.
El caso de Presupuesto y Hacienda que preside el diputado Gustavo Marconato (FPV) es un paradigma de los que son estos manejos legislativos, ya que a pesar de habérsele girado cientos de proyectos, no convocó a ninguna reunión. El año pasado el Proyecto de creación de la Comisión Bicameral para la Investigación de la Deuda, lo recibió en agosto y recién lo puso en tratamiento en noviembre.
Estas falta de trabajo no es solo imputable al oficialismo que preside las estratégicas comisiones de Presupuesto y Hacienda, de Peticiones Poderes y Reglamentos y Comercio para dar un ejemplo, sino a comisiones que integran diputados de otros partidos para quienes pareciera, que ha excepción de preparar proyectos que no se discuten, no hay el menor interés en dedicarse a la labor específica para la cual han sido elegidos
Y este año pareciera que los tiempos electorales, han significado un “permiso” para que los legisladores no trabajen en sus funciones, dedicándose por completo a las campañas, aunque tanto ellos como sus asesores han seguido recibiendo puntualmente sus emolumentos, y la costosa estructura del Congreso, muy superior a las Legislaturas de muchos países europeos se mantiene exactamente igual, aunque nada concreto se produzca.
Como corolario a tanto desprecio institucional, el plenario de la Cámara de Diputados se reunió nada más que cinco veces en lo que va del año, y la última sesión solo tuvo la asistencia de 85 diputados.
Discursos hay muchos, exhibicionismo de lo que se va a hacer es parte de la hojarasca dialéctica que se cultiva, pero las realizaciones concretas son casi inexistentes.
El pueblo argentino no merece que sus representantes no lo representen, que se dediquen a la especulación constante del quórum para hacer fracasar iniciativas que pueden ser importantes, que cultiven un sectarismo partidista que paraliza la actividad legislativa. Los diputados no ejercen sus funciones honorariamente y lo menos que podría pedírseles es que tengan conciencia de la realidad que vive el país y de la obligación constitucional que tienen con sus representados.