martes, 15 de noviembre de 2011

Entre la paranoia, la incapacidad y el fracaso

Entre la paranoia, la incapacidad y el fracaso

Clínicamente es fácil definir y diagnosticar la paranoia pero en política resulta algo más complejo. Desde el fin de semana último, la expectativa estaba puesta en las alternativas cambiarias de nuestro mercado para tentar el dibujo de un nuevo panorama de la crisis que crece día a día y que puede convertirse en una corrida bancaria. Sin embargo, la posibilidad de tener la información suficiente se ha complicado, pues ahora el acorralado Banco Central aplica un método que demora los datos por un mínimo de dos semanas, por lo que habrá que armarse de paciencia y tener en cuenta que la incapacidad administrativa del gobierno en su conjunto sólo hace que la situación se agrave y en este caso, como en otros, adquiera perfiles cada vez más agudos.
Periodísticamente, lo más inteligente que se dijo desde ayer por la mañana es que el aplastante triunfo electoral -con o sin fraude- logrado por Cristina Fernández de Kirchner ha sido rifado desde ese día hasta la fecha y que hoy el kirchnerismo se encuentra haciendo equilibrio inestable en un poder que apenas si ejerce. Entre la espada y la pared, la ineficiencia ha desplegado sus alas sobre la opinión pública que, sin que mediaran sucesos proporcionalmente ruidosos, olvidó como se votó y decidió poner a cubierto sus ahorros, un ejercicio que a lo largo del año acumuló varios millones de dólares y virtualmente se comió buena parte de las reservas. Con seguridad y aunque algo intuye, la ciudadanía todavía no mensura plenamente la gravedad de los momentos que se viven en todos los campos de la administración. Pocos han reparado en que la misma Cristina optó por devolverle a la Fuerza Aérea el control de la actividad en la materia, control que le fue quitado como parte de la política de disolución de las Fuerzas Armadas por razones ideológicas y firmes compromisos políticos.
La medida no obedece únicamente al insostenible escándalo suscitado en Aerolíneas Argentinas, a la que La Cámpora logró quebrar y anarquizar, al mismo tiempo que profundizó las diferencias internas que existen en todo el arco de la administración pública. Para Cristina esto es un fracaso personal, habida cuenta que su idea sobre el futuro de su renovada gestión presidencial consistía en una “superación del peronismo” sustentada en la incorporación al gobierno de jóvenes reclutados para constituir una nueva clase dirigente, bien paga, fiel y sometida a directivas novedosas que debían integrar un proyecto regional que muchos llaman la “chavización de la Argentina”.Curiosamente, Cristina y sus teóricos asesores no tomaron en cuenta que el venezolano inspirador del Socialismo del Siglo XXI ingresó en el plano inclinado que lo lleva a la muerte antes de lo que esperaba, que el poder de Evo Morales tiende a desintegrarse, que Correa en el Ecuador carece de destino y que otros ítems que hemos tratado recientemente en estas columnas son indicativos de una progresiva deflación de esa corriente de pensamiento e intereses.
