viernes, 27 de abril de 2012

El sector inmobiliario y las normas de lavado de dinero

A partir de la sanción de la Resolución 16 UIF los Agentes y Corredores Inmobiliarios Matriculados deben dar cumplimiento a las normas para la prevención del lavado de activos.
Esta normativa representa un importante avance ya que el sector inmobiliario ha sido objeto de inversiones donde en ocasiones el origen del dinero no ha podido ser adecuadamente justificado. Con esta nueva normativa se pone una nueva traba para que ingrese al mercado inmobiliario dinero que no esté debidamente justificado. Sin embargo, para los agentes inmobiliarios esta nueva normativa no sólo puede afectar el nivel de actividad sino que los hace responsables de detectar operaciones inusuales e informar operaciones sospechosas a la UIF. Asimismo estos nuevos controles a realizar por los agentes Inmobiliarios Matriculados demandarán una inversión de recursos para darle un adecuado cumplimiento a esta nueva normativa.
Es fundamental que todo agente inmobiliario tenga un adecuado conocimiento de los conceptos clave. Entre ellos consideramos fundamental destacar los siguientes: a) Elaboración de un manual que contendrá los mecanismos y procedimientos para la prevención del Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo, que deberá observar las particularidades de su actividad. b) La designación de un Oficial de Cumplimiento. c) La implementación de auditorías periódicas. d) La capacitación del propio Sujeto Obligado y personal. e) La elaboración de registros de análisis y gestión de riesgo de las operaciones inusuales y sospechosas. f) La implementación de herramientas tecnológicas acordes con el desarrollo operacional del Sujeto Obligado, que permitan establecer de manera eficaz los sistemas de control y prevención del Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo. g) La implementación de herramientas tecnológicas tales como software, que posibiliten analizar o monitorear distintas variables para identificar ciertos comportamientos y visualizar posibles operaciones sospechosas. h) Implementación de una política de aceptación de cliente. La política de ‘Conozca a su Cliente‘ será condición indispensable para iniciar o continuar la relación comercial o contractual con el mismo. Esto incluye definir un perfil del cliente, que estará basado en la información y documentación relativa a la situación económica, patrimonial, financiera y tributaria. I) Reportar en forma confidencial (sin dar aviso al cliente) dentro de los plazos previstos por la normativa las operaciones sospechosas detectadas.
Tal como se puede observar estas actividades que recaen sobre los Agentes Inmobiliarios Matriculados, si bien son necesarias, incrementarán sus costos, como así también podría llegar a tener un efecto sobre el número de las operaciones que se realicen.
Al ir avanzando en la implementación de estas medidas se tendrá la dimensión del impacto de las mismas sobre la actividad. También esto dependerá de que la normativa se instrumente y cumpla y de los controles que establezca la UIF para garantizar su cumplimiento.

Gracias a Cristina, REPSOL también podrá demandar a las provincias petroleras

Federalismo a pérdida.
Los gobernadores que integran la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI), aparentemente beneficiados por la ley de confiscación de YPF, empezarían a preocuparse seriamente. Es que, por ejemplo, los asesores jurídicos del salteño Juan Manuel Urtubey y mendocino Francisco Pérez coincidirían en un oscuro pronóstico judicial. Descontando que no habrá acuerdo sobre el pago por la expropiación, REPSOL iniciaría distintas acciones ante tribunales argentinos e internacionales reclamando una multimillonaria indemnización. El caso es que CFK se ocupó de asociar a su maniobra contra los españoles a las provincias petroleras y éstas podrían sufrir en el futuro serias consecuencias judiciales. Para empezar, la petrolera española acusaría a los gobiernos provinciales de orquestar una maniobra dolosa para bajar la valuación de YPF a través de la caducidad de las concesiones de la empresa en media docena de provincias. Todo esto con el propósito de presionar a REPSOL para que vendiera sus acciones en YPF.
Acuerdo forzoso
Pero más graves serían las responsabilidades que asumirían las provincias petroleras a partir de que entre en vigencia la ley de expropiación que se sancionará la semana que viene. El articulado de la futura ley asocia a las provincias con el Estado nacional en el Consejo Federal de Hidrocarburos, que pasará a ser la máxima autoridad en la materia. Pero la corresponsabilidad de las provincias ante la justicia por las demandas de REPSOL se perfila más claramente a partir del artículo 8, que establece que el 49% de las acciones a expropiar se distribuirá entre las provincias integrantes de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos. La clave está en el artículo 9, que dispone: “La cesión de los derechos políticos y económicos de las acciones sujetas a expropiación que efectúe el Estado nacional a favor de los Estados provinciales integrantes de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos contemplará el ejercicio de los derechos accionarios correspondientes a ellas en forma unificada por el plazo mínimo de 50 años a través de un pacto de sindicación de acciones”. En otras palabras, que los gobiernos provinciales sólo podrán votar junto con la Casa Rosada, porque sus acciones estarán sindicadas con las del Estado nacional. Entonces, los reclamos judiciales de REPSOL apuntarían conjuntamente al gobierno nacional y a los provinciales. Si algún gobernador quisiera diferenciarse de la presidente, por ejemplo proponiendo algún acuerdo con los españoles, simplemente no podrá hacerlo. Así las cosas, el riesgo judicial que ahora enfrentan las provincias afectaría también sus posibilidades de obtener financiamiento en el mercado internacional, limitando seriamente algunos proyectos. Todo esto al margen de los riesgos de futuros embargos de activos. Fiel a su estilo político, la presidente federalizó su estrategia petrolera, pero cuidándose de cortarles a los gobiernos provinciales cualquier chance de dar un paso al costado.

