domingo, 19 de febrero de 2012

La verdadera guerra es interna

La verdadera guerra es interna

“Cuando la guerra son los demás, la paz no es uno mismo”. F. Nietzsche.

La renuncia del Presidente alemán, Christian Wulff, es una de esas noticias difícil de comprender en esta geografía, máxime si además se tiene en cuenta que estaba siendo investigado por la fiscalía de Hannover, a raíz de una serie de viajes pagados por amigos, y por un préstamo de 500 mil euros, otorgado también por una allegada. ¿Cómo se explica? Y es que detrás del mandatario hay un pueblo, simplemente, educado.
No entran en juego los vaivenes de la economía coyuntural, ni la crisis que está jaqueando la región. Ese marco puede agitar el avispero político acá. Allá, los alemanes, continúan su ritmo de vida sin alterarlo. No encuentran nada extraña la dimisión de Wulff por cuanto estaban informados de los entretelones del caso, a través de los medios audiovisuales y gráficos.
Hay una lógica en la trama: denuncia, fiscalía en acción, renuncia, vía libre para una más exhaustiva investigación. No hay un Norberto Oyarbide mostrando un diamante por televisión, ni hay motivo para dudar de la seriedad de una noticia, menos aún de la imparcialidad de la Justicia.
Cabe reconocer entonces que el pueblo germano está a años luz del nuestro. No por comparaciones tediosas y antojadizas, sino por la construcción de una cultura social basada, quizás, en la teoría popperiana de ensayo y error. Aquello que experimentaron como negativo no vuelve a tener cabida en las opciones que se le presentan a la hora de una elección. Hubo un solo Hitler en su cronología política. Conocen el costo de la locura, lo pagaron con ancestros y descendientes muertos.
Después de la guerra, el país no quedó a la deriva sino hundido, en ruinas. De ahí en más, aprendieron que la única salida era unirse, no en un pensamiento único, sino en la voluntad consensuada de reconstruir Alemania. No es una tierra privilegiada donde todo les fue dado de la nada, ni es el paraíso terrenal. “En todos lados se cuecen habas”. Alemania se levantó a fuerza del aprendizaje que les dejaron las heridas más lacerantes.
Por el contrario, la Argentina no experimentó jamás la destrucción absoluta de sus raíces aunque así lo creamos. A lo profundo del pozo no se llegó. Siempre estuvimos “a punto de”: a punto de una guerra civil, de un régimen de horror; en definitiva, a punto de tocar fondo, pero no tocándolo. La dictadura tuvo importante aval social aunque no sea políticamente correcto afirmarlo, la guerra de Malvinas encontró a un pueblo ovacionando en Plaza de Mayo…
Por esa razón, posiblemente, no se haya podido aunar criterios en torno a lo que significa el destierro, ni acerca de la magnitud del dolor. Estuvimos divididos hasta en el horror. Hablamos de generalidades que son injustas, pero es a fin de intentar entender por qué en la Argentina, la corrupción pasa desapercibida o no termina en la Justicia con los responsables condenados. Nos codeamos con ellos a diario.
Es de un simplismo poco feliz, creer que el país del Muro de Berlín es la panacea, y este suelo la antítesis de ese sistema. Hay que ir más allá de los hechos, y atender no sólo las causas sino también las consecuencias.
En casi todas las situaciones de nuestra vida política hubo escisiones tan innecesarias como incomprensibles porque no fueron sustentadas en torno a ideologías o creencias férreas, sino a líderes de ocasión. Hemos tenido providenciales tan efímeros como falaces. El fanatismo nos cegó. Recibimos etiquetas por herencia, no por libre opción. Fuimos y somos pasionales. Albert Camus decía que “la pasión se encamina gradualmente hacia las lágrimas”. Al parecer, tenía razón.
La historia nacional puede contarse como una sucesión de súper clásicos dominicales. Adoración y falsos pedestales nos separaron e impidieron lo esencial: comprender, aceptar, asumir, y a partir de allí resolver sin melodramas ni inútiles búsquedas de culpables. Avanzar sin perder tiempo analizando quién pega más fuerte o a quién le duele más. En síntesis, faltó madurez y educación. Lo canjeamos por comodidad y distracción.
¿Por qué nos resulta extraño un Presidente dando la cara y un paso al costado? ¿Qué nos falta? O mejor dicho, ¿por qué no entender el cambio?
Los argentinos estamos voluntariamente sometidos a conductas incoherentes e irracionales. Hay dos prototipos de hombres, señalados en su oportunidad por Pascal Bruckner, que se ciernen a la perfección al modelo de compatriota de hoy: el mártir auto proclamado, y el inmaduro perpetuo. Entre ambos modelos nos movemos pero no avanzamos.
Los mártires se dedican a llorar sus infortunios en búsqueda de benefactores que les otorguen soluciones. Soy fruto de la marginalidad, de la desigualdad social, de una sociedad estigmatizante, etc., etc. Sufro, por ende, deben atenderme y soportarme. Me libero de ese modo, de tener que resolver yo ese sufrimiento. Si acaso progreso se me acaban las posibilidades de queja. Por esta razón, los planes sociales hacen furor. ¿Cuántos han renunciado a una asistencia estatal porque lograron puestos de trabajo? Algo similar, con bemoles, acontece con gran parte de los subsidiados.
Ese mártir se define a sí mismo como víctima. Víctima de los militares, víctima del peronismo, víctima de las debilidades radicales, de la izquierda de los 70, de la derecha de los 90; del capitalismo, del consumismo, o los “ismos” que sean. Cualquier encasillamiento es bueno a la hora de desligarse de las responsabilidades inherentes al rol que nos cabe: ciudadanos más que habitantes.
Los inmaduros a perpetuidad, por su parte, se regocijan con sus conductas infantiles. Exigen la libertad del adulto pero sin las obligaciones que acarrea ser grande. La proclama sería: “Soy mayor a conveniencia”. Grande para disfrutar las bondades del sistema, pero pequeño y débil para resolver por mí mismo sus problemas. Para eso hay un Estado. Un Estado al que delezno cuando se entromete en mi vida privada, pero se lo busca y reclama cuando hay carencias. Es él quién debe saciarlas para yo no tener que sufrir por ellas.
Sintetizando: hago lo que quiero pero cuando tropiezo vuelvo corriendo al seno paterno donde encuentro consuelo. Es más, merezco y es deber del padre encarnado, generalmente en el gobierno o en el Estado, cobijarme, ahuyentar mis penurias, y hacerse cargo de las consecuencias de mis actos.
Los argentinos nos movemos entre esos dos modelos. Según convenga somos mártires autoproclamados o somos inmaduros perpetuos. Presos en esos parámetros ejercemos a medias, el papel intrínseco del ciudadano. Es decir, votamos. Si lo hacemos mal, otro se hará cargo y servirá el error para regocijarnos, sentirnos pobrecitos, perseguidos cuando en rigor no hay nadie detrás de nosotros mismos.
Somos las víctimas del engaño. ¿Qué engaño? El engaño de segundos o terceros, el engaño siempre ajeno. Nunca se piensa y menos se aceptaría hablar de autoengaños. Si el gobierno me defraudó, es el gobierno quién debe congraciarse. De allí el famoso consuelo “que sigan los mismos aunque sean malos, así se hacen cargo de la crisis que generaron”. O peor aún aquello de: “el pueblo nunca se equivoca” ¿Cómo que no? ¿No se equivocó el pueblo alemán votando a Hitler acaso? Pues bien, los alemanes se hicieron cargo.
No sólo justificamos el error pasado, sino también el volver a equivocarnos. ¿Cambiarlo? Es inútil. Cuando el calzado aprieta, no cambiamos el pie sino el zapato. Pues bien, para los argentinos, si el calzado aprieta no es a causa del crecimiento de mi pie sino que es culpa del zapatero que no confeccionó un calzado capaz de adecuarse a mi cambiante tamaño.
Los alemanes, sin embargo, con todos los defectos que puede atribuírseles, cuando reconocen el error, no lo repiten, vuelven sobre sus pasos y cambian el zapato; estamos generalizando, claro.
Si las Malvinas no están bajo la órbita argentina es culpa del inglés, sea éste un príncipe, un futbolista, un músico o un simple británico. Lo solucionamos con algún cántico de barricada: “el que no salta es un inglés”… Lo coreó hasta la jefe de Estado. Somos unos vivos bárbaros, pero ¿qué ganamos?
No consideramos si acaso no tuvimos la persistencia de hacer un reclamo sistemático, en lugar de acordarnos del tema después de 9 años, y si hoy están bajo dominio foráneo, a causa de haber elegido erróneamente el modo cómo recuperar lo que consideramos nos pertenece intrínsecamente.
Por lo dicho, tal vez, para no sorprendernos con un Premier abandonando el cargo, debamos mirarnos a nosotros mismos, asumir cómo somos y entender que, si cambiamos de zapatos no es por la impericia del artesano sino porque nosotros hemos cambiamos de tamaño.
De lo contrario, seguiremos ‘ad aeternum’ con el mismo zapatero, culpándolo del dolor de nuestros pies apretados…

sábado, 18 de febrero de 2012

¡Escandalosamente indignante!

¡Escandalosamente indignante!

(Una cachetada a la ciudadanía).