Tampoco Cristina valoró adecuadamente su conversación con Barack Obama en Francia hace apenas unos días -casi unas horas- ni sopesó otros componentes del escenario estratégico mundial, ya bastante complejo en sí mismo. Es cierto que la Presidente carece del asesoramiento de un ministro de Relaciones Exteriores que esté a la altura del cargo y también es cierto que la centralización del poder en su persona, con toda su carga de arbitrariedad y soberbia, le juega en contra; lo concreto, entonces, es que otra carencia importante como es la de un ministro de Economía en serio, sumado a la falsedad de que la Argentina estaba blindada para poder afrontar los peligrosos problemas externos y en particular la pulseada entre el dólar y el euro -sinopsis tal vez demasiado apretada de lo que ocurre pero lo suficientemente ilustrativa- se abatieron de golpe y simultáneamente sobre la Casa Rosada. A todo esto, la paranoia alimentó las desconfianzas internas y abrió las compuertas de un “todos contra todos”, atmósfera que se aceleró a medida que se agravaban los problemas y la corrida contra el dólar determinó medidas que lo único que hicieran fue acelerarla. Todos comenzaron a señalarse con el dedo. La Cámpora, sin conducción coherente, pasó a un segundo plano, y sus integrantes creyeron que podían jugar solos, incluso contra fogueados peronistas. Moyano se abroqueló y espera para hacerse notar con fuerza. Mercedes Marcó del Pont quedó superada por los acontecimientos. Boudou, que tiene el doble título de ministro de Economía y de vicepresidente de la ex República, deja de ser lo primero y espera para alcanzar lo segundo, con lo que no tiene un poder real y efectivo. Antes, el ministro era Néstor Carlos, ahora no es nadie y lo son todos, incluyéndolo al “Napia”Guillermo Moreno quien, por su carácter, su pistola al cinto y sus modales, ha logrado imponerse transitoriamente.
Así las cosas, no hay resorte de la actividad económica que no esté afectado por las insólitas medidas que adoptó, como por ejemplo, la prohibición de importar insumos agrícolas justo en el momento de una siembra que los necesita y demanda ingentes inversiones privadas que pueden fracasar y alejar la esperada salvación que siempre realiza el campo cuando todo está o parece perdido. Ya en su segundo día, esta semana en curso es importante para vislumbrar el rumbo si es que éste existe. En materia de inseguridad, ésta se alimenta por la caída del empleo, gracias a múltiples factores, especialmente en las áreas más industrializadas por la contracción económica brasileña, el mismo fenómeno en otros mercados y la creciente pesadez local por la carencia de insumos debido a los impedimentos ordenados por Moreno. Entonces no es difícil establecer que la estabilidad social está en peligro y que también hay una lucha para controlar o, mejor dicho, para intervenir en este terreno. En su política garantista, permisiva y contraria a todo lo que vista uniforme, el gobierno llega a esta encrucijada sin elementos para enfrentarla y no basta el gastado argumento de descubrir supuestos complotistas para distraer la atención ciudadana. Tuvo que convocar a la Fuerza Aérea con los mismos argumentos que utilizó para hacer todo lo contrario, miles de pasajeros, aquí y en el exterior, quedaron varados por la orden de suspender los vuelos de Aerolíneas Argentinas, y ahora viene a saberse que forma parte de los millones y millones de dólares que pierde mensualmente, con el agregado de que los aviones no están en condiciones técnicas para volar o paralizados, permanecen depositados en sus fundas. El papelón es mayúsculo y se buscó socorro en el sector militar para superarlo; en materia de inseguridad, el fenómeno puede ser parecido, pero el caso -todos los casos- es que el kirchnerismo se ha comido las soluciones y Cristina puede correr el riesgo de quedar muy sola, acompañada únicamente por el recuerdo de los votos mientras mira las manos extendidas de los camporistas a la espera de una dádiva que no puede pagarles.