martes, 24 de abril de 2012

Con la soberanía se come, se educa y se cura…

Guste o no, la semana que pasó vuelve a confirmar que quién sigue marcando la agenda es la Presidente. Magnifica o silencia un tema como y cuando le place. No hay límites en el horizonte, y sabe que puede hacer oscilar el humor social de manera que, aquellas especulaciones planteadas por algunos acerca de la preocupación de mandataria por la baja en las encuestas, no halla asidero en el marco de una sociedad volátil y pendular.
Es paradójico por otra parte, el comportamiento social, pues cuando los números son favorables a la jefe de Estado pocos confían en los datos, pero cuando éstos la muestran debilitada, se convierten en fervientes creyentes de la opinión popular. Hasta que no se acepte que nos movemos en microclimas que se mantienen cual ghettos, alejados de los demás, toda percepción del cauce político será una especulación más.
En ese contexto, muchos no comprenden la adhesión de un amplio margen del pueblo a la “expropiación” de YPF. Ciertamente no hay lógica que explique la repentina aparición de banderas en balcones, o esa creencia acaso infantil de ser ahora más soberanos que antes. Pero los sentimientos y las emociones no se explican con razones, y ante una ciudadanía dispersa y escindida, se beneficia el escenario para la manipulación de la autoridad.
Recuérdese que el “patrioterismo” comenzó a agitarse cuando la Presidente sacó de la galera a las islas Malvinas, en un claro testeo del clima imperante para otros avances. Una vez terminada la puesta en escena, se analizó fríamente la reacción de la gente. Se tuvo e cuenta que hasta gran parte de la llamada “oposición” se hizo eco de la causa, y lo que más gusta a la Presidente: la aplaudió en un salón de la Casa Rosada.
No había duda, el hábitat estaba presto para avanzar sobre Repsol YPF, y simultáneamente hacer el lanzamiento de la nueva estrella guía de la Presidencia: Axel Kicillof, irrumpió con todos los ingredientes del “estilo K”. Un heredero perfecto: soberbio, pagado de sí mismo, avieso y dispuesto a defender hasta la cuadratura del círculo.
Lo que siguió a todo ello, fueron debates estériles y simplistas en demasía: estatizar o privatizar. La consigna se lanzó como todo en la Argentina, un Boca-River donde batirse a duelo por ideas que distan considerablemente de los móviles que llevaron al kirchnerismo a confiscar la petrolera. No coincidimos con quienes creen ver un avance del marxismo de la mano del viceministro, por el contrario, se deja ver sin sutilezas un oportunismo maestro.
Los Kirchner fueron gestores de la privatización de la empresa en los 90, ¿eso significa que en aquella década el matrimonio era adepto a Mises, Hayek o Ferguson? No, implica únicamente que les venía regio hacerse de los “morlacos” que dejaba la decisión de Carlos Menem.
Y lo mismo con éste. ¿Es hoy el ex presidente un convencido de la causa nacional y popular de los K? En absoluto, su convencimiento pasa por el deseo de mantener la libertad y ahuyentar las causas judiciales que lo podrían volver a rozar. Es cruda la realidad pero los patriotas en serio se extinguieron hace ya mucho tiempo…
