sábado, 1 de octubre de 2011

UN NUEVO TRIUNFO DE CFK

La negación de la crisis, otra claudicación opositora
El voto de EEUU en organismos de crédito internacionales contra el otorgamiento de créditos a la Argentina y la importante devaluación del Real son dos hechos graves que ningún candidato presidencial pareció registrar. La agenda electoral se muestra por el contrario impermeable al avance de la crisis. La anterior crisis financiera del 2008 y el conflicto entre el gobierno y el campo crearon las condiciones para la derrota kirchnerista del 28-j del 2009. Ahora se da un proceso inverso; el nuevo escenario recesivo está llegando muy tarde como para tener efecto electoral. Paradójicamente, antes de las primarias del 14 de agosto, la crisis internacional no daba señales de afectar a la Argentina pero, sin embargo, la oposición hostigaba al gobierno con la expectativa de que hubiera segunda vuelta. Ahora, con CFK encumbrada en las primarias, la conducta opositora es la opuesta: los efectos de la crisis están llegando al país, pero la casi totalidad de los candidatos opositores se hacen los distraídos. La mayor parte de los consultores que asesoran sobre marketing electoral explican este fenómeno argumentando que el electorado rechazaría a cualquier candidato que le hable del inminente fin de fiesta de modelo K. El resultado está a la vista en los nuevos spots de campaña de los presidenciables. En los mismos predominan las promesas de un futuro mejor y -con excepción de lo que dice Eduardo Duhalde- casi no hay críticas a la corrupción, la inseguridad, el aislamiento internacional, la baja calidad institucional, etc. En efecto, hay una especie de consenso tácito entre el gobierno y la mayor parte de la oposición para no explicarle a la sociedad que se aproxima el ajuste y la reducción de los altos niveles de consumo actuales. Todo esto contribuye a fortalecer la ficción oficial de que la economía está blindada y es, por tanto, inmune al tembladeral global. En otras palabras, que el gobierno, ayudado en buena medida por la complacencia opositora, está consiguiendo instalar la idea de que después de las elecciones todo seguirá más o menos igual y que no habrá medidas confiscatorias. Sin embargo, esta ilusión no hace mella en los miles de compradores que a diario se abastecen de dólares dando un claro contramensaje.
Las pocas encuestas que se conocen no muestran, sin embargo, que contemporizar con el gobierno mejore significativamente la intención de voto de, por ejemplo, Hermes Binner y Alberto Rodríguez Saá. A estos fracasos se les suma que tampoco prosperó la idea de hacer campaña con el argumento de que hay que fortalecer los bloques legislativos para contrapesar al kirchnerismo, bandera que intentó levantar la UCR. Es que el Grupo A es mayoría en la Cámara de Diputados desde el 3 de diciembre del 2009, sin que haya logrado en lo más mínimo contener los avances del oficialismo.
¿Y después qué?
Después de las elecciones podría producirse una nueva paradoja, porque es muy probable que el gobierno ponga en marcha medidas de emergencia. Entonces la maltrecha dirigencia opositora, luego de verse apabullada en las urnas, intentaría reposicionarse criticando a la Casa Rosada. La reciente intimación de Amado Boudou a los bloques opositores para que aprueben rápidamente el presupuesto porque si no “la presidente tomará medidas”,es apenas un anticipo de lo que ocurriría luego del 23-o.
Esto nos lleva al otro componente del escenario político post-electoral. En la UCR, por ejemplo, ya está claro que está a punto de iniciarse una profunda crisis interna donde Ricardo Alfonsín y Ernesto Sanz son acusados de firmar con Francisco De Narváez una alianza con malos resultados. Y ni que hablar del tembladeral que coloca cerca de la disolución al Peronismo Disidente y la Coalición Cívica. Esta situación, como es obvio, ampliará todavía más el margen del gobierno para moverse con absoluta discrecionalidad.

