lunes, 15 de agosto de 2011

TESTIMONIO DE LAS TESTIMONIALES

Quienes ayer festejaban, hoy se lamentan y viceversa. En rigor de verdad son las reglas del juego. El problema es que, en la Argentina de los últimos tiempos, lo común fue y sigue siendo el rompimiento de las reglas. Y también del juego. Estas internas primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, en consecuencia, fueron desvirtuadas desde el comienzo.
En primer lugar porque no fueron elecciones, tampoco internas, y menos aún abiertas. Pero, es justo decirlo, ello no invalida el“triunfo” de Cristina. Atacar a quienes optaron por ensobrar la boleta oficial es ponerse a la altura de un Aníbal Fernández, un Horacio González o un Fito Páez. Innecesario y vano. Vaya pues el reconocimiento a quienes supieron cautivar -está visto que no importa el cómo-, a un considerable porcentaje del pueblo.
Cometieron un sinfín de errores, es cierto. Pero también lo es reconocer que ningún opositor logró sacar rédito de aquellos, y mucho menos convertirse en alternativa capaz de seducir al grueso del electorado. Al mensaje lo decodificaron mejor los Kirchner que los Alfonsín, los Duhalde o los Binner por citar apenas algunos ejemplos.
Desde luego que este escenario no es fácil para el análisis, pero tampoco era algo inimaginable. Es dable reconocer aspectos insoslayables, expuestos anteriormente en este mismo espacio. El oficialismo siempre mantuvo un piso del 30 ó 35%. El resto se desprende de un aparato clientelista desplegado generosamente por los distritos claves del conurbano bonaerense, y de otras provincias donde el empleo público oficia como herramienta de presión más que como estrategia de persuasión.
El miedo no es patrimonio de clases medias o acomodadas, como se volvió a denominar a ciertos sectores sociales quizás por su ubicación geográfica, su capacidad de comprender el modo y el método, y también, en gran medida, por capricho. Desde ese microclima no puede abarcarse la totalidad de la Argentina. No sirve que nos engañemos.
Hay teorías académicas demostradas con creces que dan cuenta del poder de la empatía, la necesidad de congeniar con el grupo de pertenencia, y a su vez de consumir las opiniones o ideas de los ámbitos de referencia.
Así es cómo en ciertos hábitats de la ciudad de Buenos Aires, y en provincias donde el kirchnerismo no gobierna, mengua el voto oficialista. También hay que tener en cuenta que, en esos reductos, resulta inexplicable que la corrupción palpable, los escándalos magnánimos, las maniobras distractivas, el despilfarro de los fondos del Estado, el peso de los sindicatos, los pactos y prebendas entremedio, la compra-venta de voluntades, etc., etc., no sea percibida por la mayoría de los ciudadanos.
Pero tampoco puede el hombre que debe trabajar de sol a sol para que no falte pan en la mesa, al unísono pensar qué hacer con los hijos, de qué modo saldar cuentas, probablemente no desentenderse de algún familiar enfermo, y otras varias carencias, ver el “progreso” más que como un simple sustantivo ajeno.
Si acaso éste se materializa, aunque sea en un electrodoméstico a pagar en cuotas fijas, proclamado a gritos por cadena nacional como “la gran noticia”, ¿cómo pedirle que comprenda el costo de la contra-partida?
No tiene tiempo para hacerlo, su educación encima puede que sea insuficiente, y todo por la seguidilla de administraciones maléficas que priorizaron la dádiva por sobre el esfuerzo. Mucho más fácil es conservar el poder si se somete al ciudadano que si se lo forma o se aplica aquello de educarlo como soberano.
Una vez aniquilado el valor y la dignidad del trabajo, difícilmente, se pueda llegar al cambio. Pero cuidado. No es sólo el humilde quién sufragó -testimonialmente, claro- a favor de la Presidente. Seguramente, hay quienes lo han hecho del mismo modo cómo lo hicieran cuando ganó Carlos Menem, y luego negaron enfáticamente haberlo apoyado. Estos últimos sí, con mayor justificación, merecen un especial desdén. No tiene siquiera sentido dedicarles ni un párrafo.
