domingo, 24 de julio de 2011

EL PORQUÉ DE LA INCERTIDUMBRE ELECTORAL

La Argentina transita el presente, sin rumbo y sin brújula.
La Argentina sufre una profunda incertidumbre sobre su futuro político. Más allá del error de las encuestas, honestas o afectadas por la corrupción, la incertidumbre se halla en el corazón de los electores. Se dice que la opinión no se forma hasta casi el momento de votar, pero no es así, porque después de ese momento, la inmensa mayoría de los votantes no tendrá la seguridad de haber decidido lo mejor. El futuro argentino es un misterio que se develará por el devenir de las circunstancias, más que por la voluntad del pueblo y de su clase dirigente, que transita sin rumbo y sin brújula.
Esta grave deficiencia se da en la historia de casi todos los países, y constituye sus períodos opacos, en que no se comprende la realidad ni los cursos a seguir. Afecta al oficialismo y a la oposición, a sus grandes sectores, a sus instituciones fundamentales, y sus ciudadanos comunes o conspicuos.
El oficialismo con un modelo que nada resuelve y la oposición sin alternativa de fondo.
Esta verdad no es reconocida, salvo excepciones que no tienen seguidores. El oficialismo enfáticamente sostiene un modelo, pero se percibe que no tiene soluciones para deficiencias evidentes, y lo que lo anima a seguir es el interés ideológico, económico y político en la conservación del poder, y de seguridad personal ante el riesgo de tener que dar cuenta por las responsabilidades incurridas. Pero no hay verdadera inteligencia en sus proyectos de gobierno, y sí solo tácticas circunstanciales destinadas a ganar el voto de los necesitados.
La falta de concepción política de la oposición se evidencia en que parte de los errores del gobierno para definirse. Ante la corrupción, la persecución y castigo de los culpables. Ante la persecución de los medios, la bandera de la libertad de prensa. Ante la pobreza y la indigencia, un programa de reencauzamiento de la ayuda social. Ante la avasallamiento y sometimiento de la justicia el restablecimiento de la autonomía del Poder Judicial.
Por este motivo en la oposición causó tanto desconcierto la muerte de Néstor Kirchner. Con él desaparecía la representación del gobierno y sus fallas identificadas. De pronto la oposición sin quedó sin blanco al cual tirarle. Y la deliberada demora de Cristina en asumir la herencia, dejó sin programa a la oposición en un corto pero precioso tiempo. Por el mismo motivo al aceptar la continuación de la jefatura, reactivó la acción de la oposición.
El círculo más amplio de las responsabilidades.
Pero lamentablemente el círculo del desconcierto es mucho más amplio. El campo, conforme al comportamiento de sus líderes, no sabe cómo actuar, perdiendo todo el año en curso sin definir su acción en el Parlamento y la formulación de un plan aplicable. La industria vacila entre la realidad de los números del mercado que le parecen muy favorables, y poner en riesgo lo alcanzado por ser más ambiciosa. La mayoría de los sectores porque cree que es más favorable negociar que oponerse. En definitiva negociar es su oficio. Por eso de los círculos económicos no surgen los líderes porque en ellos se dedican a los problemas de la organización, el financiamiento y el marketing empresario. No más.
Con los grandes medios de prensa, que están librando una batalla durísima, por que el Gobierno los sindica como su verdadera y gran oposición, están constreñidos a su guerra tal como se presenta, con escaso tiempo para ensayar estrategias más generales. En definitiva luchan en desventaja, porque la oportunidad y el campo de batalla los ha elegido el gobierno, y pone todo el aparato del Estado tras esta acción. Con mas justificativos, pero en definitiva su lucha es de escaramuzas y breves pero duros combates diarios, alrededor de los episodios propuestos por el gobierno o la realidad, pero sin una estrategia nacional que oponer, en mi concepto la única forma de ganar.
La alternativa.
Lo que queremos decir es que un proyecto de una gran Argentina, no está ni en el propósito de formularla. Se habla de mejorar la educación pero no se sabe que la Argentina necesita una revolución cultural. Nadie se acuerda como cuestión fundamental, que la Argentina es una Nación totalmente indefensa. Nadie propone el incremento del PBI hasta alcanzar rápidamente el nivel de los países desarrollados, como única solución a los problemas sociales y a todos los problemas generales de la economía. Nadie advierte que la falla política esencial de nuestro sistema se encuentra en la pobreza cultural del electorado y en su dependencia económica. Las interpretaciones de la realidad argentina de los últimos ochenta años, está plagada de errores, de falta de rigor y valor conceptual, de demagogia, resentimientos y pequeñas ideologías de café.
En el tema de la seguridad interna, la inmensa mayoría de la opinión ignora la contradicción flagrante entre sancionar la persecución a la subversión, que se cumplió por una decisión de los gobiernos constitucionales y de facto y simultáneamente liberar a la subversión por las mismas faltas, cometidas a instancias de países extranjeros, lo que agrega otro delito mayor. Y en este tema mentir haciendo diferencias que no están aceptadas por los tribunales internacionales de la Haya, u omitir mencionarlo, o hacer proposiciones vergonzantes, revela una falla moral muy grave en la conducción argentina.
Para concluir el resultado electoral de la Capital Federal, de lo cual me felicitó, aunque yo no voto en esa jurisdicción, corrobora lo que sostengo en este artículo, reiterando lo que pienso desde hace tiempo, en el sentido de que se obtuvo sobre una gestión y una campaña deliberadamente light, que no asume los problemas esenciales de la ciudad, y que recoge su programa de los pedidos vecinales, a los que hay que escucharlos y resolverlos, pero no gobernar a su altura.