“Viví como yo”: la increíble campaña de Rodríguez Saá

“Viví como yo”: la increíble campaña de Rodríguez Saá

El equipo del Alberto recorre los barrios mendocinos inscribiendo a las familias que quieran una casa. Curiosamente, el formulario de inscripción lleva el eslogan “Viví como yo”, junto a una imagen del candidato a presidente. Mirá la planilla en la que tenés que anotarte si querés tu propia vivienda

Ayer te contamos que un equipo de campaña de Alberto Rodríguez Saá llegó a la provincia para inscribir a los mendocinos que quieran una casa propia. Ahora te mostramos el formulario que tenés que llenar si querés tener prioridad en el plan nacional de viviendas que promete el puntano en caso de llegar a la presidencia.


En la Planilla de Inscripción Nacional de Viviendas, los interesados en las casas de “El Alberto” deben dejar registro de su situación socioeconómica y del ingreso mensual promedio, entre otros ítems. Ayer, Eduardo Gomina, a cargo del equipo, le dijo a MDZque el precio y las características de las casas varían de acuerdo a las posibilidades económicas del interesado.
La planilla también reserva un lugar para asentar la situación habitacional y los datos del titular. Sin embargo, lo más insólito de este plan que pretende convertirse en el caballito de batalla de Rodríguez Saá es su eslogan.
La planilla del plan nacional de viviendas se presenta bajo la frase “Viví como yo”, junto a la imagen del mismísimo gobernador puntano, quien recientemente “presentó en sociedad” la lujosa mansión que comparte con su novia, la ex corredora de autos Delfina Frers. Por el contrario, las casas de 90 pesos que ofrece cuentan con una superficie de 52 metros cuadrados.
Después de inscribirse en el programa, los “encuestadores”solicitan a las familias que verifiquen su inscripción en el sitio http://www.vivicomoyo.com/, donde los interesados también se pueden registrar, sin necesidad de llenar un formulario de papel. “¿Querés tener tu casa por $90 al mes? Click aquí”, exhibe el sitio web en el que, incluso, se puede ver el spot de los Wachiturros.
La increíble mansión de Alberto Rodríguez Saá.
Alberto con su novia, Delfina Frers, ex corredora de autos.

Metodología vampírica de Alberto

Metodología vampírica de Alberto

Duhalde se muestra silenciosamente impotente ante las descalificaciones, arbitrariamente programadas, dirigidas, de Alberto Rodríguez Saa. El promisorio Artista Plástico, del Estado Libre Asociado de San Luis.
En su rol de relativo opositor, Alberto ya dejó de opositar.
De pronto, el aún no valorado Artista Plástico, se transformó en el animador excluyente del lapso entre-electoral.
Es el periodo que se extiende entre la paliza del 14 de agosto, y la paliza del 23 de octubre (motivo del seminario, muy próximo a concluir).
A esta altura, como la clase obrera (en la concepción marxista), Alberto nada tiene para perder. Ni siquiera tiene su “fuerza de trabajo”.
Según José María Vernet, el Pensador Positivista, y bastante desaprovechado compañero de fórmula, hoy “Alberto desdramatiza”.
El Artista Plástico parece divertirse, incluso, hasta con la letra desopilante de Los Wachiturros.
“El Alberto es una masa/ te da una casa”.
Desarmaderos de Warnes
Y planifica crecer, expandirse, a través de la denigración sistemática de Duhalde.
Le extirpa entonces, al cristinismo, al adversario otrora principal. Se lo expropia.
Aquí Alberto aplica, en el fondo, probablemente sin saberlo, la metodología vampírica.
Con más olfato de indio, que encuestas de Poliarquía, Alberto percibe la magnitud de la negatividad que arrastra, injustamente, el pobre Duhalde. Accede entonces a la “piedra libre” para el agravio. A la irradiación de los rencores personales. Acumulados, durante una década. Que lo sumergen, junto al adversario Duhalde, en el ridículo.
Pero Alberto, como puntualizamos, nada tiene para perder. Abusa entonces de la licencia para injuriar.
No olvidar tampoco que, para la interpretación histórica de “los hermanitos”, fue Duhalde quien generó, en el 2001, la salida presidencial de “El Adolfo”. Episodio grotescamente maldito. La posteridad va a registrarlo como el Golpe de los Caceroleros. La rebelión de 25 conspiradores de pantalón corto. Y en ojotas.
Al atacar frontalmente a Duhalde, la apuesta perversa de Alberto consiste en transferir, la instalada negatividad del adversario escogido, en positividad hacia la candidatura propia.
Mientras arroja, en simultáneo, cordiales líneas de complicidad hacia “La Presidenta, a la que felicita”, reiteradamente, por el éxito electoral. Y le fulmina a Duhalde, el adversario compartido.
Desarmaderos de Warnes

