lunes, 12 de septiembre de 2011

CANDELA, SCHOKLENDER, DÓLAR RECALENTADO

Nada cambiaría el resultado del 23-o
La aparición sorpresiva de Sergio Schoklender acusando a Hebe de Bonafini, José López y Abel Fatala coincidió con otra situación. Ya no da para más el “perelijazo” sobre la investigación del asesinato de Candela Rodríguez. Esto es, el intento de distraer la atención deteniendo a un grupo ajeno al crimen. Sin embargo, estas realidades sólo parecen influir en un sector muy minoritario de la población. Como bien dice Alfonso Prat Gay, la gente vota por el presente, convencida de que jamás se terminará, y poco importa que Schoklender diga que López, el Secretario de Obras Públicas, pide cometas y que tiene además una sociedad anónima con su mujer en Tucumán, seguramente para canalizar esos fondos. Menos todavía conmovería que Bonafini sea la titular de una cuenta en Asturias, con 2 millones de euros, y su hija, de un departamento o casa de 400.000 dólares. O que las Madres hayan financiado la campaña de Amado Boudou como precandidato a Jefe de Gobierno.
Casi nada importa
“Con Néstor esto no pasaba” declaró el ex parricida. Es que el ex presidente prestaba especial atención al proyecto Sueños Compartidos de la fundación Madres de Plaza de Mayo. En otras palabras, con Kirchner se creó un sistema de acumulación de dinero de cometas. Y toda esa corrupción el ex presidente se la llevó a la tumba junto con la mala imagen del gobierno nacional. Lo grave es que ahora al electorado sólo le preocupa el presente económico, el voto cuota y muy poco más. Los actuales episodios escandalosos de la inseguridad no se pueden ni se quieren solucionar. También consolida la corrupción generalizada el hecho de que las campañas electorales de los funcionarios del gobierno se hacen con fondos públicos, sin que aquellos gasten un peso de su bolsillo. La discusión acerca de si ahora se roba menos que en vida de Kirchner, como diría Minguito, el personaje de Juan Carlos Altavista: “sé igual”.
Así las cosas, los comicios del 23 de octubre se limitarán, en el orden nacional, a develar los nombres de más de 150 candidatos que serán electos como diputados y senadores. Mientras tanto, ninguna presión obliga al gobierno nacional a esclarecer el crimen de Candela o a que la justicia establezca si lo que dice Schoklender es verdad o mentira. “Sin comentarios” repiten los funcionarios complicados, en tanto funciona un circo mediático a fin de demonizar a la farándula que convivió con el proceso militar que comenzó el 24 de marzo del 76, construyendo un espectáculo de banalización de una época trágica.
El cristinismo hará buena letra hasta el 23 de octubre, salvo sus operaciones de distracción, como la condena a personas que ya no pueden responder -el caso de Tato Bores. Con esta estrategia simple y sin mayores obstáculos, consolida su corta marcha hacia la convalidación de su triunfo electoral, del cual nadie duda.

EL VOTO SUICIDA

EL VOTO SUICIDA
Perder la propia individualidad y convertirse en un mero engranaje de una máquina, está por debajo de la dignidad humana.”
Mahatma Gandhi
“El respeto a sí mismo es el instrumento más noble y el sentimiento más elevado que pueda caber en el ánimo humano”.
Samuel Smiles

Alguien formuló, alguna vez, con razón o sin ella, una lapidaria frase: “las víctimas suelen votar a sus verdugos”. Si nos limitamos al análisis, en profundidad, del tema que deriva de esta frase, puede resultar a simple vista discriminatorio, porque es muy difícil, traducir con un razonamiento objetivo, la actitud de un votante cuando no vota lo que uno desea. De inmediato, surge a viva voz una calificación grosera, impensada, que califica de ignorante, bastardo e inútil a todo aquel que vota en contra de nuestros principios. Lo asumo, porque es real. A todos nos ha pasado. Sin embargo, una vez calmadas las aguas, viene el tiempo de la reflexión, donde la complejidad aparece cuando la búsqueda de un votante oficial para preguntarle las razones de su voto puede significar tanto o más que buscar una aguja en un pajar.
