lunes, 18 de julio de 2011

Robocoop: el velo del Credicoop

Detrás de lo que asoma como una entidad bancaria pulcra y señera se esconden incumplimientos a convenios colectivos, persecuciones y hasta censura; Empleados cuentan cómo los “obligan” a militar en el partido de Heller fuera de horario. Los créditos que no son. La publicidad engañosa. Y el desvirtuado espíritu cooperativista.
En términos técnicos, la solidaridad hace base en la idea macro de que una o más personas se unen en forma circunstancial o permanente a una causa o hecho.
Conceptualmente, el término es más amplio, abarcativo. Impone o exterioriza una idea de altruismo, de desprendimiento, de colaboración con el otro. Generalmente, ser solidario es, ni más ni menos, actuar sin esperar una retribución inmediata o interesada. Menos, pecuniaria.
Con ninguno de estos principios, tan profundos y arraigados, parece cumplir una entidad que se dice ser solidaria. Ni más, ni menos que uno de los pocos bancos integrados por capitales nacionales, y el único con raíz cooperativista del país: el banco Credicoop.
Su eslogan de “Banca Solidaria” poco parece ajustarse a la realidad cotidiana de sus empleados, de sus clientes y, obviamente, de sus servicios.
Quien se dice ser humilde es porque, generalmente, es un soberbio, porque de lo contrario nada tendría que decir. Cualquier persona se daría cuenta per se de dicha cualidad, la humildad. Acá pasa algo similar. ¿Por qué tanto esfuerzo hace el Credicoop por mostrarse “solidario”?
Esta investigación periodística buceó en las raíces de una de las entidades que parecen contar con mayor prestigio en la comunidad crediticia y financiera local, pero que luce con tantas contradicciones como denuncias; algunas de ellas poco conocidas. De ahí lo atractivo de este artículo.
No es solidario, por ejemplo, el Credicoop con gran parte de sus 4.619 empleados. Dentro de esta institución, creada en 1979 con la fusión de 44 cajas de crédito cooperativo, que hoy cuenta con 249 filiales a lo largo de todo el país, no parece capear el principio de tolerancia. De hecho, un grupo de trabajadores tuvo la idea de denunciar los diversas “irregularidades”laborales con la publicación de un boletín gráfico denominado “Robocoop”. El mismo fue creado por la agrupación interna del banco “Igual a igual” y tiene siete años, pero en los últimos meses la entidad que comanda el diputado nacional Carlos Heller, defensor a ultranza de la denominada ley de Medios “por la democratización de la comunicación”, ha prohibido su circulación.
¿Solidez?
Vayamos por parte. No todo lo que reluce es oro. La virtual explotación comercial y financiera de una de las entidades que parecen gozar con parte de la simpatía de la dirigencia argentina ha coincidido plenamente con el crecimiento del kirchnerismo en el poder, y, a la vez, su estructura tiene más puntos flojos de los que uno pudiera imaginar. O de lo que realmente se promociona.
El banco Credicoop, uno de los pilares fundamentales de la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (ABAPPRA), es una entidad que ha incrementado desde su oferta al público hasta su planta de empleados, desde los créditos personales hasta hipotecarios, pero todo sobre una base que no parece exhibir una solidez equivalente.
Los números hablan por sí solos. Mientras otros bancos del mismo segmento, como el Macro o Patagonia, cuentan con una diferencia disímil entre el activo y el pasivo (ver gráficos), la del Credicoop es, de mínima, llamativa: apenas 1.272.939.000 pesos. Dicho patrimonio neto se compone, en su inmensa mayoría, por capital, aportes y reservas, según el último informe del banco Central, de febrero de 2011 -al que tuvo acceso La Tecla-, el cual muestra una curiosa radiografía de esta entidad. La mitad de sus activos son créditos 7.891.653.000. Su pasivo, de 16.107.098.000, equivale -aproximadamente- al 15% del presupuesto global que tiene la provincia de Buenos Aires para funcionar (2011).
Más números que generan cierto asombro: el promocionado banco de las Pymes tiene cada vez menos cuentas corrientes, indispensables para que cualquier empresa pueda operar. Pasó de 603.267 en junio de 2008 a 385.966 en diciembre de 2010, el último registro oficial que publica el BCRA. Inversamente proporcional es su panorama con las cajas de ahorro, las cuales pasaron de 276.008 a 851.990 en el mismo período. Es decir, tiene más clientes pequeños que empresas.
El publicitado banco “solidario” tampoco cuenta con una amplia colocación de créditos prendarios, ni personales. Entre los prendarios, a febrero de 2011 figuraban 163.296, menos de la mitad que el banco Macro (352.246), de similar envergadura.
“El Credicoop no cumple”
Volviendo a la “solidaridad” con los empleados, según la agrupación “Igual a igual”, este banco “dilata cualquier discusión sobre la incorporación de rubros fijos al básico de convenio, para que, al aplicárseles los coeficientes correspondientes, sinceremos y dejemos de achatar hacia abajo nuestro salario”.
Los ítems fijos en el Credicoop, que hasta el momento no se modifican, son cuatro, y en total suman 1.182,77 pesos. “Está claro que el Credicoop no quiere firmar (un cambio). Es una cuestión económica de bancos que la levantan en pala”, se quejan los trabajadores agrupados.
“El Credicoop no cumple con los básicos establecidos por convenio, luego del acuerdo al que se arribó con el ministerio de Trabajo en el 2009”, asegura a
La Tecla Salvador Villano, secretario general de la Asociación Bancaria La Plata, mientras aspira a que dentro de esta entidad comience a normalizarse la situación sindical.
“Cuando los compañeros de todos los bancos privados ya vienen cobrando un básico de convenio inicial de 3.803, 07 pesos, y en el Nación cobran 3.412 pesos, en el Credicoop estamos en 961,42”.
El básico de convenio sirve para calcular los adicionales, y además incide directamente sobre el resultado del cálculo de varios de los ítems salariales.
Más números
Hoy, cultor del principio solidario, el Credicoop tiene créditos con tasas por encima del valor del mercado y con menos facilidades que otras entidades “no solidarias”. Y con tasas que oscilan el 40% anual, cuando la inflación oficial, defendida por el propio Heller, no supera los dos dígitos; mientras que la “real”, establecida por consultoras privadas y que sirvió de guía para las últimas paritarias, está entre el 20 y el 25%. El Credicoop, al igual que el Indec, se ve que maneja números propios.
Algo similar, en este caso por un posible caso de oferta engañosa, configuran los créditos destinados con bonificación de la Sepyme y Desarrollo Regional, promocionado para apoyar a las Pymes, líneas de capital y trabajo con una tasa fija de 10% TNA a 24 meses. Los mismos brillan por su ausencia, pese a la jugosa promoción. De hecho, el banco no supo, o no quiso, informar a este medio qué cantidad de créditos había otorgado con dicha tasa.
En el detalle del BCRA, sin especificar dentro del rubro crédito, se limitan a informar que el Credicoop otorgó, a febrero de 2011, 1.250.055 pesos bajo el ítem “otros”