En el trayecto, subsisten varios compatriotas que aprehendieron la más preciada herramienta que utilizara este gobierno para convencerlos: la deformación del sentido del tiempo. Así, el futuro se reduce a un cortoplacismo extremo.
En esos casos, llegar a fin de mes pudiéndose dar el“lujo”, quizás, de alternar el trabajo con algún esparcimiento es visto como un síntoma de “calidad de vida”. Nada más lejano, pero no es este el momento de explicar las diferencia entre vivir bien y vivir mal. Las rejas que debieron poner en el frente de su palier, por ejemplo, son una clara demostración de cuán distinto es. La costumbre, sin embargo, ciega, anestesia…
Al margen o no tan al margen, hay una característica intrínseca en los argentinos, y es delegar en el Estado paternalista cuestiones cuya responsabilidad es inherente a ellos. Desde el momento en que deciden convertirse en asistidos perpetuos, se cae en el laberinto que teje el gobierno, donde ninguna salida es inocente. El recorrido allí adentro deriva siempre en el comienzo. Ya se está preso. De esa forma, los que pagan el modelo estarán en contra, y los que cobran gracias a ello, estarán a favor de su dilatación en el tiempo.
A grandes rasgos, este intento de descifrar lo complejo del electorado, puede menguar la duda que aflora en otros que se sienten defraudados: ¿cómo seguir apoyando el maltrato, la soberbia, la mentira sistemática, la afrenta permanente, la división entre hermanos, etc., etc.?
Desentendiéndose o poniendo en la balanza, de un lado todo ello que se ha prácticamente institucionalizado, y del otro la comodidad de no esforzarse demasiado, el conformismo llano, el creer que “mañana” es apenas un adverbio de tiempo, y al mentado “Carpe Diem” traducirlo como la insignificancia del mediano-largo plazo. Priorizando un LCD o una netbook con calcomanía que recuerda la“inmolación” de Néstor, al orgullo de haberlo ganado por propio mérito.
Qué el día del ensayo de la votación presidencial, un matutino informe con base en datos oficiales, que cada día llegan a las villas miseria de la Capital 15 personas, desde el 2001 hasta la fecha no hace mella.
Apenas molesta o arranca un sonido similar al de una queja pasajera.
Todo se olvida menos la falsa posesión de derechos. Falso porque no es un derecho, por ejemplo, tener “fútbol gratis para todos”, en principio porque nada es gratuito, y encima lo paga de su bolsillo. Es sólo que la intermediación como la realiza el gobierno, es similar a un acto de prestidigitación. Ilusionismo. No muchos quieren saber cómo es el truco, pierde gracia el entretenimiento…
Finalmente o inicialmente, la oposición… Hasta este momento en que debo finalizar la nota, los tres políticos que le siguen en porcentaje de votos a Cristina Kirchner, no llegan a superar su guarismo. A ellos les ganó la mezquindad y la ambición personal. A quienes no comparten la concepción política del kirchnerismo les restó esperanza. Aunque a esta altura de las circunstancia, también llegará la costumbre si no aparece ese imponderable (o si se quiere, ese “cisne negro”) antes del próximo comicio.
Pretender que ahora realicen una autocrítica, y generen un proyecto de país en conjunto y en concreto, suena un poco ingenuo. Desde luego que hasta el domingo 23 de Octubre hay un trecho… Si se guardan los“dichos”, a lo mejor, los “hechos” no están todavía tan lejos.

PALACIOS YA NO PODRÁ DECLARAR

Extraña muerte de un moyanista investigado por la mafia de los medicamentos

Nelson Palacios, quien se desempeñó como secretario general del Sindicato de Personal de Empresas Químicas y Petroquímicas de Zárate-Campana durante 36 años, fue hallado ayer muerto y semidesnudo dentro de un vehículo en la zona de Villa Jovita de ese partido bonaerense, según confirmaron fuentes policiales.
