martes, 1 de noviembre de 2011

CFK NO QUIERE QUE LE HABLEN DE DEVALUACIÓN NI DE INFLACIÓN

CFK NO QUIERE QUE LE HABLEN DE DEVALUACIÓN NI DE INFLACIÓN
El semikorralito cambiario fracasó

Poca repercusión tuvo el hecho de que el 26 de agosto pasado, 12 días después de que CFK apabullara a sus rivales obteniendo el 50,7% de los votos en las primarias, la calificadora de riesgo Moody’s les bajó la calificación a varios bancos locales, lo que motivó un dura respuesta del banquero Jorge Brito, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos. También la UIA, muchas cámaras patronales y sectores del gobierno fustigaron esa decisión. La decisión de Moody’s se basó en considerar que la Casa Rosada es demasiado intervencionista y que eventualmente podía dictar medidas confiscatorias. Por ejemplo, en el exterior se mencionaba la posibilidad de que la apropiación por el gobierno de los encajes de los depósitos en dólares. Este hecho fue la señal de largada para la carrera de la fuga de capitales, que de US$1500 MM pasó en septiembre a 3000, escalando en octubre a 3.600.
Un gobierno cada vez más cerrado
De ahí la escalada de medidas del BCRA que están conduciendo a un virtual control de cambios. Pero, en la práctica, estamos ante un semi-corralito. Y decimos “semi”, porque las empresas pudieron comprar US$ 100 MM, un poco menos que el viernes pasado, pero igualmente una cifra alta que preanuncia nuevas medidas intervencionistas. La suma vendida ayer correspondería al retiro de los depósitos en dólares que se fueron de los bancos.
Habrá que ver si hoy los aceitados mecanismos online por los cuales la AFIP autoriza o no las compras de dólares por parte del público, que compró ayer US$70 MM, permite o no las compras a los que están en blanco.
Interrogantes al margen, ayer fue un día negro, ya que la bolsa cayó casi el 3% y se derrumbaron los bonos en pesos, mientras los nominados en dólares subieron casi el 5%. La explicación es que, mediante estos últimos, se realiza la operación conocida como “contado con liqui”. Es decir, se compran los bonos acá y se liquidan en la plaza de Nueva York. El contado con liqui hoy estaba en torno a los 5 pesos, con tendencia a subir. Mientras tanto, en el mundo la crisis financiera europea se cobró una víctima en los Estados Unidos como es el MF Global, presidido por el ex CEO de Goldman & Sachs, Jon Corzine. La firma se acogió a la ley de quiebras, lo que motivó la caída de la bolsa de Nueva York por más de 2%.
Ayer, Guillermo Moreno negó a algunos periodistas que él fuera el autor intelectual de las medidas intervencionistas y deslizó que las mismas estarían inspiradas en Mercedes Marcó del Pont, la presidente del BCRA, y Matías Kufas, director del Banco Nación. Tampoco faltan quienes sindican a Amado Boudou como el “inventor” de las medidas. El caso es que todos coinciden en que la escalada intervencionista del gobierno concuerda plenamente con la convicción de CFK en negar la inflación. Es más, fuentes seguras dicen que la presidente no permite que le hablen de inflación y que, si lo hacen, o corta la conversación o echa del despacho a los atrevidos. Días atrás, José Ignacio de Mendiguren quiso entrar en conversación con Cristina sobre la situación económica y entonces recibió como respuesta que la reunión se había terminado.
En definitiva, el gobierno se está ahogando en un vaso de agua, ya que está claro que la inflación erosiona hace tiempo el tipo de cambio. Pero la Casa Rosada no quiere resignar el impuesto inflacionario, porque éste le permite mejorar la recaudación -claro está, mientras no se espiralice la inflación- cosa que ocurriría si se devalúa.