YO ACUSO

El 13 de octubre de 1894 el Capitán del ejército francés Alfred Dreyfus fue detenido y poco tiempo después, acusado de espionaje por un tribunal militar francés, fue sentenciado a prisión perpetua y enviado a la île du Diable en la Guyana Francesa.
La única evidencia en su contra era un trozo de papel manuscrito dirigido al mayor Max von Schwartzkoppen -agregado militar alemán en París- en el que se daba información sobre el ejército francés y cuya caligrafía se asemejaba lejanamente a la de Dreyfus. Pero eso era suficiente, porque éste era rico y judío, el blanco perfecto para el antisemitismo que previamente se había alentado desde la prensa y desde sectores ligados al gobierno francés.
Durante el juicio público, la chusma, azuzada convenientemente por la prensa anti-semita, hostigaba a Dreyfus con gritos e insultos. Obviamente el juicio terminó con la condena y la degradación del militar mediante jueces que ignoraban abiertamente la endeblez de las pruebas, las cuales eran groseramente fabricadas e indirectas. El fallo en realidad se basó únicamente en una carta escrita sobre papel manteca “encontrada” en un tacho de basura apoyada por suposiciones sin fundamento en hechos y testimonios falsos.
Como la clase política francesa necesitaba explotar el nebuloso antisemitismo popular que les permitía seguir en el poder Dreyfus era el chivo expiatorio ideal para justificar la lucha “contra los traidores a la República que querían ver a la Francia de rodillas ante otras potencias”.
Por eso manipulando a la opinión pública y a los jueces lograron frenar a duras penas el avance de la verdad durante cinco años a pesar de que las filtraciones habían seguido mientras Dreyfus estaba deportado. No obstante, ante la evidencia y la presión de una gran parte de la ciudadanía liderada por Emile Zola, autor de la célebre pieza “Yo acuso” y otros intelectuales se vieron obligados a fraguar un nuevo juicio por un tribunal militar condenado otra vez al capitán pero reduciendo la pena a “sólo diez años”.Recién en junio de 1999, abrumado por la presión social pero todavía intentando mantener la duda sobre la culpabilidad de Dreyfus el presidente Loubet, en un acto que refleja la miseria del alma humana, le concedió el indulto pero sin reconocer su inocencia.
Finalmente, a pesar de las dilaciones fabricadas por los acusadores en 1906, doce años después de vejaciones de todo tipo para Dreyfus, el caso pudo llegar a la Corte de Casación que anuló definitivamente el fallo, y finalmente le declararon absolutamente libre de culpa y cargo y le reintegraron el grado militar. Pero nadie, absolutamente nadie, podía reparar el tortuoso e inmenso daño inferido a su vida, a su familia y a su honorabilidad en todos esos años.
Nadie pidió disculpas. Es más, en 1908, en el sepelio de Emile Zola, gracias a cuya lucha el retorcido plan del gobierno quedó al descubierto, un tal Grégorich le disparó a Dreyfus y fue absuelto. El odio continuaba.
El caso Dreyfus se convirtió en símbolo moderno y universal de la iniquidad más asqueante en nombre de la razón de Estado, iniquidad que a pesar de los años transcurridos y a juzgar por lo que ocurrió en Argentina con la persecución a los hermanos Noble sigue gozando de buena salud.
No hay palabras que puedan expresar la repugnancia que suscita a cualquier mortal el más absoluto desprecio por la intimidad personal que se vio a lo largo de esta persecución disfrazada de juicio “por la verdad”fogoneada desde el gobierno con la complicidad de una ONG cuya titular tiene a todos sus hijos muy bien “colocados” gracias a su valiosa colaboración con el plan desarrollado por el oficialismo kirchnerista con el único fin de perjudicar a la “corporación” Noble Herrera, aún cuando ello implicó someter a dos jóvenes (que no son de La Cámpora) a los más atroces afrentas y mortificaciones en nombre de los “derechos humanos”, derechos estos que fueron pisoteados y mancillados sin pudor alguno para Marcela y Felipe Noble y que ni aún la fortuna más inmensa, esa que provoca el resentimiento y la envidia de la chusma babeante, podrá jamás compensar.
Se puede decir como dijo Zola en su célebre carta al presidente Faure: “Y no hay remedio; Francia conserva esa mancha y la historia consignará que semejante crimen social se cometió al amparo de vuestra presidencia.”
Pero no se podrá decir “Estoy convencido de que ignoráis lo que ocurre. ¿Y a quién denunciar las infamias de esa turba malhechora de verdaderos culpables sino al primer magistrado del país?” ¿Cómo hacerlo, si la viuda era la primera impulsora del simulacro, que inclusive amenazó a la Corte con usar su investidura para llevar el caso a tribunales internacionales?
El 20 de julio Dreyfus fue rehabilitado oficialmente en una ceremonia en el Colegio Militar y se le nombró caballero de la Legión de Honor. “iViva Dreyfus!”, decían los vítores. “No”, replicó el ahora mayor después de más de diez años de injusticia: “¡Viva la verdad!”