Precisamente, quien suscribe, el día después de las primarias del 14 de agosto, publicó el siguiente texto: “Agradezco a los votantes de Cristina, que me den tres razones del porqué de su voto a la presidente”.
Por razones que desconozco, pese a que el mensaje fue publicado “a todos” los que frecuentan Facebook, no recibí una sola respuesta. De lo que deduje que estamos frente a otro “voto vergüenza” como en épocas de la reelección de Menem, o bien, los que votaron masivamente a la jefa de estado, no tienen mucho para explicar. La votaron y... ¡listo!
¿Razones? No tengo otra posibilidad que entrar en el terreno de las subjetividades al carecer de fuentes de información: más o menos como hace el INDEC, cada vez que debe publicar la inflación mensual o los datos de la pobreza y de la desocupación.
Los verdaderos porqués del voto a Cristina, debemos medirlos según los parámetros de nuestra vida cotidiana, la que leemos en los diarios o vemos por la TV, pero también la que padecemos cada vez que accedemos al supermercado o cuando nos enteramos que un amigo o familiar fue asaltado al llegar a su casa o dentro de ella.
¿Por qué puede una persona votar a Cristina?
Éstas son las respuestas más coherentes.
1) Trabaja para el estado y gana bien,
2) Consiguió un plan de Jefe de Familia y los $180 por hijo,
3) Es militante kirchnerista,
4) Proviene de familia peronista tradicional,
5) Eligió el mal menor porque la oposición es un desastre,
6) Es puntero político,
7) Le regalaron un plasma y una computadora o bien se los pudo comprar con el último aumento,
8) Se pudo comprar el auto o la moto en comodísimas cuotas,
9) Forma parte de las 2 millones 500 mil personas que se dedican, directa o indirectamente, al delito, en el conurbano bonaerense.
Supongo que debe haber más razones puntuales del voto cristinista, pero cualquiera de estas suenan como las más atinadas.
Sin embargo, para poder lograr un resultado que tenga visos de realidad, tuve que descartar otras razones negativas que se contradicen con el rumbo del gobierno.
La pregunta, en este caso, es:
¿Puede una persona haber votado a Cristina por estas razones?:
1) Instaurar las bases de un sistema democrático y republicano,
2) Por la permanente lucha del gobierno para erradicar la droga y vencer al narcotráfico,
3) Por las medidas tomadas para proteger a los ciudadanos de la inseguridad,
4) Para defender la libertad de prensa,
5) Por la lucha personal que lleva la presidente contra la corrupción en su propio gobierno, emulando a Dilma Rousseff, la presidente del Brasil,
6) Por darle una vida digna a los jubilados y pensionados argentinos para que no tengan necesidad de recurrir a demandas contra el estado y puedan vivir decentemente con el haber mínimo,
7) Porque la Justicia sea absolutamente independiente sin presiones de ninguna índole,
8) Por la lucha contra la inflación que carcome los haberes de los asalariados argentinos,
9) Por la decisión de que los organismos del estado como el INDEC sirvan para reflejar la verdadera situación de la economía de nuestro país,
10) Por no gobernar firmando decretos a cada rato, etcétera.
Todos los seres humanos tenemos un cierto patrón de vida, o algún modo de vida, bueno o malo (según quien lo juzgue), con estos nacen ciertos principios con los que nos regimos, y que a lo largo de la vida van cambiando. Cuando, por algunas circunstancias, perdemos estos “valores” por imposición de valores ajenos, donde no se está de acuerdo y algún motivo nos lleva por esos senderos, es ahí donde perdemos nuestra dignidad.
Por eso, concluyo afirmando, que el voto a Cristina no es un problema de ignorancia, ni de incapacidad, ni de estupidez humana, el problema del voto masivo a Cristina tiene que ver con la DIGNIDAD.
