viernes, 16 de septiembre de 2011

LOS DIRIGENTES DE COMPROMISO FEDERAL PORTEÑA SE OPONEN AL ACERCAMIENTO A LA CASA ROSADA

Crisis en la alianza de Rodríguez Saá

Las recientes declaraciones de Alberto Rodríguez Saá afirmando:
“Entre Duhalde y Cristina, que no me escuche nadie, yo la voto a Cristina”, fueron el detonante de la crisis en la alianza porteña que apoya la candidatura presidencial. Ayer se reunieron los representantes de los tres partidos que son mayoría en la Alianza Compromiso Federal, es decir, PAÍS, El Movimiento y Del Campo Popular, para tratar sobre todo el creciente acercamiento que el gobernador puntano habría tenido en las últimas semanas con la Casa Rosada.
Los síntomas de disconformidad empezaron inmediatamente después de las primarias del 14 de agosto. Fue a partir de entonces que “el Alberto” habría ido dejando de lado progresivamente sus críticas al gobierno para centralizarse en atacar a Eduardo Duhalde. Este giro fue abriendo una fisura en Compromiso Federal. Incondicionales del puntano y en minoría quedaron las huestes de Raúl Castells, representadas por el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) y UNIR, el partido que lidera Alberto Asseff. Los disidentes, en mayoría, son entonces País, El Movimiento y Del Campo Popular. Ayer Mariano Acevedo y Enrique Piragini, en representación de éstos, llevaron la voz cantante contra el giro cristinista del candidato.
Con final abierto
Los disidentes, que estarían a punto de iniciar una campaña de prensa, plantean que la alianza porteña se conformó para apoyar a Rodríguez Saá como candidato del antikirchnerismo enarbolando una propuesta alternativa opuesta al modelo oficial. El sorpresivo giro pro oficialista de aquél sería entonces -según sus críticos- una especie de fraude a sus seguidores. Los disidentes sostienen que el 8 por ciento de votos obtenido por el puntano el 14 de agosto corresponden casi totalmente a opositores al cristinismo, que se verían ahora defraudados por el giro hacia el gobierno.
La crisis entre Rodríguez Saá y su alianza porteña coincidiría también con muestras de descontento en otros distritos, que podrían tomar estado público próximamente. Por último, los disidentes dejaron trascender que el primer candidato a diputado nacional para la Capital Federal por Compromiso Federal, Carlos Campolongo, estaría en negociaciones para sumarse al kirchnerismo una vez electo el 23 de octubre. Esta maniobra, en caso de consumarse, sería, siempre a juicio de los disidentes, una nueva demostración del fraude a la voluntad de los votantes antikirchneristas de Rodríguez Saá.
El incipiente conflicto podría recrudecer en los próximos días, a medida que el clima electoral se vaya caldeando nuevamente, ya que Compromiso Federal tampoco acompañaría el nuevo acercamiento entre los puntanos y los denarvaístas en el territorio porteño.