HABEAS CORPUS PARA TODOS (Y TODAS)

HABEAS CORPUS PARA TODOS
 (Y TODAS)

Sin siquiera haber transcurrido diez días desde el 23 de octubre pasado, fecha en que se impusiera por alrededor del 54% de los sufragios la fórmula Cristina Kirchner-Amado Boudou, parece que ha desaparecido la gran mayoría de sus supuestos votantes, lo cual amerita que se investigue si éstos -como aconteciera en el segundo mandato de Carlos Saúl de Anillaco- fueron abducidos por extraterrestres o desaparecidos por resabios del luctuoso proceso militar.
Se impone promover cientos, miles o mejor millones de recursos de habeas corpus para determinar el paradero de todos aquellos que se supone hayan votado por la reelección kirchnerista, pues nadie se hace cargo de haberlos elegido.
Siguiendo los programas Fútbol para todos, Merluza para todos, Carne para todos, Netbooks para todos, LCD para todos, lámparas bajo consumo para todos, y muchos otros desopilantes etcéteras, propongo HABEAS CORPUS PARA TODOS pues estaría desaparecida casi la mitad de la población de la Argentina.
Insto a fiscales y jueces a extremar su celo profesional y respondan prontamente tal inquietud que nos llena de zozobra.
Muchos se deben haber desencantado con la profundización del modelo que ahora llevó al Ejecutivo a cercenar el derecho de los ciudadanos a adquirir dólares a su antojo, o repatriar capitales o liquidar excedentes de ganancias manteniéndolos en nuestro país, y muchos se habrán alarmado porque ahora las empresas mineras y quienes explotan el negociado del juego deberán pagar impuestos, pero eso no explica la desaparición sorprendente de millones de supuestos simpatizantes K que hoy se ven limitados a los propios funcionarios kirchneristas y el puñado de empresarios beneficiarios de obras públicas, más los obsecuentes del mundo del espectáculo y del periodismo militante.
Desde mi humilde rol de abogado, desde ya me ofrezco a presentar cuantos habeas corpus fueren menester a favor de quienes me lo solicitaren. Aclaro que lo hago totalmente gratis, pues considero que se trata de una muestra de solidaridad por esas lamentables desapariciones.