Renta agropecuaria

El viernes de la semana pasada moderé un seminario de agronegocios sobre el comercio de trigo antes y después de las regulaciones del gobierno kirchnerista. La exposición estuvo a cargo de Ricardo Passero y los asistentes, que eran muchos y motivados, hicieron gran cantidad de preguntas. Passero repasó la larga lista de controles, regulaciones, prohibiciones y bloqueos oficiales que experimenta el sector productor de granos desde 2007. Y remató su exposición con dos imágenes que sintetizan soberbiamente el impacto de la política oficial sobre el sector triguero.
La primera imagen muestra el área sembrada de trigo en los primeros años de la década pasada. Unas 6 millones de has con una producción cercana a 14 tons (hojas 60 y 59, en cada caso, de la exposición de Passero). El área sembrada cubría gran parte de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, y partes de Entre Ríos, Salta, Tucumán, Sgo. del Estero y Chaco.

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La segunda imagen muestra el efecto devastador de la política kirchnerista. Lo que antes era un vergel, en la cosecha de 2009/10 se transformó en un páramo. El área sembrada se redujo a la panza sur de la provincia de Buenos Aires. El área sembrada cayó a 3.1 millones de has y la producción, a 7.4 tons. El trigo cedió a la soja, sobre todo, las áreas citadas del resto del país.

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Pero la historia del seminario de agronegocios del viernes pasado no termina aquí. Falta la frutilla del postre. Cuando me preparaba para darlo por concluido y agradecer la atención de los asistentes, dos muchachos, de unos 20 años y probables estudiantes de Economía de la Universidad de Buenos Aires, se preguntaron en voz alta qué es, después de todo, lo más conveniente para el país: que el estado se apropie de la renta agropecuaria (por la vía de retenciones y la parafernalia de regulaciones que había enumerado Passero) o que los propietarios reciban la renta de los campos. Ellos piensan que hay un trade-offentre equidad y eficiencia: la equidad se consigue por medio del gasto oficial en planes sociales y el control del precio de alimentos para “la mesa de los argentinos”; en tanto que la eficiencia es el resultado del aumento del área sembrada y la producción. Más equidad (retenciones y controles) implicaría menos eficiencia (siembra y producción); más eficiencia implicaría menos equidad.
Un profesor amigo de economía agrícola se acercó a los muchachos para discutir el tema con ellos. Yo preferí seguir de largo. Doce años de progresismo, prejuicios e ignorancia me han agotado. Pero no se me escapa que el planteo pone al descubierto un relativismo legal y un desconocimiento de postulados económicos básicos alarmantes. No aceptan, quizá no entiendan, que la renta agropecuaria es la remuneración del propietario de la tierra y que el precio de ésta es igual al valor descontado de dicha renta. La inseguridad jurídica, o poner en un tembladeral el derecho de propiedad de la tierra, no les merece mayor consideración. No conectan la inseguridad con la inversión en mejoras, genética, alambrados, silos, puertos. No terminan de comprender que esas regulaciones tienen un costo de bienestar para el país en su conjunto. Que si bien hay grupos que se benefician de ellas, hay grupos que se perjudican, y que el balance es negativo.
La declinación de la economía argentina está explicada en gran medida por una catarata de regulaciones como la que los muchachos defienden. No hay trade-off. Hay pura pérdida de largo plazo para todos. Y hay formas mucho más sensatas y constitucionales de ayudar a los pobres. Lo peor del caso es que no se les pasa por la cabeza que al relativizar el derecho de propiedad ponen de remate sus libertades.