Los argentinos ya tenemos perfectamente en claro los ardides, triquiñuelas, trucos y demás tretas que utiliza el oficialismo para tratar de tapar el desquicio que fue sembrando a lo largo de casi una década y cuyos resultados, lenta pero sin pausa ni interrupciones, sus malignos efectos, se empiezan a vislumbrar con toda la crudeza.
Todo el discurso de los Kirchner, en particular ahora de Cristina, sobre su infalible y sacrosanto modelo económico se va derrumbando y haciéndose añicos con las consecuentes penurias para la defraudada población que votó masivamente a la Sra. de Kirchner.
El modelo de Cristina era una pésima fantasía de su febril mentalidad.
Frases pronunciadas por la presidente, todavía muy recientes, suenan casi a una cruel burla para los argentinos. “Bajo ningún concepto realizaremos ajustes que afecten a los argentinos”, “La crisis mundial no nos afectará” o zonceras casi infantiles, verdaderas estupideces, de ese mismo tenor.
Pero no podemos dejar de señalar una característica de Cristina como también lo fue de Néstor: la terquedad. Sigue con las funciones teatrales, con los espectáculos circenses, con los teleteatros sentimentales y los shows. Termina y empieza otro. Solo para nombrar los últimos, porque sino la lista sería demasiada extensa: la tiroides y el cáncer, la pelea con Moyano, la reforma constitucional, las Malvinas, el amigo de Boudou, etc.
El objetivo es que la gente no piense o distraerla del desastre que se avecina. Busca tapar el sol con las manos. Toda patraña, falsedad, engaño y mala fe.
Pero esta semana la ciudadanía se vio sorprendida por algo absolutamente real. Algo tan real como que: ¡los senadores y diputados aumentaron sus dietas en un 100%!
Casi no se puede dar crédito por semejante desfachatez. Una verdadera burla y cachetazo al grueso de la población
En momentos en que se le exige a la ciudadanía ajustarse los cinturones por el ajuste salvaje y el tarifazo que se avecina inexorablemente, extender su propio certificado de pobreza para demostrar si es necesario o no el subsidio que nadie pidió, en que la inflación real muestra indicios de seguir su inexorable marcha ascendente para competir con los países de mayor inflación en el mundo, en que se vacían diferentes cajas de organismos estatales para intentar la continuidad de la “fiesta” kirchnerista, este aumento, en el presente situación económica del país, parece como mínimo absolutamente inoportuno
No solo absolutamente inoportuno, sino también irritativo por la escandalosa magnitud del aumento: ¡Nada menos que el 100%!
Desde ya no estoy cuestionando los que los legisladores deberían ganar. Es más, considero que tienen que estar bien remunerados para poder abocarse con todo sus esfuerzos y con el máximo rendimiento, a la labor a la cual para la cual fueron elegidos por el pueblo.
Sabiamente la Constitución Nacional de 1853 imponía como una condición para ser senador poseer una renta anual de 2.000 pesos fuertes. (ref. 1)
Las nuevas dietas oscilarían entre 30.000 y 35.000 pesos mensuales. A ello habría que adicionarle 20 pasajes aéreos y 20 terrestres que reciben cada legislador por mes. En caso de alguno no sea utilizado, o inclusive la totalidad de ellos si así lo decide el legislador, podrán ser canjeados por dinero en efectivo a razón de 550 pesos cada uno.
Tanto en el año 2010 y el corriente la mayoría de los legisladores optó por canjearlos por dinero.
Tenemos así que nuestros legisladores redondean los 50.000 pesos mensuales, amén de otras numerosas ventajas y privilegios económicos.
Pero lo que se cuestiona no es el monto de las dietas, sino la oportunidad y la forma del aumento.
La oportunidad ya habíamos hablado en uno de los párrafos anteriores y en cuanto a la forma obviamente no se ajusta a las enseñanzas del fundador del partido gobernante. Recordemos que, para algunos “el Primer Trabajador” y para otros el “El gran Corruptor”, sentenció que todo se debe realizar “despacio y armoniosamente”.
Los titulares de ambas Cámaras, Julián Domínguez y Amado Boudou, justificaron esta torpe grosería, porque que las dietas estaban muy atrasadas con respecto a otros cargos de áreas del Gobierno de menor nivel.
Si estaban atrasadas me pregunto de quien es la responsabilidad de este desfasaje, considerando que el kirchnerismo ya está casi 10 años en el poder.
No caben dudas que los legisladores deben recibir esas sumas. Pero también los docentes, las Fuerzas de Policiales que semanalmente ofrenda la vida de uno de sus integrantes por una mayor seguridad de los ciudadanos, los gremios, las FF.AA., los jubilados y tantos otros sectores del quehacer nacional que le caben las mismas consideraciones que mencionaron los titulares de ambas Cámaras: “de que está atrasados en sus actualizaciones”
Simplemente a modo de dato comparativo, en Estados Unidos un diputado gana tres veces más que un docente: en la Argentina kirchnerista, 12 veces más.
En definitiva este aumento se inscribe en una nueva torpeza más del oficialismo, esta vez acompañado por gran parte de la oposición, con unas pocas honrosas excepciones. Decisión grosera, inoportuna, irritativa y desmesurada. Va 180º a contramano de la situación del país.
Sin dudas, aumentará el cada vez más grande malestar de la ciudadanía.
Lamentable y peligroso. Fue echar combustible a un fuego que se aviva día a día. Peligroso para el gobierno, para los dirigentes y para nuestra tan vapuleada República.

Moreno y La Cámpora, a punto de intervenir el Ministerio de Planificación

Moreno y La Cámpora, a punto de intervenir el Ministerio de Planificación

Qué quiere hacer el gobierno con YPF?
No hace mucho tiempo que la presidente descubrió que el crecimiento de la importación de combustible no se debe al crecimiento de la economía sino a que Julio de Vido no les exigió a las petroleras que invirtieran en exploración y explotación. Aunque en realidad, cualquier exigencia hubiera sido inútil, ya que el millón de BTU de gas natural se paga en el país a U$S 2,8 cuando le compramos a Bolivia a U$S 8 dólares la misma cantidad de gas. Y el barril de petróleo está en un precio interno de 70 dólares contra 100 que vale el barril a nivel internacional. Además hace tres años recién se empezaron a recomponer los precios internos, que antes eran mucho menores. La conclusión es simple: nadie invierte donde no le pagan el valor internacional. Esta política fue aprobada por Néstor Kirchner y De Vido, pero ahora Guillermo Moreno -sin nombrarlo- está criticando la política del fundador de la dinastía K, que avaló la compra por el Grupo Petersen del 24,9% de Repsol-YPF con el retiro de dividendos por parte de aquél hasta el 2018. Al poderoso Secretario de Comercio se le adjudica echarle la culpa a de Vido en los siguientes términos: “yo no soy chorro y vos sos un delincuente y además los protegés a todo ésos”. Este enfrentamiento es profundo, ya que está en juego la revisión de una de las políticas centrales del kirchnerismo a lo largo de nueve años.
Los dos caminos
Detrás de la ofensiva de Moreno, la Cámpora avanza para ocupar los cargos que queden vacantes. Hasta ahora, el Ministerio de Planificación es uno de los baluartes donde las tropas de Máximo Kirchner no lograron penetrar. Es así que uno de los líderes de La Cámpora, Wado de Pedro, le habría dado a De Vido un ultimátum para que desaloje antes de fin de mes a su mano derecha, el Subsecretario de Gestión Roberto Baratta, designando en su lugar a un camporista.
El avance juvenil hizo que Sebastián Eskenazi se reuniera días atrás en un hotel céntrico con otro referente camporista, el Secretario de Programación Económica Axel Kicilloff. El petrolero quiso saber hasta dónde iba a llegar la ofensiva del gobierno contra la compañía y cuáles son las intenciones reales de los seguidores de Máximo, pero se fue sin respuestas.
Los analistas discrepan acerca de los planes del gobierno hacia la petrolera. Algunos sostienen que la presidente dijo que ella no está comprometida con ningún pacto de su difunto marido y por lo tanto quiere que todas las ganancias de YPF se vuelquen a la exploración y explotación de gas y petróleo en el menor tiempo posible. En cambio, otros analistas están convencidos de que el gobierno va por el control de la compañía. Esto explicaría los constantes ataques que hacen bajar su valor, que hoy está por debajo de los 13.000 millones de dólares, casi 4.000 millones menos que seis meses atrás. Es que desde que se desató la ofensiva del gobierno, las acciones de YPF en Wall Street cayeron más del 20%.

Diputado involucrado en defraudación al Estado Nacional

Diputado involucrado en defraudación al Estado Nacional

Asseff: cómo usar la banca para tratar de convencer a la justicia.
Uno de las pocas bancas obtenidas el 23 de octubre pasado por la alianza Compromiso Federal de Alberto Rodríguez Saá le correspondió a Alberto Asseff, el veterano líder del Partido Nacionalista Constitucional, que desde el retorno de la democracia revistó con los carapintadas, Carlos Menem, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Roberto Lavagna y Alberto Rodríguez Saá, entre otros. El caso es que, ignorado por las diversas bancadas opositoras, Asseff estaría ahora tratando de usar sus nuevas credenciales para tratar de hacerse indebidamente de fondos públicos. Así es que se presentó como apoderado de su partido ante la justicia electoral de la Capital Federal reclamando que se le paguen los fondos correspondientes a los aportes de campaña de la Alianza Compromiso Federal porteña. Dicha suma ya fue cobrada y los gastos rendidos ante la justicia, como corresponde, por las autoridades de la mencionada alianza, que representaba a los partidos PAIS, El Movimiento y Del Campo Popular, a los que Asseff acusa ahora -absurdamente- de haber abandonado la misma.
Audacia sin límites
Pero en su creencia de que la banca lo dota de impunidad absoluta, el pintoresco diputado va más lejos. Pretende también que se le paguen a sus mandaderos los aportes por la presentación de la lista de candidatos UNIR en las primarias de la Alianza Compromiso Federal de Capital el 14 de agosto pasado. Dicho pago no se hizo efectivo porque los responsables de campaña de Compromiso Federal se negaron a realizarlo, ante las pruebas de que Asseff y sus secuaces habían falsificado la casi totalidad de las firmas de los avales requeridos por la ley para la presentación de la lista en cuestión. Para deslindar responsabilidades, dirigentes de la Alianza radicaron la correspondiente denuncia en el Juzgado Federal de Marcelo Martínez de Georgi. Con sólo citar a los supuestos firmantes de los avales, este magistrado dejaría al descubierto la maniobra dolosa realizada por Asseff y sus cómplices para defraudar al Estado cobrando fondos y presentando candidatos por una lista oficializada en base a firmas truchas. Tal vez desesperado por su incómoda situación, ya que los fueros no le evitarían el escándalo público, Asseff recurrió a un remedio audaz y se presentó a la justicia como apoderado de su partido, denunciando a sus acusadores por defraudación. De este modo intentaría por un lado colocarse como víctima y por el otro intimidar a los que lo denuncian, tratando de hacer que la justicia sea sensible a su condición de diputado.
En sus maniobras, el legislador es acompañado por el abogado Carlos Saad, otro hombre de Rodríguez Saá, cuya lista en las primarias también estuvo avalada por una colección de firmas falsas.
En la bancada del peronismo disidente ya circulan comentarios acerca de la incomodidad que estarían causando las maniobras dolosas de Asseff que, aunque sea indirectamente, podrían salpicar a los puntanos, que le dan su paraguas político en el Congreso. “Otro caso más de abuso de fueros y pretensiones de impunidad”, definió un veterano diputado nacional por Buenos Aires, que procura evitar el trato con el controvertido ex dirigente de ultraderecha, que en otras épocas levantó la candidatura presidencial del ex dictador Juan Carlos Onganía.


viernes, 17 de febrero de 2012

¿Merecen los Legisladores ganar 35 mil pesos?