Empleo “en negro” llega al 42% en el interior de las provincias

La obcecación por dar importancia nacional a las elecciones de la Capital es un testimonio más de la visión al extremo centralizada prevaleciente en la dirigencia política argentina. En sentido contrario, una nueva encuesta del INDEC, que brinda información referida a pequeñas ciudades, cuantifica el notorio contraste entre la situación laboral del Interior respecto a la de la Ciudad de Buenos Aires. Es una evidencia concreta de las consecuencias negativas que tiene pensar y formular políticas públicas a medida de la Capital, menospreciando al interior del país.
El INDEC ha publicado los primeros resultados de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU). A través de esta iniciativa se relevan los mismos indicadores que la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) pero extendiendo la cobertura a los centros urbanos más pequeños. Mientras que la EPH cubre a los 31 aglomerados urbanos más grandes, este nuevo relevamiento capta información del total de la población urbana. En órdenes de magnitud, la EPH es representativa de aproximadamente 25 millones de habitantes urbanos, mientras que la EAHU lo es de 36,7 millones de personas.
La diferencia entre ambas encuestas la determina la gente que vive en el interior de las provincias. Es decir, gracias a este esfuerzo del INDEC, a partir de ahora se puede contar con información socioeconómica del interior más profundo del país. Así, es posible medir con objetividad las diferencias que se dan en el amplio territorio nacional. En materia de mercado de trabajo, según la EAHU, en el 3° trimestre del 2010 (último período disponible) se puede observar que:
• En la Ciudad de Buenos Aires, la tasa de empleo (es decir, la relación entre personas que tienen trabajo y personas mayores de 14 años) es del 62% y la incidencia del empleo no registrado del 25%.
• En los grandes aglomerados urbanos del Interior, la tasa de empleo se reduce a 54% y la tasa de empleo asalariado “en negro” sube al 38%.
• En las pequeñas ciudades y pueblos del Interior, la tasa de empleo se reduce aún más, al 52%, y la tasa de empleo asalariado “en negro” sube al 42%.
Estos datos oficiales delatan una heterogeneidad impactante. En la Ciudad de Buenos Aires, dos tercios de la población mayor de 14 años trabajan y sólo un cuarto de los asalariados está “en negro”. En las pequeñas ciudades y pueblos del Interior, sólo la mitad de los mayores de 14 años trabaja y, de éstos, prácticamente la mitad lo hace en la informalidad. Claramente, existen enormes diferencias en las oportunidades y la calidad de los empleos, fenómeno que se explicitaría con mayor contundencia si se corrigieran los indicadores por el empleo público espurio que prevalece en muchas zonas del interior.
Esta heterogeneidad es el resultado de pretender aplicar en todo el país regulaciones laborales concebidas desde y para la Capital a realidades productivas y sociales muy diferentes. Imbuidos de las dinámicas que se observan en la Ciudad de Buenos Aires, en la Capital se deciden niveles de salarios mínimos, normas laborales, convenios colectivos de trabajo, nivel de las cargas sociales y demás reglas para ser aplicadas a todo el territorio nacional. Como en el Interior las condiciones de productividad económica son inferiores, las normas laborales poco realistas desalientan inversiones y, con ello, oportunidades laborales. Los pocos empleos que se crean, frecuentemente tienen viabilidad sólo en la informalidad.
Creer que la Ciudad de Buenos Aires es el país, es un pensamiento históricamente hegemónico que se ha profundizado en los últimos años. Esta forma de pensar subyace, por ejemplo, en la apropiación de fondos que deberían ser coparticipados para otorgárselos a la Fundación Madres de Plaza de Mayo a fin de que construya -avión propio mediante- casas en el interior. En usar enormes masas de recursos públicos para subsidiar el transporte y la energía en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que en el Interior se pagan mucho más caros o directamente escasean. En tener que esperar el inicio de las vacaciones en la Capital para descubrir los faltantes de combustible que desde hace meses sufre el Interior. En obstruir el desarrollo de vuelos aéreos privados en el Interior para beneficiar a la aerolínea estatal cuyo centro de interés está en la Capital.
Gran parte de la dirigencia política del Interior es cómplice y artífice de estos desvíos. La responsabilidad emerge cuando confunde la defensa de los intereses locales con la obtención de algún subsidio o prebenda nacional para su localidad. El desarrollo del Interior nunca se va a concretar si la dirigencia considera prioritario “mendigar” recursos en Buenos Aires en lugar de trabajar para el desarrollo institucional de su localidad. Por eso, la cuestión central en el próximo ciclo de gobierno es reconstruir las instituciones federales, comenzando por la coparticipación federal de impuestos.