Tito Livio y la subsidiariedad del Estado

Tito Livio y la subsidiariedad del Estado

Nacido en Padua el año 64 A.C. Es el más célebre de los historiadores romanos; preceptor y consejero del emperador Claudio, paralelamente a estas funciones, incursionó en la Filosofía de la Historia y en la Retórica. Asimismo su amor por Roma y el imperio, lo impulsó a predicar la Ética y la Virtud como sustentos fundamentales de su grandeza y poder. Fue algo así como Rudyard Kipling para el imperio británico, es decir, un lúcido referente para sus coetáneos.
Con todo, creo que fue mucho más que eso, también un eximio pensador y observador de la realidad que supo condensar en trascendentes axiomas y máximas. Una de las más conocidas fue la que sentenciaba que “el Estado debe limitarse sólo a administrar justicia, hacer la guerra y construir caminos”.
Va de suyo que ese “construir caminos”, hoy implica una amplia gama de realizaciones, como sería, el plan de recursos energéticos, aeropuertos, ampliación de la red caminera, férrea y fluvial, investigaciones para el aprovechamiento de nuevas formas de energía, plan de desarrollo de tecnología de punta, plan de exploración y explotación del subsuelo nacional, conservación y protección de las reservas acuíferas, desarrollo de nuevas técnicas de desarrollo habitacional, sistemas satelitales propios, y muchas más.
En buen romance, su apotegma encerraba un gran canto a la libertad; libertad para emplear la inteligencia, el esfuerzo y el libre albedrío en bien de la comunidad; libertad para pensar y crear sin trabas ni limitaciones ideológicas; libertad para soñar e imaginar un venturoso futuro para la Patria, y libertad para realizarlo.
Ubicado en las antípodas del ESTADO NEOLIBERAL (tantas veces ensayado en Argentina) que reduce al Estado a su mínima expresión, el apotegma de Tito Livio constituye el germen y origen del PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD, más tarde adoptado y desarrollado por la Doctrina Social de la Iglesia, aunque, en su aplicación, se ha independizado en gran parte de ella y es empleada en Derecho para justificar la abstención de las regulaciones. Dicho principio se basa en el máximo respeto por el derecho de la autodeterminación de todos y cada uno de los miembros de la sociedad y, a su vez, es el fundamento y piedra angular de la interacción socio-política de una democracia participativa.
Tito Livio puso la pica en el problema más arduo que tiene toda nación o empresa: cómo administrar y balancear los medios físicos y morales disponibles con la necesidad de organización, orden y autoridad necesaria en toda comunidad, dentro del marco del sistema político y Constitución vigente, donde la sociedad política no avance sobre la civil, cada una con sus roles considerando siempre que la sociedad civil es anterior a toda forma de organización política.
En una sociedad como la que se trata de definir en el párrafo anterior, integrada por seres libres, es posible construir un modelo de nación sin tutorías ni presiones que coarten la suma de capacidades e iniciativas de los ciudadanos unidos por la voluntad de obtener compartidos objetivos que, finalmente no son más que lo que llamamos “el bien común”.
Cuántas lágrimas y sufrimientos se habría ahorrado la Humanidad de aplicarse esta saludable regla de Tito Livio; si los grandes ideólogos y dirigentes e intelectuales marxistas y socialistas hubieran podido entender que el modelo de sociedad que proponían está reñido con el Orden Natural y con la misma naturaleza humana y que para realizar ese mundo supuestamente ideal, igualitario justo y feliz, tenían que contar forzosamente con un poder estatal absoluto, omnímodo y despótico, monstruosidad que termina destruyendo al hombre, la familia y toda capacidad de realizaciones fecundas para el conjunto.
Porque lo primero y esencial siempre fue la persona humana y luego la familia como garantía de continuidad, desarrollo y pertenencia; después las organizaciones intermedias promotoras de la producción, educación, desarrollo científico y cultural, investigación, asistencia y seguridad social, sindicatos, cámaras empresarias y finalmente, el estado como gran moderador, coordinador y protector de las actividades desarrolladas por las entidades citadas. El Estado es el último en aparecer y lo hace cuando una comunidad, en busca de un destino común quiere organizarse como nación. Este Estado está siempre listo para asistir y apoyar a los sectores con problemas; se asemeja a Dios que normalmente no interviene directamente en la Historia de los humanos dejando actuar a las causas segundas y al libre albedrío de sus criaturas. Igualmente el Estado interviene y subsidia eventualmente y especialmente cuando peligra la misma existencia de la Nación.