Jorge Ávila

DESPRESTIGIADOS, LOS SERVICIOS DE LOS ENCUESTADORES K SON MENOS REQUERIDOS

Contraofensiva II: Llegan las encuestas truchas de las empresas serias
Más que preocupado por el tercer puesto al que quedaría relegado hoy en Santa Fe, el cristinismo dio la nota en Capital esta semana a partir de que Daniel Filmus y Carlos Tomada salieron a denunciar una supuesta campaña sucia del macrismo operada por Jaime Durán Barba, todo esto con la complicidad del juez federal Ariel Lijo -un Oyarbide en potencia- que realizó allanamientos anticipados por el matutino oficialista Página 12. Así montaron un show, donde el padre del candidato, el señor Salomón Filmus, apareció en la conferencia de prensa como un muñequito de torta para avalar la denuncia contra el macrismo por una supuesta cadena de llamadas telefónicas que decían que él era arquitecto y que trabajaba en la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo en el proyecto Sueños Compartidos. Las llamadas, según el show montado, habrían salido de dos empresas vinculadas a Durán Barba. Semejante clima circense continúa con la publicación en La Nación de hoy de una encuesta de Poliarquía, que afirma que Macri se impondría en segunda vuelta por 61 a 39%. Con este número, Filmus repetiría su elección del 2007, sirviendo el trabajo de base para que el gobierno sostenga que CFK podría en octubre obtener el 40% en la Capital Federal. Esta operación, realizada en un momento de especial debilidad del oficialismo, le devuelve algo de oxígeno al decaído triunfalismo K.
Mediciones más creíbles señalan, en cambio, que Macri estaría ganado con el 65% o más todavía, porque el intento de Filmus-Tomada para levantar la puntería sigue sin movilizar a casi nadie.
Encuestadora seria se busca
Esta situación se vincula con otra: luego del papelón sufrido por los encuestadores oficialistas, que le asignaban a Macri sólo una discreta ventaja en la primera vuelta, a la Casa Rosada estos expertos ya no le serían de gran utilidad, dada su falta de credibilidad pública. Así es que los encuestadores K se verían ahora desplazados de los encargos oficiales de encuestas, ya que el kirchnerismo necesita influir en la opinión pública a través de empresas más creíbles y que, al menos públicamente, no aparezcan como cautivas del poder.
Si Agustín Rossi efectivamente termina escoltando a Miguel del Sel esta noche, se derrumbará más de un mito, especialmente el que dice que CFK tiene el poder de hacer ganar a sus candidatos, como se instaló en las elecciones provinciales de Catamarca y Chubut. Sin “efecto Cristina” alguno, la segunda vuelta porteña del 31 de julioy el 7 de agosto en Córdoba traen nuevas amenazas para agravar el clima de derrota que se está instalando. De ahí la necesidad del gobierno de cooptar una encuestadora hasta ahora seria para que diga que CFK superará el 40% en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 14 de agosto. Pero las operaciones para manipular la opinión pública tienen cada vez menos credibilidad.

