lunes, 3 de octubre de 2011

Quién es la mujer en la que piensa CFK para limpiar la ex SIDE

Quién es la mujer en la que piensa CFK para limpiar la ex SIDE

Quién es la mujer en la que piensa CFK para limpiar la ex SIDE

Puertas adentro de la quinta presidencial de Olivos, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner habría mencionado en diferentes reuniones sus deseos de “oxigenar” la sombría Secretaría de Inteligencia (Ex SIDE). Y el nombre de una mujer se coló en la lista de los posibles reemplazantes del actual jefe de los espías, Héctor Icazuriaga.

Se trata de María Lourdes Puente Olivera, la jefa de Inteligencia Militar y la única mujer que integra la cúpula del Sistema de Inteligencia Nacional. La presidenta no está disgustada con la gestión del Chango Icazuriaga, pero sí cree que debe “limpiar la imagen” de la casa de los espías; una profunda reestructuración como la que realizó Nilda Garré cuando fue ministra de las Fuerzas Armadas y como viene realizando ahora con las Fuerzas de Seguridad.

El chiste que corre en el séptimo piso del Edificio Libertador dice que “el betún de combate de la Inteligencia Militar sigue teniendo gusto a lápiz labial”. Pero el despacho de la jefa de la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica del Ministerio de Defensa (Dniem) no se encuentra en el piso de los topos del ejército.
Puente Olivera es la primera mujer en ocupar ese cargo. Fue nombrada por el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, pero habría realizado “importantes trabajos” durante la gestión de Garré. Así lo confirmaron dos fuentes que hablan sobre los pasos de “la licenciada” en el área de análisis internacional que tiene la Armada en el Edificio Libertad.

La jefa de los espías egresó de la Universidad Católica Argentina (UCA) como licenciada en Ciencias Políticas, es magister en Relaciones Internacionales y es una de los 259 argentinos que pasaron por las aulas del Centro de Estudios Hemisféricos de la Defensa (CHDS, sus siglas en ingles), un thik tank del gobierno de los Estados Unidos, con sede en Washington, que fue creado a mediado de los 90 para entrenar a los civiles en cuestiones de Defensa y “llevar a cabo actividades educativas para civiles y militares en el Hemisferio Occidental para incrementar la confianza, entendimiento mutuo y cooperación regional”.

En la ex SIDE miran de reojo a la especialista en defensa. Y los topos de “La Casa” creen que el segundo jefe del Ejército y director de Inteligencia, general de división César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani, es el principal promotor de la funcionaria

A LA BÚSQUEDA DE LA MEDIA SANCIÓN

El gobierno ya hace cuentas en Diputados para la reforma constitucional

Aníbal Fernández, Florencio Randazzo y Agustín Rossi son algunos de los operadores cristinistas que estarían haciendo los números finos para determinar la viabilidad de la que puede ser la operación política más importante del cristinismo en el 2012. Esto es, obtener que la Cámara de Diputados le dé media sanción al proyecto de reforma constitucional del oficialismo, cuyos ejes serían el establecimiento de un régimen parlamentario y la reelección presidencial indefinida. El artículo 30 de la Constitución requiere, para esta ley, una mayoría especial de dos tercios de los miembros del Congreso, lo que descarta cualquier posibilidad de intentar la aventura en el Senado. En Diputados hacen falta 172 votos. Según los cálculos oficialistas, el Frente para la Victoria planea contar el 10 de diciembre con unos 100 integrantes, 13 más que ahora. Pero contaría con entre 20 y 25 votos más provenientes de Proyecto Sur, Unidad Popular (Eduardo Macaluse), Libres del Sur (Cecilia Merchan) y del Movimiento Popular Neuquino, Nuevo Encuentro, Diálogo por Buenos Aires, etc. Los 15 diputados que sumarían entre el socialismo y el GEN serían vitales, pero hoy por hoy no pueden contarse como seguros.
Así las cosas, sería fundamental para el cristinismo captar al menos una parte de los 20 peronistas disidentes que quedarán en la Cámara. El reciente paso al costado de Felipe Solá sería una señal favorable al proyecto. En Olivos se entusiasmarían ahora con la posibilidad de un acuerdo con el eje Rodríguez Saá- De Narváez que acaba de conformarse en la Provincia de Buenos Aires pero que se prolongaría en la conformación de un bloque unificado de diputados. Los duhaldistas, es decir, Graciela Camaño, Eduardo Amadeo y próximamente Carlos Brown y Carlos Ruckauf, quedarían así en franca minoría. Sobre todo, si los futuros bloques que conformarían los delasotistas y reutemistas se allanan a las pretensiones del gobierno.
Con este panorama, el gobierno tendría una aproximación bastante cercana a los dos tercios. Pero el broche de oro sería, naturalmente, el apoyo radical a la reforma. En este punto sería fundamental para el kirchnerismo que el 23-o la UCR salga lo más maltrecha posible de las urnas. De ser así, quedaría en una posición de enorme debilidad y mucho más propensa a negociar su aceptación de la reforma. Como es obvio, el acuerdo entre Rodríguez Saá y De Narváez, y la probabilidad de que este último corte boleta a favor de aquél, golpearían a Alfonsín más de lo que ya está y encajaría en el rompecabezas oficial.
La victoria psicológica
La media sanción de la necesidad de la reforma permitiría que el proyecto no caduque el mismo año si no obtiene la media sanción faltante del Senado, prorrogándose un año su vigencia. Aunque la sanción del Senado presenta graves dificultades, la media sanción en Diputados le permitiría al gobierno mostrarse victorioso e instalar la creencia de que su avance es irreversible. También serviría para frenar la lucha por la sucesión presidencial que ya se insinúa y, sobre todo, para evitar que Daniel Scioli levante cabeza como referente del post-cristinismo.
En su segundo mandato, Carlos Menem mantuvo al país en vilo, enarbolando la expectativa de su re-reelección, que era bastante menos probable que el proyecto que ahora lanzaría el oficialismo. El mayor riesgo sería, desde ya, una derrota legislativa, es decir, que el proyecto no consiga los dos tercios pese a que el kirchnerismo juegue todas sus cartas. De ocurrir esto, el efecto sería el contrario al buscado, porque se exacerbaría entonces la puja sucesoria.