La dignidad es algo inherente a la persona a sus principios, es lo que hace a la identidad; algunos hablan de moral, no sé si pasa solo por la moral, considero que es todavía más amplio. La moral es una construcción social.
En absoluto, la dignidad de cada ser humano es el mayor tesoro que se tiene o se pierde de acuerdo con los principios morales de cada uno, por lo tanto ni la pobreza ni cualquier otra razón es la causa de su pérdida.
Se dice, y es cierto, que el trabajo dignifica al ser humano, pues, en la Argentina de nuestros días, no se está educando a la masa popular para que consideren al trabajo como algo digno. Esta carencia de dignidad procede del hogar de donde nos formamos y son moldes psicológicos repetibles de generación en generación en una familia. Estoy seguro que en millones de hogares argentinos, no se tratan estos temas.
La historia de toda Latinoamérica se ha caracterizado por la pérdida de la dignidad. Los diversos gobiernos, muchos autoritarios, las políticas de exclusión y pobreza, los gobiernos corruptos, son cuestiones que hunden al ser humano cada vez más en el fango, ese lugar donde sólo se puede salir manchado para siempre.
Tal vez las generaciones más jóvenes crean que lo que sucede es algo “natural” pero no es así, a través de las instituciones esa pérdida de la dignidad se ha ido naturalizando.
Hay un dicho muy antiguo que dice: “lo último que se pierde es la dignidad...”, pero si hemos nacido en condiciones infrahumanas y la historia familiar es idéntica, ¿cómo podríamos saber qué es digno y qué no lo es? ¿Podríamos distinguir o tal vez imaginarnos algo mejor?
Es difícil y doloroso indagar en estas cuestiones, pero la mejor manera de salir adelante es no seguir renunciando a lo que nos corresponde, a pesar de todo no permitir que nos quiebren el espíritu o nos quiten la humanidad. PORQUE SER DIGNO ES INHERENTE AL SER HUMANO. ES DIGNO TENER TRABAJO, TENER PARA PONER EL PAN EN LA MESA, POSEER UN TECHO Y UN LUGAR DONDE COBIJARNOS, EDUCARNOS Y EDUCAR A NUESTROS HIJOS, PODER ACCEDER A UN BUEN SISTEMA DE SALUD, PODER DISFRUTAR DE LOS MUCHOS BIENES CULTURALES.
Tantas cosas nos dignifican y tenemos derecho al justo reclamo, a la lucha por ello, a la lucha por los que no tienen nada y son constantemente ninguneados e ignorados por quienes tienen el poder, un poder que se nutre de muchos “nadas” para poder darle a unos pocos “todo”.

ELUCUBRACIONES, SÓLO ESO...

“¡Aguante Schoklender!”
Hay que decirlo sin titubeos: como leí por ahí, este es un extraño país donde se suicida Favaloro y se resucita a Schoklender… De allí en más, esperar lógica es casi demencial. Si uno se deja llevar por los comentarios que escucha a diario, Cristina Fernández de Kirchner no podría sacar más de un 20 ó 25% de los votos, cifra benévola que arriesgamos para no quedarnos solamente con los dimes y diretes del centro urbano. Sin embargo, arrasó en las primarias con más del 50%. Cómo esa cifra no se corresponde con nuestra percepción aceptamos el rumor: “Hubo fraude”, pero nadie tiene una sola prueba que conforme a la Justicia y pruebe la premisa.
Cada candidato de la supuesta oposición posee un argumento diferente para justificar el triunfo oficialista. El fraude se realizó en la provincia, según Duhalde. Para Alfonsín, la trampa estuvo en los fiscales. Para la jueza Servini de Cubría hubo apenas “picardías”… Como sea, ya pasó el tiempo de los lamentos. En la multiplicidad de voces, el tema perdió sustento.