¿Merecen los Legisladores ganar 35 mil pesos?
Si el grueso de los parlanchines estatales que hoy rentadamente vegetan en el Congreso Nacional ostentando el pomposo cargo de “Diputado” se dedicara a la actividad privada, difícilmente podrían ganar un sueldo similar o superior a los prepotentes 35 mil pesos mensuales de los que hoy gozan, y esto sin contar otros beneficios como lo son los viajes en avión y el sinfín de “asesores” y becas de las que los Diputados disponen para repartir paternalmente entre su parentela y amigotes de comité y juerga.
En efecto, para el éxito en la actividad privada se necesita ingenio, riesgo, capacitación constante, actualización académica o comercial, arrojo y espíritu innovativo, cualidades estas muy ajenas o desconocidas para estos personajes que dicen representarnos en ese extraño mercado del trueque, que para simplificar denominamos Congreso de la Nación.
Para nadie es novedad que el grueso de estos becarios no son más que un tropel de mercenarios intercambiables, que mutan de bloque, de banca, de bandera, de partido y de discurso conforme soplan los vientos políticos y el marketing electoral. Luego, todo indica que el desacreditado Parlamento argentino está integrado mayormente por oficialistas de circunstancia y opositores de ocasión, que mas allá de diferencias ideológicas anecdóticas, saben unificar criterios de modo espontáneo y automático a la hora de votar en favor de subirse sus propios sueldos (los muchachos del PRO y la UCR fueron los colaboracionistas más entusiastas de la bancada kirchnerista en tan noble causa patrimonial).
¿Merecen los Legisladores argentinos ganar lo que ganan? A modo de dato comparativo, en Estados Unidos un Diputado gana tres veces más que un docente: en la Argentina kirchnerista, 12 veces más.
Así como en la actividad privada cualquiera debe informar sobre su labor a sus superiores y/o clientes, los Diputados no sólo jamás rinden cuentas a nadie sino que se dan el lujo de no tener que exhibir ni justificar idoneidad, ni “carnet”, ni diploma alguno que certifique que están capacitados para ejercer tamaña responsabilidad institucional. Un plomero necesita un título habilitante para arreglar una estufa, gana 3 mil pesos mensuales y si por impericia laboral se produce una explosión, a este le quitan la habilitación y puede ir preso. Un Diputado no necesita aval alguno, gana 12 veces más que aquél, cuando estos provocan explosiones no lo hacen con estufas sino con el país, y no hay registro ni dato casuístico de que alguno de estos acaudalados figurones haya estado alguna vez tras las rejas con motivo y ocasión de su desempeño legislativo.
Como desde estas líneas siempre hemos defendido la actividad privada y hemos desconfiado de la burocracia estatal, podría argumentarse que nuestro comentario peca de ideologizado. Pues bien, seamos más plurales con las ideologías para seguir con la presente reflexión de una manera más desapasionada.
Desde una perspectiva marxista, por el servicio de un trabajo cualquiera sea, una persona debería recibir una remuneración en función de las necesidades personales que se tenga. Desde una perspectiva capitalista, a una persona el mercado le paga no en función de lo que esta dice necesitar sino de lo que esta produce en sí. Dicho esto, arribamos a la conclusión de que el sueldo de los Diputados no encaja ni desde la óptica marxista ni tampoco en la del libre mercado. En efecto, va de suyo que un Diputado necesita menos de 35 mil pesos para satisfacer las oficialmente denominadas “necesidades básicas” (valuadas en 2300 pesos mensuales según el INDEC). Al advertir que los Diputados se han subido las dietas no en función de dogmas marxistas (celebramos que hayan desechado ese criterio), concluimos entonces en que estos se lo han auto-asignado en función de lo que producen: ¿y qué producen?
Algunas malas lenguas sostienen que la mayor parte de estos lenguaraces no suelen producir mucho, y que en todo caso lo mucho que ganan se lo quitan a los contribuyentes, que al fin y al cabo son los que verdaderamente producen.

Proyecto X, la punta del iceberg

Proyecto X, la punta del iceberg

La existencia del programa Proyecto X de Gendarmería Nacional, destinado a la realización de actividades de inteligencia interior expresamente prohibidas por la Ley de Seguridad Interior 24.059, no es un caso aislado. El gobierno nacional financia una amplia red de inteligencia clandestina cuyo armado se inició durante la gestión de Nilda Garré como Ministra de Defensa y continuó con su actual gestión como titular de la cartera de Seguridad. El general César Milani gerencia uno de los grupos más importantes que le proveen al gobierno inteligencia sobre las actividades de la oposición y los medios de comunicación. Hecho inédito en la historia del Ejército Argentino, Milani ascendió el año pasado a Subjefe del Estado Mayor del Ejército pero retuvo el cargo de Director de Inteligencia. Esta acumulación de dos cargos -claramente incompatibles entre sí- es una prueba de la importancia política que tiene para el gobierno que Milani continúe al frente de la inteligencia castrense. Pero el ámbito de los servicios de inteligencia no es el único donde el gobierno viola la prohibición de realizar inteligencia interior. En los últimos meses fueron cada vez más claras las señales de que la información colectada por la AFIP está siendo utilizada por distintas autoridades para presionar a empresarios. La presidente fue explícita en un discurso que pronunció en la Casa Rosada diez días atrás, al señalar que le iba a requerir a la AFIP información sobre los ingresos de los ejecutivos de las grandes empresas, en directa alusión a que, de este modo, se proponía condicionar la conducta de aquéllos. El artículo 101 de la ley 11683 dispone que: “Las declaraciones juradas, manifestaciones e informes que los responsables o terceros presentan a la AFIP, y los juicios de demanda contenciosa en cuanto consignen aquellas informaciones, son secretos.”
Pero el avance de Gran Hermano sobre la privacidad de los argentinos no se limita en modo alguno al espionaje de los opositores, sobre todo vía escuchas telefónicas e intercepción de mails. La tarjeta SUBE registra puntualmente los movimientos del usuario en el transporte público. Esto permite controlar la actividad de 8 millones de ciudadanos, cuando en realidad SUBE podría haberse registrado en forma anónima en vez de ser nominal.
Todavía de mayores implicancias en materia de pérdida de privacidad es el Sistema Federal de Información Biométrica Digitalizada. El siguiente artículo ilustra al respecto: “En Argentina no habrá espacio para la duda. En un par de años la población, de 40 millones de habitantes, estará identificada de arriba abajo. O, lo que es lo mismo, por pies, manos, ojos y estructura facial. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, lo anunció con otras palabras, “a través de la huella digitalizada y de su rostro biométrico”.
El programa forma parte de un “sistema federal de información biométrica digitalizada” en el que se combinan las técnicas tradicionales, -sin necesidad de tinta para las impresiones de los dedos-, junto a la tecnología más avanzada. El resultado, una aproximación a la serie CSI, será un retrato exclusivo y completo de cada persona. El software, innovador en América Latina, se ha desarrollado mediante un convenio cubano argentino.
Contribuirán a luchar contra el tráfico de menores, según Cristina Fernández
A partir de enero “todos los recién nacidos en todos los hospitales” de Argentina, confirmó Fernández, deberán someterse a estas pruebas. De este modo, se despejan incertidumbres sobre cambios de identidad de los pequeños, un tema muy sensible en este país donde distintas estimaciones indican que, durante la dictadura militar (1976-83), unos cuatrocientos bebés fueron arrebatados a sus madres.
Según Fernández, estas medidas “contribuirán a luchar contra el tráfico de menores, uno de los males de la época en todas partes”. Asimismo, insistió la presidenta, “ayudarán psicológicamente a que los padres sepan que el recién nacido es suyo”.
Las mismas técnicas biométricas se emplean actualmente en la realización de los nuevos documentos de identidad argentinos, en poder de un cuarto de la población aunque el registro de datos es menor. A diferencia de los adultos, a los que se les requiere únicamente impresión de las manos, los recién nacidos tendrán a su disposición en los hospitales la tecnología adecuada para “poder tomar huellas dactilares también de los pies”.
El hecho de que el gobierno nacional haya adoptado la tecnología cubana para el control de los datos sensibles de la población es revelador, porque el régimen de los Castro viola sistemáticamente los derechos y garantías individuales.
Fuera de control
Estas tendencias, de una gravedad que será cada día más difícil de revertir, fueron acompañadas por la progresiva extinción de los controles. En el Título IV de la Ley 24.059 fue creada una Comisión Bicameral de Fiscalización de los órganos y actividades de Seguridad Interior e Inteligencia, compuesta por ocho miembros de la Cámara de Senadores e igual número de miembros de la Cámara de Diputados, designados por las Cámaras respectivas. Le fue asignada la misión de ejercer la supervisión y control de los órganos y organismos de seguridad interior e inteligencia actualmente existentes, de los creados por la presente ley y de todos los que se crearán en el futuro. Estableció asimismo el artículo 35 de la ley que la comisión debe verificar que el funcionamiento de los órganos y organismos referidos en el artículo 33 se ajuste estrictamente a lo preceptuado en las normas constitucionales, legales y reglamentarias vigentes, constatando la estricta observancia y respeto de las garantías individuales consagradas en la Constitución Nacional, así como de las disposiciones contenidas en la Convención Americana de Derechos Humanos denominada “Pacto de San José de Costa Rica”, incorporada a nuestro ordenamiento legal por ley 23.054. En suma, que el Congreso cuenta con amplias facultades para el control no sólo operativo y de legalidad sino también presupuestario, de la actividad de los organismos de inteligencia. Sin embargo, desde el 2003 a la fecha, se desconoce cuál ha sido la actividad de esta estratégica comisión. Los legisladores de la oposición, en este caso de la UCR, PRO y GEN entre otros, que están promoviendo la citación de Nilda Garré al Congreso para que dé explicaciones sobre el Proyecto X, deberían antes pedirles explicaciones a sus propios pares que integran la Comisión Bicameral que debería estar fiscalizando esta inmensa zona del Estado, que en los hechos está fuera de control.