El fracaso de la clase política

El fracaso de la clase política
Cada vez más rápido y con mayor intensidad, las noticias y comentarios cotidianos nos muestran un panorama inquietante respecto del futuro político, económico e institucional del país. El problema viene de lejos y sus raíces se ubican varios decenios atrás, pero la situación urge de tal manera que hasta sería imprudente derivar este análisis hacia los componentes acumulados a través de esos años. En consecuencia, vamos a detenernos en el actual proceso en que se debate la Argentina, proceso que, tal como lo dijimos días atrás, demuestra que el gobierno está embarcado en una verdadera carrera contra el reloj para poder llegar a las elecciones de este mes con la suficiente holgura para que las medidas que inevitablemente deberá adoptar no le quiten los votos que necesita.
Lo más grave de lo que ocurre es que, pese a los anuncios y anticipos que desde los sectores más lúcidos se lanzan hacia el ruedo de la opinión pública, la mayor parte de sus integrantes se muestra renuente en aceptar los datos que circulan con insistencia y claridad. En primer lugar, las cifras palpables de la inflación llegan a la vida cotidiana con señales indicativas de que no se detendrá y que, por lo contrario, su crecimiento, por múltiples razones técnicas, repetirá una vieja y cíclica historia argentina. La avalancha de ciudadanos medios que diariamente compran pequeñas cantidades de dólares es una demostración palpable de lo que decimos. Esto viene acompañado de otro fenómeno concurrente y demostrativo de una próxima crisis social, que se producirá cuando el gobierno carezca de los recursos necesarios para continuar con su política de subsidios directos a más de ocho millones de personas, algunas de las cuales iniciaron una acción directa para reclamar aumentos de esos mismos subsidios. El argumento que esgrimen es simple y explícito: se hace necesario a raíz de esa inflación reconocida y la dádiva del Estado con recursos de los contribuyentes se expresa como un derecho irreversible e irrenunciable. Esto que dejamos dicho es nada más que el anticipo de un escenario cuyo final aún es impredecible pero que contiene un potencial de violencia que viene acompañado de versiones de toda naturaleza y otros sucesos que, o bien se mantienen ocultos o cuando salen a la superficie apenas permanecen unos pocos días en los comentarios públicos para decrecer paulatinamente hasta alcanzar el esperado olvido. Otro de los componentes de una talla escandalosa como es la estafa de las Madres de la Plaza de Mayo se extienden en el tiempo por razones políticas y se ahondan cuando desde el propio gobierno se reconoce que los entretelones eran conocidos, pese a lo cual nada se hizo y se mantuvo el giro de los aportes estatales que, obviamente, beneficiaron a numerosas personas. ¿Qué otra cosa es, si no, el reconocimiento del ministro De Vido sobre el escándalo que se desea centralizar en los hermanos Schoklender para tratar de soslayar las responsabilidades de Hebe Pastor de Bonafini...? Pese a la evidencia no hay reacciones y lo más revelador es que desde el campo político no se va más allá de algunas declaraciones que luego terminan en nada, exactamente igual que como sucedió con las denuncias del fraude electoral, pese a que éste perjudicó a los mismos políticos que se callan o disimulan el hecho, como si estuviesen cansados.
Podríamos elaborar una larga lista de temas similares con toda su carga alarmante, pero lo más destacable es la ignorancia de quienes ocupan el lugar de la dirigencia argentina -lo hacen como si estuvieran prestados para ubicarse en esa posición- sobre una realidad internacional que al comienzo se desestimó en la creencia de que los avatares económicos que se manifiestan en el mundo no afectarían a nuestro país. Obviamente, las advertencias resultaron inútiles -especialmente en el enfoque de la Presidente de la República respecto de su gestión- y demostraron que no existen estudios de prospectiva acerca de los factores estratégicos que se producen y modifican hora a