SE ANTICIPA LA DISPUTA POR EL PODER DEL 24 DE OCTUBRE

Estalla la interna Boudou-Randazzo

Las minivacaciones presidenciales en París no impidieron que se agudizaran los enfrentamientos en el nuevo esquema de poder cristinista. Ni bien bajó del avión, la presidente se anotició de que los titulares de Interior y Economía, Florencio Randazzo y Amado Boudou, habían tenido una discusión subida de tono delante de un grupo de funcionarios de ambas carteras. Boudou y Randazzo no sólo tienen planes distintos para después del 10 de diciembre, sino también para la inminente campaña electoral. Sobre la influencia de Boudou en Olivos no hace falta hablar. Por su parte, Randazzo amplió su cuota de poder en los últimos meses y le apunta al sillón de Jefe de Gabinete que Aníbal Fernández dejará vacante en diciembre. De conseguir su objetivo, Randazzo sería una amenaza no sólo para el plan Boudou 2015 sino también para el poderoso Secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini. Éste no digiere a Boudou pero empieza a preocuparse por las ambiciones del hombre de Chivilcoy. Randazzo sumó puntos ante Cristina como motorizador de las recientes primarias, cuando otros en el gobierno aconsejaban su suspensión. Una vez que se desataron las acusaciones sobre fraude, fue el ministro del interior el que asumió la defensa del gobierno y con cierto éxito, ya que las denuncias se fueron apagando.
¿Igualar a Perón?
Ahora, en un exceso de entusiasmo, según una versión, Randazzo le habría prometido a su jefa que el 23 de octubre podría estar cerca del mayor porcentaje de votos de la historia argentina. Esto es, el 62% obtenido por Juan Domingo Perón en octubre de 1973.
El titular de Interior también movería los hilos de un tema oscuro: el otorgamiento de los DNI y la manipulación discrecional del padrón electoral, que facilitaría el doble voto de la misma persona en dos distritos distintos.
Volviendo a la nueva interna del gabinete, Boudou se reunió ayer con un grupo de intendentes de la tercera sección electoral, acompañado por el secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina; el ministro de Salud, Juan Manzur; el titular de la ANSES, Diego Bossio, y el secretario de Ambiente, Juan José Mussi, entre otros.
Según indicaron, durante la reunión se analizó el resultado electoral de las primarias del 14 de agosto, se acordó un trabajo conjunto con vistas a los próximos comicios y al mismo tiempo el ministro Boudou se interiorizó de la situación de los municipios de la Tercera Sección.
A la vez, los intendentes acordaron con el candidato a vicepresidente una agenda común para tratar en el futuro y, para cerrar, Boudou expuso sobre la economía argentina y la crisis internacional, intercambiando opiniones con los invitados.
Entre los intendentes presentes estuvieron Julio Pereyra (Florencio Varela) -a su vez titular de la Federación Argentina de Municipios-; Rubén Giustozzi (Almirante Brown), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Patricio Mussi (Berazategui), Enrique Slezak (Berisso), Gustavo Arrieta (Cañuelas), Mario Secco (Ensenada), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Fernando Espinoza (La Matanza), Gustavo Sobrero (Lobos), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Fernando Carballo (Magdalena), Manuel Regueiro (Presidente Perón) y Francisco Gutiérrez (Quilmes).
El caso es que el cónclave habría desatado la furia de Randazzo, que argumenta que el armado político bonaerense le pertenece.
En el 2005, Randazzo, siendo ministro de Felipe Solá, lo convenció de enfrentarse a Eduardo Duhalde en lo que fue después la competencia entre CFK e Hilda Chiche Duhalde por la senaduría nacional bonaerense.
Mientras Boudou y Randazzo combaten, la fuga de capitales sigue su marcha ascendente. Así fue que en agosto se fugaron 4.000 millones de dólares y este mes el BCRA, la ANSES y el Nación vendieron más de 1.000 millones dólares para mantener la paridad. Sólo en el día de ayer, el Central vendió 100 millones y el Nación otros 50, debido a la incertidumbre post-electoral acerca de cómo se financiará el gobierno el año próximo para pagar sus compromisos de deuda externa. También hay otra incertidumbre. La soja puede dispararse a más de 600 dólares la tonelada en Chicago por la magra cosecha americana. O bien empieza a llover seguido y la tonelada de soja puede bajar a 400 dólares, lo que haría que el gobierno entre en emergencia. Con 600 por tonelada, el kirchnerismo saldría del paso cómodamente. Pero con 500 dólares no le alcanzaría para sostener el gasto público creciente.
Boudou, por su parte, ya eligió como sucesor suyo al Secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, pero no se sabe si CFK tiene una carta en la manga que no es Roberto Feletti. Sí podría ser, en cambio, Iván Heyn, economista de La Cámpora.