Aunque aún hay capacidad de asombro, el kirchnerismo se maneja con una coherencia indiscutida desde el primer día. Avalaron la creación de AFJP para después mostrar como éxito el saqueo, vendieron en la campaña la imagen de Ella como componedora de relaciones internacionales, y terminó abriendo grietas allí donde la calma era profeta. Al perder las legislativas hablaron de diálogo, y muchos apostaron al mismo cuando, en rigor, los Kirchner jamás permitieron un pensamiento distinto.
Hoy es justo decir que más allá de lo positivo o negativo que resulte este modismo, no hay otra fuerza en escena que demuestre mayor coherencia. Y es a partir de esta desde donde debe analizarse la coyuntura política.
¿Si la Presidente se le plantó a David Cameron por qué no lo haría frente a Mariano Rajoy? ¿No sabe acaso Cristina Fernández que la medida adoptada puede acarrear situaciones complejas en el mundo de las finanzas? Lo sabe con detalle pero su gobierno, desde que asumió, sólo atiende el “hoy”. Y hoy, la mandataria necesitaba el aplauso y las encuestas abultadas. En el trayecto verá cómo se tapan los baches que deja todo el resto. Durante 9 años les ha dado resultado. Ciertamente, nada es eterno pero hay una certeza que le da una ventaja inexpugnable a Cristina: nadie capitaliza errores y tropiezos. La orfandad de quienes optarían por una Argentina más racional, se mantiene sin que siquiera aparezca un tutor que los quiera adoptar.
Seguir debatiendo inútilmente si es conveniente o no el paso que ha dado el oficialismo, a esta altura carece de sentido, es casi como seguir polemizando si las AFJP deberían haber seguido en pie. El verdadero problema en todos los casos está en la falta de controles para que, estatales o privados, lleven a cabo una gestión. En síntesis, lo que falta, y en consecuencia hace que todo cambio sea al estilo gatopardo, es el cumplimiento a las reglas de juego. Pero también es absurdo esperarlo de parte de una gestión que no ha respetado siquiera la Constitución.
Todo hace prever que la nueva YPF terminará exactamente igual que la vieja, es decir operando sin inversión, sin lograr el cometido del autoabastecimiento que sirve hoy de bastión, es decir librada a la suerte de inexpertos sin control, cuya ideología no es marxista ni jacobina, ni siquiera kirchnerista: es lisa y llanamente, oportunista.
Patalear porque la Argentina se cierra al mundo, a esta altura es un poco cínico, el candado está puesto desde hace ya mucho tiempo. Rasgarse las vestiduras porque no vendrán inversiones a este suelo es dar por supuesto que, antes del proyecto de ley que se envió al Congreso, estaban llegando recursos a granel… Sincerémonos. Poco cambia en esencia, enfatiza en todo caso un modus operandi donde la hostilidad es método, el capricho demostración de fuerza, y el mediano-largo plazo una quimera.
La perspectiva energética es un enigma, en el “aquí y ahora” se la manejará metiendo mano en alguna caja oficial. El costo es incierto todavía, también lo es cómo se pagará, y nadie le ha puesto firma aún al cuento del “joint venture” chino. La certeza más fuerte es que aquel “Vamos por todo”, pasó de ser una consigna a ser raíz de una especie de fundamentalismo.
Cristina Kirchner necesitaba caja y poder, y fue por ambos. Habrá que ver, en lo sucesivo, cuáles son sus necesidades para saber qué rumbo tomará la Argentina, que no es sino la herramienta de la cuál se vale la Presidente, así como el tumbero se vale de una “chuza”, o el ladrón de una ganzúa.

¡Pesadilla!

No, no es verdad, todo es un sueño. Pero es real, dime tú, reina del mal, cuando voy yo a despertar”. La Oreja de Van Gogh

