martes, 28 de junio de 2011

Los verdaderos motivos de la designación de Boudou

El dedo que designó a Boudou candidato a Vicepresidente no responde sólo a los criterios enunciados por Cristina, a través de la cadena nacional, como lealtad, valentía y capacidad de cambio. Aunque no se haya explicitado, el cristi-kirchnerismo le vio otras virtudes. No fue un arrebato sino una construcción finamente pensada y basada en una estrategia.
No hay duda que el “relato” kirchnerista viene ganando algunas batallas mediáticas, aunque pierda otras, principalmente por “fuego amigo”, resultante de sus propias y groseras contradicciones internas y del desmanejo de la corrupción estructural que padece nuestro país.
El kirchnerismo ha creado una “identidad” ó “relato propio”. Su repetición “goebbeliana” les ha dado un perfil medianamente definido; cuasi religioso. Su paradigma central es que fuera del “kirchnerismo”sólo existe “la derecha”, que alcanza a todo el espectro político, inclusive a la “izquierda”, porque serían los “idiotas útiles de la derecha”. Agrupaciones mediáticas, como Carta Abierta, periodistas conductores del “relato”(Verbitsky) o alquilados (V.H. Morales, “6,7,8” y tantos otros) son los lenguaraces que transmiten este “relato”, que va creando una “identidad”, una“pseudo-ideología”, perceptible por el público masivo (los receptores). Allí está un centro de gravedad.
El otro es la agenda comunicacional hacia los jóvenes. Han planteado que el “kirchnerismo es la superación histórica del peronismo”,tema que ha impactado en ciertos sectores juveniles de menos de 40 años. Le han dedicado especial atención a las nuevas generaciones con formas modernas de comunicación, donde no sólo es importante emitir señales, sino, más importante aún, es emitirlas con los códigos, formatos e idiomas necesarios para ser percibidas por los jóvenes. Debemos reconocer que el cristi-kirchnerismo ha sabido integrarlos con un discurso ágil, creativo, dinámico, y participativo.
A los jóvenes les pertenece este tiempo. Su desarrollo se realizó en un contexto cultural individualista, dinámico, consumista, cortoplacista en la búsqueda del éxito y también hiper-tecnológico. Hay un sector particular de los jóvenes que tiene especial atracción mutua con el kirchnerismo. Pertenecen a sectores medios, con espíritu rebelde, inconformistas, inseguros, que razonan que a veces les va bien (gracias a K) y a veces mal (gracias a la derecha), como antaño razonaban aquellos izquierdistas de café. Tienen inquietudes, necesidades, miedos, y afinidades. Viven su momento. No hay forma de compararlos con viejos tiempos. Cada generación construye su destino sobre la base de su propia historia, pero irremediablemente se encaminan al futuro, no al pasado.
Son parte de un nuevo y gran universo de votantes, que tienen menos de 40 años, es decir han nacido después de los ‘70. Su modo de pensar, razonar y sentir es bien diferente de las generaciones anteriores. Su compromiso, en un ambiento cultural degradado, es sustancialmente distinto. Ni peor ni mejor. 100% distinto.
A ello se suma el hecho que para ese amplio sector de menos de 40 años, casi todos los políticos son más o menos iguales (mas por lo que desconocen que por otra cosa), con sus virtudes y sus defectos. Debe tenerse presente que en su “disco rígido” de conocimientos hay poca lectura de diarios y mucho “entretenimiento” de la TV. Es por ello que el espacio para el debate político “de fondo” no sigue los métodos tradicionales; es un proceso por “aproximación indirecta”, por medio de elaboraciones más sofisticadas, como el consumo de imágenes, de “relatos”, de visiones.
El espacio del debate político no pasa actualmente por la sociedad política (especialmente degradada) sino por la sociedad civil, donde el accionar ideológico va modificando las direcciones intelectuales (lo que se piensa) y las direcciones morales (lo que se valora, lo que tiene valor o no lo tiene). El kirchnerismo ha logrado sus principales éxitos en este campo y con esta forma sofisticada de acción, ante la visible falta de actualización de la lucha doctrinaria en los demás partidos políticos y en particular en el peronismo, que ha sido parcialmente cooptado y doblegado por el “entrismo camporista”.
Acá es donde encaja Boudou, que no se destaca por un brillante profesional de las ciencias económicas, sino por su formato atractivo para los jóvenes K: vive en Puerto Madero, anda en moto Harley-Davidson; soltero a los 46 y con aspecto juvenil e informal, ex UCEDE con flexibilidad transformista en K; toca en una banda de rock and roll; se viste con onda cara; reúne todas las características de un militante del peronismo Hollywood; discursea sobre negocios con Hebe (la revolución izquierdista de los 70) y con el proletariado “propietario” de estos años (Moyano). Es una síntesis perfecta de la ideología cristikirchnerista.
Como candidato a vice va a cumplir un papel importante: intentar hacerle creer (darle “garantías”) a la clase media consumista, enrolada en la corriente de las compras en 60 cuotas, que todo va a seguir muy tranquilo y... a seguir comprando y viviendo en el mundo feliz de Cristina. Ese es el valor agregado de Boudou. Si llegaran a ganar habrá cumplido su papel. Después… que se arregle sólo. Como Moyano.