viernes, 5 de agosto de 2011

En las vísperas del Jaque Mate: el Caso Zaffaroni arrincona al Gobierno Nacional

Los eventos que afectan al entorno del polémico magistrado no representan una noticia sin importancia. Razones y derivaciones políticas.

El otrora prestigioso magistrado de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Raúl Zaffaroni, se encuentra ahora en la picota. La investigación surgida de Diario Perfil -y que recogía denuncias de una ONG en relación al uso que se hacía de seis inmuebles, registrados como propiedad del Juez- ha derivado ahora en una nueva crisis política de altísimo despliegue mediático que golpea a la Casa Rosada con la fuerza de un puntapié al plexo solar.
A los pocos días, una secuencia de hechos llevaría a la publicación de una áspera misiva, con la autoría del respetado Abogado, el Dr. Ricardo Monner Sans. El letrado se hizo eco del dilema ético en el que Zaffaroni -sin ayuda de nadie- supo zambullirse de cabeza. Pero Monner Sans fue mucho más allá, recordando que el buen amigo y colega de Carmen Argibay ofició de Juez en los tiempos del Proceso de Reorganización Nacional, al tiempo que se hizo eco de una vieja declaración del propio magistrado de la Corte en 2003, ocasión en que reconociera ante el Senado de la Nación que evadía impuestos. Finalmente, el autor de la carta se ocupó de rememorar un hecho que, sugestivamente, la clase política ha venido obviando desde hace un buen tiempo, esto es, que el Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni arribó al Alto Tribunal de apuro, casi puesto “a dedo” por el fallecido ex presidente Néstor Carlos Kirchner. Claro está, ante la necesidad de reformular la impresentable “corte menemista”,aquella que supo oficiar de escribanía del Ejecutivo en los años noventa, y que hiciera un esfuerzo notable para respaldar un turbio programa de privatizaciones de empresas estatales. Parafraseando al Dr. Monner Sans, “valía todo” con tal de imprimirle a la Corte Suprema de Justicia un nuevo hálito de transparencia. Néstor lo hizo.
Unos pocos días atrás, el iridiscente Jorge Lanata brindó una atendible entrevista a medios nacionales. En relación al Caso Zaffaroni, opinó que le parecía difícil que el juez no tuviera conocimiento sobre el uso que se daba a las unidades funcionales bajo su titularidad. Con el correr de las horas, la prensa argentina complementó la información inicial con nuevos datos que darían lugar a un sinnúmero de sospechas. Se ha sindicado como “administrador”del Juez de la Corte al Sr. Ricardo Montivero, a priori responsable de gerenciar los contratos de alquiler de las viviendas pertenecientes al Dr. Zaffaroni. Sin embargo, comenzó a llamar la atención en las últimas horas el hecho de que Montivero figura como titular de la línea telefónica del domicilio fiscal del magistrado, sito en la calle Boyacá al 900. Cuando entra en juego el análisis estricto de la letra de la ley, cualquier abogado recién egresado podría concluir sin pestañear que existiría, prima facie, una sociedad entre don Eugenio Raúl y su servicial administrador. Sin importar que -por lo bajo y en off- el propio Zaffaroni la emprenda con furia contra Montivero. Con todo, surgen más preguntas en relación a la cuestión de las unidades utilizadas como prostíbulos: quien alquila departamentos o viviendas para la oferta regular de sexo “puertas adentro” sabe que esos contratos se cobran entre tres y cuatro veces más caro de lo normal (la razón es obvia); cabe entonces preguntarse si acaso el hábil gerenciador del Juez rentaba aquellas unidades a precios elevados o si, en contrario, exigía precios corrientes de mercado. Si Montivero operaba bajo la segunda prerrogativa, ¿estafaba al Dr. Zaffaroni, quedándose con una utilidad superior a la marginal? En cualquiera de los casos, será el propio letrado quien deba dar las explicaciones pertinentes, pero no frente a la pálida versión de la administración de justicia que hoy conocemos, sino frente a un jury de enjuiciamiento de carácter probo e insobornable. La probabilidad de ocurrencia de este escenario no es un tema que corresponda tratar aquí, al menos en esta columna. Nota complementaria: la Ley 26.364 (Prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas - Modificación Código Penal y Código Procesal Penal de la Nación) es lo suficientemente clara, especialmente en lo que hace al contenido del Artículo 4to: “a) Cuando se redujere o mantuviere a una persona en condición de esclavitud o servidumbre o se la sometiere a prácticas análogas; b) Cuando se obligare a una persona a realizar trabajos o servicios forzados; c) Cuando se promoviere, facilitare, desarrollare o se obtuviere provecho de cualquier forma de comercio sexual; d) Cuando se practicare extracción ilícita de órganos o tejidos humanos”. Se impone la pregunta: ¿podría el magistrado desconocer el contenido de la presente legislación?