MENSAJE MAFIOSO A LOS MERCADOS

Moreno amenazó de muerte a Piano

El viernes pasado, el gobierno decidió una contraofensiva estratégica para frenar la corrida de los grandes operadores y el público masivo, que retiran pesos y compran a $5,10 en el mercado blue. Así fue que, en primer lugar, el directorio del BCRA decidió poner a disposición de los bancos U$S 2.000 millones de sus depósitos que están como encajes en el Central. El objetivo de esta operación es claro: que la abundancia de dólares desaliente la corrida bancaria que se desató después de la cambiaria.
Guillermo Moreno, en cambio, desestimó la persuasión y optó por la disuasión directa. Luego de apretar a los importadores de agroquímicos y fertilizantes para que suspendieran sus operaciones por una semana, convocó a su despacho a un viejo lobo de mar como es Arturo Piano, presidente del banco del mismo nombre y de la tradicional agencia de cambio. Según refieren fuentes empresarias, lo recibió parado y con un revólver sobre el escritorio. Entonces le disparó: “don Arturo, usted tiene familia, cuídese. Esta reunión terminó”. El banquero y cambista, al salir a la calle llamó por celular a sus hijos y a varios de sus colegas. Así fue que el mensaje de Moreno logró el objetivo buscado, que era meter miedo al mercado. Después de esto, se preparó la tercera medida de la contraofensiva estratégica: entregarles dólares a cuevas oficialistas para que ayer salieran a venderlos en el mercado paralelo. Entre los operadores oficiales se encuentra Fernando Caparrós Gómez, el ex financista de Sergio Schoklender y también del cristinismo. La idea de salir a vender en el mercado del blue era bajarlo a $ 4,75/4,83. Sin embargo, no pudieron evitar que en el día de ayer se retiraran dólares de los bancos y que las reservas del BCRA también bajaran. La semana pasada, el Central divulgó que la primera semana de noviembre se retiraron U$S 682 millones de los bancos, pero en la segunda, según trascendidos, se habrían retirado 1300, con lo cual, en lo que va de noviembre se retiraron U$S 2.000 millones. Esto justificó la contraofensiva estratégica del viernes explicada antes.
Planes y más planes
En orden a los presuntos planes oficiales, mucho se ha comentado la nota de Susana Viau del domingo pasado en Clarín. La columnista señaló que el gobierno estudia aplicar un impuesto del 3 ó 4% a todas las cuentas que no sean salarios, lo que fue desmentido por los periodistas económicos que responden al gobierno, que son unos cuantos, en radios y cable. También desmintió la especie un diario de mercados que en otra época se caracterizó por ser independiente de los gobiernos y que ahora es más oficialista que el multimedios de Sergio Szpolski. En realidad, Viau tenía razón. La semana pasada, Hernán Lorenzino propuso una retención del 5 al 10% a los que retiren depósitos en dólares, pero la propuesta fue desechada. Los mismos periodistas económicos también descalifican la versión de la pesificación de los depósitos en dólares, algo probable, porque al gobierno le faltaran dólares hasta abril, cuando entre la cosecha de la soja.
Otra versión, ya comentada anteriormente, indica que el deteriorado Amado Boudou sostendría que se debe dejar que el público retire los dólares de sus cuentas ante las últimas consecuencias. Su argumento es que, después de liberar los U$S 2.000 millones que se pusieron a disposición de los bancos ayer y los U$S 3.800 ó 4.000 millones que todavía quedan como encaje en el Central, aún quedarían U$S 40.000 millones de reservas. Lo que no explicó es que si eso pasa, es que, después que se terminen los dólares, es probable que el público vaya por sus depósitos en pesos