Política antiproducción: el caso girasol

- ¿Cuánto es el 100% de cero?
- ¡Cero!
Ante semejante obviedad, ¿por qué será entonces que el gobierno se empeña en mantener altos impuestos de exportación en cultivos que cada vez se achican más, entre otras cosas, porque su rentabilidad desaparece por las excesivas retenciones?
El caso del girasol es una demostración clarísima: con retenciones de 32% para el grano y de 30% para el aceite, a pesar de los buenos precios internacionales, según cálculos de Asagir, donde se reúnen todos los eslabones de la cadena girasolera, sobre algo menos de US$1.000 de resultado promedio por hectárea para un cultivo de 20 quintales, el Gobierno se queda con aproximadamente US$300, la industria con unos US$50, el costo de implantación y comercialización insume otros US$270/290 y, finalmente, al productor/inversor, que consiguió la plata y corrió el riesgo climático y de mercado, le quedan bastante menos de US$280 por hectárea, después de descontar los restantes impuestos nacionales.
Al margen del socio parásito (oficial) que se queda con el 30% de lo producido sin invertir y sin arriesgar, esto sólo ya justificaría que, si bien llegó a tener un área de más de 3 millones de hectáreas a mediados de los ’80, ahora se considere un logro “arañar” apenas los 2 millones de hectáreas, aunque la demanda mundial esté firme y no haya muchos países competidores.
Ahora, también se podría hacer otro cálculo mirando el tema desde un ángulo distinto: si el Gobierno redujera las retenciones a la mitad (o sea, al 15%, que sigue siendo una enormidad) de todos modos aumentaría sensiblemente la recaudación ya que se estima que la producción podría aumentar entre 50% y 70%, rondando así los 5 millones de toneladas anuales desde las 2,8/3,2 que, en promedio, se obtienen ahora. Incremento que totalmente se destinaría a la exportación ya que el mercado interno está cubierto. Para evaluar el estancamiento forzado de este cultivo, solo basta señalar que el girasol ya había superado el millón de toneladas de cosecha a principios de la década del ´40 (¡hace 70 años!) cuando los rindes apenas alcanzaban los 800 kilos por hectárea, mientras que ahora se ubican por encima de los 2.000.
En el caso de optar por esta estrategia, el gobierno no solo recaudaría más por el gravamen a la exportación, sino que aumentaría sustancialmente su percepción por Ganancias, IVA, etc., sin olvidar la mayor actividad económica.
El productor diversificaría, la industria podría asegurar su materia prima y, especialmente, se reduciría el impacto ambiental negativo al incorporarse otra especie a las rotaciones, minimizando así los perjuicios del monocultivo.
¡Todos ganan!
Es difícil encontrar las razones por las cuales a los actuales funcionarios, aun si no tuvieran el conocimiento técnico, les resulta tan complicado comprender algo tan obvio y elemental. Excepto, claro está, que si lo entiendan, pero que no lo quieran hacer.
Para algunos grupos de análisis esta es la verdadera razón de fondo ya que, al margen de lo que se declaraba hasta no hace tanto, respecto a la “sojización”, al “yuyo”, etc., la realidad es que desde el primer momento en 2003, la Administración K dependió fuertemente de la soja y buena parte de todas las medidas que fue tomando luego apuntaron a favorecer el avance de esta oleaginosa. Tanto fue así que en aquella época al ex titular del Ejecutivo, Néstor Carlos Kirchner, se lo caracterizaba como “el Presidente de la soja”, debido al fuerte soporte económico que representaba ese cultivo para su gobierno.
Desde entonces, lejos de buscarse un equilibrio, se acentuaron las medidas que determinaron en un primer momento la caída arbitraria de renta de la mayoría de las actividades competidoras (ganadería, tambo, etc.), lo que luego alcanzó también a los cultivos como girasol y maíz para, finalmente, vía el discrecional cierre y restricción de prácticamente casi todos los restantes mercados, solo quedara la soja con garantía de poder ser vendida, y de ahí su avance a pesar del extraordinario 35% de retenciones que se le aplican.
De hecho, hoy por hoy, tanto el trigo como el maíz mantienen abultados tonelajes que no pueden ser vendidos por la falta de precios internos.
No extraña entonces que esta oleaginosa creciera hasta superar los 50 millones de toneladas, desplazando a su paso a tambos, rodeos vacunos de carne y maíces, entre otros, para liberar superficie para su cultivo que, de todos modos, últimamente también parece haberse estancado.
En medio, el girasol que ya traía algunos problemas de arrastre por el lado de la comercialización en el mercado interno, terminó de frenarse en sus posibilidades ya que, si bien la tecnología disponible y las condiciones productivas permiten obtener muy buenos resultados, la inestabilidad e inseguridad del esquema comercial, artificialmente alterado por las medidas de Gobierno, al igual que para otras actividades, lo fueron postergando.
Las preguntas ahora son: ¿Quién se hace cargo de los daños causados, económicos y especialmente ambientales? ¿Hay que esperar a otro Gobierno para comenzar las correcciones? ¿Por qué se acentúan los desfases si se conocen las soluciones? ¿En esto consiste la defensa de la “mesa de los argentinos”? ¿Por qué el Ministerio de Agricultura sigue gastando millonarios recursos en la supuesta elaboración de un ampuloso Plan Estratégico Agroalimentario (PEA), cuando no es capaz de tomar las medidas mínimas, y simples que dicta el sentido común para que la producción aumente en lugar de caer?