Existen, asimismo, otros componentes que hacen a la clara falta de idoneidad del Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni para integrar el máximo Tribunal. Cítese, por ejemplo, su íntima relación con el Sr. Jacobo Grossman -con antecedentes por secuestro extorsivo e indultado en 1991-, y hasta qué punto ha influido el Juez para que su buen amigo preste servicios como Secretario de la Corte. Por otro lado, surge otro número importante de suspicacias en relación a su pasado, y si acaso su desempeño fue -como se dice- loable a la hora de presentar recursos de hábeas corpus para detenidos por la dictadura militar en los años setenta. La idoneidad sobre la que se hace mención también se observa comprometida, en virtud de la cercanía ideológica que don Eugenio Raúl exhibe con el oficialismo. A este respecto, es noticia vieja que Zaffaroni fue consultado oportunamente por allegados a la Presidente de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, para conocer su interés en presentarse como aspirante del Frente Para la Victoria en la figura de Jefe de Gobierno porteño, e incluso de Vicepresidente. Para colmo, él no ha eludido comentar sobre su propia iniciativa para proponer una novedosa reforma de la Carta Magna que le permitiría a la viuda -de resultar ganadora en octubre- pelear por una re-reelección dentro de cuatro años. En la Argentina, todo parece moverse en círculos. Al Dr. Eugenio Zaffaroni le asiste el derecho constitucional de la réplica y el descargo. Pero no es menos cierto que los ciudadanos también debemos hacer honor al nuestro, en el sentido de reclamar por una justicia cuyos componentes observen criterios de transparencia, coherencia e independencia. A la luz de los hechos, esta solicitud podría catalogarse perfectamente de utópica. Aunque está lejos de aparecer como inválida.
De todos modos, son los ribetes políticos del “Dilema Zaffaroni” los que nutren el interés de los lectores, candidatos y analistas políticos que suelen repasar a diario las páginas de El Ojo Digital. Fuentes cercanas a Balcarce 50 han reportado en su momento que el magistrado ha visto crecer su reputación como engranaje fundamental del kirchnerismo/cristinismo en el ámbito de la Justicia. Los comentarios en tal sentido perderían incandescencia y credibilidad, sino fuera porque los ánimos distan de ser los mejores en el rosado edificio, desde que el tema estalló en los medios masivos del país. No en vano, el matutino La Nación publicó este miércoles un texto en donde un referente del gobierno federal apuntara que Zaffaroni podría “no ser punible, pero desde el punto de vista político, es indefendible”. Precisamente, las preocupaciones del entorno presidencial surgen del impacto que la desagradable noticia podría provocar al momento del conteo de votos. Por otro lado, el temor más palpable cabalga sobre las relaciones que podría rastrear la prensa entre el Juez y el tristemente célebre Caso Schoklender-Bonafini. Con toda probabilidad, los fundamentos de la trama podrían alumbrarse apenas alguien responda a la “pregunta del millón”: ¿conoció Jacobo Grossman a Sergio Schoklender personalmente? ¿Quién o quiénes se ocuparon de sacar de prisión al ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo?
Incontestablemente, la caída en desgracia de los organismos de derechos humanos ha sacudido el piso bajo los pies de la Presidente Cristina Elisabet Fernández Wilhelm. Nuestra primera mandataria no solo debe hacer frente a su crítico estado de salud: casi con rigor diario, noticias del calibre del affaire Schoklender-Bonafini o la violencia en Jujuy -a los que ahora se suma el calvario del Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni- contribuyen a generar una creciente inquietud de cara a las chances electorales reales de la candidata. El laberinto creado por el magistrado parece no exhibir salida posible: para Balcarce 50, salir en su airada defensa representaría un claro suicidio político, en tanto que tampoco puede demandar su separación del cargo (sus servicios serían necesarios como “cubierta” judicial, se reporta). Al mismo tiempo, la permanencia de don Eugenio podrá ser explotada hasta el aburrimiento por los candidatos de la oposición que necesitan, de manera imperiosa, captar para ellos los titulares de las primeras planas de los diarios.
