viernes, 28 de octubre de 2011

El control de cambios, la respuesta del gobierno a la corrida

El control de cambios, la respuesta del gobierno a la corrida

La presidente del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, no sabe qué hacer para restringir la compra de dólares. En primer lugar, movilizó a la UIF, la AFIP, la Gendarmería y Prefectura para perseguir a los “coleros”,cuyo movimiento diario es de apenas 5 ó 6 millones de dólares. Luego pasó a perseguir a los grandes compradores para que justifiquen compras superiores a los US$250.000. Esto es redundante, ya que se podía comprar esa suma pero había que decir de dónde provenían los pesos para la operación. Otra resolución del BCRA exige justificación por la compra de inmuebles en el país por no residentes. Por ejemplo, provenientes de sociedades constituidas mayoritariamente en la República Oriental del Uruguay. A esto se le agrega la nueva obligación de liquidar en el país las divisas, impuesta a las petroleras, mineras y aseguradoras. Todos decretazos que ayer no tuvieron ningún efecto, ya que el Central tuvo que vender US$160 millones. Ya suman 1900 millones en el mes y más de 600 esta semana, quedando dos días hábiles todavía. Por lo cual, se cree que la fuga de octubre llegaría a los 3600 millones.
Record de fuga
Un estudio de la consultora de Carlos Melconian y Rodolfo Santangelo sostiene que la fuga de este año puede superar los 23.000 millones de dólares, cifra que fue la del 2008, luego de la caída de Lehman Brothers en agosto de ese año. Al año siguiente, hubo una recesión del 3% del PBI y una inflación anual del 14% y el Central llevó entonces el dólar de 3,04 pesos a 3,71 en 4 meses. Todo esto en un año -como dijimos- de fuerte recesión en la economía. Según los economistas citados, el dólar ajustado por inflación era de 1,60 pesos (base del 1 de diciembre de 2001) de 1,50 a mediados del 2009 y de 1,13 al día de hoy. Pero hubo una expansión monetaria del 25% en el 2007, del 15% en el 2009 y este año, del 40%. Así es que hay muchos pesos en el mercado con una base monetaria de 190.000 millones de pesos y por lo menos el doble en depósitos bancarios. Hay entonces abundante dinero disponible en la plaza para comprar dólares y, como hace días que no hay vendedores, de ahí la exigencia de liquidar divisas impuesta a petroleras, mineras y aseguradoras para mejorar la oferta de dólares. La reacción fue el aumento del paralelo, que llegó a venderse a 4,63 y el contado con liqui a 4,85.
Por todo lo explicado anteriormente, el dólar es la mercadería más barata que existe, porque se lo comió la inflación. No hay duda de que las compras de los grandes operadores en el mercado mayorista seguirán y que también continuará subiendo el paralelo. En esto influye que muchos tenedores de bonos en pesos se desprenden de los mismos vendiéndolos en la plaza de Nueva York y recibiendo dólares pero al precio de 4,85, es decir a un 15% de diferencia. Y cada vez la diferencia será mayor mientras el gobierno no diseñe un plan económico, lo cual se niega a hacer. En tanto, Hugo Moyano aumentó la presión, exigiendo un mínimo no imponible de $12.600 y reclamando que se apruebe la participación obrera en las ganancias, sosteniendo que estas medidas serían la verdadera profundización del modelo. Así las cosas, el líder sindical agregó más leña a la creciente hoguera que ilumina la noche cambiaria.

SIN OPOSICIÓN, REAPARECE LA LUCHA INTERNA EN EL KIRCHNERISMO

SIN OPOSICIÓN, REAPARECE LA LUCHA INTERNA EN EL KIRCHNERISMO
Gracias al dólar, Moyano volvió a la carga
La conmemoración del fallecimiento de Néstor Kirchner no pudo ser más fiel a la naturaleza conflictiva de aquél. Ayer, el Banco Central dio un paso importante hacia el control de cambios al aprobar dos comunicaciones destinadas a restringir las operaciones con moneda extranjera provenientes de la informalidad, así como para obligar a registrar en el mercado local de cambios el ingreso de divisas para la compra de empresas o inmuebles en el país.
Horas antes, CFK, por medio de un decreto, dejó sin efecto una decisión adoptada a comienzos de 2003 por Eduardo Duhalde, en beneficio de las empresas mineras y petroleras. Éstas deberán ahora liquidar la totalidad de las divisas que generen sus exportaciones en el mercado cambiario local. Pero no sólo eso. También anuló un decreto de Néstor Kirchner, de junio de 2004, que amplió esos beneficios en favor de las mineras. En síntesis, que a pocas horas de ser reelecta, la presidente entró en colisión con dos de los sectores empresarios -la minería y los petroleros- más estrechamente ligados a la Casa Rosada y, además, apostó fuerte a la sobre-regulación del mercado cambiario. La otra nota la dio Hugo Moyano, al homenajear al ex presidente proponiendo “el mejor homenaje es la participación en las ganancias, tenemos que lograr los trabajadores la participación en las ganancias; ésa es la profundización del modelo”. En el actual contexto, este contraataque del líder camionero puede ser una contribución efectiva a la imparable fuga de capitales y también al aumento de la presión alcista sobre el dólar.
Un espacio sorpresivo
La reaparición de Moyano como demandante del gobierno se produce a pocos días de un vendaval de versiones periodísticas que dieron casi por hecho que estaba en marcha un acuerdo entre los gordos, los independientes y el gobierno, para acelerar su partida de la conducción de la CGT. Es probable que el innegable agravamiento de la corrida cambiaria y la aparición de nuevos frentes de tormenta entre el gobierno y los empresarios le reste a la presidente margen para impulsar un proceso de cambio traumático en la CGT. La pasión colectiva por el dólar no sólo alivianó entonces la situación del camionero sino que le facilitó volver a tomar protagonismo, y no para defenderse.
Pero también hay otro factor. La licuación de la oposición después de los resultados del domingo pasado dejó vacante el espacio opositor. Y más por cuanto Hermes Binner, el segundo en la elección, se planteó como lo que era de esperarse. Como un opositor sumamente light. De algún modo, Moyano aparece ocupando ahora el espacio que la oposición dejó vacante. Como ocurre casi siempre cuando el poder se vuelve hegemónico, las tensiones internas son las únicas que tienen trascendencia.