hora, día a día. Por ejemplo, ni el Canciller, ni los ministros ni los asesores parecen estar al tanto del devenir político en los Estados Unidos, de la caída vertical del futuro político del presidente Obama, que perderá el poder frente a las elecciones norteamericanas del año que viene. Callan porque lo ignoran o no les interesa el fortalecimiento de la corriente más ortodoxa del Partido Republicano, de las conversaciones con la derecha Demócrata, los reclamos para corregir el déficit fiscal o las modificaciones que ocurrirán en el norte del continente, tanto en el campo militar como en otros elementos concurrentes a su política exterior. Aunque habrá excepciones, también se desconoce que el respaldo alemán a Grecia no será duradero, que el euro puede desbarrancarse, que la próxima desaparición física del venezolano Chávez incidirá en los planes kirchneristas o que Bolivia marcha hacia un proceso tan difícil que puede vaticinarse una cercana anarquía, con todas sus consecuencias regionales.
Es curioso que, pese a la relativa claridad de lo que ocurre y promete complicarse, nuestros políticos nada dicen al respecto y se desconoce cuál sería su pensamiento o recomendaciones para actuar cuando paulatina o bruscamente se produzcan o evolucionen los hechos previsible o imprevisiblemente. Tampoco opinan nuestros políticos sobre cómo interpretan los vínculos norteamericanos con China Continental -la principal propietaria de bonos de la deuda externa de los Estados Unidos-, circunstancia que convierte a estos vínculos en un factor que podría ser determinante para el futuro de nuestro comercio exterior. El tema nos lleva con naturalidad a la caída del precio internacional de la soja. Ésta constituye el mayor volumen de nuestros ingresos por exportaciones, que también comienzan a caerse respecto del Brasil, por lo que parece ser una progresiva devaluación del Real y el responsable temor de Dilma Rousseff por una eventual inflación que evitará a toda costa. La Argentina no marcha a contramano sino que lo hace sin rumbo fijo. Lo único que persiste es la vocación por mantenerla dentro de lo que da en llamarse “el modelo”, una propuesta que dentro de poco concluirá por comerse lo que queda de nuestras reservas y la precaria estabilidad social, cuyo desorden está impulsado, inexplicablemente, desde las alturas del poder político. ¿Qué decir de las contradicciones y la marcha a ciegas del ministro trovador, que actúa al margen de las realidades que animan la imposibilidad de obtener nuevos créditos externos...?
Frente a este escenario que hemos resumido apretadamente, en distintos medios donde se especula con la incontinencia kirchnerista por controlar al máximo a la opinión pública, orientar y limitar la información interna e ignorar el crecimiento de la inseguridad pública alimentada por un narcotráfico dominante en la vida de los diluidos partidos políticos y en el esquema creado para el manejo del poder, ya se vislumbrar posibles medidas que comenzarán a aplicarse apenas se conozca el resultado de las urnas. Coincidentemente, aumentarán las tensiones con la CGT, Hugo Moyano se defenderá con más y más presiones para cuidar los inmensos recursos de las obras sociales, se reabrirá el conflicto con el campo al que se le aplicarán más retenciones e impuestos y sobre la sociedad entera se volcará un ajuste de niveles insospechados para mantener la política de subsidios, los negocios adicionales que ya se derivan de este sistema que favorece a determinados funcionarios y finalmente, una falsa tranquilidad pública vivirá entretenida por un estudiado manejo televisivo y el estallido de sucesos atractivos para la inquietud popular. La degradación se incrementará de acuerdo con las circunstancias y la tolerancia con que serán recibidas, el sistema electoral se mantendrá incólume para el mejor control de una institucionalidad aparente y todo seguirá su curso al compás de las protestas de una ciudadanía que volverá a votar alegremente, con las mismas quejas de todos los días y resultados que pueden vaticinarse pero no serán escuchados.