Mientras Zaffaroni ha comenzado a perturbar a sus pares -que silenciosamente le piden que dé el paso al costado, temerosos de que la continuidad de su colega los contamine-, Cristina Fernández y Máximo Kirchner han tomado conocimiento de recientes mediciones que, a contramano de los estudios de opinión pagos y que se publican a diario, reflejan las dificultades de la Presidente para superar el 30% de intención de voto a nivel nacional en agosto. Aquí comienza a comprenderse el esfuerzo denodado que la Rosada lleva adelante para enlodar el escenario de las Primarias. La Jueza Federal con competencia electoral en la Capital Federal María Romilda Servini de Cubría ha vuelto a poner el grito en el cielo, pues no se conformó con las promesas de Florencio Randazzo: hace falta girar el dinero para que las PASO puedan llevarse a cabo. El mensaje fue contundente: “Sin fondos, no hay Primarias”.Que distritos como la Ciudad Autónoma y la Provincia de Buenos Aires se “abran”del 14 de agosto sería suficiente para dinamitar la puja.
En virtud de los números “crudos” que la Presidente ya tiene en sus manos y la complejidad y el pésimo timing que observa el caso Zaffaroni, no sería extraño que la viuda de Kirchner tome, próximamente, una decisión que podría sorprender a más de un analista político desprevenido.
El cristinismo -está visto- desconoce las reglas más elementales del juego del ajedrez. Especialmente, aquella que exige al jugador conocer de antemano los siguientes tres movimientos que ejecutará.

POR EL VACIAMIENTO DEL YACIMIENTO CARBONÍFERO RÍO TURBIO

Inminente procesamiento de Taselli, un empresario K
En los próximos días se podría definir la situación judicial de Sergio Taselli, ex concesionario de YCRT SA, acusado de vaciar el patrimonio de la empresa en una causa que se sigue ante el Juzgado Federal Nº12 de Comodoro Py. Antes de iniciarse la feria judicial ingresó el pedido del Fiscal, ahora el Juez Sergio Torres debe decidir.
“Estamos muy entusiasmados porque vemos que la causa sobre Taselli avanza y esperamos que el Juez (Sergio) Torres se expida en pocos días sobre el pedido que hizo el Fiscal para que dicte el auto de procesamiento de Sergio Taselli”, le dijo a OPI Raúl Wanzo, ex dirigente gremial de ATE, trabajador de la mina de carbón y querellante en la causa 4863/03 caratulada “Taselli Sergio y otros S/ delito de acción pública”.
“El fiscal Dr. Federico Delgado hizo la presentación unos días antes de que comenzara la feria, lo que nos hace suponer que en esta semana o la otra a más tardar habrá novedades sobre la decisión del Juez -remarcó Wanzo, quien aclaró- es que aquí (en YCRT SA) no se agota el delito que cometió Taselli, porque ha quedado demostrado a través de la acción del perito contable de la CSJ que hizo “aportes irrevocables” a su empresa, es decir, hablando claro: desvió fondos que venían de nación para YCRT y los utilizó en su empresa particular”.
En este sentido Wanzo explicó que del peritaje contable surge que en el 2001, último año de la gestión del concesionario, los aproximadamente 30 millones de pesos/dólares que entraron a YCRT SA, de los cuales 22,5 millones eran para el pago de sueldos y funcionamiento y otra parte como producto de la venta del carbón a la usina de San Nicolás (a precios subsidiados), fueron totalmente desviados a las empresas del grupo Taselli.
“Ahora esperamos que el juez defina el procesamiento y que lo meta preso, porque si la justicia actúa como con cualquier delincuente, Taselli debe ir preso”, indicó Wanzo quien finalmente dijo que ha quedado sobradamente demostrada la impunidad con que el ex concesionario de YCRT se ha manejado todos estos años. (Agencia OPI Santa Cruz)
El Yabrán de Kirchner
El apellido Taselli suele frecuentar los medios periodísticos, casi siempre relacionado con actividades controvertibles.