Es una escenografía de repentina complacencia. Despierta las desconfianzas -a veces fundamentadas- de los pintorescos sobrevivientes de la civilización duhaldista. Que se extingue, irremediablemente.
La metodología -para Oximoron- le resulta a Alberto antipáticamente eficaz. Hoy el Artista Plástico disputa el segundo puesto con Hermes Binner, el Hombre Quieto, socialista de aparato.
Por su parte Binner, El Hombre Quieto, un John Wayne situado en la segunda (y muy distante) colocación, desplaza a Alfonsín. No le hace falta recurrir al vampirismo para superarlo. Dejarlo en un costado del camino. Abandonado, a la desgracia de su suerte. Al que parecía ser el aliado natural. El Menoscabado.

La Muerte de la Oposición

La Muerte de la Oposición
Finalmente, la oposición se fue a su casa. Bajaron la persiana, cerraron el kioskito y listo. Claro, una derrota aplastante de 50 a 12 genera ese efecto en cualquiera. Ahora, ¿cómo es posible que en una República pase algo así? Se supone que el sistema está basado en la división de poderes y la alternancia, sin embargo, quien va por un tercer período tiene la mayor popularidad.
Fue la misma oposición la que le abrió las “puertas del trono” al kirchnerismo y al populismo. Desde el principio. Ah, la oposición... y los malvados “medios hegemónicos”.
Primero, todos, pero todos aplaudieron el Golpe de Estado que se le asestó a la Corte Suprema de Justicia. Fue removida por medios no establecidos en la Constitución, a través de operaciones mediáticas y con toda la oposición aplaudiendo de pie. Lo que buscaban muchos (bah, el grupo Clarín) era que se convalidara la pesificación asimétrica (y la consecuente licuación en las deudas adquiridas al expandirse de una forma descomunal) y que la Corte afín al gobierno no hiciera lugar a ningún reclamo por los supuestos dólares que habían depositado.
Siguiendo con el juego, el poder y los medios hicieron una importante movida para remover de los medios masivos de comunicación todo debate político y todo humor político. Primero sacaron a todos del aire (probablemente a cambio de algún tipo de favor). Después, todos los que quedaron refugiados en el canal de cable P&E, fueron comprados por el grupo Clarín, que lo cerró (todo esto mientras el maléfico Magnetto tomaba cafecito con Néstor).
Mientras, casi todos los periodistas miraban con simpatía las formas en las que el presidente “construía poder”, cosa que no debería ser necesaria en una república: el poder ya está construido a través de ciertas instituciones y, los que temporalmente las administran, pueden realizar una serie de acciones a través de las mismas, pero nada más ni nada menos. Muy pocos se animaban a criticar esa forma de detentar el poder, ni hablar de mostrar que, a través de las mismas formas, el finao había manejado su provincia como un feudo.
En el conflicto con el campo, Clarín se dio vuelta (¿habrá pensado que se le acababa el poder a ese gobierno y era tiempo de estar en la vereda de enfrente? ¿No daba para más arreglar las tapas con don Albert Fernández? ¿Un mix?). Además, creció el sentimiento anti-gobierno, a tal punto que, el mismísimo invencible Néstor K, perdió en la Provincia de Buenos Aires a manos de De Narváez.
Y attenti, que acá es cuando la oposición se pone una fábrica de armas, le da gas a la línea de producción y cada bomba que sale de ahí, se la da al oficialismo para que los mate.