Palacios, quien también ocupaba un alto cargo en la CGT local, fue encontrado semidesnudo en el interior de un automóvil que sería de su propiedad. El hallazgo se produjo en el cruce de Ituzaingó y Alsina en Villa Jovita.
A principios de este año, Palacios había trascendido en los medios por su reclamo de un aumento salarial para su gremio superior al 60%.
Coincidencias
El 16 de febrero pasado, el juez federal Norberto Oyarbide sumó una nueva causa al megaexpediente por la denominada “Mafia de los medicamentos”, en la cual se investiga la presunta utilización de troqueles falsos de un medicamento importado contra la artritis, por parte de la obra social de los Químicos y Petroquímicos. El magistrado agregó un nuevo expediente a su investigación, un día después de que la Cámara Federal lo reprendiera por llevar adelante una pesquisa “desordenada” y por anexar “múltiples sumarios”, que retrasan los resultados en la causa principal. Oyarbide buscó determinar si otras causas de fuerte impacto político, como la del avión con 944 kilos de cocaína detenido en España y la del asesinato del sindicalista de maestranza Roberto Rodríguez, guardan conexidad con la que él lleva adelante por la “Mafia de los medicamentos”. El caso es que Palacios conducía el sindicato de Químicos desde 1974. Cuenta con alrededor de 2.600 afiliados de 28 empresas, muchas de ellas agroquímicas, petroquímicas y químicas exportadoras que utilizan la cercanía del puerto para producir en la región, que abarca, además de Zárate y de Campana, Gualeguaychú, Baradero, Ramallo, parte de San Nicolás y hasta Las Heras.
Palacios estaba estrechamente ligado a Hugo Moyano y en fuentes policiales se especula con que su muerte podría estar vinculada a la investigación de la mafia de los medicamentos. De más está decir que el gremio de los químicos tiene una relación especial con las droguerías y laboratorios y a su obra social se la investiga, por ejemplo, por “la presunta adulteración del producto Mabthera”, un fármaco fabricado por la multinacional F. Hoffman La Roche LTD, e importado en la Argentina por Productos Roche.
La actual quietud de esta investigación judicial estaría hoy vinculada a la tregua que, por razones electorales, celebraron un mes atrás CFK y Moyano. Pero se trata de un equilibrio sumamente inestable que tal vez ni siquiera llegue al 23 de octubre.

CREER QUE SE PUEDE

“Usted, ¿a quién le va a creer, a sus ojos o a mí?”
Groucho Marx
La frase de Groucho Marx podría adjudicarse a la mayoría de los encuestadores argentinos. ¡Un visionario!
En el país del “no se puede” en que hemos convertido a la Argentina, y lo escribo en plural, porque lo hemos permitido entre todos,-algunos a sabiendas y la mayoría distraída tratando de vivir o de sobrevivir de la mejor manera posible, algo bastante difícil en estos tiempos-, preguntemos por qué no se puede, cuáles son las razones lógicas para que no se pueda.
¿Por qué no se puede desalojar a las más de 10.000 personas que tomaron tierras que no les pertenecen en Jujuy? ¿Por qué el desalojo no puede hacerse dentro de la legalidad? ¿Por qué se permiten los cortes de ruta que aíslan a la provincia de Bolivia?
¿Por qué el gobierno provincial que tiene la ley de su lado y la legitimidad del voto que lo puso al frente de Jujuy, no puede poner orden y tiene que recurrir a una dirigente social para calmar los ánimos? De paso le permite hacer una extraordinaria demostración de fuerza, de cara la sociedad y amenazar a futuro con más tomas si no se hace lo que ella dice.