OTRA POLÉMICA MÁS

El gobierno elige quién vende trigo

El grado de intervención oficial en el mercado del trigo llegó a extremos insospechados. Hasta ahora, el secretario de comercio Guillermo Moreno decidía cuánto cereal podían adquirir molinos y exportadores, y quiénes eran las empresas beneficiadas con permisos de exportación (ROE). Pero ayer circuló un inédito listado de cooperativas y acopios a los que el gobierno considera aptos para comercializar su cosecha.

“Es una discriminación inaudita: si no estás en la lista, sencillamente no podés vender tu cosecha”, opinan los productores.

Quejas por el maíz

(El cristinismo les saca a los chicos para darles a los grandes)

En otro orden, la última reapertura de exportaciones de maíz, de 7,5 millones de toneladas, dejó Pymes exportadoras sin beneficiarse, que empezaron a quejarse de que les tocó un tonelaje muy inferior al recibido por los grandes del negocio. La semana pasada, el gobierno autorizó la exportación de 300.000 toneladas de la última campaña y abrió un cupo de 7,5 millones de toneladas de la cosecha 2011-2012.

Si bien el gobierno es el encargado de habilitar esas cuotas, el reparto interno lo hacen las compañías agrupadas en el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). Allí, hay unas cuarenta empresas, pero las que más peso tienen son una decena, entre las que se destacan Cargill, Bunge, Dreyfus, Nidera y ADM, las mayores exportadoras, que se reparten el negocio de los cupos que da el gobierno.

Varias Pymes, muchas de ellas no asociadas a esa entidad pero firmantes del último convenio de exportación, protestaron porque en la distribución interna pasaron de tener una participación individual del 0,10 por ciento de lo autorizado para exportar a apenas un 0,026 por ciento.

Con el tonelaje abierto de la cosecha pasada, de 300.000 toneladas cada Pyme recibió 300 toneladas, el 0,10 por ciento. Si se hubiera seguido ese mismo porcentaje, con el cupo de 7,5 millones de toneladas a cada Pyme le hubieran tocado 7.500 toneladas.

Dudas de productores

La Sociedad Rural de Rosario recordó que “a partir del 2005, el gobierno nacional impulsó una fuerte intervención en el mercado de trigo, el mismo criterio que adoptó en la siguiente campaña con el maíz. Las medidas adoptadas no resultaron satisfactorias, más aun, para los cereales mencionados: la cadena de comercialización se deterioró y el sector productivo fue el más perjudicado producto de una sustancial quita en el precio recibido por su mercadería e incluso por no poder realizar ventas”, subrayó.

“En este marco intervencionista, se presentan a discusión propuestas tendientes a encontrar alguna solución, para nuestro criterio, provisoria ya que entendemos que nuestro país debe abrir definitivamente las exportaciones y liberar los mercados. En consecuencia, desde la Sociedad Rural de Rosario, consideramos que los proyectos presentados no lograrán estimular al productor para cumplir el objetivo de incrementar los volúmenes de trigo y maíz”,señaló un comunicado.

Sostuvo que “los proyectos sobre comercialización han generado muchas dudas e inquietud entre los productores. Por ejemplo: El 40 % destinado para consumo, ¿el precio será inferior al de exportación? ¿Tendrá o no lugar el fideicomiso pretendido? ¿El precio de exportación al no competir con el consumo pagará lo que permite el FAS teórico? ¿Cómo se podrán utilizar los forwards si se limita con un porcentaje sobre la estimación de siembra? Además, este nuevo sistema ¿asegura que el productor no siga perdiendo precio por sus cereales? ¿Estaremos frente a nuevos trámites engorrosos ante esta necesidad de determinar los porcentajes que resulten para el mercado interno y para exportación? o ¿qué rol cumplirá la Secretaría de Comercio a la hora de entregar los certificados a los productores y los ROE para los saldos exportables?”,remarcó.

Conclusión

Que Moreno decida entre quiénes se distribuye la producción de trigo no es novedad: desde 2006 fija cupos de mercado y distribuye de manera discrecional los ROE. “Pero el gobierno va por más y ahora decide quiénes podrán vender sus granos”.

Según nuestras fuentes, la lista no habría salido de Comercio Interior sino desde el Ministerio de Agricultura. Se repartió entre las grandes cerealeras para que compren trigo a un precio “justo” de 190 dólares por tonelada. Sucede que con el mercado cuotificado por Moreno, no existe competencia y desde hace cinco años los productores sufren descuentos de hasta 40 dólares. Es una suerte de retención extra, pero privatizada.