jueves, 16 de febrero de 2012

El buen consejo de Maquiavelo

El buen consejo de Maquiavelo

En “El Príncipe”, Maquiavelo considera sumamente importante para mantenerse en el poder, tratar de ajustar los gastos a los ingresos.
Legítimamente señala, que el gobernante dispendioso acaba, por necesidad, gravando con impuestos altos a sus súbditos, apelando a todos los procedimientos fiscales y echando mano de cuantos recursos pueda valerse para recaudar dinero. Opina, que ésta conducta, termina por hacerlo odiar por todos aquellos a los que empobrece, es decir, toda la sociedad.
Maquiavelo muestra la inconveniencia del gasto desmedido.
En nuestro país no se asocia el ahorro con el desarrollo. No es el único, basta con observar los problemas que tienen los europeos para reparar que el gasto público se ha convertido en una conducta compulsiva. Las consecuencias están a la vista: endeudamiento, desempleo y disminución del nivel de vida.
La sociedad termina pagando la irresponsabilidad de los que gobiernan.
En Argentina la modernización estuvo ligada -como muchos otros países- al capital extranjero que permitió crear la infraestructura necesaria para aprovechar las condiciones favorables que proponía el comercio mundial.
Pudimos progresar aceleradamente gracias al ahorro de los empresarios ingleses, sobre todo. Aún hoy se lo desprecia y se sigue enseñando en las universidades la errónea teoría de la dependencia y la explotación.
Argentina necesita imperiosamente aumentar la producción y la productividad, contar con capitales extranjeros que se sientan seguros de poder invertir.
El capital autóctono escasea, las empresas, que podrían haber aprovechado las oportunidades que permite el comercio libre, se ven afectadas por regulaciones inconcebibles, limitaciones a la exportación e importación que no permiten mejorar la tecnología y aumentar la productividad, base del progreso económico.
El gobierno se está volviendo cada vez más rapaz porque no puede cumplir con las obligaciones populistas que se ha creado. Los problemas van haciéndose manifiestos. La energía es un ejemplo paradigmático.
Tenemos recursos como para no tener cortes de luz y poder acceder a combustibles más baratos, solo necesitamos abandonar políticas coercitivas para incentivar y atraer inversiones del mundo entero.
Lamentablemente, pocos se arriesgan a traer capitales, se eligen otros países, más seguros con políticas que permitan el cálculo económico. Debe restaurarse la confianza perdida por la nefasta intervención estatal en la economía.
Buena parte de los argentinos se dejaron llevar por discursos que apelaron a la emoción mucho más que a la realidad. Se creyó en el estado benefactor más que en la capacidad individual.
Durante el gobierno de Frondizi, con inestabilidad política, y asedio de la cúpula militar, se hizo un real esfuerzo por cambiar la política económica que se pareció durante años a la actual. Sería útil recordarlo.
Frondizi con valor dejó de lado ideas que defendió antes, y comenzó su gobierno con un discurso que convendría leer hoy. Es el apropiado para realizar un cambio de timón.
Dijo en el Congreso: “El establecimiento de un orden jurídico y de una justicia independiente que proteja al ciudadano contra los excesos del poder administrador, son condiciones indispensables para el progreso económico… deberá garantizarse la libre competencia como estímulo del progreso… y facilitarse la función creadora de la iniciativa privada…”
Como si fuera poco, llamó a colaborar en el área de Economía, Trabajo y Seguridad Social, a quien siempre defendió esas ideas: Álvaro C. Alsogaray. Tomó como punto de partida la decisión del Dr. Frondizi -expresada el 29 de diciembre de 1958- la devaluación de la moneda y la liberación de la economía.
Se inició una política diametralmente opuesta al estatismo, nacionalismo regresivo, controles e inflación reprimida, que había regido en el país desde 1946 y continuó con la Revolución Libertadora y gobiernos posteriores.
Para abril de 1961 se alcanzó una posición destacable. En menos de dos años las reservas monetarias netas habían aumentado notablemente y el peso argentino se mantenía estable. Se iniciaba la construcción del crédito interno y externo, existía adecuada liquidez, la bolsa estaba firme y facilitaba la capitalización de las empresas mientras se cumplía un acelerado proceso de reequipamiento industrial. La balanza de pagos era positiva, el déficit del presupuesto decreciente y financiado sin emisión.
Si se hubiera persistido en el esfuerzo, el éxito no estaba lejos, ya que una auténtica política de desarrollo caracterizada por la afluencia de capitales del exterior estaba en marcha. Lamentablemente, la forzada renuncia del Ministro y los problemas que llevaron al golpe militar y a la destitución del Presidente, marcaron un rumbo incierto.
Cuando “las papas queman” aparecen los que deben “ajustar” y se los tolera hasta que salvan la situación, después se prefiere a los que “regalan” y “distribuyen” con plata ajena. De esa forma volvemos al círculo vicioso que no nos permite levantar cabeza.
Sin embargo, otra vez la realidad se va a imponer en Argentina, como lo está haciendo en Europa y tantas veces en nuestro país. Veremos si ésta vez aprendemos y el próximo gobierno, o por milagro, el actual, siguiendo el buen consejo de Maquiavelo, bajan el gasto y también, como en el gobierno del Dr. Frondizi, realizan un cambio de ese tipo, esta vez perdurable, para que podamos gozar de los resultados.

Los nuevos secretos de Estado

Los nuevos secretos de Estado

Avanzado el año militar, ninguna de las fuerzas hizo pública la nómina de ascensos y destinos en las distintas unidades.
Avanzado el mes de febrero, ni el Ministerio de Defensa, ni las distintas fuerzas, dieron a conocer las nóminas de integrantes tanto de sus respectivas planas mayores como de sus jefaturas de unidades o dependencias, en el marco del inicio del nuevo año militar.
Tampoco se informó sobre el estado del jefe del Ejército, teniente general Luis Alberto Pozzi quien el mes pasado debió ser intervenido quirúrgicamente de una compleja lesión abdominal que insumió la necesidad de aplicar un ano contra natura.
Salvo el relevo del almirante Godoy en la Armada, como la nómina de ascensos de los nuevos generales, almirantes y brigadieres, dada en su momento por el sitio oficial de Presidencia, no hubo otra información ni tampoco dada a conocer a través de la difusión de los decretos respectivos en el Boletín Oficial.
En tanto trascendieron, en el ámbito del Ejército, distintas expresiones reservadas de contrariedad por los criterios utilizados en los últimos ascensos -que como se dijo no fueron públicamente dados a conocer- donde, se aseguró, se promovieron oficiales por encima de los escalafones de mérito en perjuicio de otros uniformados más calificados.
También hubo objeciones en el ámbito del Ministerio de Defensa con oficiales superiores (coroneles) que lograron acomodar su situación para permanecer en actividad, pese a que están incluso hasta dos años excedidos en esa condición. Esta sorda puja entre los mismos involucrados se da por el hecho de que un oficial en actividad pierde, al pasar a situación de retiro, las dos terceras partes de su sueldo. (Tiempo Militar)