CON NÉSTOR ESTO NO PASABA

Cristina usa cada vez más a los militares

Que la centralización de la administración de la Aviación Civil en la esfera de un organismo militar no es compatible con las recomendaciones formuladas por la ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DE AVIACIÓN CIVIL (OACI), a través de sus Documentos 8335- AN/879 (“Manual sobre procedimientos para la inspección, certificación y supervisión permanente de las operaciones”);9734 AN/959 (“Manual de Vigilancia de la Seguridad Operacional”) y PNUD-OACI RLA/86/031 (“Manual Guía de Aviación Civil”)” Estos son los términos de uno de los considerandos del Decreto 239 del 15 de marzo del 2007 -firmado por Néstor Kirchner- que creó en el ámbito de la Secretaría de Transporte del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), como Autoridad Aeronáutica Nacional, desplazando a la Fuerza Aérea. El gobierno nacional festejó entonces que por fin el país superaba una etapa que consideraba un resabio de los gobiernos militares, esto es, el control de la aviación civil por manos militares.
Ayer, con el Decreto 1840, CFK borró con al codo lo que su fallecido marido escribió con la mano. La nueva norma establece en su artículo 1: “Transfiérense las funciones de control operativo de la prestación de los servicios de navegación aérea y de coordinación y supervisión del accionar del control aéreo a cargo de la ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE AVIACIÓN CIVIL (ANAC) organismo descentralizado, actuante en la órbita de la SECRETARIA DE TRANSPORTE del MINISTERIO DE PLANIFICACIÓN FEDERAL, INVERSIÓN PÚBLICA Y SERVICIOS, al ámbito de la FUERZA AÉREA ARGENTINA”. Sin reparar en la obvia contradicción, uno de los considerandos del Decreto 1840 expone, como fundamento de la medida, el argumento exactamente contrario al citado anteriormente por el Decreto 239. En esta pirueta jurídica, el gobierno primero transfirió el control de la aviación civil a la ANAC para seguir las recomendaciones de la normativa internacional y ahora, remilitariza estos servicios, con el mismo argumento: “Que para el mejor cumplimiento de las finalidades tenidas en mira al momento de la creación de la ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE AVIACIÓN CIVIL, y siguiendo recomendaciones de la ORGANIZACIÓN DE AVIACIÓN CIVIL INTERNACIONAL (OACI), resulta necesario y conveniente que dicha Administración no tenga a su cargo la prestación de los servicios de navegación aérea, cuya actividad regula y le compete fiscalizar”.
Semejante dislate sirve como muestra del rumbo errático que va tomando la gestión de CFK, aun antes de sucederse a sí misma. La remilitarización de los vuelos comerciales pasa a ser una salida desesperada ante la impotencia presidencial para controlar una interna salvaje entre facciones kirchneristas, ya que tanto los directivos de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde y Eduardo Wado De Pedro, como los gremialistas Jorge Pérez Tamayo (APLA) y Roberto Cirielli (PTA) provienen del más rancio kirchnerismo. Paradójicamente, el gobierno más antimilitar de la historia argentina recurre ahora a los militares para tratar de frenar el caos aeronáutico generado por la lucha de las propias facciones kirchneristas.
Para mayor contradicción, no es la primera vez que CFK recurre a esta receta. El año pasado arreciaron las críticas al gobierno por parte de la administración Obama y de distintos organismos internacionales acerca de la conocida vulnerabilidad del espacio aéreo argentino.
Ni lerda ni perezosa, Cristina firmó en noviembre un decreto poniendo en marcha el programa Escudo Norte. Por el mismo, las Fuerzas Armadas, junto con la Gendarmería Nacional y Prefectura, se hicieron cargo de un operativo con centro en el aeropuerto Ángel Aragonés de Santiago del Estero, donde se instaló un radar primario que fue fabricado por el Invap en Río Negro.
Además, se formó un pequeño escuadrón aéreo con algunos aviones cazas Pucará, con base en la estación aérea local, para interceptar vuelos irregulares. De este modo, por otro decretazo, la presidente violó la prohibición expresa contenida en las leyes de Seguridad Interior y Defensa, para que las Fuerzas Armadas intervengan en cuestiones de seguridad interior. Fascinado por contradecirse, el cristinismo aplaude por un lado el juzgamiento masivo de los militares que intervinieron en la seguridad interior en los ‘70, mientras va abriendo las puertas para que los militares se policialicen dedicándose a combatir el narcotráfico.
Gendarmes y Haití
Un tercer ejemplo de cómo la Casa Rosada utiliza a los uniformados mientras los denosta y margina es la creciente utilización de una fuerza de seguridad militarizada, la Gendarmería, para tareas de seguridad urbana, que son totalmente ajenas a sus funciones. Con el Operativo Centinela, el gobierno debilitó el control de fronteras trayendo al conurbano 6000 gendarmes para combatir la inseguridad y el narcotráfico.
Pero hubo más, el 27 de junio pasado CFK anunció, en el marco del proselitismo electoral, el Operativo Cinturón Sur. El mismo consiste en el desembarco de Gendarmería y Prefectura en comisarías porteñas de la Policía Federal. Es decir que, gradualmente se producirá la llegada de 2.500 gendarmes y prefectos para reforzar seis seccionales de la zona sur porteña, barrios de los más peligrosos en cuanto al mapa del delito.
La remilitarización del control de los vuelos comerciales, el operativo Escudo Norte y la conversión de la Gendarmería en una policía urbana no agotan la lista de la utilización de los militares por parte del kirchnerismo para solucionar problemas políticos o hacer proselitismo.
El Ejército Argentino continúa participando en Haití de MINUSTAH, una operación organizada por la ONU para estabilizar esa república después de estar al borde de una sangrienta guerra civil. Los objetivos de la misión son principalmente: estabilizar al país, pacificar y desarmar grupos guerrilleros y delincuenciales. O sea, una actividad netamente policial que las leyes argentinas les prohíben a los militares dentro del país (pero no afuera). En este punto hay otra contradicción que salta a la vista. Si los militares argentinos no pueden entrenarse en temas de seguridad interior, ¿cómo se preparan para este tipo de misiones en el exterior?
En fin, Cristina no parece haber renunciado a ninguna de las posturas antimilitares que tanto rédito le rindieran a su fallecido marido. La diferencia es que ella, menos prejuiciosa, cuando necesita a los uniformados los usa sin reparo alguno.