La Apoteosis de Él

La Apoteosis de Él
Cecido por MARTIN CAPARROS
Todas las muertes son tristes, despiadadas; muy pocas son útiles. Si hay una que, más allá de legítimos dolores, lo fue, fue la del ex presidente Néstor Kirchner, de la que hoy se cumple un año triunfal.
Alguien, en estos días, subrayó que los tres presidentes -peronistas, por supuesto- que fueron reelectos en la Argentina contemporánea tenían algo en común: tanto el general Perón como el doctor Menem y la doctora Fernández habían sufrido, en los meses de su reelección, la muerte de un pariente muy cercano: dos cónyuges, un hijo.
Yo no lo tenía presente cuando escribí, hace dos años, el artículo más raro que publiqué en mi vida. Era el 15 de mayo de 2009, la popularidad de los doctores Kirchner estaba en mínimos históricos, y yo solía armar unas historias que parecían ficción para la contratapa de Crítica de la Argentina. Ésta se llamó La solución final, y contaba la historia de un “Comando Conspiraciones” que se preguntaba cómo hacer para ganar las elecciones que el kirchnerismo, entonces, tenía casi perdidas. La conclusión era clara y espantosa, y el Comando decidía seguirla hasta sus consecuencias más letales.
“-¿Y entonces?
-No se hagan los boludos, muchachos, que me entendieron perfecto.
Los tres hombres se miraron como se miran los que no quieren ver lo que están viendo: la esposa manoteando una entrepierna ajena, el telegrama de despido, aquella foto de sus veintiuno.
-¿Vos querés decir que para que hagamos una buena votación en junio se tendría que morir alguien?
Le preguntó despacito el segundo, muy flaco, barba rala, sus ojeras.
-Vos sabés que estoy diciendo eso.
-¿Pero quién, animal, de quién estás hablando?
-¿De quién voy a estar hablando?
El mozo llegó con la segunda botella de montchenot y un par de provoletas bien doradas. El tercer hombre, pelo largo entrecano, prestancia de caudillo antiguo, amagó una sonrisa: ¿pingüino o pingüina?
-Veo que ya nos vamos entendiendo.”
Meses más tarde la realidad se hizo cargo de las fantasías del Comando. El doctor Kirchner se murió de una muerte que todos le anunciaban y él no llegaba a imaginar. Ese día se publico  una columnita en El País diciendo que“en la Argentina no hay político más poderoso que la muerte -y vuelve y vuelve y no nos suelta”.
Ahora, a un año de su fin, el doctor Kirchner ya es una comisaría de Resistencia, la ruta 40 de San Juan, una calle de Tucumán, la avenida principal de Río Gallegos, la costanera de Caleta Olivia, el centro integrador Puerto Esperanza, Misiones, una calle de Paraná, una plaza de Ushuaia, un hospital de Florencio Varela, la sede de la Unasur en Buenos Aires, el Torneo Clausura del Fútbol argentino, la ruta 66 de Jujuy, una escuela y un barrio de Albardón, San Juan, un barrio de viviendas sociales en La Plata, una escuela en El Impenetrable, una comisaría en Puerto Rico, Misiones, un centro de estudios “para la integración de los pueblos latinoamericanos” en Buenos Aires, una escuela de Santiago del Estero, un cine-teatro en Palpalá, Jujuy, una calle y una plaza en San Vicente, un puente de Cosquín, un túnel vial en Carupá, el auditorio del Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, la ruta de entrada al Parque Nacional Pre-Delta en Entre Ríos, el aeropuerto de Villa María, la terminal de ómnibus de San Rafael, la terminal de ómnibu s de Santiago del Estero, la terminal de ómnibus de Jujuy, el acceso principal de Pehuajó, un paseo costero en Calafate, una plazoleta en la ciudad de Buenos Aires, la ex ruta provincial 26 en Pilar, una plaza de Escobar, una beca para estudiar en Nueva York, un túnel de 800 metros en José C. Paz, un barrio de viviendas sociales en Tartagal -y siguen firmas, proyectos, nominaciones varias. No hubo aviso oficialista en esta campaña electoral que no lo tuviera entre sus imágenes más repetidas.
Hoy, entre otras cosas, se inaugurará su mausoleo en Santa Cruz; es lo que los antiguos llamaban una apoteosis: el momento en que un hombre era ascendido a dios -o esa versión moderna del dios que convinimos en llamar mito: los Grandes Muertos Siempre Vivos. Los mitos suelen ser una construcción lenta, un efecto de años y de muchos; aquí, ahora, el contrasentido de un mito instántaneo creado por el poder se desarrolla ante nosotros. Es curioso -un privilegio raro- ver cómo se arma un mito: con qué herramientas, recursos, firuletes. Por supuesto hay, para empezar, un relato totalmente sesgado de la vida de un hombre que, como todos, hizo cosas muy dispares -pero la historia mitificadora elude su apoyo a ciertos militares de la Dictadura, su largo rechazo a los defensores de los derechos humanos, su relación con Carlos Menem, su participación en la entrega de los recursos nacionales, sus negocios turbios. El mito se alimenta de otros ritos: su nombre se ha vuelto el nombre de i nnumerables cosas pero su viuda nunca lo pronuncia; todo lo nombra menos ella, que lo nombra sin nombres, como si no necesitara nombres, como si todos los nombres lo nombraran: sigue diciendo Él, como quien nombra a aquel dios innombrable y vengativo de la Biblia.
El mito se alimenta de esos ritos, y los ritos no paran, no pueden parar si quieren cumplir su cometido. Hoy los habrá por toda la Argentina, de todas formas y colores, con más y menos contenido, con menos y más magia. Ninguno, quizá, tan prístino como el de la señora Bonafini, que lidera desde hace treinta años a las Madres de Plaza de Mayo y esta tarde conducirá una radio abierta para “hablar con él”. “Se cumple un año del día en que Néstor, sin avisarnos, se mudó a otro planeta. Pero aunque no nos avisó, porque se fue de golpe, nos dejó un legado increíble de enseñanzas políticas”,dice su comunicado. Por eso, dice, hoy “hablaremos con él y le agradeceremos todo lo que nos dio”.
El diálogo recién está empezando -y dirá tanto sobre la Argentina.
PD: hoy estuve escuchando mucha radio sobre el aniversario de la Muerte, y entendí algo más de mi incomodidad con la construcción del personaje heroico: fue por la cantidad de veces que oí decir que “gracias a Néstor tal, gracias a Néstor cual”, que se hace inversamente proporcional a la cantidad de veces que se dirá que “gracias a los argentinos, gracias al pueblo, gracias a tales o cuales militantes”.
Es la utilidad del jefe: cuanto más espacio ocupa el líder, menos queda para sus seguidores. Entonces hoy todos hablan de cómo “gracias a Néstor se juzgó a los represores de la Esma”; no dicen que fue porque miles y miles de personas se pasaron años en la calle y estallaron en 2001 y obligaron a ciertos políticos menemistas a tomar en cuenta reclamos que nunca habían atendido; no, es “gracias a Néstor”. Para eso sirven las estatuas.