PARA OCTUBRE Y LAS PRIMARIAS, DURÁN BARBA APOSTARÍA A QUE EL PRO DEJE EN LIBERTAD A SUS VOTANTES

El efecto Macri desconcierta a la oposición
Una serie de hechos convergen para que, de ahora en más, el proceso electoral tenga características inéditas. Para empezar, está la experiencia novedosa de las primarias del 14 de agosto, con su cuota de incógnitas. Todos los candidatos presidenciales se presentarán con fórmula única, así que se votaría como si fuera una primera vuelta. Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde apuestan a ser el opositor más votado, con la idea de que la oposición se polarice para el 23 de octubre. Pero aunque esto ocurra, no es verosímil que ningún candidato opositor dé un paso al costado si se ve superado por la polarización. El propio Duhalde lo explicó días atrás, cuando recordó que detrás de cada presidenciable hay cientos o miles de candidaturas en juego, que van desde las concejalías hasta las senadurías nacionales y que deben ser defendidas el 23 de octubre. Para CFK, en cambio, el objetivo es uno solo: estar el 14 de agosto lo más cerca posible del 40%, lo que le permitiría mantener la tesis oficial de que no habrá segunda vuelta.
Pero dos semanas antes de las primarias, el 31, Mauricio Macri se convertirá en la estrella de la política nacional al vencer por abultada diferencia a Daniel Filmus, si es que éste no renuncia antes a competir en la segunda vuelta. Si antes, el 24, Miguel del Sel obtiene el segundo lugar en la elección de Santa Fe, el papel central de Macri será todavía más sólido. En una sociedad acostumbrada a reaccionar en función de las coyunturas, la palabra de Macri podría influir decisivamente sobre lo que ocurra en las primarias.
Semi paralizados
Hoy por hoy, el efecto Macri no sólo complica al gobierno sino que desconcierta a una oposición que en el primer semestre del año no pudo cosechar un solo triunfo electoral.
La UCR no sólo no ganó en ninguno de los comicios provinciales realizados, sino que perdió la gobernación de Catamarca. En el caso de Duhalde, su aliado Mario Das Neves consiguió ganar la elección complementaria de Chubut, pero su ahijado político, el gobernador electo Martín Buzzi, lo abandonó para incorporarse al kirchnerismo. Con semejante escasez de éxitos, el triunfo de Macri resalta aún mucho más. Y la realidad es que la abultada victoria del PRO en la Capital tiene un efecto semiparalizador sobre las campañas de todos los presidenciables. En este punto es donde el gobierno, golpeado por la derrota de Filmus, empieza a obtener cierto beneficio. El auge de Macri también debilita a la oposición, porque éste puede inclinar la balanza hacia un lado u otro. Pero también esta situación dificulta el despegue de Alfonsín-De Narváez y hasta de Duhalde, si es que el jefe del PRO no emite alguna señal concreta de apoyo. En una de las pocas reacciones lúcidas que tuvo últimamente, el kirchnerismo les prohibió a sus dirigentes que agredan al macrismo, pensando en captar una parte de sus votantes. Todos, desde Alfonsín hasta Carrió, sueñan con atrapar algún porcentaje de los votos del PRO en tres distritos claves: Capital, Buenos Aires y Santa Fe.
Sólo dos opciones
Este complejo proceso se simplifica en la pregunta de qué hará Macri.
En realidad, da la impresión de que deberá optar sólo entre dos alternativas. La primera es arriesgar todo su capital político apoyando a Eduardo Duhalde para que llegue al ballotage y, en caso de vencer, presida un gobierno PRO-Peronista. Si la jugada le sale bien, Macri sería el artífice del derrumbe kirchnerista. Pero si apoya a Duhalde y éste pierde, el PRO sufriría las consecuencias, porque esta apuesta desafortunada afectaría las chances de Macri 2015. Pero además, el kirchnerismo se tomaría la revancha, haciéndole mucho más difícil todavía la gobernabilidad de la Ciudad. Por otra parte, la llegada de Duhalde al poder permitiría que el peronismo se reconstruya rápidamente expulsando a los kirchneristas pero tal vez también relegando a un segundo plano a sus aliados macristas.
La segunda alternativa de Macri es dar libertad de acción a sus seguidores, sin inclinar la balanza a favor de ningún presidenciable. Este curso de acción es el que defendería ahora el gurú Jaime Durán Barba. Él sostendría que así se minimizarían los riesgos y el proyecto Macri 2015 no sufriría entonces desgaste alguno. En caso de ser reelecta Cristina, la abstención electoral le serviría también al jefe del PRO para renegociar su coexistencia con el gobierno. Y, si Alfonsín o Duhalde llegan a la Casa Rosada, necesitarían del PRO para gobernar. En privado, ya hay amigos de Macri que deslizan que, en realidad, la derrota de Alfonsín y Duhalde sería para él un resultado ideal, porque lo dejaría como el gran presidenciable para el 2015, con un kirchnerismo que, para entonces, estará probablemente agotado.