CRISTINA, CADA DÍA MENOS PROGRE

Contraofensiva I: El gobierno a la caza del voto de centro
Mientras se apresta a recibir hoy otro golpe en la elección santafesina, si es que Agustín Rossi sale tercero, el gobierno empieza a intentar una reacción que lo saque del círculo vicioso en el que navega desde el estallido Schoklender- Bonafini. El contraataque apunta a recuperar parte del voto de las clases medias urbanas, que le están dando la espalda a CFK pese a los altos índices de consumo que por ahora se registran. La decisión oficial de traspasar a los gobiernos provinciales y los municipios la administración del Programa Sueños Compartidos para la construcción de viviendas populares, presentada como una operación para resguardar a Hebe de Bonafini, plantea, en realidad, el comienzo del divorcio de la Casa Rosada con las Madres. Sin duda un intento para tranquilizar los ánimos de los sectores moderados. En la misma línea, ni bien terminada la feria judicial, se conocerían nuevas resoluciones judiciales del juez federal Norberto Oyarbide avanzando sobre la responsabilidad de Hugo Moyano y su entorno en la causa de la mafia de los medicamentos. Coincidentemente, Amado Boudou habría recibido expresas instrucciones de no pagarle a la CGT 2200 millones de pesos en concepto de reintegros que la APE (Administración de Programas Especiales) les debe a los gremios por tratamientos de alta complejidad, ahora justamente investigados por su vinculación con la adulteración o la compra de medicamentos robados. Tomar distancia de Las Madres y castigar a Moyano son sólo dos de las muchas operaciones en marcha.
Sin pagar ningún costo político, porque la izquierda optó por mirar para otro lado, el gobierno está militarizando aceleradamente la seguridad, siguiendo un esquema semejante al que utilizan, con distintas variables, México y Colombia. En América Latina, el veto político y legal a la participación de los militares en la seguridad sólo es sostenido por la Argentina, con una doctrina que expresa el antimilitarismo iniciado en el ‘83. El caso es que el plan Cinturón Sur, que incluye el inminente despliegue en La Boca, Barracas, Patricios, Pompeya, Soldati y Villa Lugano de 2500 efectivos de la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval Argentina, apunta a la captación de votos, que en el caso de Daniel Filmus no aparecieron pero que podrían apuntalar a la presidente para octubre. No menos electoralista fue el reciente lanzamiento de Escudo Norte, el plan de radarización que es el punto inicial para el protagonismo de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico. El progresismo parece, por su parte, dispuesto a digerir que el gobierno campeón del antimilitarismo convoque a los uniformados para combatir el delito, como una táctica de emergencia para ganar el 23 de octubre.
En el mismo sentido se inscribiría el creciente protagonismo de Boudou como vocero de la presidente. El ministro de economía, con su origen liberal y su estilo posmoderno, funciona en el marco de una campaña de publicidad, a veces subliminal, para reconquistar a la clase media.
Con relación al voto del campo, el gobierno apuesta a profundizar la división en la que viene trabajando el ministro de agricultura, Julián Domínguez. La severidad de Hugo Biolcatti en su discurso de la Rural hizo que la Federación Agraria, a través de su vicepresidente Omar Barchetta, se diferenciara de él. Barchetta afirmó que su discurso “quizás fue demasiado fuerte”.
La neutralidad del PRO
En el plano partidario, la contraofensiva K va definiendo sus objetivos. Es importante para el gobierno conseguir que Mauricio Macri adopte un rol prescindente en la campaña electoral nacional, dejando en libertad de acción a sus seguidores. Entre otros recursos para convencer al jefe del PRO de que adopte esta opción, el gobierno en poco tiempo más pondría en marcha campañas “negras” contra Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde, que incluirían denuncias y descalificaciones de distinto tipo. La mesa chica del cristinismo ya no estaría, por otra parte, tan segura de alcanzar el 40% de los votos en las frías primarias del 14 de agosto. Pero se daría por conforme si consigue alrededor de 37 puntos y Alfonsín y Duhalde no alcanzan el 20%. Con esta diferencia, el aparato publicitario oficial reconstruiría su libreto de que las posibilidades de segunda vuelta serían ínfimas, porque el FpV podría arrimar al 40% en tanto que Duhalde y Alfonsín, el 23 de octubre, tal vez se neutralicen recíprocamente impidiendo que el otro llegue al 30%.

Cómo votó el campo en el 2007

Este domingo en Santa Fe empiezan a develarse las tendencias del voto de los sectores agrarios. El siguiente cuadro muestra cómo en el 2007 CFK fue electa con el fuerte apoyo de las zonas más representativas del campo.