¿Qué sigue? La certeza de otra vuelta de tuerca para el kirchnerismo. Lo afirman muchos, otros lo suavizan, lo calla por disimulo el resto. Entra entonces a jugar la carta del consuelo. Demasiado abstracto. Pero en ese trance se yergue la teorías según la cual, es bueno que gane Cristina así es a ella a quién luego, se le vendrá todo encima… Estos vaticinios, claro, no suelen darse con la premura de los deseos. La Argentina no es un país que se deshaga de la noche a la mañana por un determinado hecho, aún cuando éste pueda hacer caer, en otros países, gobiernos enteros. Acá hay un espíritu de supervivencia que da miedo. Es como si las crisis fuesen bienvenidas y hasta necesarias para explicar cómo pueden suceder las cosas que pasan, y justificarnos por la tolerancia.
En los últimos ocho años ha habido un récord de figuras providenciales que afloraron como puntos de inflexión. A los puntos, sin embargo, siempre siguió otra oración. Así la trama continúa, y se suceden redentores que duran, lo que dura un castillo de naipes cuando los idus de Marzo soplan el año entero.
Allá lejos y hace tiempo, fue el Obispo Piña: con él caía la gobernación de Carlos Rovira en Misiones, y se suponía finalizada la posibilidad de reelecciones indefinidas. En la volteada perdió Felipe Sola la oportunidad de quedarse al frente de su provincia. Néstor Kirchner tuvo, sin embargo, la habilidad para contrarrestar la partida. Sacó el as de la manga: si la mano veía complicada para su segunda postulación, había “pingüina” para disfrazar la reelección. De ese modo vimos asumir a Cristina.
¿Cuánto duró el logro de Piña? Hoy, la mayoría de las provincias siguen en las mismas manos. Pese a ello, la irrupción de un sacerdote en la política formoseña se erige otra vez como bisagra de la historia. Y nuevamente creemos en ello. Blancanieves resucita porque el Príncipe le da un beso...
También existió Alfredo De Angelis. Ese hombre rústico que asomaba como el paladín del sentido común. No hablaba de nuevos paradigmas ni de modelos de matrices invertidas… “Un kilo de lomo costará 80 pesos”,ocurrencia que pareció ser una desmesura. Detrás de él, los oligarcas, piqueteros de la abundancia, una mesa de enlace, y un desenlace que ya no asombra a nadie. Entremedio se sumó el “voto no positivo” de Julio César Cobos.
Durante un tiempo, éste era número puesto: futuro presidente de los argentinos. Ahora apenas si corre maratones los domingos.
La lista de providenciales es interminable. Son anécdotas de otros tiempos. Ninguno, de todos modos, causó daños severos. Pero la buenaventura de esas figuras se acaba en el momento mismo en que, prendiendo el televisor, surge Sergio Schoklender como la esperanza de ser el nuevo “redentor”.Nuevamente se agita la esperanza del otro 50% que no la votó: “Si el parricida habla y prende el ventilador, embarra a todos sin distinción”… Cuando un pueblo depende de quién asesinó a sus padres y robó luego para esperanzarse, la situación es peor de lo que creemos.
Faltaría que alguno de los candidatos devaluados que andan denunciando conspiraciones a falta de soluciones, lo convoque para sumarlo a su lista de diputados o senadores. Nada nos extraña porque somos nosotros mismos la extrañeza encarnada. No sabemos ni siquiera lo que queremos. Vulgarmente se diría que cualquier colectivo nos viene bien, menos claro está, el que ya tenemos. Queremos bajarnos pero apretamos el acelerador “al mango”…En consecuencia, no nos bajamos.
Todas estas elucubraciones son apenas eso: elucubraciones, pueden o no tener sustento. Ahora bien, que en este preciso momento esté mirando a Sergio Schoklender -luciendo un traje cuyo costo, probablemente, se mida en euros-, sentado plácidamente en un estudio televisivo, repitiendo: “tengo la conciencia tranquila”, sin que se le mueva en pelo, y muchos ciudadanos estén al unísono relamiéndose ante la posibilidad de que sus palabras generen una reacción social, me parece ya que es un síntoma de cuán enfermo estamos los argentinos.