CFK ANTE UNA SEMANA TRÁGICA ENTRE EL 24 Y EL 31

Kirchnerismo: ¿con riesgo de derrumbe electoral?
Las primeras encuestas sobre la segunda vuelta porteña muestran a Mauricio Macri subiendo a niveles cercanos al 60%, en tanto que Daniel Filmus no consigue despegar de su 28%. Estamos en condiciones de afirmar que el Gobierno Nacional estudia seriamente la posibilidad de abandonar la contienda. Si bien hay en la Casa Rosada optimistas que esperan que Filmus pueda llegar al 40% como en el 2007, hoy los indicadores apuntan a otros números. Así es que el resultado más probable para el 31 ronda en un 68% contra el 32%. Al compás de estas cuentas es que se fortalece la versión de que el kirchnerismo optaría por el abandono en las próximas horas.
A estas informaciones se les suma que el mandamás del gobierno, Carlos “Montesinos” Zannini (quien finalmente ordenó pagar, aunque tarde, a los obreros de Sueños Compartidos), tendría sobre su escritorio encuestas pagadas por la ANSES realmente inquietantes sobre la elección provincial santafesina del próximo domingo. Varios de estos trabajos coinciden en que Miguel Torres del Sel se ubicaría cómodo en el segundo lugar a tan sólo 5 puntos del socialista Antonio Bonfatti, que retendría la gobernación para el binerismo. Pero además, la proyección de los indecisos lo podría dejar a Del Sel a sólo 1 punto de ganar la gobernación.
El mágico 40 por ciento
Se va consolidando de este modo que Agustín Rossi, el candidato K, terminará tercero y el viaje de la presidente a esa provincia sería sólo para evitar que haya un verdadero derrumbe de aquél. Este cuadro también muestra las huellas de “Montesinos” Zannini. Dos semanas atrás, él impuso a Omar Perotti como primer diputado nacional del FpV en Santa Fe, con la intención de captar el voto del campo que en la interna del PJ se había inclinado por él. Pero el corrimiento de los votantes del agro sería imparable, ya que ni bien Perotti se sacó la foto en Olivos, aumentó el apoyo de aquel sector a Del Sel y, en menor medida, a los socialistas. El mazazo para el kirchnerismo que significaría el segundo puesto del Midachi, presiona también sobre la decisión oficial de continuar o bajarse del ballotage porteño. Dos derrotas en una semana -24 y 31 de julio- crearían un clima favorable para que CFK coseche en la primaria del FpV el 14 de agosto varios puntos menos que el 40% necesario para marcar que el 23 de octubre el gobierno ganaría sin tener que ir a ballotage. Pero bajarse del combate con Macri también tendría consecuencias graves. Pese a que ingresó en una zona de riesgo bastante complicada, el cristinismo mantiene sus esperanzas de que un triunfo importante en Buenos Aires el 23 de octubre les garantice, aunque sea raspando, el 40% de los votos. Los consultores oficiales recuerdan que en 2007 CFK obtuvo el 22% en Córdoba y Capital y el 38% en Santa Fe, pero su número global fue del 45%. Claro que entonces consiguió resultados abrumadores por ejemplo en Mendoza y Entre Ríos, que ahora serán imposibles de repetir. Es probable entonces que en Buenos Aires el 14 de agosto el FpV roce el 40% o quede un par de puntos abajo. Esto pondría en evidencia una baja importante pero de ningún modo un derrumbe electoral.

¡QUÉ ASCO EL ASCO!