Tras un manto de neblina…

Tras un manto de neblina…

Volver al teclado: una experiencia casi surrealista si se trata de analizar un escenario político donde abunda el grotesco y la “tomada de pelo”. Sin embargo, estamos como espectadores mansos en ese teatro. Frente nuestro, un solo protagónico y un exceso de actores de reparto que apenas se limitan a los aplausos.
Parece que hiciese años que reasumió la Presidente en su segundo mandato (otra falacia si consideramos que su primer periodo fue una suerte de continuación del de su marido) En ese sentido, puede decirse sin equívoco que llevamos 9 años sometidos a este reinado. La costumbre nos ha ganado.
De la noche a la mañana se esfumó la esperanza depositada en algunas voces opositoras que lograron ciertos cargos. Todos callaron y algunos cayeron en la trampa del espectáculo montado. Esperan “su momento” que, paradójicamente, no suele ser el momento de los ciudadanos. Hace tiempo que la democracia argentina dejó de ser representativa. Hoy es una seudo democracia delegativa, guste o no aceptarlo.
El año comenzó con un hecho político signado por la confusión: el “falso positivo” de un papelón. Desde entonces, lo que debiera ser una etapa de tregua o quizás de letargo, se vio sobresaltada por incoherencias y atropellos previsibles pero también desmesurados en el cómo y en el cuándo. La confusión y el papelón trashumaron a todos los campos.
La Primera Mandataria decidió adoptar un rol estrictamente comunicacional. No soluciona nada más allá de las palabras. Declama, recita, cree dar cátedra. El gobierno así divide sus quehaceres: por un lado, la comunicación monopolizada por el relato. Por otro, el submundo de los negocios o negociados. Ambos aspectos están en muy pocas manos. El resto atiende contingencias ante la ausencia de políticas a mediano o largo plazo.
La herramienta por excelencia de este nuevo período radica en la sistemática prohibición de todo acto y toda voz que puedan alterar el orden preestablecido de ante mano. Ausencia del clima democrático. Por ejemplo, la Presidente establece que el dólar debe mantenerse. Corolario: control absoluto de mercado. Medidas en apariencia populistas embebidas de falacias nacionalistas. En definitiva, otro engaño.
Quiénes compran dólares en cantidad poseen armas propias para eludir los candados. El único afectado es el ciudadano común a quién se le ata las manos. Pero los dólares, finalmente y a pesar de los sabuesos, siguen escapándose. Ampulosos anuncios con resultados únicamente mediáticos.
La realidad pasa por otro lado. El progreso, en boca de Cristina Kirchner, se palpa en récords tan falsos como el resto del relato. ¡País pujante porque cuatro o cinco días, y algún fin de semana largo, hay movimiento de autos hacia la costa atlántica!
El verdadero dato: cuando el progreso kirchnerista no existía, se veraneaba por lo general entre 15 y 30 días… Pero esas, según el oficialismo, eran épocas de despilfarro que llevaron a la crisis de comienzo de siglo. Entonces vino el abismo, y apareció “El” para salvarnos.
Nada bueno pasó antes de mayo de 2003: comienzo irrefutable de bonanza espectacularmente vendida, por especialistas en el arte de pintar escenografías. Es justo admitir que el público también se maneja en demasía con el doble discurso. Delezna la expansión indiscriminada del Estado pero, simultáneamente, requieren que éste los ampare y proteja para evitarle trabajo. De ese modo es muy difícil romper el círculo vicioso o viciado.
Después de una reelección, que encima superó expectativas, la crisis es o debería ser utopía. Los comicios arrojaron el ocaso de alternativas y sin embargo, hay apremio por tapar todo cuánto está pasando.
No hay enemigos poniendo obstáculos, la economía que aún no se ha desbordado funciona como modeladora de la ética y la moral del ciudadano. Todo es aceptado sin chistar si aún hay cierto respiro y métodos para disfrazar la realidad.
Ejemplo cabal es la tarjeta SUBE. Las filas eternas para permanecer subsidiado, amén de mostrar la necesidad reinante en amplias franjas sociales, pone de manifiesto de qué manera se maneja al rebaño. SUBE es un “regalo” del gobierno, toda otra especulación es solamente eso: especulación de la minoría que no los ha votado. Para muchos sirve como atenuante de un bolsillo aún no violado. ¿Hasta cuándo?
Si algo debe reconocérsele al oficialismo es su capacidad para manejar la distracción. Ante la falta de adversarios, hay que crearlos. La política como batalla perpetua: concepción kirchnerista por excelencia. Así se embistió contra el clero, el empresariado, los militares, los medios de comunicación, el campo… Hoy es el turno de lo foráneo.
Malvinas es una causa nacional que nadie puede cuestionar pues se impone lo políticamente correcto. Es probable que a una mayoría de los argentinos no le interese un ápice la soberanía de los isleños, pero de ahí a exponerlo públicamente hay un gran trecho. Hay miedo al pensamiento…
Malvinas opera como antes operaron los Derechos Humanos.
Con el “manto de neblina” que no hemos de olvidar se cubre al testaferro del vicepresidente, a la interna rabiosa dentro del seno mismo del gabinete, se cubre la improvisación y los déficits. Las Malvinas oscurecen los índices falsos del INDEC, los conflictos sociales en ciernes, el desabastecimiento de insumos, la mega minería que, mucho más allá del medio ambiente, contamina de corrupción a los dirigentes.
Las denuncias deben mantenerse en la latitud en que se han mantenido siempre. Skanska, Grecco, Antonini, Atucha, Yacyretá, Aerolíneas Argentinas, Meldorek…, son ejemplos concretos de cómo deben pasar a segundo o tercer plano todo aquello que salpique de corrupción a los funcionarios. Otro apéndice del Estado hará lo demás: los jueces alquilados.
Más preocupación que la soberanía, la democracia, los derechos humanos y cualquier otra causa, el desvelo del poder pasa por empezar urgente la campaña para asegurar una continuidad que hoy no está.
En ese trance, se vuelve a recordar que hay sólo un modo de alterar el escenario nacional: tocándole -sin eufemismos- el bolsillo a los ciudadanos. Eso no está lejos de pasar. Y será entonces cuando el gobierno necesite alguna estrategia más para mantener el status quo, sin el cual no puede continuar. ¿La tendrá?

martes, 14 de febrero de 2012

Carnaval, sí; ley de sufragio, no

Carnaval, sí; ley de sufragio, no



“La vida es un carnaval”, cantaba Celia Cruz, y eso que no era argentina. De acuerdo al DRAE*, carnaval viene del italiano “carnelevare”, carne, de carne y levare, de quitar. Y la 1° acepción es: “3 días que preceden a la Cuaresma”, fechas en que los cristianos no debían comer carne. ¡Y eso que no se sabía de la futura existencia de Guillermo Moreno, un consagrado especialista en hacer desaparecer la carne!
Otra acepción del DRAE para carnaval, es: “se dice del conjunto de informalidades y fingimientos que se reprochan en una reunión o en el trato de una empresa”. Se refiere a “reunión y empresa”, no dice nada sobre nación, pero nunca se sabe. Por la razón que fuere, el lunes 20 y el martes 21 de febrero, serán feriados nacionales, determinados por la presidente.
¡Y viva el carnaval! Es bueno para el turismo. Siempre y cuando el turista no sea un arriesgado fotógrafo francés, que tuvo la osadía de pretender sacar fotos en la Plaza San Martín, a las 8 y media de la mañana, de un día laborable. Francia, perdón. En Salta el año pasada las 2 turistas y ahora esto. Francia, perdón una vez más.
Mientras Argentina se prepara para festejar el carnaval con alegría, cuestión de olvidar por unas horas que la sintonía fina del gobierno es un asalto al bolsillo, el centenario de la ley 8871, la ley del sufragio universal, la ley Sáenz Peña, la ley que encaminó al país hacia una democracia plena, plural y justa (para la época); la ley que permitió que la actual presidente lo fuera, ha sido olvidada, peor aún, ignorada por los que fabrican feriados. El voto popular tiene menos importancia que el carnaval. Es toda una definición. Una triste, pero real definición de la Argentina de hoy.
El 10 de febrero de 1912 (16 meses después de asumir) el proyecto de ley enviado al congreso por el presidente Roque Sáenz Peña, con la inestimable colaboración de su ministro del interior, Indalecio Gómez, fue aprobado. Al presentar el proyecto, Roque Sáenz Peña se dirigió a los miembros del poder legislativo con estas palabras: “He dicho a mi país todo mi pensamiento, mis convicciones y esperanzas. Quiera mi país escuchar la palabra y el consejo de su primer mandatario. ¡Quiera el pueblo votar!”
Y el pueblo, quiso. Lo hizo por 1° vez en la provincia de Santa Fe el 8 de marzo de 1912, se presentaron los candidatos radicales (hasta entonces se abstenían, ya que los comicios eran abiertamente fraudulentos). Ganó la dupla Manuel Menchaca/Roberto Caballero, UCR. Le siguió Entre Ríos en 1914 y finalmente, las presidenciales a nivel nacional, el 2/4/1916, elección que ganaron cómodamente, Hipólito Yrigoyen y Pelagio Luna. Se cumplió el mandato, y en 1922 fue electo presidente Marcelo T. de Alvear con Elpidio González como vice, hasta 1928. Otra vez Yrigoyen con Enrique Martínez como vice, y el 6/9/1930, el 1° golpe militar que terminó con 14 años de institucionalidad democrática.
A partir del 30, Argentina se bambolea entre gobiernos electos y golpes de estado. De estos 100 años de la ley Sáenz Peña, 22 fueron de facto. Recién desde 1983, con sus más y sus menos, con muchos errores y sin demasiados aciertos, Argentina vive una democracia donde el voto es realmente universal (se le sumaron las mujeres con la ley 13.910 del 8/9/1948, impulsada por Eva Perón). La democracia en su real sentido, es el pueblo eligiendo a sus gobernantes por un tiempo predeterminado. A su vez, república, implica división de poderes y un irrestricto respeto por las libertades individuales. Es cierto, Argentina vive en democracia desde 1983, pero para ser una república, le falta mucho.
Volviendo a Roque Sáenz Peña y a la ley que lleva su nombre y que cambió la historia del país. Después de la Constitución Nacional, los próceres que fundaron la nación Argentina, los que le dieron base y sustento, organizaron el estado, ampliaron y consolidaron sus fronteras, todos ellos, formaban parte de una élite con profundas raíces en esta tierra de la que eran parte. Eran hombres esclarecidos, educados, con visión de futuro y decididos a construir una patria grande, rica y generosa.
Lo consiguieron. Pero, los presidentes y sus vices, formaban parte de un pequeño círculo áulico, se elegían entre parientes, amigos y ex compañeros de colegio. Todos ellos aptos, lúcidos y preparados para los puestos que iban a ocupar. Funcionó bien. Tan bien funcionó que Argentina pasó a ser la meca de infinidad de inmigrantes europeos, corridos por el hambre y la falta de oportunidades. Entonces la sociedad, cambió. Los recién llegados trabajaron, se esforzaron y exigieron el derecho a elegir a sus representantes. Chocaron con los dueños del país.
La UCR de Yrigoyen boicoteó las elecciones amañadas y se levantó en armas varias veces, exigiendo una ley electoral justa. El partido socialista (1896) de Juan B. Justo, participaba de las elecciones, (lo que le permitió obtener la 1° banca socialista de América en 1904 con Alfredo Palacios), pero también exigía una ley electoral diferente. La presión social crecía tanto como el país. Mucho. Y rápido.
Finalmente, Roque Sáenz Peña con Victorino de la Plaza como vice, asume la presidencia el 12/10/1910. Previamente había sostenido una conversación con Figueroa Alcorta, presidente saliente y otra con Hipólito Yrigoyen, virtual jefe de la oposición. Sáenz Peña le promete a Yrigoyen enviar al congreso un proyecto de ley electoral amplia y a cambio exige que la UCR se presente a elecciones y no se levante más en armas. Ambos cumplen. La palabra comprometida era sagrada. Otros tiempos, otros hombres.
Sáenz Peña formaba parte de la más rancia élite porteña, su padre había sido presidente (Luis, 1892/1895, renunció), y él había llegado a la presidencia con los acuerdos de cúpula que se acostumbraban. Aún así, fue capaz de interpretar lo que el pueblo quería y necesitaba. Para los conservadores fue una traición a su clase. Para el país fue la esperanza de integración política.
La ley 8871, del 10/2/1912, la ley del sufragio universal, secreto y obligatorio, para todos los varones argentinos mayores de 18 años, con el padrón elaborado a partir del enrolamiento al servicio militar (obligatorio, ley de Pablo Richieri, 2° presidencia de Roca), permitía elecciones limpias y plurales. Que los distintos avatares que sufrió el país a lo largo de estos 100 años no hayan permitido que Argentina ejerciera y sostuviera en el tiempo su poder de decisión en cuanto a sus mandatarios y representantes, es una falla de la sociedad, no de la ley.
Lo que quizás le faltó a la ley, fue un anexo que estableciera que ilustrar al soberano, era una obligación previa a cualquiera otra ley; cuestión que el pueblo, cada día más y mejor educado, tuviese las armas necesarias para elegir en libertad, sin presiones de propagandas populistas y promesas incumplibles. Sáenz Peña dijo, “¡quiera el pueblo votar!, debió añadir, “¡sepa el pueblo votar!”
Un pueblo educado, piensa su voto. Un pueblo educado, elige mirando el futuro. Martínez Estrada decía que, “si el caballo piensa, se acabó la equitación”. A pesar de la ley Sáenz Peña, la equitación en Argentina se practica con éxito.
Cien años de ley de sufragio universal no ameritaron de parte del gobierno ni siquiera una simple mención. Mientras que al carnaval le consagra dos días feriados, ¡dos!, cuestión de aturdirnos con máscaras, disfraces, serpentina y papel picado. ¡Pobre Argentina!
  • DRAE, Diccionario de la Real Academia Española

