martes, 23 de agosto de 2011

LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL Y ARGENTINA TIRANDO MANTECA AL TECHO

Según un informe de Morgan Stanley, disminuyeron las predicciones del crecimiento económico en el mundo.
Las principales bolsas volvieron a hundirse el jueves 17 en medio de la incertidumbre por la economía global.
Esta vez, fueron las noticias de reducción en las estimaciones del crecimiento de la economía mundial para este y el próximo año, y el peligro latente de que las economías de Estados Unidos y Europa caigan en una recesión, por parte del banco de negocios estadounidense Morgan Stanley.
Al pronóstico se le sumaron números aún más preocupantes en Estados Unidos, en donde aumentaron las cifras de subsidios por desempleo, bajaron las ventas de casas usadas y la inflación tuvo un alza significativa durante el mes de julio.
Morgan Stanley estima actualmente, un crecimiento mundial de 3,9 por ciento en el 2011 (en lugar del 4,2 por ciento que preveía hasta ahora) y del 3,8 por ciento en el 2012 (en lugar del 4,5 por ciento), según la nota que transmite a sus clientes.
El banco de negocios revisó a la baja particularmente su previsión de crecimiento para la zona euro, que no sobrepasará -según su análisis- el 0,5 por ciento el año próximo (en vez del 1,2 por ciento que estimaba hasta este momento) y que sería del 1,7 por ciento este año (en lugar del 2,0 por ciento pronosticado previamente).
De esta forma, Morgan Stanley se muestra más pesimista que el resto de sus pares, que aún estiman un crecimiento promedio del 1,5 por ciento en el 2012.
“Aunque no es nuestra hipótesis de base en el estado actual, percibimos un riesgo concreto de recesión pura y simple” en la zona euro, señaló el banco en su nota.
“La revisión a la baja de nuestras previsiones sigue afirmando esa institución, se produce tras los resultados más débiles de lo esperado del crecimiento en el segundo trimestre y debido a cierto número de nuevos factores susceptibles de pesar sobre el crecimiento en el segundo semestre: ralentización del crecimiento del comercio mundial, endurecimiento de las condiciones de refinanciamiento de los bancos y las nuevas medidas de austeridad anunciadas en varios países”,precisó.
“En ese contexto de crecimiento horroroso”, Morgan Stanley estima que el Banco central europeo debería renunciar a elevar sus tasas y a la vez, debería reducirlas el año próximo.
A todo esto, las cifras que presenta EE.UU. son desalentadoras.
Para empeorar el temor de los inversores en el curso económico global, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos anunció que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo en EE.UU. aumentó en 9.000 y quedó la semana pasada en los 408.000.
Asimismo, las ventas de casas usadas bajaron un 3,5 por ciento en julio, mientras que la inflación aumentó un 0,5 por ciento en el mismo mes, el mayor incremento desde marzo.
Con estos grises pronósticos y cifras, los índices de la bolsa de Nueva York cayeron en promedio un 4 por ciento, mientras que en Europa bajaron cerca del 5 por ciento, registrando la mayor caída diaria en dos años y medio.
Un índice de bancos más golpeados, cayó un 6,6 por ciento y acumuló una baja de un 29,7 por ciento en el año.
El índice de acciones europeas líderes FTSEurofirst 300 cerró con una baja de un 4,8.
En América Latina tuvieron una baja promedio del tres por ciento.
Las autoridades de la Unión Europea aseguran que la crisis ha dejado de ser un problema europeo, para convertirse en un problema mundial.
Según algunos analistas económicos la crisis que estalló en 2008 con la caída de Lehman Brothers nunca se resolvió
La preocupante baja de la nota crediticia estadounidense junto con la crisis europea, ha elevado los temores de un desastre a nivel global.
Esta crisis va a estallar dicen ciertos economistas, en un no muy largo tiempo, pero puede subsistir por un tiempo un conflicto constante al borde del abismo.
En nuestro País mientras tanto el festival de subsidios sigue su marcha, con los recursos de la Anses y el Banco Central.
Claro que el problema va a sobrevenir cuando la plata se haga escasa, ya que a este ritmo según estimación de Alcadio Oña, de Clarín, el año que viene el paquete de subsidios orillaría los $100.000 millones.
¿De dónde va a salir tanta plata?