¿Por qué no puede Zaffaroni, como cualquier ciudadano, demostrar su total inocencia en el caso de sus departamentos alquilados como prostíbulos? ¿Por qué tiene que recurrir al apoyo forzado o no, de universidades, intelectuales, abogados y militantes, que juran que el juez no sabía? ¿Es posible, lógico o normal que no supiera? ¿Vive en Babia?
¿Por qué Eugenio Raúl Zaffaroni puede seguir siendo juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación? No es ético, no es moral, es indigno de la institución a la que pertenece. Si no sabía, es tonto, no puede ser juez; si sabía, no merece ser juez, y no vale la pena descalificarlo.
¿Por qué no se pudieron entregar las boletas de los diferentes partidos en tiempo y forma? El estado no pudo. Dicen los malpensados de siempre, que son muchos en un país como Argentina, engañado una y otra vez, que había que evitar que los barones del conurbano, heridos durante la confección de listas que priorizaron la Cámpora cristinista, por sobre los fieles punteros de los municipios, entregaran a su gente las boletas ya cortadas, sustituyendo una candidata a presidente, por otro candidato al mismo puesto.
¡Será posible tanta maligna imaginación! Los barones son incapaces de tamaña traición. Ishii, que los fue a desenmascarar en 2009, cuando K perdió ante De Narváez, aparentemente, no encontró ningún traidor. ¿No encontró? Como decía un entrañable personaje de Gasalla: “¡Nunca lo sabrás!”
¿Por qué Adolfo Rodríguez Saá puede ser al mismo tiempo candidato a senador por San Luis y candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires? Es un disparate cósmico, digno del planeta Xilium. La Junta electoral de la provincia dice que no se puede. El juez Blanco dice que ya se repartieron las boletas y no se pueden retirar. ¿Por qué no se pueden retirar?
Porque si no las retiran, la gente confundida que quiere votarlo, lo hará sin saber que el voto al Adolfo no es válido, aunque sí lo es el del resto de la boleta. Pero sirve, porque el Adolfo le resta votos a Duhalde y eso es importante para el ajedrez electoral oficial de la provincia, No es que no se pueda, es que no conviene.
¿Por qué se reparten las urnas desde el sábado, cuando normalmente se las lleva a las escuelas cuando éstas abren y ya está el presidente de mesa en su lugar para constatar que están en condiciones antes de iniciar la votación? ¿Quién cuida las urnas la noche del sábado al domingo? ¿Es lícito que duerman solas? Es raro. Dicen que es para agilizar el trámite. ¿Cuál? La mala gente sospecharía fraude. Por supuesto que no ha de ser así. ¡Dios no permita! Y perdón por mezclar a Dios en esto de la política, pero otros ya lo han usado para hacer propaganda electoral.
Advierten desde el gobierno y lo transmiten todos los medios, que el escrutinio será complicado y muy, muy lento. En CABA será rápido. En todas las provincias que ya votaron para gobernador y legisladores, será más rápido. El problema radica en las provincias, ocho de ellas, que votan además para senadores nacionales y provinciales. Hay que sumar diputados nacionales y provinciales. En algunos lugares, se votan intendentes, ediles y consejeros escolares. En muchos distritos de la provincia de Buenos Aires las boletas son demasiado largas, difíciles de comprender, complejas para elegir, a medida para confundir. ¡Y siempre en la provincia de Buenos Aires!
¿Por qué no se pueden tener elecciones simples, con menos candidatos y a menor cantidad de puestos? En casi todos los países es menos complejo. ¿Por qué no se pueden organizar elecciones diferenciadas y con sistema electrónico? En Brasil, no hace demasiado tiempo, votaron 100 millones de personas y en 2 horas se tenía el resultado de la victoria de Dilma Rousseff. Salvo que en verdad Argentina crea, como dice Aníbal Fernández, “que el voto electrónico permite el fraude”. Hay que reconocer que es decididamente creativo el ministro que aseguró que “la inseguridad es una sensación”.