Ajuste mata relato

Ajuste mata relato

El excluyente protagonismo que ha ganado la palabra subsidios en la semántica corriente, tanto como el creciente espacio que la cuestión de las tarifas públicas ha pasado a ocupar en la comunicación oficial -desplazando a “las buenas noticias” que mitigaban eventuales amarguras futbolísticas- confirman que la dinámica de los procesos macroeconómicos es inexorable y que, más tarde o más temprano, las restricciones devienen operativas. Apelando a una “metáfora nominativa” -ajustada al lenguaje alambicado de los filósofos rentados de Carta Abierta- podría decirse que la estampita del paraíso “K” se empieza a desteñir.
Más allá de las piruetas dialécticas -lo de “Juanpi” Schiavi esquivando la palabra maldita fue antológico- o de la retórica rupestre de De Vido -definitivamente menos dotado en ese sentido-, es inocultable que el tema produce una suerte de reacción alérgica, como si se tratara de una peligrosa bacteria invadiendo el articulado organismo del “relato”, y dispara una indisimulable desorientación en el discurso. Pareciera que el indiscutible talento creativo de reconocida eficacia para comunicar la abundancia, no atina a encontrar los modos, a la hora de tener que vender la escasez. No es un tema menor. Convendrá monitorearlo, porque asoma como una sensible vulnerabilidad estratégica.
El primer fallido fue el impresionante despliegue publicitario, orientado a revestir de cruzada moral el inevitable aumento de las tarifas de los servicios públicos domiciliarios. El reclutamiento de un dream team de “famosos”, devenidos en espontáneo “club de dadores voluntarios de ética”, no conmovió a sus fans, logrando apenas dos renuncias voluntarias por cada mil apelaciones.
Aún no repuestos del fiasco anterior, se lanzó el culebrón de la tarjeta SUBE -hoy en pantalla-, instrumento en uso en el mundo desde hace un cuarto de siglo, vendido como “cutting-edge” en nuestro país, y que ofrece variadas aristas para la reflexión. Empezando por la referencia a la alta conflictividad potencial contenida en los problemas del transporte público, que remite -reconociendo las oceánicas diferencias- al Caracazo de 1989, o a la Crisis del Transantiago de 2007, ambos episodios ocurridos, curiosamente, en el mes de febrero.
Un abordaje desde lo general a lo particular, no puede omitir la llamativa naturalidad con que se procesa desaprensivamente una política pública arbitrariamente discriminatoria. La cuestión pone al desnudo que vivir en el AMBA nos hace acreedores al privilegio de recibir una ayuda del Estado, diez veces mayor que la que merecen, por el mismo concepto, nuestros compatriotas que eligieron residir en otro rincón de nuestra geografía.
Por otra parte, la pueril argumentación oficial ofende la inteligencia ciudadana. Su propia formulación constituye una flagrante contradicción en sus términos, ya que su promovida masividad atenta contra el propósito declamado de ser un instrumento para introducir racionalidad en la asignación de beneficios sociales. De un lado, porque el medio de pago de un servicio mal podría ser un adecuado atributo de elegibilidad para acceder a un subsidio; por el otro, porque la promesa oficial de beneficiar a todos los tenedores de la tarjeta, es fácticamente inconsistente con la imperiosa necesidad de reducir, en alguna porción significativa, la sangría que representan para el Tesoro los $ 19.000 M que demanda atender el subsidio.

miércoles, 8 de febrero de 2012

La malvinización para tapar el ajuste, cerca de agotarse

La malvinización para tapar el ajuste, cerca de agotarse

Hoy, la presidente conseguirá que un hecho habitual en cualquier democracia normal se convierta en un acontecimiento especial. Es que invitó a gobernadores y legisladores de distintos partidos al acto en el que se darían a conocer modificaciones a los permisos para los vuelos que comunican a las Malvinas con Chile. La última vez que CFK compartió un auditorio con dirigentes de la oposición -Mauricio Macri, Hermes Binner y Ricardo Alfonsín, entre otros- fue el 10 de diciembre del 2010 en un salón de YPF, cuando anunció el hallazgo de grandes yacimientos de gas y petróleo en Neuquén que nos permitirían llegar al autoabastecimiento. Aquella saga energética terminó días atrás con la misma presidente denunciando públicamente a Repsol-YPF por no invertir en nuevas explotaciones. La comparación viene a cuento por el hecho de que, a partir del 10 de diciembre pasado, el cristinismo está librando una batalla a brazo partido para instalar una agenda política que no pase por el ajuste -o la sintonía fina- que es, en definitiva, el verdadero eje de la acción de gobierno durante este año. El primer esfuerzo giró en torno a la escenificación mediática de la operación de tiroides, que se derrumbó en un clima de sospechas cuando trascendieron las incoherencias de los diagnósticos y se hizo obvia la manipulación oficial de la información. Inmediatamente el gobierno inició una serie de escaramuzas resonantes para tapar el impacto inicial de los tarifazos, los aumentos de tasas municipales, la baja del consumo en los centros de veraneo y el malhumor de la clase media ante los aumentos en las prepagas, los colegios privados, etc. La reforma constitucional, la ofensiva contra las petroleras y, sobre todo, la malvinización del discurso oficial fueron los tres instrumentos elegidos para tratar de distraer a la opinión pública.
Como seguirá
Que la malvinización está dirigida a un objetivo doméstico y no a conseguir resultados concretos en el plano internacional lo prueba el hecho de que la Casa Rosada no consiguió avanzar ni siquiera en el plano regional. La clave es que en Itamaratí están molestos por el freno que Guillermo Moreno les impuso a las importaciones y para nada predispuestos a enfatizar su solidaridad por Malvinas. Por otra parte, Brasil avanza en un convenio para la adquisición de material bélico británico que supera los U$S 2000 millones. Similar malhumor por la política de Moreno se hace sentir en Uruguay y Chile. Los más receptivos a la malvinización son, como viene ocurriendo invariablemente, los halcones del conservadurismo inglés, que encontraron una excusa para plantear el refuerzo de las defensas del archipiélago, como si las Fuerzas Armadas nacionales representaran una amenaza real.
El riesgo político que hoy enfrenta el cristinismo es que se le agoten los recursos mediáticos para mantener en primera plana la malvinización distractiva. No sólo se trata de bajarle el perfil al ajuste en marcha sino también a la crisis CGT-gobierno. Es evidente que el cristinismo no se siente cómodo en el contrapunto verbal con Hugo Moyano, porque éste apela a golpear en las zonas más sensibles del oficialismo. En tren de especular, el inminente agotamiento de la malvinización podría abrir paso a un nuevo escenario fabricado para tapar el tembladeral económico. Pero no sería la reforma constitucional, un tema que, si se planteara en el Congreso, llevaría a una casi segura derrota del oficialismo, ya que hacen falta los dos tercios de los votos, que por ahora están muy lejanos.

domingo, 5 de febrero de 2012

ESCÁNDALO EN LA EMISORA ESTATAL

Las denuncias por censura y persecución que desnudan los procedimientos en Radio Provincia