“Da asco la mitad de Buenos Aires”.
Fito Páez

El asco es muy asqueroso; de acuerdo al DRAE es una alteración del estómago causado por la repugnancia que se tiene a algo que incita al vómito. Según Fito Páez (Página 12, 11/7/11), el 47% de los ciudadanos que votaron Macri/Vidal, le dan asco.
Hay que admitir, cuestión de no caer tan bajo como Fito Páez, que el músico tiene todo el derecho que le otorga la Constitución Nacional a opinar como mejor, o como peor le parezca. Lo que no impide que su opinión sea un asco. Y además de asquerosa, fascista. -Si no vota como yo, “es un asco, es egoísta, sólo piensa en llenarse el bolsillo”.
Vamos por partes, 1º) descalificar la decisión de los ciudadanos, estando de acuerdo con ella o abominando de ella, es un delito contra la democracia, contra la república, contra la libertad. ¿Qué medidas ha tomado o piensa tomar el INADI? ¿O Morgado piensa igual que Páez?
2º) En cuanto a egoísmo, Fito defiende el modelo K (que no se sabe qué es, se supone que ayuda a los que menos tienen), pero vive en la Recoleta, que votó en un 60% a Macri (¡cuánto asco todo junto, va a tener que mudarse!). Si atacara al egoísmo desde la villa 31 o desde Ciudad Oculta, tendría más valor la seudo “generosidad” de Páez.
3º) En cuanto a “los bolsillos llenos”, los asquerosos votantes de Macri, deberían pedirle al músico que devolviera los abultadísimos cachets cobrados al estado nacional para participar en festivales populares. Por el del bicentenario cobró $718,510. Aun suponiendo que los valga, esa cifra no coincide con un “bolsillo vacío”.
Anticonstitucional, discriminatorio, insultante, autoritario, delirante y fuera de lugar. El tema y Fito, que dan asco, no da para más.
Sigue el asco. Argentina K dilapida, derrocha, despilfarra, asco.
Caso Fundación Madres de Plata de Mayo versus Schoklender. El jueves 14 de julio, dirigiéndose en una costosa combi, propiedad de la Fundación (con el nombre de la misma pintado a los costados) a su habitual ronda alrededor del obelisco de la Plaza, como lo vienen haciendo desde hace años, Hebe Pastor y sus acompañantes, se vieron imposibilitadas de bajarse del vehículo, porque ex obreros de “Sueños Compartidos” exigían el pago de haberes atrasados e indemnizaciones por despido.
Pequeño resumen. Por alguna incomprensible razón, una organización de defensa de los DDHH, deviene en empresa constructora con el aval del gobierno nacional y los dineros de los contribuyentes.
Por si esto fuera poco, la Fundación de Madres de Plata de Mayo, presidida por Hebe Pastor, “la madre de la nación” (K en la asamblea general de ONU, 2003), decide poner al frente de la constructora de casas para los necesitados, al doble parricida, Sergio Schoklender. Insólito.
Sobreabundando en despropósitos, Hebe nombra a Felisa Miceli, ex ministra de economía defenestrada por ocultar dinero, cuya procedencia no pudo explicar (muchos dólares, euros y pesos), en una bolsa en el baño de su oficina del ministerio. Dos veces insólito. Como si fuera un requisito indispensable para formar parte de la Fundación, tener problemas con el poder judicial.
El estado nacional entrega $765 millones para la construcción de viviendas en casi todo el país. Intervienen provincias y municipios. Se construye un 30% de lo pactado (se cobra todo), las casas se cotizan al doble que cualquier empresa privada, y Sergio se convierte en muy rico.
El escándalo en cualquier país normal daría asco. Acá es uno más. Lo que en sí, ya es un asco. El gobierno no controló los dineros, Miceli no auditó, mamá Hebe ¿no se enteró?, difícil. Mamá Hebe acusa a Schoklender, este devuelve la pelota.