Juan F. Marguch / La Voz
El periodista Daniel Gatti, autor de del libro Kirchner, el amo del feudo, bautizó al empresario Sergio Taselli como “El Yabrán de Kirchner”. Su audacia, su desparpajo y su habilidad para forjar alianzas con funcionarios diligentes recuerdan bastante el estilo del hombre que se erigió en símbolo del empresariado menemista. El apellido Taselli suele frecuentar los medios periodísticos, casi siempre relacionado con actividades controvertibles. Como Yabrán, rehúye la publicidad, pero sus negocios a la sombra del poder en turno lo colocan, habitualmente, en el centro del escenario.
El 15 de mayo último reapareció en los medios, cuando enfurecidos usuarios del ex ferrocarril Roca destruyeron gran parte de la estación Constitución como protesta por el deplorable servicio que se les prestaba: hacinamiento, demoras interminables, cancelaciones intempestivas de viajes, ruinoso estado del material rodante. Pero su prontuario empresarial acumula otros clamorosos antecedentes.
Antiguo chatarrero proveedor de Techint, dio un salto de calidad el 1º de julio de 1994, cuando tomó el control de la empresa Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT), que el entonces todopoderoso superministro Domingo Felipe Cavallo, en lo más candente de su fiebre privatizadora, había ofrecido por doquier sin encontrar interesados. Hasta que apareció Taselli. Se le extendió una concesión por 10 años, con opción a una prolongación por otros 10 años. Taselli no entregaba un solo centavo y, por lo contrario, se le garantizaba la compra de la producción y recibiría además subsidios por 1.875 millones dólares mensuales hasta el vencimiento del contrato.
Entre 1994 y setiembre de 2001, cobró 163.125 millones dólares. Jamás efectuó inversiones y, peor aún, su adicción por la chatarra le llevó a vender todas las maquinarias y equipos de las secciones Herrería, Electromecánica y Automotores. Inspectores de la Auditoría General de la Nación (AGN) verificaron que esas áreas se encontraban totalmente desmanteladas, sin ningún tipo de mantenimiento”.
Sometió al personal a durísimas condiciones de trabajo, entre ellas la supresión del descanso semanal y un franco cada 25 días, con jornadas de 12 horas diarias. Además, retuvo en provecho propio los aportes jubilatorios y para las obras sociales. Los inspectores de la AGN denunciaron a la Autoridad de Aplicación, cuyo deber era controlar el cumplimiento de los compromisos contraídos por Taselli, porque ese organismo se abstuvo de efectuar“ninguna imputación”. ¿Quiénes integraban la Autoridad de Aplicación? Tres miembros, en representación de la Secretaría de Energía de la Nación, YCRT y la provincia de Santa Cruz, cuyo gobernador era Néstor Carlos Kirchner.
Las condiciones extremas de trabajo llevaron a los mineros a realizar la más dilatada huelga de la historia de YCRT. Para quebrarla, Taselli ordenó el corte del suministro de electricidad y de los sistemas de ventilación. Puestos ante el riesgo de morir asfixiados por la inhalación de gas grisú, los huelguistas depusieron su actitud. Finalmente, ante las reiteradas peticiones gremiales, el presidente Eduardo Duhalde rescindió el contrato de concesión. Taselli dejó la explotación en condiciones deplorables: la extracción de carbón cayó de 400 mil toneladas a 40 mil, se perdieron más de tres mil puestos de trabajo y la falta de mantenimiento influyó para que un incendio que estalló el 14 de junio de 2004 causara la muerte de 14 operarios.
Kirchner acudió al velatorio de las víctimas, y vecinos de Río Gallegos aseveran que lo vieron llorar en público por primera vez. Quizá por solidaridad, quizá también por arrepentimiento por no haber intervenido durante esos siete largos años para detener la acción depredadora de Taselli, cohonestando de alguna manera el pago de esos 163,1 millones de dólares entre julio de 1994 y setiembre de 2001, según denunció la AGN (una síntesis del informe de la Auditoría fue publicada por Página/12en su edición del 19 de junio de 2004.)
Un “holding”. Mientras perpetraba su fructífera incursión por Río Turbio, Taselli aceleró la construcción de un verdadero holding, que incluía Trenes Metropolitanos, Frigorífico Santa Elena, Parmalat, Materfer, Aceros Zapla, Petroquímica Bermúdez, Agrinac, redes distribuidoras de energía eléctrica. Bajo todos los gobiernos, desde Menem a Kirchner, pasando por Duhalde y De la Rúa. Siempre al asalto de empresas quebradas y habitualmente sin desembolsar un solo peso o pagando un precio simbólico de un peso; bastaba, al parecer, con recibir subsidios a cambio de su promesa de hacerse cargo de los pasivos, pero a veces se olvidaba de lo que prometía y optaba por la quiebra lisa y llana.