CAMBIOS DE PLANES EN LA CASA ROSADA

Ahora el gobierno apostaría a la prisión preventiva de Schoklender antes del 23


El impacto mediático de las declaraciones de Sergio Schoklender en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados justificó que desde el lunes pasado esté funcionando en el gobierno un comité de crisis para el seguimiento de la situación, que continuará con las citaciones por la misma comisión al Secretario y el Subsecretario de Obras Públicas, Jose López y Abel Fatala. Ayer trascendió parte del contenido de un informe que habría llevado cierta tranquilidad a Olivos. El mismo consigna que no existiría prueba alguna del financiamiento de la Fundación de las Madres a la campaña del Frente para la Victoria. Por cuenta de Las Madres se habrían impreso folletos para Boudou varios meses antes de la campaña para las primarias del pasado 14 de agosto y los comprobantes que aportaría Schoklender de la facturación de los impresos serían truchos.
El informe en cuestión, repleto -como es obvio- de información judicial, también señala que sí habría pruebas para demostrar que el ex apoderado de las Madres organizó una red de cooperativas de vivienda que eran subcontratadas por la Fundación. El plan consistiría en lo siguiente: las cooperativas contrataban proveedores y mano de obra que no pagaban y entonces sobrevenían las demandas judiciales. Schoklender ni siquiera contestaba las demandas y entonces los acreedores accionaban contra la Fundación, como contratista de las cooperativas. En definitiva, una maniobra serial para el vaciamiento de la Fundación, que ahora afronta varios pedidos de quiebra.
Acumulación de pruebas
A este mecanismo de administración fraudulenta se la sumaría la falsificación de la firma de Hebe de Bonafini en el contrato principal de la Fundación con Meldorek S.A. que, según las pesquisas judiciales, podría corresponder a otra maniobra del parricida. Con éstos y otros indicios, la investigación judicial podría avanzar a la brevedad hacia el procesamiento del ex apoderado, por enriquecimiento ilícito y administración fraudulenta, en tanto que ya lo está por estafa y lavado. Lo que hasta la semana pasada era una tendencia en la Casa Rosada ahora pasaría a ser una necesidad política. Con sus denuncias y su presencia ante la oposición en el Congreso, Schoklender creó una situación política nueva, colocando al escándalo como uno de los pocos temas de interés público en la agenda electoral. La prisión preventiva del ex hombre fuerte de las Madres sería ahora parte de la estrategia electoral del gobierno y no un problema a posteriori. Ante la opinión pública, el cristinismo estaría ahora obligado a demostrar rápidamente que Schoklender delinquió. En caso contrario, y aunque la corrupción no parece quitarle votos nadie, correría el riesgo de que la oposición, en su actual naufragio, encuentre en las acusaciones de aquél algún argumento para dar la batalla electoral.