Tengo una pesadilla. Sueño que Federico Delgado, el fiscal de la Tragedia de Once, 51 muertos y 703 heridos (22/2/12) porque el juez Bonadío no pudo incluir al estado como querellante, acusa al Estado (que regaló subsidios a TBA sin controlarlos), “de complicidad criminal con la tragedia”.
Tengo una pesadilla. Sueño que a pesar del fiscal de la causa, a pesar de los peritajes que demuestran que los frenos del Sarmiento dejaron de funcionar, lo mismo que los topes del Once, la concesionaria TBA sigue operando como si nadie hubiera muerto y no hubiera todavía heridos.
Tengo una pesadilla. Sueño que Sergio Schoklender “sueña compartir” en libertad sus dineros “esforzadamente construidos” a través de la fundación madres de Plaza de Mayo y Meldorek, mientras mamá Hebe, intocable cual vaca sagrada de la India, exhibe pública y groseramente su impunidad.
Tengo una pesadilla. Sueño que alguien, que no es Lenín, ni Trotsky, ni Marx, ni Mao, ni Fidel, ni siquiera Chávez, dice que “seguridad jurídica” y clima de negocios”, son palabras horribles (sic). Lo dice desde el congreso de la nación, el viceministro de economía de Argentina, Axel Kicillof, la nueva y rutilante estrella que nos va a estrellar, y ya ha empezado a hacerlo.
Tengo una pesadilla. Sueño que mientras Kicillof habla pestes de la pésima política energética de estos últimos años, lo hace acompañado del ministro De Vido y del secretario Cameron, directos responsables de esas políticas.
Tengo una pesadilla. Sueño que Argentina tiene desde 2004, una empresa estatal energética, ENFARSA, perdón, ENARSA, que paga sueldos, alquileres, teléfonos, gas, electricidad (todo con nuestros impuestos), y sólo le ha aportado al país el dinero de la valija de Antonini Wilson, que llegó en un avión alquilado por ENFARSA. El dinero sigue en Ezeiza, sin reclamar.
Tengo una pesadilla. Sueño que el vicepresidente de la nación, Amado Boudou, está sospechado de tráfico de influencias y manejos turbios y que miente sobre sus amigos, que dice no conocer. Sueño que Ciccone quiebra, que la quiebra se levanta (a pedido de Boudou entonces ministro de economía, caso único en la historia) y es comprada por gente afín al vice.
Tengo una pesadilla. Sueño que la nueva Ciccone, PRIVADA, va a imprimir billetes oficiales de $100. En la pesadilla pregunto por qué este estado estatizador no expropia Ciccone y la pone bajo la órbita de la casa de la moneda. ¡Van a imprimir billetes legales! Un negocio de US$ 50 millones.
Tengo una pesadilla. Sueño que los políticos que privatizaron YPF en 1992, y la vendieron a Repsol en 1998/9; los que en 2008 obligaron a Repsol a vender un 15 % de acciones a los Eskenazi, sin poner un $, a cambio de sacar del país ¡el 90%! de las ganancias que diera la empresa, son los que hoy la intervienen y mandan un proyecto de ley para expropiarla.
Tengo una pesadilla. Sueño que Cristina en diciembre 2010, hace sólo 16 meses, felicitaba a Brufau y a Eskenazi por el buen funcionamiento de Repsol/YPF. Sueño que el ministro De Vido, del que dependía la política energética del país, es el interventor, con Kicillof, de la nueva YPF.
Tengo una pesadilla. Sueño que en verdad una nación tiene el derecho constitucional de expropiar ateniéndose al bien común y siempre de acuerdo a derecho. Sueño que nosotros hacemos una “apropiación temporaria anormal”, una ley del tiempo del proceso para las autopistas de Cacciatore. Sueño que a veces, al gobierno progre, el proceso le sirve.
Tengo una pesadilla. Sueño que desde Evo en Bolivia, pasando por Santos en Colombia, México, EEUU y ni hablar de España y la UE, todos hablan pestes de Argentina, nadie nos quiere. Sueño que el mundo está equivocado y sólo nosotros, en contra de todos y todas, tenemos razón.
Dicen que “Bram” Stoker, escritor irlandés, una noche, después de comer langosta y tomar demasiado alcohol, se fue a dormir y tuvo una horrible pesadilla. Era 1897. Al día siguiente empezó a escribir una novela basada en su pesadilla: Drácula.
Soy abstemia, acá no hay langostas y Moreno no permite la importación. Si existieran, no podría pagarlas. Me despierto, no soy capaz de escribir una novela de terror, simplemente vivo en ella. Me despierto en la Argentina 2012, el país de Cristina, Moreno y Kicillof. Mi pesadilla es real. Como dice el DRAE, me causa “opresión en el corazón y dificultad al respirar”.
Tengo una pesadilla. Sueño que Drácula ya nos ha chupado el gas, la honestidad, el petróleo, la seguridad jurídica, el clima de negocios, y hasta la sangre. Como nada le es suficiente, empieza a chuparnos la esperanza.
* La Oreja de Van Gogh, grupo musical español, “Pesadilla”, 1998.