En Metropolitano se asoció con Mario Montoto, ex montonero, ex secretario y apoderado legal del comandante Mario Firmenich, CEO de Codesur (Corporación para la Defensa del Sur), dedicada a la venta de armamentos -representa, entre otras, a una de las mayores fábricas de armas de Rusia-, y al mantenimiento de naves de guerra de superficie y submarinos. En Codesur revistan en retiro activo ex militares del Ejército y la Marina, ahora empleados del ex montonero. Las vueltas que da la vida... (¿Qué vueltas de la vida? ¡Las vueltas que da la Argentina!)
Los antecedentes de Río Turbio no impidieron que Taselli entrara en el negocio ferroviario, con los resultados conocidos. El 23 de mayo de este año, luego del incidente de Constitución, Kirchner rescindió el contrato de concesión de los ex ferrocarriles Roca y Belgrano, cuyos servicios pasó a la Unidad de Gestión Operativa (Ugofe), integrada por las empresas Metrovías, Ferrovías y Trenes de Buenos Aires.
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, habló maravillas de la gestión de Ugofe, a pesar de que el secretario de Transporte de la Nación, el incombustible cordobés Ricardo Jaime, ha sido denunciado penalmente ante la Justicia Federal “por serias irregularidades en la concesión de ramales a Ugofe”, por entenderse que habría incurrido en los delitos de “administración fraudulenta en perjuicio del Estado, violación de los deberes de funcionario público, malversación de caudales públicos y asociación ilícita”. Jaime ha sido el arquitecto de la alianza entre Juan Schiaretti y el infatigable peregrino Héctor Campana.
No es la primera vez que se denuncia a Jaime ante la Justicia. En marzo de este año, la Cámara Federal porteña ordenó profundizar la investigación sobre la participación del ministro de Planificación, Julio De Vido, y del secretario de Transporte, entre otros, en la compra directa y supuestamente irregular de 15 locomotoras usadas a una firma japonesa.
A pesar de Río Turbio, Parmalat (que ha mantenido cerrada durante más de dos años), Metropolitano y demás, Taselli se alzó con el frigorífico entrerriano Santa Elena, uno de los más importantes del país, que daba empleo a 2.115 personas, sin contar a proveedores y productores. Quebró y fue adquirido por Euromarché, del grupo Constantini, que la clausuró tras sólo 18 meses de actividad.
En ese lapso la empresa se endeudó con el Estado nacional en 38 millones de dólares, que nunca devolvió y, según la sindicatura de la quiebra, esa deuda superaba a fines de 2001 los 100 millones de dólares, con intereses y punitivos. Puesto a remate, fue adquirido por el Banco Nación en poco más de dos millones de pesos, misérrima recuperación de los dineros despilfarrados.
La enorme planta estuvo cerrada durante una década, hasta que apareció Taselli, que pagó por ella 2,8 millones de pesos (es decir que el Estado nacional y la provincia de Entre Ríos perdieron 99 por ciento de sus acreencias). El anuncio oficial fue formulado el 20 de mayo de 2005 por el presidente Kirchner, el gobernador Jorge Busti y la entonces presidenta del Banco Nación, Felisa Miceli.
Se suscitó un verdadero escándalo, porque los trabajadores del frigorífico habían constituido una cooperativa para recuperar la fuente de trabajo, pero Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia, les informó que esa iniciativa “había caído” y que el frigorífico sería entregado a Taselli.
De inmediato, el abogado Juan Carlos Iglesias se presentó ante la Justicia y pidió investigar si Felisa Miceli y su pareja Ricardo “Pacha”Velasco cobraron a Taselli una “comisión indebida” de 700 mil pesos. Tiempo después, Velasco fue dejado cesante de Enargas cuando detonó el caso de corrupción Skanska. Había sido designado, sin tener título habilitante para ello, por De Vido.
Taselli consumó su última travesura (hasta ahora) el 8 de julio último. Luego de abandonar los ex ferrocarriles Roca y Belgrano, se le entregó un subsidio por 15 millones de pesos para que pagara los sueldos de junio a los 4.100 empleados de esas ferrovías (en cuya nómina el astuto empresario kirchnerista había incluido a un centenar de empleados de Parmalat, según denunció la Defensoría del Pueblo de la Nación).