Carta Abierta a las Segundas Líneas

En veinticuatro años de experiencia, las teorías no han producido más que calamidades. Los hombres no viven de ilusiones sino de hechos. ¿Qué me importa que se me repita que vivo en un país de libertad si, por el contrario, se me oprime?”
Gral. José de San Martín

Después del más que sorprendente resultado de las P.A.S.O. -me refiero a los porcentajes de votos obtenidos por todas las formaciones políticas, fueran oficialistas u opositoras- la web se ha convertido en un hervidero inusitado de mails, blogs y diarios 2.0 que hablan de fraude, en las más distintas variantes. En efecto, van desde el simple cambio en los contenidos de las urnas hasta la adulteración de planillas y telegramas, dolosa carga de datos y hackeo de servidores.
Como todos sabemos, estos fenómenos se repiten en cada elección, donde partidos y candidatos que no consiguieron cubrir con fiscales propios todas las mesas de votación aducen, post facto, que los resultados que esas mesas arrojan no son reales. Sin embargo, esas denuncias no por frecuentes resultan fáciles de comprobar y terminan en meros fuegos de artificio, sobre todo cuando se formulan en los días posteriores a las elecciones y no en el momento en que, eventualmente, se produjeron.
Por lo demás, como dije en “Papeles quemados”, mi nota anterior- la magnitud de la diferencia entre el FpV y el pelotón integrado por el Frente Popular (Duhalde), la UDESO (Alfonsín), el Frente Progresista (Binner), el Compromiso Federal (Rodríguez Saá), el Frente de Izquierda (Altamira) y la Coalición Cívica (Carrió), impide creer que, de haber existido, el fraude hubiera podido modificar, sustancialmente, el resultado.
Desde otro ángulo, tampoco es posible ignorar que, más allá de señalar un comportamiento ciudadano casi determinado para octubre, las P.A.S.O. no fueron más que elecciones internas, sin efecto legal alguno, con excepción de la marginación definitiva a las listas que no obtuvieron el apoyo del 1,5% del padrón correspondiente. Es decir, la gran victoria de doña Cristina es únicamente psicológica, pero nada menos que eso.
De esas consideraciones surgió, entonces, la necesidad de escribirles esta carta abierta, a fin de proponerles una solución que, además de recomponer la penosa imagen que los opositores han dejado en la ciudadanía -pruebas al canto- permitan desterrar fantasmas y brindar transparencia a un sistema de votación -las listas sábanas- que, prácticamente, ningún integrante de la corporación política parece tener interés en modificar.
La solución que les propongo, por cierto, es muy simple. Se trata, nada más ni nada menos, que de armar una gran bolsa de fiscales, en la cual todas las agrupaciones que competirán en octubre y todas las ONGs que (con mayor o menor éxito) los han reclutado privadamente, introduzcan a todos esos voluntarios, se trate de quienes controlen las mesas, quienes se encuentren en los centros de recepción de los telegramas o en los lugares de carga informática de los datos.
El primer resultado de tal medida, obvio, será que resultará necesario un número muy inferior de fiscales para cubrir todas las mesas constituidas para recibir los votos de los ciudadanos, y los primeros beneficiados serán los partidos que carezcan de una verdadera estructura nacional.
Los fiscales de la bolsa serán instruidos, y se comprometerán, para desempeñar su fundamental rol en nombre de todos y cada uno de los partidos y frentes de oposición. Deberán no solamente denunciar el faltante de cualquier boleta o de una manipulación en la información sino, con la determinación y la publicidad del caso, exigir la suspensión del comicio o de la carga de datos hasta tanto el inconveniente sea subsanado.
En octubre, ya que los resultados para la primera magistratura parecen estar más que cantados, los argentinos elegiremos a quienes nos representarán en el Congreso Nacional; en su caso, también en las legislaturas provinciales, intendencias, concejos municipales y hasta consejerías escolares. Quienes integramos el 49,3% de los ciudadanos que no dimos nuestro apoyo al FpV y muchos de quienes se abstuvieron de expresar su opinión con su ausencia necesitamos, imprescindiblemente, tener voz, voto y control en el Parlamento.
Hasta el 10 de diciembre de 2009, cuando asumieron los nuevos diputados y senadores votados seis meses antes, y no resulta difícil recordarlo, fue posible comprobar qué hacía el entonces kirchnerismo (hoy cristinismo) cuando tenía mayoría propia en ambas cámaras; la propia Ley de Reforma Política es un ejemplo de ello.
Entonces, señores, deben ustedes exigir a sus respectivas primeras líneas que dejen de lado todas sus aspiraciones personales -muchas de ellas, sepultadas para siempre el 14 de agosto- y comiencen a pensar, y a actuar, acerca de cómo evitar que también la República ingrese definitivamente al cementerio argentino. Como se ha dicho, es hora de hombres, no de nombres.
De ejemplos de las consecuencias de la instauración de un partido único está llena la historia de América Latina, desde el Río Grande hasta Ushuaia, y todas ellos son terribles. Hoy, esos modelos se expresan en Cuba, en Nicaragua, en Venezuela, en Ecuador y en Bolivia, y siempre implican la conculcación -en mayor o menor grado- de las libertades individuales.
La Argentina no quiere seguir ese camino. No quiere más tiranías, aún cuando éstas vengan revestidas de ropajes democráticos. No quiere más que el voto sea asumido como un cheque en blanco por quien disponga de una circunstancial mayoría.
San Martín (ciertamente olvidado el miércoles pasado), Belgrano, Güemes y tantos otros de los próceres que forjaron esta nación están mirando a sus herederos con asombro y desconsuelo. Desde el más allá, desde el Olimpo de la Patria, comprueban -día tras día y desde hace décadas- como los argentinos actuales destruimos su legado. Como el individualismo, el egoísmo, la desidia, el desinterés, la corrupción y la apatía están terminando con una nación que ellos habían conseguido convertir en un luminoso faro de libertad y de cultura universal para todo el globo.
Señores: quedan sesenta y un días para las elecciones de octubre, y son ustedes quienes deben tomar la posta de las manos derrotadas de sus líderes para evitar estos renovados males para la República. Asuman la responsabilidad y actúen. La mitad del país, al menos, lo está exigiendo.