Después de las elecciones, el oficialismo apuró dos leyes fundamentales para mantenerse en el poder: La estatización de Aerolíneas y la estatización de los fondos de pensión, o sea, de las AFJP. La oposición recién electa, tendría que haber hecho lo imposible para que temas tan importantes como esos, tuvieran un debate mayor a los seis meses que faltaban para el recambio legislativo. En cambio, ambos proyectos fueron votados por una amplia mayoría, tanto oficialista como opositora (tanto de los que estaban en ejercicio, como de que los recién electos no pusieron el grito en el cielo).
Aerolíneas había sido, hasta antes de su privatización, una cueva de ladrones y curros, colonizada por gremios, con gente que no laburaba nunca, etc. Luego de su privatización, siguió dando un mal servicio, justamente porque las regulaciones laborales y la unicidad sindical, permitían que los gremios apretaran, laburaran para el orto, etc. Pero bueno, por lo menos no la pagaban todos con impuestos. ¿Qué pensaba la oposición que iba a pasar cuando se le volviera a poner una banderita argentina a la empresa? ¿Que se iba a convertir en una empresa eficiente, con bajos precios y mejor servicio? ¿Que mágicamente se iba a convertir en una aerolínea modelo? ¿A nadie se le ocurrió que iba a pasar lo que siempre pasó con las empresas estatales? O sea, que se iba a convertir en una cueva donde el oficialismo de turno acomodaba a sus militantes.
La estatización de los fondos de pensión, lo mismo. Hasta el momento era un sistema bastante malo, hiperregulado, con altas comisiones y con la obligación de las empresas de, cada tanto, comprar títulos de la deuda pública. Ahora ¿era la solución estatizarlos? ¿Qué pensaban que iba a hacer el ejecutivo? ¿Pagarles las sentencias a los jubilados? ¿O hacer lo que hizo el estado cada vez que metió mano en los fondos de pensión? O sea, repartirlos con los amigos, generar obra pública y cargos estatales donde meter a sus partidarios y militantes y dedicar una buena parte al clientelismo político.
No contentos con esto, la Coalición Cívica trató de ser más buena que Papá Noel y los Reyes Magos juntos y dar un subsidio a cada menor de edad. Así de la nada y porque sí, creyendo que por dar plata de la nada, bah, afanándosela a otro, puede reducirse la pobreza del país. Y le da las llaves del reino al oficialismo. El ejecutivo es el encargado de repartir esa platita. De nuevo ¿Qué pensaban que iba a pasar con eso? ¿Que de repente todos los habitantes de la argentina se iban a volver instruidos y que iban a disociar que alguien le dé esa plata de su dependencia de los mismos (y su“deuda”)? ¿Acaso no nadie pudo hacer una analogía de lo que había pasado en Argentina en 70 años de populismo, dádivas y clientelismo? ¿Y con qué platita se hace eso? ¿Con la de los fondos de pensión? ¿Con la de las sentencias no pagadas? Claro, total los mayores de 65 no tienen que ir a votar.
La oposición que había ganado la mayoría de las bancas en el 2009, tenía el derecho de hacerse con la presidencia de la cámara de diputados y de la mayoría de las comisiones clave de ambas cámaras. PARA ESO LOS HABÍAN VOTADO. Sin embargo, para no ser “destituyentes” y para no “desestabilizar”al gobierno, le dejaron al oficialismo la presidencia de la cámara y de las comisiones. A ver si les entra: EL TRABAJO DEL CONGRESO ES DESESTABILIZAR AL EJECUTIVO. Es tenerlo siempre en jaque y evitar que trate de ganar poder y llevarse puesta a la república. El trabajo del congreso no es hacer leyes que digan si puede o no haber un salero en un restaurant, sino cuidar a los ciudadanos de posibles arrebatos y avances del poder ejecutivo. Digamos que tiene que revisar todas las leyes existentes y ver cuáles están al pedo y sacarlas, cuáles deben ser actualizadas y cuales están claramente contra la Constitución y derogarlas.