PARA MINIMIZAR EL FRAUDE

PARA MINIMIZAR EL FRAUDE
Dado que “todos y todas” dan por descontado un triunfo del kirchnerismo en las elecciones presidenciales del 23 de octubre próximo, me permito hacer una pequeña sugerencia para tratar de neutralizar parte de ese amañado resultado.
Envalentonado el kirchnerato por el éxito del fraude electoral cometido el pasado 14 de agosto, en elecciones primarias absolutamente ilegítimas (ya que no hubo puja interna para los candidatos a presidente), ahora viene por más, es decir, por la obtención del premio mayor: la titularidad del Ejecutivo Nacional.
La indolencia del pueblo sumado a la falta de una verdadera oposición determina que nuestro país quede sumido en la molicie, la indiferencia y la más absoluta cobardía por combatir la corrupción escandalosa enquistada en el poder desde el 25 de mayo de 2003.
Nos esperan otros cuatro años de calvario que seguramente serán sucedidos de otros tantos más de kirchnerismo puro, y sin solución de continuidad, intercambiando personeros del partido gobernante.
Aniquilada la oposición, nada ni nadie podrá entorpecer el camino de la destrucción de nuestro país y sus instituciones, a la par que seguirán llenando los bolsillos de aquellos inescrupulosos que integran el séquito de obsecuentes de la asociación ilícita instalada en la Casa Rosada.
Desde esta humilde tribuna sugiero que, para garantizar el resultado de las próximas elecciones, y mientras no se sustituya el modo de sufragar mediante el voto electrónico o -cuando menos- la boleta única, se comisione a todos los escribanos públicos del país a que en ese día trascendental cubran la función de delegados certificantes de los resultados de cada una de las mesas donde se vote, verificando la identidad de las personas y el conteo real de los votos emitidos, para oportunamente contrastarlos con la carga virtual en el centro de cómputos del Ministerio del Interior, interviniendo con su firma los telegramas correspondientes.
De por sí los escribanos revisten la calidad de funcionarios públicos, están 365 días detentando la calidad de fedatarios y bien vale que el día en que se eligen autoridades de tamaña envergadura hagan un sacrificio por la Patria y en beneficio de la sociedad, dotando de transparencia tan sospechado acto ciudadano. Obviamente el Estado deberá compensar adecuadamente a todos esos colaboradores, acorde a su responsabilidad y especial dedicación.
También sugiero que se mantengan las urnas, las boletas y sobres allí contenidos, como así también los telegramas y planillas que reflejen documentadamente el acto comicial, como soporte documental de las respectivas actas notariales de constatación.
Actualmente todo el control de dichos escrutinios lo hacen autoridades dependientes del Ministerio del Interior, es decir, que lo realizan los propios funcionarios interesados en que se mantenga el mismo aparato cleptómano de gobierno, manejando el padrón de ciudadanos en condiciones de votar como el manejo del sistema informático de conteo y resultados, todo cual constituye un andamiaje formidable para garantizar el resultado deseado, con independencia de la realidad.
El haberle quitado atribuciones a la justicia federal electoral atenta contra la veracidad y aniquila la transparencia que se pretendió instalar a partir de la reforma política.