LAS PRIMARIAS COLOCARON A LOS SINDICALISTAS A TIRO DE OYARBIDE

Moyano y el Momo hacen causa común ante el peligro
Si hay alguien preocupado por los efectos del 24 de octubre es Hugo Moyano. El resultado de las primarias demostró que la exclusión de los sindicalistas de las listas de candidatos fue un éxito. Y no sólo eso, varios consultores del gobierno estarían señalando en sus análisis que una de las principales razones por las cuales CFK habría recuperado parcialmente el voto de sectores de clase media de las grandes ciudades sería justamente su toma de distancia del camionero y su grupo. Una conclusión que se vuelve amenazante para el futuro del líder de la CGT, que contraatacó la semana pasada, insistiendo con su reclamo de elevar el salario mínimo a 2.600 pesos. El viernes pasado, Facundo Moyano afirmó que la inflación del INDEC es “un dibujo”.En este juego de presiones suman tambieén las versiones alentadas por los “gordos”de la CGT acerca del próximo desplazamiento de la conducción de la central obrera.
Objetivos de mínima
En el entorno de Moyano afirman que no les preocupa demasiado la ofensiva de los “gordos” y que la situación interna de la CGT es manejable. En cambio, crece la preocupación en torno a otra hipótesis: que antes del 23 de octubre la presidente se incline por dar un golpe de efecto electoral que aumente el apoyo de la clase media al gobierno en el difícil electorado de Capital, Rosario, Córdoba, Mar del Plata y otras ciudades, donde al Frente para la Victoria le cuesta superar el 30%.
La amenaza en ciernes sería el procesamiento de varios caciques sindicales, en el marco de la causa de la mafia de los medicamentos, hoy anestesiada. De adoptar el juez federal Norberto Oyarbide una medida de este tipo, sería, sin duda, el comienzo de la cuenta regresiva para la actual conducción cegetista.
Así es que Moyano estaría realizando una ronda de reuniones para tejer una nueva red de alianzas defensivas. Las conversaciones con el jefe de las 62, Gerónimo “Momo” Venegas, serían de las que más avanzan. Convertido ahora en el coordinador del Frente Popular para todo el país, Venegas estaría convencido de que también él está a un paso del procesamiento en el mismo expediente que su colega camionero. En este marco, las relaciones entre duhaldistas y moyanistas mejorarían día a día. A ambos grupos les convenía algo que las primarias hicieron casi imposible: que CFK no ganara en la primera vuelta, porque venciendo en un ballotage, quedaría debilitada para todo su segundo mandato y con menos margen para meter mano en el rediseño del mapa sindical.
Hoy por hoy, como están las cosas, Venegas y Moyano apostarían a un objetivo más modesto. O sea, que el cristinismo baje varios puntos del 50,7% y que Duhalde polarice el voto opositor duplicando su actual caudal. Un triunfo por menos de 20 puntos recortaría en alguna medida los superpoderes que las urnas hoy le están otorgando a Cristina.