Taselli se guardó el dinero y la Secretaría de Transporte debió cubrir los salarios caídos con una partida de emergencia. Y anuncia ahora que demandará judicialmente a Taselli. Seguro, claro, faltaba más. (La Voz del Interior)

Los cuestionamientos a Zaffaroni

. Un juez tiene entre sus manos una de las funciones más delicadas; más aun un integrante del más alto Tribunal de la Nación último resorte garantizador de las libertades y derechos individuales de la ciudadanía.
2. Versación jurídica, independencia de criterio, firmeza de carácter, prudencia en el obrar, decoro en su vida personal y por sobre todo una gran dignidad, resultan ser atributos de observancia inexcusable en todo magistrado, cualquiera sea el grado e instancia en que ejerza la jurisdicción.
3. En este caso el cuestionamiento dirigido al doctor Zaffaroni ninguna vinculación guarda con al desarrollo habitual de su específica actividad jurisdiccional, afirmación éstas que aun por su obviedad no puede soslayarse.
4. Más bien ese mismo cuestionamiento se relaciona con la administración de sus propios activos inmobiliarios; y de acuerdo a las modulaciones específicas del caso y las explicaciones que públicamente brindó el doctor Zaffaroni en ciertos sectores de los medios de comunicación surgen ciertos interrogantes a dilucidar:
a) ¿Por qué razón el señor Montivero, apoderado del doctor Zaffaroni para la administración de tales activos inmobiliarios, tendría -eventualmente- registrado como su propio domicilio particular justamente el domicilio de propiedad y donde habita el propio doctor Zaffaroni?
b) Este solo dato -de confirmarse- hablaría a las claras acerca de una probable estrecha vinculación entre el doctor Zaffaroni y su apoderado, lo cual -a su vez- disuade, o por lo menos tornaría dificultoso concebir que aquél no haya tenido noticia alguna -a lo largo del tiempo- acerca de quienes ocupaban tales unidades habitacionales.
c) Máxime considerando el hecho que los episodios del caso remitirían a quejas y denuncias que habrían sido efectuadas durante el transcurso del año 2009.
d) ¿Acaso nunca el apoderado le rindió cuentas en forma periódica al poderdante? ¿Nunca lo puso al tanto del detalle de los inquilinos? ¿Nunca le otorgó recibos de pago por los alquileres devengados?
5. No se hubo observado que el señor Montivero hubiese emitido un comunicado de prensa por el cual explicara por qué razón tiene registrado su domicilio personal en la misma finca que habita el doctor Zaffaroni; además podría haber exhibido los respectivos contratos de alquiler y los demás instrumentos sobre cuya base se hubo formalizado el vínculo con la inmobiliaria interviniente; flaco favor le está haciendo el apoderado a su poderdante al no brindar -espontánea y rápidamente- las explicaciones del caso.
6. Menos fue el favor le hizo el señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación -Dr. Ricardo Lorenzetti- a su colega -Dr. Zaffaroni- al haberse arrogado no tan solo la representación de todo el Alto Tribunal sino al haberse erigido en vocero e interlocutor de éste último al respaldar públicamente a su colega.
7. Es ésta otra muestra más que cabal acerca de que lo peor que tiene el Poder Judicial de la Nación es precisamente su propia corporación judicial.
8. La actitud corporativa asumida en conferencia de prensa por el doctor Lorenzetti (por cierto de más que indisimulable corte corporativista) destila una insoportable pestilencia, por cuanto cada juez debe responder, por si mismo, e individualmente por su propio desempeño y conducta; no necesita de ningún interlocutor ni vocero, y menos de un respaldo de neto corte corporativista, como lamentablemente se aprecia en esta emergencia.
9. A no dudarlo, el doctor Zaffaroni, se encuentra en perfectas condiciones de asumir -por sí mismo- sus propias explicaciones, sin necesidad de que otros colegas adopten posturas abogadiles al respecto; sumado en la especie la envergadura intelectual del magistrado de que se trata, su incontrovertible versación jurídica, hace más inexplicable aun la actitud corporativista asumida por el doctor Lorenzetti avalada en este caso por todos sus otros colegas del Alto Tribunal.