Mientras en Brasil, por no irnos más lejos, se multiplican los reclamos para que la corrupción tenga freno; mientras en Estados Unidos dan muestra del respeto, uniéndose George Bush y Barack Obama en una conmemoración por sus muertos, y ningún medio de comunicación muestra un cadáver ni una gota de sangre a pesar de que las víctimas superan los tres mil cuerpos; mientras la indignación genera movimientos en los puntos más diversos del planisferio, acá…, acá gana la resignación y el atropello.
En lugar de buscar salidas, cerramos hasta los postigos y sacamos de lo malo, lo peor de nosotros mismos a modo de consuelo. Si no fuera así, Schoklender no sería a esta altura de los acontecimientos, una voz que expresa lo que varios callan por desidia, por cobardía o por miedo. Aceptar que un parricida se convierta en vocero para soñar con un freno concreto a este gobierno, es denigrarnos hasta el último de los subsuelos.
De allí ya no se sale ileso…

LA IMPÚDICA COMPARSA DE LOS CÓMPLICES

LA IMPÚDICA COMPARSA DE LOS CÓMPLICES
Cuando descubran… un día
el dinero, que he robado…
les va a faltar…todavía…
otra cuenta, que tenía…
en un Banco…renombrado.
Y si las “madres” y “abuelas”…
me pagan lo convenido…
de barrios pobres y escuelas…
podré escribir… mi novela…
de los “Sueños Compartidos”.


La viuda del prócer fallecido, azorada hoy plenamente por los datos muy precisos y descarnados del gran desfalco nacional… manufacturado por su pobre madre adoptiva, le ha apostado al juego de la boba distraída…
Desea que el tiempo pase y aparezca en escena cualquier otro episodio o calamidad que distraiga otro rato… a la sociedad imbécil.
A la oposición… ya no necesita distraerla. En absoluto…
Su vocación natural es la de papar moscas y saltar con garrocha.
Para esta triunfadora virtual de octubre, la enseñanza más importante del gran estadista depredador, ha sido la práctica falsaria de la postergación.
Acaso dentro de unos pocos días, la felicidad de considerarse triunfante se convierta en necesidad de quedarse en el poder. Y esto ha de ser para protegerse con los fueros… Así… tal vez, la voluptuosidad del mando se transforme en una especie de fuga módica de la justicia.
Digamos, algo menos que módica, por cuanto de esta cuasi justicia que tenemos… se puede escapar fácil… incluso en muletas… o tapándole la boca a un corrupto como lo es el Juez Procusto con dos o tres depósitos en euros en su cuenta numerada, del Ducado de Luxemburgo (Banque Carnegie Luxembourg), cerca de Ettelbruck, donde el juez de las treinta causas del gobierno, suele -además- tratarse la piel con unos productos “anti age” muy modernos… con ozono e inyecciones faciales.
Repito: Banque Carneige Luxembourg, Ettelbruck, Ducado de Luxemburgo.
Tomar por idiota a toda la ciudadanía, es una práctica compulsiva que ya no le alcanza a esta mujer. Cruza alegremente la raya del delirio de la falsificación… demasiadas veces por día.
Espiralizada ahora en el mito de la autoridad sin límites, ha convertido su rostro en una mueca de soberbia, cuya sonrisa de Erzebeth Bathory, le sale siniestramente de costado… Y en especial delante de la pleitesía y de la capitulación moral de los arrastrados que asisten a su atril diario.
La velocidad de su enriquecimiento en los últimos tres años… superó a Bill Gates. Y esto, que puede parecer una exageración, no se refiere al valor adquisitivo de su fortuna mal habida, sino sólo al ritmo extravagante de acumulación dineraria en la “unidad de tiempo”. Cualquiera que se quiera elegir en la forma más arbitraria que se desee.
Y además con inversiones hipotéticas cuya rentabilidad es tan infernal que se constituye en un récord histórico financiero en la República.