Todo sistema, por seguro que fuere, puede ser vulnerado, pero si se arbitrasen más y mejores medios para intentar impedirlo, podremos esperar que se minimice el estruendoso triunfo que se avecina.

DICOTOMIA !!!!!

El premio a la Carlotto recuerda a un dictador africano
Cristina Fernández de Kirchner resolvió ir a París. No quería faltar a la entrega del premio que recibía Estela de Carlotto, del que nos ocuparemos más abajo.
Como estaba en París pidió audiencia privada con Nicolás Sarkozy, quien no podía negarse por tratarse de un jefe de Estado. Sin embargo, el presidente francés le concedió apenas 50 minutos de su tiempo, al que, si le quitamos los saludos protocolares y descontamos lo que lleva la traducción -ya que nuestra presidente no habla otra lengua más que el español platense-, la “vital”conversación no duró más de 20 minutos.
Ese día la agenda de Sarkozy estaba cargadísima. Después de Cristina debía reunirse con la canciller alemana Angela Merkel y el presidente Georges Papandreou, buscando una solución a la crisis que afecta al país griego y a toda la comunidad europea. Digamos que tenía cosas más importantes que hacer que escuchar los consejos de cómo debe aplicar el plan económico-social de Néstor, que ya está estudiando Obama en los Estados Unidos.
Sólo dos actos que no habrán insumido más de dos horas en total y una estada de sólo tres días en París en hotelería de lujo y movilizando el Tango 01 con varios privilegiados como comitiva, más los que viajaron por líneas privadas. No hubo acuerdos bilaterales, ni pactos, ni nada. Puro turismo y fotos, sin olvidar los escaparates parisinos que tanto atraen a la señora, que habrá sumado varias carteras Hermès y Louis Vuitton a su ya famosa colección.
La Unesco, presidida hoy por la militante comunista búlgara Irina Bokova, le otorgaba a Estela de Carlotto un premio -tan luego a la paz- que lleva el nombre de Felix Houphouet-Boigny. La Unesco, organización de las Naciones Unidas que ya tiene una larga serie de historiales de retiro de Estados Unidos como socio por razones de “malversación y corrupción”, ha instituido esta curiosa distinción para premiar a aquellas personas que se han dedicado a buscar intensamente la paz en sus respectivos países.
Confesando nuestra ignorancia, debimos investigar quién había sido el personaje que daba el nombre al galardón, y nos encontramos con la sorpresa de que se trata del ex dictador de Costa de Marfil, que gobernó con mano de hierro a ese pueblo africano hambriento entre 1960 y 1993. Es decir, 33 años, a lo que debemos agregar que en 1993 no se retiró ni renunció. Simplemente, falleció. De allí que el nombre de la distinción, que encierra además una importante remuneración económica, es una incógnita absoluta, que queda a la imaginación de los lectores.
Como es habitual, cuando una de las protegidas de la presidente, Hebe o Estela, cae en desgracia, todo el aparato presidencial busca desesperadamente hacerle conceder un galardón de no importa qué, con tal de reflotar el “prestigio” perdido. Es sólo que esta vez el premio quedaba un poco lejos y los escandalosos gastos superfluos fueron afrontados, como siempre, por todos (y todas) los argentinos, aun los que en este momento afrontan duras penurias económicas gracias al exitoso “modelo K”.
“Donde no hay justicia es peligroso tener razón, ya que los imbéciles son mayoría”. (Quevedo)