10. Y dentro de ese contexto resultaría auspicioso esclarecer -como insistiera públicamente la doctora Carrió- si es o no cierto que el doctor Zaffaroni hubo brindado asesoramiento técnico-jurídico a sectores del Poder Ejecutivo Nacional; asimismo bien vale recordar que al momento de sostener su nominación para el cargo de Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el doctor Zaffaroni se habría visto obligado a regularizar ciertas cuestiones referidas a aspectos previsionales ante la autoridad administrativa competente, situación que de haber recaído respecto de cualquier otro postulante a ocupar un cargo en la magistratura, probablemente, hubiere derivado en el rechazo por parte del Senado de la Nación del pliego respectivo. Hete aquí una probable responsabilidad política en cabeza de los señores legisladores integrantes de la Comisión de Acuerdos del Senado de la Nación que -a su turno- dieron luz verde al pliego del doctor Zaffaroni.
10. A no dudarlo. El Poder Judicial es una de las joyas más deslumbrantes de la corona del Estado, y como tal, el íntimo deseo que anida a muchos que aspiran a gobernar es preservar su independencia, de todos los demás (menos de sí mismos, naturalmente).
11. “La verdad sólo puede existir bajo la figura de un sistema (“Obras Completas”. T. II, pág. 27. Ed. Taurus, Madrid, 2.005 de José Ortega y Gasset).” Por ello, y en línea con ese axioma, cuando se busca la verdad apoyada en un estricto rigor científico, el tratamiento fragmentado y asistémico de un tópico -o problema- conducirá-inexorablemente- a la aporía”. Y bajo esta premisa corresponderá evaluar las modulaciones específicas del caso bajo comentario.
12. “La primera de las fuerzas que mueven al mundo es la mentira” (Jean François Revel, “El conocimiento inútil”, diario Le Monde). ¿Y doctor Zaffaroni?; ¿su caso se encuadra en una mentira urdida desde usinas interesadas, o en su defecto, se ajusta a un estricto rigor de verdad?
13. ¿Doctor Zaffaroni reviste -o no- sustento el cuestionamiento que públicamente se le ha endilgado?; ¿Doctor Lorenzetti, era necesario la asunción de una actitud claramente corporativa sobre este particular? ¿Necesita -acaso- el doctor Zaffaroni de interlocutores abogadiles que respondan por tal cuestionamiento público?

RIORDA, EL OPERADOR K PARA LAS ENCUESTADORAS

Fracasaría nueva operación “Cristina ya ganó”, motorizada por Poliarquía
En la ANSES hay un funcionario y sociólogo, Mario Riorda, que algunas veces concurrió al programa televisivo 6,7,8. Su tarea es la de comisario político en esa repartición, que se encarga de contratar a los encuestadores oficiales. Ese procedimiento se realiza del siguiente modo: de acuerdo al prestigio y posicionamiento de cada consultora, se negocia qué necesita el gobierno y qué están dispuestos a ofrecer los analistas de opinión. En este tira y afloja, Riorda consiguió contratar a la prestigiosa Poliarquía antes de la segunda vuelta porteña. El acuerdo se habría centrado en que el domingo anterior al 31 de julio la consultora daría como número preliminar de intención de voto el 61% para Mauricio Macri y el 39 para Daniel Filmus. Pero los analistas de Poliarquía se habrían reservado el derecho a cambiar estos números de acuerdo a su última evaluación. Y así fue que el viernes 29 Poliarquía optó por Macri 64% y Filmus 36%.
Acuerdos delicados
En cuanto a la primarias del 14, el acuerdo con Riorda sería de este modo: algunos de los directores de Poliarquía opinarían por radio y televisión que CFK alcanzó el 45% y que segundo y tercero se ubicarían Alfonsín y Duhalde con algo más del 10% cada uno. También habría una columna de un director de Poliarquía en el diario La Nacióncon los mismos guarismos. Pero en una de las reuniones para negociar, uno de los directivos de Poliarquía habría señalado que no se publicarían en La Nación esos números ni otros y que, si las circunstancias los obligaban, el domingo 7 y el viernes 12 de agosto difundirían los números verdaderos, porque de ninguna manera se convertirían en una encuestadora trucha más. Hasta ahora la negociación se estaría cumpliendo al pie de la letra, en tanto que varias encuestadoras truchas, como las que dirigen Graciela Romer y Enrique Zuleta Puceiro, además de Opinión Autenticada, están publicando que CFK supera el 40%, que Alfonsín está segundo y Duhalde lejos tercero, cosa que no está ocurriendo. Es probable que, con el transcurso de los días la realidad obligue a cambiar los números de esta operación de acción psicológica.