Esta vez, los encuestadores han callado. El pretexto es que es una elección diferente, que se hace por primera vez, que no se conoce la cantidad de gente irá a votar, que no se sabe si los votantes entendieron para qué eran estas elecciones (¿para qué eran?), y de esta forma se han ahorrado un papelón más. ¿Aunque que le hace una mancha más al tigre?
Si nos permitimos creer en la incuestionable realidad que dice que los gobiernos ganaron las elecciones en todos sus distritos, salvo Catamarca; si creemos en los números que nos han repetido una y otra vez, si creemos en la supuesta lógica de la política y de sus analistas, David jamás le hubiera podido ganar a Goliat. Pero como David no tenía asesores de imagen, ni encuestadores, ni medios afines, ni digitadas operaciones de prensa, contaba sólo con una honda, 5 piedras y fe; se enfrentó a Goliat el invencible, y le ganó.
Hay que decirle basta al país del “no se puede”. Se puede.
Sustituyendo un verbo de Diego Torres, creamos que se puede.
“Creer que se puede, querer que se pueda, quitarse los miedos, sacarlos afuera, pintarse la cara color esperanza, tentar al futuro con el corazón.”
“Color esperanza”,Diego Torres.

El default opositor: ¿es irreversible?

Entre hoy y el 23 de octubre, la volatilidad política y económica, incluyendo la crisis internacional, podrían tal vez hacer que CFK quede por debajo del 45% de los votos. De ocurrir esto, existiría la chance mínima de que un candidato opositor se coloque a menos de 10 puntos de diferencia y fuerce una segunda vuelta. Éste es el problema común de la oposición, que ayer entró globalmente en default. Pero, aunque Ricardo Alfonsín, Eduardo Duhalde y Hermes Binner se pusieran de acuerdo para que uno solo siga en carrera -lo que es virtualmente imposible- tampoco serviría de mucho. Los votantes duhaldistas no irían masivamente detrás de Alfonsín o Binner y la centroizquierda jamás votará por el ex presidente.
El gran éxito de las primarias, para el kirchnerismo, fue cristalizar en las urnas la fragmentación opositora. Ahora, debajo de cada presidenciable hay cientos de candidatos a cargos nacionales o provinciales que dependen de aquél para ser electos en octubre. Esta masa de dirigentes presiona en contra de cualquier posibilidad de que su candidato se baje para facilitar la concentración del voto opositor. Cualquier gesto de renuncia podría precipitar entonces un grave cisma en la UCR, el duhaldismo y el socialismo. Lo más grave, entonces, no es el default opositor, sino la virtual imposibilidad de que sus protagonistas lo reviertan.
Dos perdedores
A todo esto, las primarias reconfiguran el escenario electoral de la oposición. Ricardo Alfonsín quedó ahora colocado en el ojo de la tormenta. Ya anoche se escuchaban comentarios en el Comité Nacional de la UCR señalando que el candidato se equivocó en el punto central: la elección de las alianzas. “Si se hubiera quedado con Binner como vice en vez de ir detrás de De Narváez, hoy estaríamos encima del 20%”, sentenció ayer un senador nacional. Encima, el empresario obtuvo en Buenos Aires 10% más de votos que Alfonsín. La situación de éste se agrava, entonces, porque este fracaso se da entonces en su propio distrito, lo que aumenta su dependencia de la dirigencia radical de Córdoba, Mendoza, Capital y otros distritos que el alfonsinismo no controla.
El otro socio de la UDESO, De Narváez, quedó a nada menos que 30 puntos de Daniel Scioli. Pero al menos puede sonreír, porque el 23 de octubre todo indica que hará una buena elección. Como único candidato viable de la oposición, De Narváez captaría ahora un gran caudal de votos duhaldistas y macristas, ofreciéndoles a estos sectores participación en su gobierno en caso de ganar.