Acomodaticios, corruptos y votados

Acomodaticios, corruptos y votados

Lo peor que le puede pasar a un país, es que su dirigencia sea acomodaticia, que su gobierno sea corrupto y que su pueblo los vote porque, además, les cree.
Esta es, generalmente, la ecuación que mueve a la Argentina.
Comparar a este gobierno con los de la Edad Media, parecería un incorregible error. Sin embargo, hubieron por aquella época, gobernantes que, pese a su aureola de todopoderosos y casi divinos, como los Emperadores Romanos o los Faraones Egipcios, debieron concurrir a los Parlamentos, a explicar sus actos, sus proyectos, e incluso a pedir el presupuesto necesario para concretar sus obras.
O sea: la Edad Media no fue totalmente -contra lo que se cree- un período oscuro, regresor, de estancamiento, con las libertades individuales conculcadas y en el que, la delincuencia, prácticamente no existía.
Los salteadores, eran pocos y estaban sólo en los caminos. Actuaban, mientras no encontraran a custodios armados acompañando a los viajeros.
Ahora, los salteadores, como una muestra que la regresión y el oscurantismo están hoy instaurados en nuestra moderna y cibernética sociedad, y en pleno florecimiento. Los encontramos en las calles y avenidas de nuestro país, en las plazas, en las escuelas, en el accionar de la Justicia, en la Casa de gobierno y en algunos Ministerios, en el Banco Central, etc., etc., etc.
Se dice que para conocer cómo se vivía en la Edad Media y cuáles eran los conceptos morales de aquella época, deberían leerse los famosos Cuentos de Canterbury.
Ahora tenemos otros cuentos, como los que escuchamos y vemos cada vez que hay cadena nacional. La pequeñez, la ingenuidad y los miserables placeres de la vida dan paso al aplauso y a la alegría temporal, de un pequeño grupúsculo de acólitos y de los pobres que, por ignorancia (o sea por desconocimiento) agradecen las migajas que la solidaridad oficial les entrega para que sigan tomando mate el resto de los días del mes.
Hoy nos oprime la presencia del gobierno absolutista como la monarquía de Luis XVI empecinado en recaudar solamente, por propia decisión de una persona, sin Asamblea de Notables ni Estados Generales. Esto ocurría entre 1774 y 1787.
Pero que ocurra en este siglo XXI, es verdaderamente una nuestra de regresión no sólo histórica sino que sólo ha mutado el ser humano en su conformación física porque, en sus actitudes, añora su vulgar, sucia y maloliente caverna.
Nosotros, como parodiando a aquellos tiempos de la Edad Media, mostramos que no hemos avanzado nada y, mal que nos pese, hemos retrocedido políticamente.
Nos llenamos la boca de democracia, de vida republicana, de derechos humanos, de transparencia… de palabras altisonantes y todo es solamente maquillaje dialéctico.
La democracia no es el gobierno de la mayoría, sino el gobierno consensuado entre la mayoría y la minoría a la que también hay que escuchar.
En la República, impera la Ley y la igualdad ante ella. Significa que mayorías y minorías tienen los mismos derechos. El cumplimiento a“rajatabla” de la Ley, obliga al gobierno de turno a respetar todas las voluntades y evita el abuso de poder, porque, a pesar de ser menos, la minoría paga los mismos montos de los impuestos y cargas públicas que los aportantes de la mayoría. No hay impuestos más baratos para la minoría, porque -recordemos- que “todos somos iguales ante la Ley”.
Actualmente, de modo absolutista, (quizás normado por la ley divina y no por la Ley de los hombres) el gobierno actúa libremente, sin consultas previas, para manejar los fondos públicos de los que extrae, por ejemplo, para regalar a los piqueteros que responden al Estado, a quienes no los contempla, en esa condición, “ninguna ley aprobada por el Congreso nacional”.Los dineros que alimentan a estas huestes, sale de nuestro bolsillo sin que la autoridad, que dice ser republicana, nos haya pedido permiso en el Congreso y los mantiene sin ponerse colorad todo el tiempo.
El uso del dinero de la ANSeS y su destino, debía haber sido autorizado por el Congreso nacional. Pero tampoco tuvimos suerte ya que el poder político, absolutista por cierto, se apropió de esos fondos destinados a los jubilados por Ley Nacional, para entregarlos a los empresarios amigos del gobierno, “sin autorización de ninguna Ley”. Decidió que los jubilados esperen, que tengan “la santa paciencia”, O sea, todos somos iguales ante la Ley, a excepción de la glamorosa señora presidente que, pareciera actuar con displicencia en todo y con impunidad absolutista. Actitudes oscurantistas, por cierto.
Tampoco el ex presidente Néstor Kirchner, pidió permiso al gobierno nacional para desaparecer los dineros de Santa Cruz, cuyo destino, hoy, sigue en la más absoluta nebulosa.
Esta manía de hacer “lo que les parece”, debiera ser frenada mediante la Justicia, pero, como el poder de la autoridad máxima es “absolutista”,también maneja a la Justicia, la cual no actúa sino por imperio no de la Ley sino de los mohines y caprichitos de la bella y apropiadora dama acompañada de un séquito de personas de origen divino.
Si nos atenemos a la acepción del término “corrupción”,advertimos que refleja claramente el manejo de ciertos funcionarios políticos, algunos de ellos muy encumbrados, a los que el término corrupción, les calza como un guante.
Porque ellos hacen un mal uso público del poder para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente secreta, subrepticia (que se hace ocultamente y a escondidas) y personal.
Sin embargo, todos ellos consumen horas, minutos y saliva, para remarcar la “transparencia” de todos los actos de este gobierno.
Transparencia en el manejo de los dineros públicos, transparencia en las elecciones, transparencia en la contratación de proveedores del Estado, transparencia en las licitaciones, transparencia pura, casta e indiscutible.
Cuando este Poder habla de “vida republicana” debiera cuidarse mejor de mencionar que impera en la Argentina, porque es una república aquella nación que tiene leyes que se cumplen, sin tapujos, o sea, sin engaños ni reserva, sin disimulos para ocultar su aplicación. O sea: la verdad es verdad y en los países republicanos, los jueces, actúan sin presiones, ni miedos, ni susurros en los oídos aplicando la Ley, como corresponde y sin dudar.
En una república, se protegen los derechos fundamentales de la gente y las libertades civiles de todos los ciudadanos.
Aquí, no ocurre esto, porque si así fuera, muchos funcionarios de todas las escalas estarían veraneando largo tiempo en Villa Devoto