Léase bien lo que se consigna aquí: cualquier inversión (la que sea) que quiera tomarse en los últimos tres años en el país, desde el mejor de los bonos domésticos todos, las locaciones inmobiliarias hoteleras más exitosas, los bonos de cualquier deuda, los depósitos a plazo fijo más redituable e inverosímiles, los Money Market Funds estrella, no alcanzan ni siquiera (ATENCIÓN) al 18% de lo que le han rendido a esta mujer.
Eso tiene un solo nombre: LATROCINIO EN EL USO DEL PODER.
A la hora de buscar excusas, sin siquiera sonrojarse, su gesto no puede superar al de un niño… escapado de una calesita.
Y así… hablando de imbecilidades en la cadena nacional…ella… lo más campante, nos vuelve a sonreír… pues cualquier colectivo, la deja bien.
Su marido recaudó con la caterva de sus abigeos privados (la dupla “Jaime-Vázquez”)… y le dejó todos los depósitos a ella. TODOS.
Sin contar con la consigna rigurosa de darles protección a estos dos ladrones del Estado Nacional que también caminan libremente por la gracia del señor… y por la advocación divina del Juez Procusto.
En nuestro Código Penal ha sido arrancada la hoja del Robo en uso de la Función Pública. No existe
En breve… esa parte… hasta puede ser reemplazada por premios.
Por eso… estos carteristas consumados, no han sufrido ninguno de los tres niveles romanos de la llamada “capitis diminutio”, no han perdido ni libertad, ni derechos ciudadanos ni parentescos y mucho menos el afecto del calor gubernamental. Si alguien cree que se retiraron… se equivoca.
Ella nos miente en la cara… y ni siquiera se esfuerza por ser creativa.
Que siga falsificando hasta el sollozo de su retórica ensayada, no es para nada una actitud demasiado sorprendente… pero ya llega a unos límites de tal delirio que, nos hallamos hoy aquí, acaso como quien esto escribe, pidiendo por favor… que nos mienta, pero con un poco más de seriedad.
Esta mujer ha hecho el pésimo cálculo que la lleva a suponer, tal como su esposo se lo susurraba, que, desde allí, se puede insultar tranquilamente a la inteligencia de la gente. Y huir por el pronto.
Todo apesta en derredor de ella.
Los cartuchos quemados de las bengalas de la fiesta corruptiva de su mentor… y el acre olor a la bacanal de los “Sueños Compartido”,son, como todo ha sido en ellos, sólo vestigios desparramados por el piso de lo que hoy… ya no puede verse.
Los restos, las señales o las huellas del gran latrocinio histórico…, el mayor de la República, en el último siglo.
Asaltaron la Intendencia de Río Gallegos y convirtieron a los choferes en apoderados, a los porteros en dueños de escalones cruciales del Estado y a los secuaces de sus primeras horas, en buscadores de fondos para depredar en poblado y en banda.
Sus dineros de la campaña han sido poco menos que un foco séptico.
La clásica mesa de la repartija de una gavilla.
Las Madres (ahora lo sabemos) “devolvían” una parte importante de lo que recibían… en forma directa hacia la casa rosada, sin escalas.
Y aunque haya sido para la campaña electoral… era un robo.
Incluso lo gracioso… es que fue para otra rara campaña:
La campaña del desierto contra el indio. El indio argentino, que somos todos nosotros a quienes nos despanzurran con impuestos para entregar ese dinero a nuestra madre putativa, maravillosa carterista de Asturias.
Recordemos antes, que los operadores de su campaña…fueron nada menos que su propio esposo, secundado en la tarea por su Amado vice, y otros dos halcones peregrinos que escudriñan el olor a los billetes desde un cable de alta tensión en una zona a resguardo… de Balcarce 50.
Amado se postuló a la Capital en un delirio luego abortado… justamente con el que recaudaba todo, un consumado tránsfuga de partidos y el que hizo una declaración ante el Congreso cuya versión taquigráfica tiene el récord de 36 situaciones que no encajan con la verdad. Ese es Fatala.