La ley de medios es un espanto inconstitucional por el cual se quiere manejar a la prensa desde el poder. A TODOS los políticos les encantó. Claro, la prensa se encarga de mostrar que son humanos, que tienen falencias, que se mandan cagadas grandes como un avión de aerolíneas, que muchos son corruptos, etc., etc. No se habían animado antes, pero TODOS la votaron. De nuevo ¿Qué pensaban que iba a hacer el ejecutivo con esta ley? ¿Darles medios de comunicación al radicalismo? ¿Repartir equitativamente publicidad oficial? ¿O crear una máquina propagandística a su favor, que denoste a todo disidente, tanto de los medios de comunicación como de la oposición? Digo, ya hacía unos cuántos años que estaba el kirchnerismo en el poder, además de que era lo mismo que habían hecho en Santa Cruz.
Finalmente, la Ley de Partidos políticos. Ah, ¡bendita ley! De nuevo, la votaron TODOS. Esta ley hace que sea extremadamente difícil crear un nuevo partido político, restringe las formas de financiamiento de campañas y anuncios (todo guita que entrega el mismo estado), tiempos de las campañas y, también, fija las internas únicas abiertas y obligatorias. Los partidos políticos son instituciones intermedias para presentar y decidir quiénes van a disputarse el ejercicio del poder. Se supone que sean independientes del estado, que tomen decisiones propias cuando quieran y como quieran, consultando a sus afiliados o a dedo, tejan alianzas, negocien planes y demás. Pero así, es el propio estado y el ejecutivo quien les impone la agenda y los tiempos.
Y así llegamos al 50 a 12. Cada decisión de la oposición, durante años, fue equivocada. Cada vez que tuvieron la oportunidad de ponerse del lado de la República, se pusieron del lado de la demagogia. Cada vez que pudieron ponerse del lado del ciudadano y proteger su propiedad y su libertad, le regalaron una nueva caja a los que detentan el poder. Cada vez que pudieron juntarse para remover a una runfla de bandidos del poder, se pelearon como divas de calle Corrientes y diluyeron lo que habían conseguido.
El radicalismo terminó de morir, Lilita firmó el obituario de la Coalición, Duhalde fue comido por el monstruo que creó, Clarín se está por comer una tremenda embestida y a Proyecto Sur ya no lo conoce ni su fundador. Una sola palabra: ¡JODANSÉ! Son víctimas del mismo monstruo que crearon. ¿Pensaban que podían ser más peronistas que el peronismo? ¡Miren qué bien que les salió! ¿Pensaban que había que recuperar la “fuerza” del ejecutivo después del 2001? ¡Miren qué bien que les salió! Tanta fuerza le dieron que se los llevó puestos.
En un país donde las provincias que tienen un 60% de empleados públicos y/o personas con subsidios personales el oficialismo arrasa siempre.
EL ESTADO SE VOTA A SÍ MISMO.
Como dice José Benegas: “Cría estado y te comerá votos”.
Aquí yace la oposición....de formas, no de fondo.
OPOSICIÓN, DESCANSÁ EN PAZ. No te vamos a extrañar.............................