ANÍBAL FERNÁNDEZ Y PICHETTO: ¿ALIADOS PARA FRENAR A BOUDOU?

La batalla contra la dolarización ya condiciona los cambios en el gabinete

El 23 de octubre, la magnitud del triunfo electoral había provisto a CFK de un amplio margen de discrecionalidad no sólo para recomponer su gabinete sino también para gobernar casi sin consultar con nadie. Pero la actual batalla contra la dolarización está cambiando rápidamente las cosas. Nadie está en condiciones de afirmar si la demanda de dólares por el mercado se atenuará o, lo que es más probable, se profundizará, en la medida que siga aumentando la desconfianza incentivada por las erráticas medidas oficiales. La designación de un nuevo gabinete económico, en este contexto, es cuando menos riesgosa para la presidente, porque si la crisis avanza, el 10 de diciembre el deterioro ya podría haber afectado a sus nuevos colaboradores, desgastando además la autoridad presidencial. Este tipo de razonamientos serían los que están provocando que los cambios sigan congelados. Todo esto, en el medio de un florecimiento de las fricciones entre Amado Boudou y Mercedes Marcó del Pont, Julio de Vido y Guillermo Moreno, etc. El resultado que en las próximas 72 horas tengan las medidas recientemente adoptadas para garantizar los depósitos en dólares y frenar así la corrida bancaria será decisivo para la adopción de decisiones políticas. De continuar o profundizarse el volumen de retiro de depósitos, el desgaste golpearía seriamente a Marcó del Pont, así como Ricardo Etchegaray no puede explicar ya cómo la ilegal intromisión de la AFIP estableciendo un control de cambios solapados sólo consiguió alimentar en el público el interés por conseguir dólares.
Una alianza defensiva
En el actual proceso de desgaste, Boudou parece llevarse las palmas. Máximo Kirchner y Carlos Zannini le recriminan sus infidencias tomando distancia de las medidas de control de cambios de la AFIP, mientras que la corrida cambiaria y bancaria salpica el final de su gestión. En este contexto, su desembarco en la presidencia del Senado puede no ser todo lo brillante que el ministro rockero esperaba. Para empezar, tomó estado público que el vicepresidente, rodeado por varios equipos de La Cámpora, pretendería tomar por asalto la cámara alta, a través de una purga para dejar libres 2000 vacantes. Una especie de intervención masiva que provoca temor y malestar hasta en algunos senadores del oficialismo. Este clima coincide con otra cuestión. Durante largos años, el bloque del FpV fue regenteado cómodamente por Miguel Ángel Pichetto, mientras Juan José Pampuro se acomodaba -desde la Presidencia Provisional- a esta situación.
A partir del 10 de diciembre, el mapa del oficialismo en el Senado será totalmente distinto. Habrá tres figuras K de primera línea y con perfiles competitivos: Boudou, Aníbal Fernández, que será Presidente Provisional, y Pichetto, que continuaría a cargo del bloque. No es un secreto que, así como Boudou pretende catapultarse desde el Senado a la Casa Rosada, Aníbal F. quiere que su banca sea el trampolín que le permita suceder a Daniel Scioli. Es razonable suponer lo que pasará cuando los senadores oficialistas se dividan entre los que se reporten a cada uno de los tres, que tienen además llegada independiente a la presidente. Este panorama inquietante puede empezar a acotarse rápidamente. Un antiguo aforismo dice que “no hay pelea de tres”. Es decir, que generalmente terminan formándose dos bandos. En este caso, hay algunos indicios de que Aníbal F. y Pichetto podrían aliarse para resistir el embate de Boudou y su corte de tecnócratas y dirigentes de La Cámpora. Y hasta hay suposiciones de que en el entorno de CFK habría más de uno complacido con este proyecto.
La posibilidad de un armado en el bloque oficialista que le ponga límites a sus pretensiones sería un nuevo llamado de atención para la carrera estelar del hombre de la guitarra. Luego de hacer carrera en los pasillos de Olivos, Boudou está a punto de ingresar a un mundo político más complejo y lleno de acechanzas.