Eduardo Duhalde integra, junto con Pino Solanas y Elisa Carrió, el elenco de perdedores de ayer. Apostó fuerte a que hubiera un corte masivo de boleta contra CFK y esta rebelión electoral no se produjo. Ahora le resultará muy difícil mantener su capital electoral y se vería obligado a pactar con De Narváez. Pero el mayor déficit de Duhalde es que, con el pobre resultado obtenido, carece de fuerza para sentarse en la mesa de negociaciones de la oposición, donde algunos lo miran de costado por sus problemas de imagen. Para más datos, en Santa Fe, el 32% obtenido por Miguel del Sel en la elección provincial del 24 de julio no se trasladó a Duhalde, que ayer sólo cosechó el 13%. Y en Capital, del 47% conseguido por Mauricio Macri en primera vuelta, sólo una parte minoritaria se volcó a Duhalde, que alcanzó el 22%. Así las cosas, Macri y Durán Barba tendrían motivos sobrados para felicitarse por no haber apoyado al ex presidente, optando aquél por una oportuna retirada a Europa. Distinta es la situación de Alberto Rodríguez Saá, que consiguió el mismo porcentual que en el 2007, es decir, el 8%, pero con el mérito de que entonces tenía el monopolio del peronismo disidente y ahora no.
La aspiradora socialista
La estrepitosa caída de Carrió y Proyecto Sur -este último hoy cerca de la extinción- se debería a que sus votantes fueron masivamente absorbidos por Binner-Morandini. Todo indica también que este crecimiento habría llegado a su techo, porque su distribución geográfica se concentra en Córdoba, Capital, Santa Fe y Buenos Aires, estando ausente en el resto del país.
Un riesgo extra
Aparte de los problemas señalados, los opositores tienen ahora uno extra: nadie sabe cómo reaccionará el electorado antikirchnerista ante la evidencia de que la fragmentación opositora es funcional al gobierno. Gracias a la vidriera de las primarias, los candidatos opositores ahora tienen que explicarles a sus votantes que en octubre deben apoyarlos sólo para asegurarse una cuota de legisladores, salvo que el contexto cambie sustancialmente. En este marco, si algún opositor consigue sobresalir en las próximas semanas, puede empezar a polarizar con el kirchnerismo, lo que rompería la actual chatura. Sin demasiados méritos políticos y cometiendo gruesos errores, CFK se encontró con un regalo superior al del 2007. Entonces, la disputa voto a voto entre Carrió y Roberto Lavagna le facilitó ganar en primera vuelta. Ahora son tres -Alfonsín, Duhalde y Binner- los que quedan entrampados en el mismo juego.

AMOR AL POPULISMO

A partir de hoy, primer día hábil de la semana, se acentuará la salida de capitales del país, precisamente el proceso inverso de lo que económicamente requiere la Argentina y de lo que el mundo, en crisis, requiere de ella. Esto es nada más que una parte de lo que ocurrirá como resultado de las elecciones de ayer, que mantuvieron en vilo a la sociedad que, dividida en dos partes bien diferenciadas, siguió con detenimiento las alternativas de un escrutinio bien difícil que aún no ha concluido. Por el momento es muy difícil hacer un diagnóstico de lo que ha ocurrido, sobre todo porque, pese a esa tajante división, no todas las partes son iguales entre sí: poseen componentes internos diferenciados que pueden modificar la situación antes o después de las próximas elecciones. En realidad, cuando hablamos de un estado de desmoronamiento que viene de lejos y se agravó paso a paso con el transcurso de los meses, no sólo nos referimos al gobierno, cuyo espíritu hegemónico se afirmó con los votos de ayer, sino al conjunto de la sociedad, que no sabe encontrar el camino para salir del atolladero institucional, moral y político que la ahoga y, por supuesto, que no todos advierten. Más aún, los argentinos han demostrado que también perdieron el sentido de pertenencia como Nación, es decir, un idéntico sentimiento por su pasado y un objetivo común para enfrentar el futuro.