Monomanía y paranoia política

Monomanía y paranoia política
Comenzaré esta editorial preguntando... ¿estamos bien?
Díganme... ¿estamos bien? Tenemos salud... tenemos trabajo... tenemos educación... tenemos seguridad... tenemos justicia... y lo que más importa... ¿tenemos futuro?
Vamos más allá... pregunto... digo... ¿tenemos federalismo?... ¿tenemos independencia?... ¿tenemos república?... ¿tenemos democracia?
Sigamos profundizando. ¿Tenemos libertad?
¿Cuál es la realidad? La realidad es la verdad y la verdad... la verdad es que no tenemos nada. No estamos bien... estamos en el horno.
Nuestro país se debate entre la injusticia, la perfidia y el oscurantismo. Cual voraz epidemia se extiende en el país una forma de hacer política que poco tiene que ver con el sistema democrático, que dicen, estamos deleitando.
Persiste la prepotencia y el “patoterismo”, a punto tal, que para justificar posicionamientos, algunos pseudo candidatos dicen “yo no recibo órdenes de nadie”, cuando en verdad, su accionar, debe ajustarse a lo que determina la Constitución y las Leyes; y, además, deben cumplir con el mandato de quienes lo designaron como su representante, es decir, se encuentran a las órdenes de quienes les delegaran el poder.
El ciudadano padece un constante atropello por parte de los tres poderes del Estado. Se adelantan, se atrasan o se postergan los actos eleccionarios, siempre de acuerdo a la conveniencia de los intereses del poder, nunca por el imperio del derecho y en favor del elector.
Se juega con la voluntad de la gente tratando de acobardarlos e impresionarlos, para luego conferirles réditos y beneficios a minorías indeseables y proclives a corruptelas casi mafiosas.
Entre los inútiles anacoretas que juegan a “santones” y los audaces pícaros que justifican lo injustificable, se encuentran los incautos, cándidos e inocentes votantes, algunos de los cuales terminan creyendo en las promesas populistas y demagogas de ambos bandos enfrentados.
Luego llegan los resultados de los escrutinios con denuncias de fraudes, fullerías y engaños incluidos, asegurándose el triunfo a un desquicio de maldades, de inservibles y de protervos oportunistas.
Si las leyes y las urnas no les permiten obtener sus logros, no dudan en recurrir a la sedición y la barbarie.
Las consecuencias de tales actos nos agobian y avergüenzan. Concluimos juzgándonos como necios vasallos, ridiculizados ante el mundo, mundo que asiste boquiabierto observando a un gran país devastado y arruinado por gobernantes inapropiados, “turros”, fraudulentos y malintencionados.
Como consecuencia de esta situación y la aversión respecto a la política, hemos ingresado en lo que se denomina alineación política.
Esta situación se da cuando las instituciones políticas resultan impermeables a la posibilidad de participación masiva, por la ineficiencia de las entidades intermedias y por los sucesivos fracasos de los partidos políticos y su alternancia en la función dirigente.
También incide en la alineación política el “participacionismo”frustrado por esa impermeabilidad del sistema y de las estructuras partidarias, con la consecuente inaccesibilidad a los mecanismos de decisión.
Otra causa motor de la alineación política resulta la difusión de un modelo político que genera amplias expectativas, expectativas que luego son defraudadas al no ajustarse con la realidad, haciéndolas totalmente inaplicables.
El descreimiento heredado por haber experimentado en forma reiterada cualquiera de las causas antes señaladas, es también un factor de alineación política.
Nuestra democracia necesita una instrucción básica y permanente del ciudadano, para que pueda conducirse como tal y no como súbdito.
La democracia exige una información previa, puesto que si la participación es la intervención en las decisiones públicas y estas se convierten en puro “decisionismo” es necesario un planeamiento real para que la decisión sea prudente y reflexiva.
La democracia necesita también de una crítica posterior a la actuación de los gobernantes o de los representantes designados por los ciudadanos. Esta crítica es practicada generalmente por los distintos medios de comunicación e información, quienes se constituyen en uno de los controladores de la opinión pública. Es decir, ofician de instructores, cumplen una misión pedagógica y una misión crítica.
Lamentablemente, en este punto, también, el ciudadano debe de estar alerta y advertido, pues toda información canalizada a través de los medios de comunicación lleva implícita una cuota o dosis de subjetividad y de intencionalidad, no solo, un intento de captar las opiniones ajenas, sino, además, una importante carga política que puede desvirtuar la realidad y propiciar en el receptor una descomposición de su libre razonamiento y la consecuente pérdida del sentido común.
¡Qué destino! el de los argentinos. Debemos cuidarnos hasta de nuestra propia sombra. Resulta imposible depositar confianza, sin antes tomar todas las precauciones; e inclusive, ello, no constituye ninguna garantía, igual podemos terminar defraudados por hábiles timadores de la voluntad popular.
Roguemos que el horno se apague y se encienda la luz de la esperanza, para lo cual, es necesario, que comencemos a ejercer nuestros derechos ciudadanos, obligando -a los sentados en los distintos estamentos del poder- a cumplir con la obligación constitucional de ser nuestros representantes en el ejercicio del mando conferido, quienes, con la arrogancia de la impunidad juegan a reyes, princesas y santurrones, desprovistos de toda responsabilidad hacia el verdadero y único soberano, el Pueblo, mezclando en sus ambiciones electoralistas, el agua con el aceite.