LA ESTATIZACIÓN DEL COMERCIO EXTERIOR, EN CARPETA

Qué prepara el cristinismo para el día después
La lucha por la recomposición del gabinete se acelera a partir del triunfalismo kirchnerista, pero es prácticamente imposible que haya movimientos hasta después de octubre. CFK ya le adelantó a su círculo íntimo que recién después de su victoria empezará a decidir sobre los cambios.
De lo que no hay dudas es que la apariencia moderada y humilde que la presidente mostró en los últimos días sólo duraría hasta la noche del 23 de octubre. Al día siguiente, el cristinismo se pondrá en marcha por la reelección eterna. El primer paso sería un plebiscito, con la idea de presionar a los legisladores de ambas cámaras para que sumen sus votos y poder llegar así a los dos tercios necesarios para sancionar la ley que declare la necesidad de la reforma constitucional. La misma, según los borradores que van y vienen por distintos despachos, sería de corte parlamentarista, pero conservando la actual fortaleza del Poder Ejecutivo.
Ni Feletti ni apertura
En materia económica, CFK ya definió que prácticamente no hay nada que cambiar del modelo económico que ella describe como competitivo y de matriz diversificada. El domingo y ayer varios analistas comentaron supuestas reuniones entre la presidente y Amado Boudou. En una de las mismas, ella habría dicho que el viceministro de economía y primer candidato a Diputado Nacional por la Capital, Roberto Feletti, fue castigado por haber hablado de la apropiación de la renta empresarial y del populismo sustentable. Esta anécdota indicaría que el plan económico no cambiaría hacia lo que piden los mercados ni tampoco en dirección a la radicalización que anunció Feletti. Boudou declaró, por su parte, que no habrá saltos bruscos con el dólar, lo que quiere decir que las cosas seguirán así hasta que nuestro país pierda totalmente la competitividad. Por ahora, es obvio que el gobierno cuenta con margen, ya que podemos exportar automóviles a Brasil sin problemas. Lo mismo ocurre con las cereales y oleaginosas, aunque el maíz y el trigo sigan el régimen de exportación por cuotas. El gobierno sostiene que la inflación no se espiralizó y que además bajó este año. Esto es cierto, porque la economía no creció tanto como el año pasado, pese a lo que dice el INDEC.
Según los números de Orlando Ferreres, por ejemplo, estamos creciendo al 5,5% anual contra el 7% del año pasado. Para el gobierno, en cambio, el 9% en el 2010 y 7,5% este año. Es verdad que a menor crecimiento la inflación no se espiraliza y tiende a bajar, pero siempre en niveles altos, lo que permitiría que el año que viene el gobierno intente que la pauta salarial esté por debajo del 20%, como exigen los empresarios que hablaron con CFK y Boudou.
Medidas extremas
Una forma de tener el dólar a raya es mantener y aumentar el gasto público endeudándose con el exterior. Pero para lograr financiamiento hay que normalizar el INDEC, acordar con el Club de París y salir definitivamente del default. Sin embargo, será difícil que el cristinismo blanquee una inflación de más del 20%, ya que el dibujo del INDEC no sólo baja la inflación sino que aumenta el crecimiento real de la economía en cerca de 2 puntos porcentuales, achicando también la pobreza y la indigencia.
Está claro, por otra parte, que la soja, el maíz y el trigo siguen con precios excelentes y no se cree que bajen mucho en caso de una recesión global, porque China e India van a seguir demandando alimentos.
Sí está en peligro, en cambio, la exportación de autos a Brasil. Nuestro vecino, el mes pasado, bajó su PBI un 0,28. O sea, dejó de crecer luego de varios años y tiene una inflación del 6% anual, muy alta para ese gobierno. El problema radica en que, con estos precios de oleaginosas y cereales, el cristinismo tiene que recurrir a las reservas del BCRA y a la ANSES para emparchar el déficit fiscal existente.
Ahora bien, el año que viene no quedarán tantas reservas para pagar la deuda externa ni ganancias y adelantos transitorios del BCRA. Ni tampoco tantos fondos de la ANSES, por lo cual el gobierno necesitará más activos líquidos para seguir gastando lo que gasta. Es que a nadie se le ocurre pensar que va a bajar o mantener el gasto como está. Sencillamente se trata de que el modelo sólo funciona aumentando el gasto permanentemente.
Activos líquidos para echar mano quedan dos: los depósitos bancarios y el comercio exterior. Manotear los depósitos bancarios está descartado, porque habría un nuevo corralito y ya se sabe qué pasaría después. Sólo quedaría entonces recurrir a la estatización del comercio exterior. La misma, a su vez, generaría un reverdecer del conflicto con el campo. La diferencia con el 2008 sería que esta vez los productores quedarían debilitados por la crisis interna de la Mesa de Enlace y carecerían también del apoyo social y político que concitaron entonces.