Las comunidades que han optado por un Estado fuerte, interventor, burocrático, demagógico, paternalista y centralista han quedado retrasadas y HAN FRACASADO EN TODO EL MUNDO. La causa principal de este fenómeno se debe a que en estos sistemas llamados radicales, de izquierda o unitarios, el estado le resulta sumamente oneroso a la sociedad y, en la mayoría de los casos, fracasan inexorablemente porque del erario público y del esfuerzo nacional, se gasta demasiado, mal, con poco o ningún control o mediante prioridades fijadas caprichosamente y sin la supervisión de los representantes del pueblo el cual tendrá que sufrir y soportar un crónico y progresivo déficit fiscal.
¿Cuál es la causa de esta distorsión?, Sencillamente, lo supo explicar un conocido e inteligente humorista nuestro cuando sentenció: “Nadie se levanta a las cuatro de la madrugada para ordeñar una vaca que pertenece al Estado”.
Hay que considerar también, entre otros factores como causas del despilfarro del estado intervencionista y autosuficiente, al sostenimiento de todo ese andamiaje innecesario y parásito como son los mal llamados “servicios de Inteligencia” que no son más que encargados del espionaje político interno, soborno de legisladores y jueces, vigilancia y escuchas de opositores políticos, más un sinfín de actividades marginales con lo delictivo, y que insumen gran parte del presupuesto nacional, las llamadas “partidas secretas” invertidas en actividades sin controles legales que, ni siquiera pueden considerarse como inversiones, sino como gastos inútiles y otra carga más para los contribuyentes.
En estos regímenes, la inflación es una pensionista habitual que se come todo el esfuerzo y aniquila la moral de la población, atrofia su sana ambición y creatividad. La intervención del Estado en este caso, casi siempre es contraproducente y castradora, siendo su control del agio y precios sólo generador del desabastecimiento, especulación descontrolada, formación de mercados paralelos y corrupción en toda la cadena de la producción y distribución de productos, tanto como en todas las relaciones con los órganos de control y supervisión estatales.
Oro agujero negro por donde se escurre también buena parte de los esfuerzos de la comunidad es esa persistente obsesión de Goebbels: una gran maquinaria de propaganda oficial para manejar las mentes y voluntades de los súbditos, exagerar o inventar los logros y aciertos de una determinada gestión de gobierno, así como sostener una guerra mediática para desprestigiar a los medios independientes. Se confunde deliberadamente la propaganda institucional del estado con la de un determinado gobierno que, generalmente incluye la difusión de las virtudes de su partido político con fines proselitistas y electoralistas.
Otro abuso del Estado es un desfachatado avance y apropiación ilegal de fondos de los depósitos bancarios privados o aportes previsionales que pertenecen a los trabajadores tanto activos como pasivos. Como todo, supuestamente pertenece al estado, este atropello contra el sector social más débil, como es la clase pasiva, implica una forma de genocidio de nuestros ancianos. Esta anomalía tiene nombre y apellido, yo lo llamaría “Estado bribón”o, según la acertada expresión de Juan Marguch, “el Estado rapaz”.
En cambio el Estado que aplique correctamente el Principio de Subsidiariedad haría todo lo contrario: auxiliaría a las cajas de jubilaciones a fin de asistir y reconocer los esfuerzos de estos ciudadanos que en su momento contribuyeron con su esfuerzo de todos los días para edificar un país mejor y más feliz. Según este principio el Estado también concurre con su labor orientada a lograr al “bien común” cuando advierte que los particulares y las asociaciones intermedias no lo logran por razones aceptables y corregibles. Este mismo Principio, no obstante obliga al estado a abstenerse de intervenir donde los grupos u organizaciones intermedias pueden bastarse por sí mismas en sus respectivos ámbitos o niveles.
La Subsidiariedad determina que la autoridad resuelva los asuntos en las instancias más próximas a los interesados. Por lo tanto la autoridad central asume su función subsidiaria cuando participa en aquellas cuestiones que, por diferentes razones no puedan resolverse en el ámbito local o más inmediato.-. La Subsidiariedad es, no solo una característica del verdadero federalismo, sino que es su condición “sine qua non”.
Este principio, aplicado a una república federal, implica que todo lo que pueda hacer el Municipio no lo haga el gobierno autónomo provincial y todo lo que éste esté en condiciones de realizar no lo debe hacer el Estado. El Tratado de Maastrich (firmado el 7 de febrero), por el cual se constituye la Unión Europea, está inspirado en la misma regla de 1992.
Es dable destacar cómo estos sistemas políticos invasores, esa entelequia llamada Estado llega y penetra como un sistema capilar hasta los últimos confines de la sociedad reglamentando hasta las más intimas actividades y responsabilidades de la persona humana como el derecho de planificar una familia, educar a la prole, o mantener y practicar sus creencias religiosas. Esta apropiación de roles, aparentemente inocuos, produce más temprano que tarde efectos negativos en la psique colectiva, siendo los principales:
Al arrebatar el estado los roles individuales y familiares, la moral colectiva cae en el desgano y la apatía y el decaído razonamiento de la gente es el siguiente:”Para qué emplear la iniciativa o la creatividad, si total, de eso ya se ha encargado el estado; para qué soñar con un país mejor si ya el estado lo tiene todo previsto y planificado”. El “laissez faire” y la abulia terminan con el colapso del sistema y más aún si se da el caso donde los D.N.U. (decretos de necesidad y urgencia) anulan de hecho al Poder Legislativo. Se llega al “Gobierno de unos pocos” que así obtienen la suma del poder público. El paradigmático caso de la Rusia Soviética y sus satélites de la cortina de hierro nos exime de todo comentario.-
Vemos además que estos métodos castradores, intervencionistas y discriminadores de un estado déspota e infractor generan una nueva especie de ciudadanos. Son esos seres invertebrados, amanuenses súbditos incondicionales de los mandones de turno; especuladores amorales que prefieren la sumisión total, adhiriendo a métodos abusivos e inhumanos, colaborando con la delación, obsecuencia y subordinación ciega y absoluta. Son los corifeos que producen siempre este tipo de estado, y que medran con las migajas que le tiran los dirigentes del unicato ideológico y político. Se asemejan a las rémoras que viven de las sobras del festín del tiburón. Lo más triste e irónico es que éstos están prendidos al presupuesto y se benefician del aporte de los contribuyentes, muchos de los cuales pueden ser víctima de sus tenebrosos operativos.
Lamentablemente, la realidad histórica nos demuestra que lo descripto en los párrafos anteriores ha ocurrido y lo hemos presenciado recientemente. Pero lo peor es que hay naciones que persisten en ese error. Podemos hallarlos en África, Asia y Latinoamérica. Parece que los cuarenta años de martirio del confinado pueblo cubano no les sugiere nada a esta nueva dirigencia de la extrema izquierda con ingredientes fascistoides, y que ahora quiere reincidir y ensayar con los “modelos” de Venezuela y Ecuador.
Y parece también que tampoco han reparado o escarmentado con lo ocurrido con la Rusia bolchevique, que comienza en 1917 con la defensa de los explotados proletarios y contra el capitalismo de los aristócratas que dominaba en ese momento para que, luego de la muerte de docenas de millones de compatriotas que no pensaban igual que los carniceros Stalin y Trotsky, luego de tanta sangre derramada, al desmoronarse ese infernal engendro de Lenin, nos encontramos ahora con que los discípulos de aquellos dirigentes e ideólogos de tan ominoso pasado, son los modernos capitalistas del presente.
Mientras tanto, los pobres y proletarios siguen existiendo. ¿Para llegar a esta trágica ironía de la Historia, valió la pena tanto llanto y sufrimientos?
Ni qué hablar de China, (supuestamente comunista o falsamente capitalista) donde Mao Tse-Tung exterminó, posiblemente tantos o más seres humanos que sus maestros rusos. Entonces ser opositor, crítico o no pensar igual, significaba sencillamente la muerte, También comenzaron con el mismo falaz pretexto (o “cuento chino”) de terminar con el capitalismo y lograr una sociedad sin clases ni privilegios. Hoy día, ese gran panqueque de 1.400 millones de chinos ha pegado una voltereta de 180°.
Ya para ellos el capitalismo no parece tan malo y los alumnos aggiornados de ese gran sanguinario amarillo, ese Leviatán llamado Mao, hoy son todos millonarios y capitalistas. Otra cruel ironía y burla de la Historia.
¡Canallas e hipócritas! ¿Nadie hoy en los famosos y poderosos foros internacionales como la ONU, el Grupo de los Siete, los Bilderbergers, todas las asociaciones de derechos humanos, tantos premios Nobels de la Paz, Amnistía Internacional, etc., levanta la voz y denuncia estos horrendos crímenes masivos?, ¡Claro!, es más fácil ahora enjuiciar y condenar a un genocida serbio, cuando se sabe que ya no cuenta con la protección de Rusia. Más piensa uno en todo esto y más se acerca al asco y la náusea.
Esperemos que prime finalmente el buen juicio y la cordura en nuestro subcontinente y se tenga en cuenta el viejo consejo de Tito Livio en cuya virtud se retomen los naturales roles tanto de la sociedad civil como los del Estado, a éste le basta y le sobra con atender y dirigir la Seguridad y la Defensa, administrar Justicia (que no es poco), planificar y ejecutar las obras públicas
A la ciudadanía libre actuando dentro del orden constitucional y el derecho, le resta nada menos que impedir, por medio de sus representantes en el Congreso los abusos o avances desmedidos del estado así como poner la inteligencia, el músculo, la imaginación, el espíritu y la fe en la construcción de un mundo más justo y habitable.
Tito Livio, ten paciencia. No todo está perdido aún. Quizás te vuelvan a leer y alguien te tome en serio.