La denuncia de la periodista María Falcó contra las autoridades de Radio Provincia por “censura” y “persecución ideológica” -de la que este portal se hizo eco en exclusiva- devela a su vez los diversos procedimientos de la emisora estatal en ese sentido, que los trabajadores vienen denunciando desde hace dos años.
Falcó, conductora del ciclo “El Andén”, que se emite todos los viernes a la medianoche, apuntó en su presentación judicial contra el director de la radio, Roberto Zarlenga, y el director artístico, Gogó Castañeda Alippi, por la “censura” que sufre su programa y la “persecución ideológica” a que la vienen sometiendo de un tiempo a esta parte.
La periodista presentó su denuncia ante los Ministerios de Trabajo de la Provincia y la Nación, el INADI y la Defensoría del Pueblo nacional. En la cartera laboral bonaerense, que conduce Oscar Cuartango, la denuncia tiene fecha de ingreso el 24 de octubre del año pasado; en su homónima nacional, el 17 de noviembre; en tanto que en el INADI y la Defensoría del Pueblo está fechada el 16 y 17 de noviembre respectivamente.
Según señaló ante NOVA la propia María Falcó, la “mayor apoyatura” la tuvo en el Ministerio de Trabajo de la Nación, que comanda Carlos Tomada. Allí se determinó “violencia de género, violencia laboral y persecución ideológica” Idéntica definición hizo el INADI: caratuló la denuncia como “violencia de género y discriminación laboral”.
La presentación judicial fue motivada por “las emisiones cortadas y/o censuradas de ‘El Andén’”. Falcó apuntó además que Zarlenga y Castañeda Alippi “realizaron durante este último año (no casual electoral) comentarios hacia mi persona en diferentes ámbitos gubernamentales, expresando y determinando que no se me escuche, ya que, debido a mi denuncia pública por abuso sexual, sufro de severos problemas psíquicos”.
Por eso, la periodista se adelantó y confirmó a este portal que ya se realizó una pericia psiquiátrica “con cinco de los peritos más importantes del país”. Según confirmó, los resultados son “inobjetables”.
En su denuncia, la conductora solicitó “de forma inmediata” la “intervención de las áreas competentes y de mis líneas telefónicas (celular y particular), para determinar todos los llamados recibidos del Sr. Roberto Zarlenga los días sábados a la 1 de la madrugada (al finalizar el programa) y los sábados desde las 22, en forma permanente y opresora, con duraciones hasta de más de dos horas”.
De acuerdo a lo que explicó, en esos llamados del director de la radio se vio "en varias oportunidades colocada en la situación de cortarle, ante lo que respondía con insistencias telefónicas a ambos teléfonos”. La mujer también dijo “poner a disposición” de la Justicia los correos electrónicos recibidos “con agravios de parte del Sr. Gogo Alippi”.
La causa, que ingresa a Tribunales la semana que viene, está a cargo del juez federal de Mendoza Carlos Lombardi. Según indicó Falcó, el Ministerio de Trabajo de la Nación le ofreció incluso “un equipo de acompañamiento interdisciplinario”.
En diálogo exclusivo con NOVA, la periodista señaló que “no casualmente sufrí censura con Ricardo Forster, Néstor Kirchner y Cristina Fernández”. La periodista, que tiene un contrato de exclusividad con la radio que vence en julio, denunció además que “soy una de las más antiguas del personal contratado y ni siquiera se me efectivizó en la emisora. Para ser exclusiva, cobro un sueldo irrisorio”, dijo.
“El año pasado pasaron a planta transitoria aproximadamente a 19 trabajadores, entre los que no estuve incluida pese a mi reclamo y a que se me dijo que sí, y eso que mi contrato no es político”, enfatizó.
“Me anclaron por seis años con un contrato de exclusividad, y mi etapa profesional en el último tiempo se vio imposibilitada de crecimiento alguno por este impedimento de las autoridades”, añadió.
Falcó explicó además que los llamados telefónicos de Zarlenga eran como “un acoso tácito, que empezó a tener un vestigio de alineamiento”. La periodista también acusa al director de la radio por “copiar íntegro” el proyecto de “El Andén” y su red de radios.
El envío tiene, hoy, diez mil usuarios de Facebook y una agenda de 60 mil contactos en todo el país. Falcó destacó que “fue el primer programa de violencia de género en Latinoamérica. Cristina Fernández dio por primera vez en su vida una declaración sobre violencia de género para ‘El Andén’, y en la radio lo invisibilizaron”. “Es el programa más premiado de Radio Provincia, con 18 premios, pero se lo sacó hasta del institucional de la emisora”, repudió.
La letra chica
María Falcó señaló que “hace un año que se dejaron de subir las notas de ‘El Andén’ a la página de la radio, nunca se nos dio explicación alguna, siempre se respondió con evasivas o adjudicando el olvido a trabajadores del área. ¿No se supone que la decisión es del director, que debería corregir la situación frente al reclamo?”
La conductora hizo referencia a un acto de censura con una entrevista radial al sociólogo Ricardo Forster. “Luego de dos hechos de censura dieron directivas urgentes de subir la nota con Forster y el homenaje a Néstor Kirchner, pero extrañamente dejaron en el audio parte de mis dichos y, al estar cortado, es confuso”.
“Hace un año, abajo, al pie de la página web de la radio, figuraba ‘El Anden, conducción María Falcó’ -recordó la periodista-. Ahora sólo figura ‘El Anden’, pero con anterioridad dice ‘En diálogo con Radio Provincia’”.
El pasado
En una larga lista de “promesas incumplidas y obligaciones fuera de su función”, que distribuyó entre colegas el año pasado, María Falcó apuntó a Zarlenga por el “robo sistemático de pautas publicitarias que me pertenecían y yo había acordado en áreas de gobierno”.
También denunció el “robo gigantesco de la implementación de comunicación permanente con audios y gacetillas a todos los municipios de la Provincia, armando una tarea comunicativa en red que fue un proyecto mío”.
“Cualquiera que conoce ‘El Andén’, no como programa radial sino como proyecto integral, sabe bien que eso siempre se hizo en otras áreas desde ‘El Andén’ -explicó-. Alguna vez le expresé este proyecto a Zarlenga, cuando recién asumía en la radio, y lo terminó haciendo por su cuenta”.

El director
El caso de María Falcó despertó otras voces críticas con la gestión de Zarlenga en Radio Provincia. “La radio es un lugar lleno de aprietes, contratos sucios y censura”, indicaron fuentes que pidieron el anonimato. Esas voces revelaron que la censura alcanza, incluso, al propio oficialismo. Según indicaron, Zarlenga “prohíbe” a menudo poner al aire al vicegobernador Gabriel Mariotto. “Cada vez que hay un chispazo con Scioli, da la orden de que no se lo puede sacar”, dicen.
También hay cuestionamientos por la presencia de supuestos “ñoquis” en la radio. Fuentes de la propia emisora revelaron una lista de nombres y salarios, que a continuación se reproducen:
Faide, Alejandra Virginia ($4000)
Grea, Enrique Alberto ($3000)
Luchi, Mónica Adriana ($1500)
Majolo, Luciano Andrés ($3800)
Ojea, Marcial ($4000)
Papania, Francisco Rodolfo ($2400)
Sanso, Laura Mabel ($4000)
Sydorowicz, Ariel Fran ($3500)
De acuerdo a estas denuncias, todos serían “amigos” de las autoridades de la radio. Alejandra Faide percibe un sueldo de 4 mil pesos como columnista de salud, pese a que dicen que "nunca fue”. Llamativamente, en la red social Facebook aparece como “amiga” de Gogó Alippi; de su hijo, Nicolás Castañeda, y de Carolina Zarlenga, hija del director.
Zarlenga, por su parte, cuanta entre sus “amigos” de Facebook a Laura Sansó, otra integrante de la supuesta lista de “ñoquis” de la emisora. Otra de las mencionadas en la nómina, Marcial Grea, percibe un sueldo de 4 mil pesos como columnista musical, aunque tampoco “fue nunca”.
Fuentes políticas deslizaron además que, como sabe de la apremiante situación en la emisora por las denuncias que van en aumento, Roberto Zarlenga “se está reuniendo con intendentes para pedir banca, y ofrece a cambio espacios en la radio”.
El caso de la antena
A comienzos de 2011, los trabajadores de Radio Provincia pidieron una “urgente investigación parlamentaria” sobre la inversión del nuevo equipo transmisor de la AM 1270, ya que “siendo uno de los más importantes de Sudamérica, resulta llamativo que la radio tenga ahora menos potencia y alcance que antes”.
A través de un comunicado, los trabajadores solicitaron “investigar por qué el jefe técnico, Eduardo Arturi, se negó sistemáticamente a firmar el final de instalación y aprobarlo, aunque luego, contra su negativa, se terminó aprobando el funcionamiento, que ningún ingeniero responsable se atrevería a aprobar”.
Además, invocaron a que “se investigue qué hicieron los directores con el dinero destinado al plan de relevamiento de la frecuencia para asegurar la cobertura correspondiente a la potencia, ya que con la inversión realizada resulta más que extraño que la emisora tenga menos nivel de alcance que antes.
También repudiaron en el comunicado los actos de censura “indirecta y hasta directa, como cortes enteros de programas” y reclamaron que “se investigue cómo se realizan contrataciones inexistentes y quién se queda con esa asignación”, además de “los programas ‘quioscos’, que se hacen pidiendo dinero a instituciones”.
Por otro lado, apuntaron a las denuncias sobre “acoso, censura y persecución política” -el caso de María Falcó es uno de ellos- y se preguntaron “cómo y por qué sostienen a una dirección sin antecedentes básicos en la comunicación que produce un vaciamiento de personal, de contenidos y se rodea de ineptos y corruptos”.
Ante este panorama, fuentes políticas consultadas por NOVA analizaron que “evidentemente Zarlenga tiene banca del sciolismo”, y apuntaron al secretario de Comunicación Pública de la Provincia, Juan Courel. “Si no, no podría obrar así”, concluyeron.