Se ha perdido a la República

Se ha perdido a la República
Y no es este régimen de raíces despóticas precisamente, el que no vaya a aplicar brutalmente el modelo hegemónico para hacer sentir el peso de su aplastante victoria. Vamos a comprobar que se ha de llevar a límites insoportables, la profundización del “modelo” de concentración política.
El que legitimó más del 50%.
“Modelo” que significa la inflación que ha comenzado a carcomer los bolsillos de la población; la prepotencia de la bestia de Moreno; los ataques a los medios y periodistas, independientes del discurso oficial; la corrupción gubernamental generalizada con el apoyo de la justicia que le cubre las espaldas.
Se ha apoyado a un régimen que prefirió subsidiar desocupados sin trabajar, para mantenerlos como “ejército de reserva” para espurios fines políticos, en vez de promover el trabajo genuino.
Nunca como ahora se ha puesto en juego la desconfianza ante esos valores de la racionalidad política como “estado de derecho”, “tolerancia”,“respeto”, “consenso” y “verdad”.
Es posible que los ciudadanos desconfíen de aquellos conceptos, a los cuales observa como ideales abstractos.
Muy posiblemente les cueste creer en aquellos como valores intrínsecos, que puedan modificarle la vida.
¿O es entonces que a este pueblo le gusta la mentira, el saqueo, la corrupción, la división, la descalificación del otro por no pensar igual?
A nadie le gustan los predicadores que pontifican en nombre de la verdad, pero resulta preocupante no escuchar lo verdadero como valor instrumental, que nos ha de llevar a rechazar las falsedades de la demagogia.
Inclinación patética de este pueblo de no querer darse cuenta de cómo es saqueado y engañado brutalmente; de cómo el logro de toda justicia se le ha prescripto.
La idea de que la injusticia social, el despotismo, la mentira, la corrupción se puede resistir por medio de fuerzas puramente éticas y racionales, se ha desvanecido y así hemos perdido a la República