No es fácil analizar el resultado de una compulsa como la de ayer dentro de los parámetros que comentamos, pero sí podemos afirmar que la votación que sacó a Cristina Fernández de Kirchner de la incertidumbre que la mantuvo en vilo hasta después de las seis de la tarde, expresa una realidad mucho más profunda que un simple recuento de boletas y la selección de unos candidatos que, en buena parte de los casos, eran desconocidos en los segundos niveles que competían. No obstante, daremos hoy unos primeros pasos para llegar a nuestros lectores con una idea de lo sucedido. Aunque sea rápida y brevemente, vamos a mirar el escenario desde el punto de vista político, en el sentido más reducido del término, es decir, de la representación tradicional que impone formalmente el sistema en vigencia.
Los dos partidos tradicionales de mayor importancia durante los últimos decenios, el radicalismo y el justicialismo, han quedado rezagados y aparentemente doblados en su conjunto, por una nueva fuerza que es nada más que un ensayo para alcanzar y mantenerse en el poder por cualquier medio. Así, el Frente para la Victoria -tal es su título- recurrió a todas las artimañas imaginables y descendió hasta la compra de voluntades para afirmarse: el éxito obtenido no le corresponde únicamente, pues quienes se vendieron tienen tanta responsabilidad como los compradores. Esto también le atañe a una importante fracción opositora, que no supo actuar con acierto y perdió una oportunidad ganada poco antes en la Capital Federal, Santa Fe y Córdoba, tres distritos importantes pero no definitorios. La provincia de Buenos Aires, que sí podía modificar el fiel de la balanza, no pudo cumplir su papel histórico de“Hermana Mayor”, por la simple y constante renuencia de su gobernador, Daniel Scioli, embarcado en la indefinición y en el ensayo justificatorio con frases insistidas pero no convincentes o mediante discutidos avisos publicitarios.
En este primer comentario sobre lo que ya es un verdadero drama argentino, debemos decir que, mientras esperamos las cifras definitivas para tener un cuadro de situación más exacto y previsor respecto de cómo se podrán encarar las semanas que faltan y aproximan la fecha de los comicios presidenciales, sólo cabe esperar lo que una vez se dijo desde la Casa Rosada: la profundización del modelo. Antes de ayer, sin ser tan exactos por cuanto sólo estábamos en condiciones de esperar el desenlace que se inauguraría pocas horas más tarde, señalamos que una victoria kirchnerista aportaría, entre otras cosas alarmantes, una mayor influencia política de personajes que poseen en su comportamiento una finalidad ideológica y dependencia de intereses no bien definidos, ni por su origen ni por sus objetivos finales. Sí por los instrumentos que ponen en marcha; entre ellos, el despertar de un sentimiento populista que no admite divergencias y recurre a buscar la aceptación compulsiva mediante dádivas disfrazadas de subsidios, la ruptura de un orden económico libre, la deconstrucción de un contenido cultural que aglutine y le dé sentido a un orden social. La ruptura con el pasado histórico, el intento de modificar valores y principios por más que sean permanentes, forma parte de este curioso ensayo -trágico ensayo- por destruir un país que hasta ahora carecía de problemas sociales, étnicos y religiosos, que aún es dueño de inmensas riquezas para un mundo que está ávido de ellas pero que sus dirigencias no supieron orientar hacia un destino posible.
Cabe esperar que en los días futuros pueda crearse el mecanismo político que permita revertir lo que dejamos dicho. Para ello habrá que tener en cuenta todos los factores -por mínimos que sean- que han contribuido y contribuyen a montar este escenario deplorable. Por ejemplo, desde hace unas horas, uno de los instrumentos menores para instrumentar políticas de penetración externa que en su momento hemos denunciado, ahora publican avisos periodísticos para buscar colaboradores bien pagos que deben poseer, entre otros requisitos, buenos conocimientos de sociología para desarrollar políticas especiales: nos referimos a la Fundación Ford, la misma que financió y financia a Horacio Verbitsky. El mismo que fue jefe de inteligencia de Montoneros.