A PRINCIPIOS DEL 2012 HABRÍA ELECCIONES EN EL PJ

Cristina conducción
La apoteosis electoral del cristinismo continuaría en el 2012, con elecciones internas para renovar la conducción del PJ nacional. La idea está madurando en la Casa Rosada, con el objetivo de plebiscitar a CFK como conductora del peronismo, un rol que hasta ahora no figuró entre sus intereses. En abril del 2012 vence el mandato de la actual composición del Consejo Nacional del PJ, cuya presidencia ejerció Néstor Kirchner hasta su muerte y ahora ocupa, sin mostrarse en ese cargo, Daniel Scioli. Para darle aun más fuerza a la convocatoria, se unificarían las internas del PJ nacional con las de otros distritos, por ejemplo, la Capital, donde el mandato de sus autoridades vencerá en diciembre próximo. El kirchnerismo se caracterizó en general por desconfiar de la estructura partidaria que lo llevó al poder. En el 2003, Kirchner congeló al PJ, tal vez suponiendo que el duhaldismo era todavía demasiado fuerte. En el 2007, los Kirchner volvieron a menospreciar a la estructura partidaria al apostar a la concertación con fuerzas extrapartidarias que dio frutos con la vicepresidencia de Julio Cobos. Recién después de ser derrotado el 28-j del 2009 por la coalición integrada por Mauricio Macri, Francisco De Narváez y Felipe Solá, el ex presidente se abrazó con desesperación a los símbolos partidarios. Hasta se instaló de vez en cuando en la sede partidaria, convocando al Consejo Nacional en varias oportunidades. Su idea era mostrar un partido descongelado que le proporcionara una transfusión de sangre al kirchnerismo, que había quedado en minoría en la Cámara de Diputados y estaba claramente a la defensiva. Luego del fallecimiento de Kirchner, CFK colocó nuevamente al PJ en el freezer, negándose a compartir su creciente popularidad con la dirigencia partidaria. En la cumbre de su éxito, ahora la presidente volvería a interesarse en el tema, sobre todo por una razón: la necesidad de movilizar al peronismo para que éste protagonice el operativo clamor por la reforma constitucional con reelección indefinida. El cristinismo esperaría que, a lo largo y ancho del país, las cúpulas locales del PJ activen la campaña pro-reforma, como ocurrió antes de la Convención Constitucional del ‘49. Para esto, sería imprescindible un sacrificio más, o sea, asumir la presidencia del partido. La maniobra incluirá probablemente un llamado a elecciones anticipadas en el PJ bonaerense para que Gabriel Mariotto, el futuro vice de Scioli, asuma su presidencia. En la maniobra nacional, Cristina aparecería flanqueada en el PJ por Jorge Capitanich y José Luis Gioja, mientras que tanto Scioli como Hugo Moyano perderían todo peso en la conducción partidaria.
El PRO, el principal obstáculo
En lo inmediato, el cristinismo se conforma con pulverizar los bolsones de peronistas disidentes que van quedando aislados a partir de la caída de Eduardo Duhalde, las limitaciones de la candidatura de Alberto Rodríguez Saá y el cambio de bando de Felipe Solá. El próximo lunes, la presidente visitará Chubut y se especula con una foto con el gobernador saliente Mario Das Neves, compañero de fórmula de Eduardo Duhalde. Operadores de la Casa Rosada especulan con que el chubutense realice un gesto de distención y hable de la reunificación del peronismo. De ser así, Duhalde habría recibido un nuevo golpe a días de las elecciones presidenciales. Meticulosamente, el kirchnerismo quiere que antes del 10 de diciembre los restos del Peronismo Federal estén disueltos, para proclamar entonces que el peronismo se está uniendo bajo la conducción cristinista. Pero en esta marcha triunfal hay sombras. El gobierno está convencido de que la actual tregua con el macrismo no durará demasiado. El jefe del PRO no ha renunciado a sus ambiciones presidenciales y, para sostenerlas, está dispuesto a rescatar a los náufragos del Peronismo Federal que empiezan a llenar el océano. Por ejemplo, una figura itinerante por las distintas variables del peronismo, Julio Bárbaro, acaba de incorporarse al staff de Macri. Su misión sería justamente servir de puente para que muchos dirigentes del Peronismo Disidente se estacionen en el PRO. Una pieza mayor en este juego sería el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, que está cerca de conseguir su reelección. El calendario corre ahora en contra de Macri. Ya no podrá ser reelecto, porque la constitución porteña lo prohíbe. Y para tener chances de llegar a la Casa Rosada en el 2015 necesita en el 2013 mostrar un armado político nacional del cual hoy carece y que sólo la absorción de parte del peronismo puede garantizarle.