Resultado: nos enteramos que la Fundación en el 2009 debía en aportes previsionales y aseguradora de riesgos de trabajo, $45 millones y también debía el 2008. El artículo 16 de la CN dice que todos son iguales ante la ley. Aunque dé asco, no es cierto, cualquier constructora con estas deudas sociales, tendría serios problemas con la justicia. Mamá Hebe, no.
Obreros despedidos y no indemnizados, obreros que llevan dos meses sin cobrar sueldos ni aguinaldos, reclaman, cortan rutas, intentan que la Fundación los reciba, no lo consiguen y van el jueves a Plaza de Mayo.
Una impertérrita mamá Hebe, sin mirar la cara de los que educadamente le piden que solucione sus problemas, que dependen de la Fundación, primero les pregunta “¿quién los manda?” (¿Ella acostumbra a mandar gente a escraches y manifestaciones? ¡Sí!) y acto seguido les dice que le reclamen a Schoklender que los robó. ¡Increíble! ¿Quién nombró a Sergio, “el hijo del corazón”? ¿Quién es responsable de la Fundación?
Lo inverosímil de toda la historia, es que esta mujer, aparente pilar de los DDHH (tuertos), justiciera, reivindicadora de los fusiles de sus hijos revolucionarios, que se supone combatieron por un mundo mejor para los que menos tienen, como los obreros de “Sueños compartidos”, se desentienda así de un problema que le compete directamente. Un asco.
Mientras esto sucedía, los obreros le replicaban y le mostraban, que en los papeles que blandían figuraba la Fundación, el nombre de Schoklender no aparecía en ninguna parte. Horas después, Sergio se presentó en tribunales con su abogado y con carpetas que demostraban que la Fundación era la encargada de la gestión y aplicación de fondos. Todo fue aprobado por el consejo de administración, manejado por Mamá Hebe.
Este tema si da para más, pero también es un asco. Un asco del tamaño del fraude cometido contra personas ilusionadas con casas que pagaron los contribuyentes y que los necesitados no tendrán.
Más asco. Si una persona cualquiera, tiene la desgracia de ser huérfana, por la razón que sea, porque sus padres murieron en un accidente, o la abandonaron o fue secuestrada por gente mala, es una víctima. ¿En nombre de qué DDHH se re victimiza a una víctima inocente, humillándola, persiguiéndola, acosándola, haciéndole la vida imposible para demostrar que es hijo/a de desaparecidos? Es asqueroso.
El caso de los Noble Herrera, que continúa porque el gobierno necesita un arma más poderosa que el invento de Papel Prensa para atacar a Clarín, y de paso a La Nación, además de hacer feliz a Estela de Carlotto, la “abuela nacional” (K en la ONU 2003), es más que un asqueroso atropello a las libertades individuales, es un ridículo internacional.
El ADN de los Noble Herrera no coincide con las muestras del banco de ADN de 1975/6. A pesar de estar manejado por las “abuelas”, sin la autonomía imprescindible en estos casos. Mentiras, acusaciones falsas, persecución, hostigamiento, todas acciones asquerosas en las que el gobierno nacional tiene por lo menos algo que ver. Un asco.
Del asco, a pesar de Fito, se sale votando. Eligiendo. Pensando en la nación y en el futuro que se quiere “para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino, invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia.”CN.
Se vota el 24/7 en Santa Fe, el 31/7 en CABA y el 14/8 primarias. ¡Muera el asco! ¡Viva el voto!
P.D. Sobre las declaraciones de los intelectuales K, González, Forster, Rivera y compañía, no hay comentarios. Son tan rebuscadas, tan laberínticamente oscuras y complicadas, que se hacen difíciles de entender. Aunque pareciera que apoyan desde la “inteligenzia”, a Fito Páez.