Pero esto es historia repetida: Los cheques insólitos del fusilado narco Sebastián Forza y los once laboratorios de narcotraficantes que pagaron los afiches de la anterior campaña y los micros de los actos de la Plaza... pagaron además… otras cosas.
Desde la radio A.M. 530 de las madres… hasta el combustible de los aviones que van y vienen de El Calafate.
El gabinete nacional fue siempre una enorme recua de encubridores de tramoyas. Una cabal turbamulta de la apostasía.
No fueron asesores, ni referentes de idoneidad alguna.
Acaso no les falte mucho para buscar los huecos por dónde huir.
Es una ingenuidad de niños suponer que alguno de ellos haya tenido la osadía de actuar en forma autónoma y sin la expresa autorización de la Condesa Erzebeth Bathory.
Varios empresarios fueron miembros conspicuos de ese vagón jaula.
Parapetados en su moral hostil a la pupila de los honrados, confirmaron linealmente su desprecio por los hombres probos e indomables.
Ella está condenada ahora… a seguir con la conscripción de los lacayos domesticados y envilecidos… y a seguir tapando con ramas la trágica moral de sumidero del ladrón desaparecido.
Buscará ahora disimular las pateaduras de todas las puertas y cajoneras que han sido mutiladas para robar… pero le será difícil.
Buscará cicatrizar con parches… la terrible corrupción que desató el “número uno”… pero le resultará complejo.
Y aun así… la ignorancia colectiva, preferirá en 40 días más… darle a ella otra retorcida y extravagante oportunidad para seguir arrasando el país.
Toda la oposición la ha empujado fervorosa, con la ridícula estupidez del pavo, para que pueda retomar el mando.
Ya no tiene ninguna importancia que, además de ser violadora serial de la Constitución Nacional, haya arrancado varias páginas del Código Penal en nuestras narices. A nadie le llama la atención, acaso porque, además, son pocos los que pueden estar atentos a estos detalles tan complejos.
Procusto tiene ya 15.050 fojas en 70 cuerpos de 215 fojas cada uno y, aunque no se pueda creer… todavía no lo ha llamado al parricida.
En el medio (algo mucho más insólito aún) se fue a Europa a hacerse un tratamiento de rejuvenecimiento de piel y controlar que los depósitos en Ettelbruck ya se hubiesen acreditado.
Es entonces perfectamente tolerable que mientan y que la extorsión o la amenaza sean las travesuras predilectas de todas sus prácticas políticas.
Pero, lo que menos importa, es que, sabiéndose perfectamente que aquí rige una autocracia enciclopédica, no pueda haber más que una sola autora de todo este enjuague de tropelías.
Ya no hay chances: Necesitamos la friolera de otros cuatro años más de paciencia… y encolumnarnos a la impavidez de la sociedad a la que ya poco o nada le importa… si se usa el poder para cometer delitos o para robarse el 20% de cada subsidio, obligando al subsidiado a aportarlo para cualquier destino oscuro.
Esperar mansamente hasta que ella toque el límite de la tolerancia social y, sin quererlo, zamarree violentamente alguna cuerda de la impavidez.
Y como he dicho alguna vez… con tanta persecución… con tan terrible burla… con tanta oposición infame, con tanto obsecuente, es fácil saber que si todos estos mercaderes de la infamia remontaran vuelo, taparían la luz del sol.
No se puede dejar de expresar aquí, que… toda esa mal llamada oposición es un baldío moral… espectadores idiotizados de esta trepanación de las arcas del Estado…
No están demasiado tranquilos. Saben que… por mucho menos que su indecible desdén, en otros lugares del mundo… siempre aparece algún loco harto… buscando una recortada para ir a volarles los huevos.
Por cuanto esa seudo oposición, muda e impertérrita hasta el grado de la repugnancia… ya empieza a superar institucionalmente las culpas y responsabilidades del gran desfalco nacional.
Cuando el desdén se convierte en auxilio tácito de los hechos delictivos que se están perpetrando en la República Argentina… lo que ocurre, lisa y llanamente, es complicidad dolosa.