En defensa de las instituciones

En defensa de las instituciones

El sistema republicano, la división de poderes, el funcionamiento en serio de las instituciones y la subordinación de estas a la Constitución Nacional, no son defendidas desde estas páginas por apego a la beatería democrática y a los lemas políticamente correctos. No nos interesa desde aquí repetir el catecismo de los manuales de educación cívica. Nada más lejos de nuestras intenciones que el pretender dar esos consejos formales ya consabidos y repetidos que no incomodan a nadie ni denuncian nada: para el lirismo republicano ya están los radicales y para dar mensajes “macanudos” tenemos a la amarillenta muchachada capitalina que enarbola no los principios de Juan Bautista Alberdi sino los que dicta Jaime Durán Barba.
Desde este lugar no nos hemos caracterizado nunca por la pusilanimidad ideológica ni por la cortesía discursiva, pero consideramos imprescindible defender la institucionalidad, no por mero fetichismo al protocolo burocrático ni apego idolátrico a las buenas formas, sino porque del funcionamiento correcto de las instituciones depende que los inversionistas argentinos y extranjeros se sientan animados a invertir su dinero en nuestro país. En efecto, si hay seguridad jurídica tendremos más chances de atraer inversiones (nadie arriesga su dinero en lugares inseguros o inestables). Si hay inversiones, habrá creación de trabajo en serio (y no subsidios clientelistas financiados con inflación). Si hay trabajo en serio, mejorará la calidad de vida de los argentinos no de manera coyuntural o eventual sino de modo sustentable y perdurable. En suma, que las instituciones funcionen bien es rentable económicamente. En sentido contrario, si tal cosa no ocurre, habrá lo que hoy tenemos: no un progreso sino un alivio doméstico, cuya anestesia se terminará tan pronto merme el viento de cola trasnacional del que hoy goza involuntariamente América Latina.
¿Cómo está la Argentina en el ranking mundial de calidad institucional al año 2011?: en el indecoroso puesto número 125.
Pero esto no es una competencia que no tenga efectos, sino que justamente las consecuencias de tener instituciones de cartulina son la desinversión que venimos señalando, dado que la Argentina no sólo no atrae inversiones sino que las ahuyenta. Efectivamente, tomando datos solamente de América Latina, en el 2011 la Argentina kirchnerista se ubicó muy por debajo de Brasil, México, Chile, Perú y Colombia. Estos países que años atrás los mirábamos con displicencia, ahora nos pasan por encima captando millonarias inversiones que nosotros no podemos ni sabemos seducir. Para mal de males, las proyecciones son más que vergonzosas: mientras en el 2011 las inversiones crecieron un 54% en toda la región respecto al año 2010, la Argentina no sólo no creció ese 54% proporcional sino que decreció el 30%, en tanto que Brasil capturó un 154% y Colombia un 91% más que el año anterior. Eso sí, en el ránking que descollamos con maradoniano orgullo es en el de la inflación: tenemos el segundo puesto debajo de Venezuela.
¿Quién es el responsable formal que ha desaprovechado tamaño boom? Protocolarmente ha sido Amado Boudou, por cuya labor la jefa Cristina lo premió como candidato a Vicepresidente de la Nación. Pero no carguemos tintas ni todas las responsabilidades sobre el simpático Disc Jockey devenido en Ministro y Vice-Presidente, dado que por supuesto hay factores reales mucho más importantes y preexistentes a la aparición en escena de este personaje en la cartera ministerial en julio del 2009.
¿Cuál es la causa real de tan pobres guarismos entonces? No otra que la falta de previsibilidad jurídica, la ausencia de libertad económica, la nula independencia del Poder Judicial y la impunidad institucionalizada. Es decir: el mal funcionamiento de las instituciones.
No tener instituciones, o tener instituciones que funcionan mal (que es más o menos lo mismo), es un hobby peronista que sale carísimo moralmente pero que además nos empobrece económicamente. Ya que los argentinos somos tan apegados a la economía y tan desatentos al resto de las variables de la cosa pública, al menos por un interés crematístico deberíamos velar el buen funcionamiento de las mismas.

viernes, 3 de febrero de 2012

La “brocha gorda” de Cristina ahora con los jubilados, las paritarias y el dólar

La “brocha gorda” de Cristina ahora con los jubilados, las paritarias y el dólar
Se está aplicando un freno al drenaje fiscal, llamémoslo como quieran a las idas y vueltas y a las verbalizaciones del “relato-discurso épico” del oficialismo; este freno lleva al Gobierno a aplicar desde controles draconianos a los particulares que ahorran en dólares, hasta impedir el pago de dividendos en las empresas, pasando por exigir que se liquiden en el país las divisas de las exportaciones de mineras y petroleras, la no remisión de ganancias a las casas matrices de las empresas extranjeras radicadas en el país, hasta traspasar el subte con quita del 50% del subsidio a la Ciudad de Buenos Aires y “fogonear el conflicto social mediante los delegados troskos de la empresa” que se oponían a la suba del boleto.
Ahora pretenden que sea el pueblo el que “renuncie voluntariamente” a un subsidio que nunca fue pedido y que el Estado impusiera como un sistema de mantener artificialmente planchada la inflación, que igualmente se disparó hasta llegar a ser la segunda a nivel mundial, sólo superada por la Venezuela chavista; exigir del pueblo que decida por sí mismo la naturaleza de las políticas públicas -“a vos te toca”, “yo quedo afuera”- son la nueva mamarrachada de éste régimen populista berretizado, que esconde dos cuestiones cruciales: 1º.- el gasto público debe achicarse o, al menos, no crecer del modo en que lo vino haciendo desde hace cuatro años, porque llegó la hora de “pagar la fiesta de la opulencia ficticia”; y 2º.- iniciar el camino en que la etapa de las políticas públicas universalizadas irán cediendo espacio al nuevo carácter de políticas focalizadas.
Ayer la Presidente dijo que las paritarias son una negociación libre entre empresarios y sindicalistas en las que el Estado no tiene participación, pero, acto seguido, desgranó paso a paso el porqué de la intrusión del Gobierno para pasar a ser decisivo definiendo el aumento salarial para los privados de este año, creando un Comité Oficial para analizar el nivel de rentabilidad y productividad por empresa, una verdadera política intervencionista contraria al espíritu de la libre negociación de las paritarias. Les pidió responsabilidad a las empresas “porque han ganado muchísimo” y terminó confirmando la intención de que haya aumentos salariales de acuerdo a la rentabilidad de las compañías, algo bastante parecido a la teoría más ortodoxa del capitalismo más salvaje.
Confesó asimismo, que estuvo hurgando en los sueldos de los directivos de las empresas y que seguirá muy de cerca éstos y los aumentos que pacten las empresas que reciben subsidios del Gobierno, porque “descubrió -aunque un poco tarde ¿verdad?-“ que muchas de ellas dijeron no tener ganancias y aparecieron en las listas de compradores de dólares, a la vez que inició el camino a una posible reestatización de la petrolera YPF de la que “ellos” -CFK y NCK- fueron impulsores en la etapa privatizadora de Cavallo-Dromi-Menem. CFK dejó en claro sin decirlo, con la costumbre de no contar lo que no quiere que se sepa o lo que no le conviene decir, que tiene la sana intención de usar toda la información que esté a su alcance en el intento de que los aumentos del sector privado se encuadren dentro del rango del que ella considera es el porciento adecuado, poniéndole definitivamente un techo a la negociación de entre un 18 y un 20% máximo.
Además de fijar como un logro épico el aumento del 17,62% a las jubilaciones que las coloca en el rango de un 30% de una canasta básica alimenticia, pues los $1.687 mensuales equivalen a $56,34 diarios, lo que es una verdadera inequidad impropia de un régimen que dice bregar por la justicia social y condena a la masa de ancianos a un ingreso que en el del promedio -$2.515- no alcanza al 43,36% de la canasta básica y da que reciben $83,83 diarios, toda una verdadera vergüenza que ella enumera desde su soberbia como una conquista social “increíble” que agrega $253 mensuales a casi 7 millones de jubilados que no les va a alcanzar ni siquiera para compensar los $360 que subieron los servicios apenas entre diciembre 2011 y febrero 2012.
Una verdadera canallada que se disfraza de “épica desde el discurso-relato” y que es otra de las medidas aplicadas para contener el gasto público descontrolado al que llevó esta política de despilfarro de subsidios indiscriminados a empresas, bancos, petroleras, casinos y bingos, empresas de carga y transporte y que muy lejos estaba de beneficiar al “pueblo de a pie”. CFK no olvidó la otra cuestión económica que la desvela desde la pasada fuga gigantesca de capitales de más de US$70 mil millones: el ahorro del dólar, informó las nuevas normas del BCRA que exigen aumentar las capitalizaciones de los bancos y en la práctica implican que por los próximos dos años no podrán girar utilidades, pareciera que para ella todo vale para cuidar los dólares del BCRA que ella luego malgasta pagándoles a los acreedores extranjeros de contado y con reservas.
Claro que existen algunos inconvenientes para desarmar esa maraña de subsidios, despilfarros y pagos extemporáneos, y no es otro que el derivado del mundo fantasioso inventado con las cifras del INDEC, donde según ellas no existen indigentes ni pobres y el crecimiento del PBI sigue a tasas chinas, lo que genera el contrasentido de tener que pagar millonarias cifras por los bonos atados a éste ficticio crecimiento, y despilfarrando los supuestos “ahorros” -¿estafas?- generadas sobre aquellos otros bonos atados a la inflación interna. Intentan ocultar todas estas impudicias cacareando con los aumentos macristas del subterráneo, mientras aplican “ajustazos a la electricidad y el gas”, mantienen el innoble impuesto a las ganancias sobre sueldos que ya alcanzan a casi un 50% de los asalariados en blanco, y por otro lado suman al “futbol para todos”, ahora a “el automovilismo del TC para todos” invirtiendo los dineros públicos inadecuadamente y en propaganda oficialista.
¡Pan y circo!, denunciaban nuestros abuelos a este tipo de mamarrachadas de un populismo berretizado y de fin de ciclo; en post de esconder la realidad acuciante de la falta de superávit fiscal y el deterioro del superávit comercial practicamos la “desaparición forzosa” de los subsidios al transporte, los peajes, los servicios públicos y la energía del gas, la electricidad y los combustibles. Otra medida que no se sabe con qué fin se ha lanzado es la de histerizar a la población con la salida de la tarjeta SUBE, lanzada vale recordarlo hace tres largos años, y que ahora implica “garantizarse seguir subsidiado en el transporte metropolitano”, algo que con el tiempo también, y mucho antes que tarde, irá a desaparecer, si el ahorro necesario es tan importante como pareciera de acuerdo a las medidas que se están tomando apresuradamente desde el régimen cristinista.