lunes, 24 de octubre de 2011

YA ESTÁ

YA ESTÁ
(No es el aviso de un digestivo, aunque haga falta)

Un día para recordar, lo que no hicimos y lo que hicimos mal!
Como era previsible, ganó Cristina Fernández las elecciones presidenciales. Al terminar su 1° mandato el 10/12/11, reasumirá hasta el 10/12/15. ¡Cuatro años más! ¡1498 días más! Contando la presidencia de Kirchner, serán 12 años en el poder, siempre avalados por el voto popular.
Decía Mitre que “cuando todo el mundo se equivoca, todo el mundo tiene razón”. Frase políticamente correcta, y eso que la expresión no existía en esa época. Pero el hecho de ser más, no quiere decir que tengan razón. Tienen derecho y deben gobernar, porque son más, pero ello no implica que sean dueños de la verdad. La razón no depende del número.
Y esta minoría dividida, fragmentada, dispersa, este porcentaje de opositores que no votamos al FPV, que de acuerdo a lo ya vivido seremos tratados como enemigos y no como adversarios políticos que pensamos distinto, en estos próximos 4 años, ¿qué vamos a hacer?
Podemos ser masoquistas y recordar la larga lista de horrores perpetrados desde el 2003 hasta hoy, en temas tales como corrupción, aumento de la droga, inseguridad, DDHH ¡tan izquierdos!, falta de instituciones, culto a la personalidad, subsidios, clientelismo, frivolidad, uso y abuso de innecesarios y nada urgentes DNU, y se podría seguir contando, pero no tiene sentido. Para la mayoría no lo tiene y al voto masivo me remito. La gente está, o cree estar mejor, y eso le basta. Lo demás es accesorio.
Y está bien que así sea, no tienen porque intelectualizar el voto, ni priorizar la Constitución Nacional por encima de sus intereses inmediatos. Ese es un privilegio de personas con casa, comida, educación y salud garantizadas, algo que desgraciadamente, no todos los argentinos tienen.
Y es evidente que no hemos podido, ni sabido y quizás, hasta no hemos querido lo suficiente, explicar las bondades del modelo del respeto a las libertades individuales, a las leyes, a las instituciones y al pensamiento del otro, sea este el que fuere. No lo hemos hecho y ahora, a llorar a la llorería.
Antes que nada, no hay que esperar que el gobierno cambie. Ya lo conocemos. Puede que “profundice el modelo”, sería lo lógico, hasta ahora le fue muy bien con este sistema. Si China, India y Brasil tienen problemas en sus economías, repercutirá en la nuestra y esperemos que no suceda. Y si la presidente hace realmente (no en el relato) un buen gobierno, Argentina podrá ser, en serio, un país en serio, del que podamos estar orgullosos. ¡Ojalá!
Por ahora, a los que no votamos a Cristina, nos quedan 2 caminos posibles ante estos próximos 4 años: uno es encerrarse y tratar de vivir en una burbuja, ajena al quehacer del país, y el otro es tomarnos el tema en serio y salir a vender valores, sin ponerles precio.
En “La historia de la decadencia y caída del Imperio Romano” de Edward Gibbon (6 tomos entre 1776 y 1789, vale la pena leerlos), queda claro que los ciudadanos romanos, convencidos que ante la corrupción moral de sus sucesivos gobiernos, el clientelismo del “pan y circo” y los muchos vicios de fondo y forma, decidieron que era inútil luchar para revertir la situación, que esta no tenía retorno.
Se reunieron entre los que pensaban y vivían de modo parecido, y en grupos amigables disfrutaron de la buena comida y de la música, la poesía, la filosofía, el arte. Y mientras trataban de olvidar abstrayéndose del mundo exterior que se derrumbaba, ocurrió la profecía auto cumplida: el imperio cayó. Llegaron las invasiones bárbaras. Ese es un camino muy cómodo y atractivo… mientras dure.
El otro camino posible es duro, difícil, incómodo y ríspido y el éxito no está asegurado. Intentar convencer a los multiplicados opositores que no sabemos a qué partidos pertenecen (a veces ni ellos lo saben), que se bajen de sus egos y piensen en nación.
No implica que unifiquen el pensamiento, la uniformidad empobrece y la diversidad enriquece cuando se habla, se discute y se intercambian ideas; pero no es razonable que personas que supuestamente dicen defender la Constitución Nacional, no puedan ponerse de acuerdo sobre los principios del preámbulo. Que formen un frente común, con candidatos que tengan proyectos claros y los den a conocer y partidos que los sustenten.
Que cada uno de nosotros salga a militar y se proponga convencer cada día a una persona, que a su vez se comprometa a convencer a otra persona, que vivir dentro de ley es bueno, mejora nuestra calidad de vida.
Denunciar lo que sepamos sobre la droga, los ilícitos, las grandes o pequeñas deshonestidades que vemos a nuestro alrededor, predicar y practicar la transparencia en todos nuestros actos y exigirlo en los demás. Ser ciudadanos responsables.
Si no nos toman las denuncias, insistir hasta que lo hagan. En tiempo de comunicaciones tecnológicas, presionar a nuestros representantes, para que nos representen en serio, para eso los votamos. Interesarnos en el trabajo del congreso y en los proyectos de leyes que proponen y que votan.
No basta con comentar entre nosotros todo lo que no nos gusta del gobierno, hay más gente a la que le gusta lo que hace este gobierno. No basta, hay que pelearla de verdad. ¿Qué es muy cansador? Si. Lo es. ¿Qué no vale la pena? Si, lo vale. Es la herencia que vamos a dejar. ¿Qué no se siente capaz? Lo entiendo. Pero recuerde las invasiones bárbaras y los 1.000 de oscurantismo medieval que le siguieron.
Personalmente, todavía no sé qué voy a hacer. ¿Viviré como turista en mi propio país, o seguiré trabajando con la sensación de arar en el mar, militando en defensa de mis principios? Estoy muy cansada y de verdad, no lo sé. Usted, ¿qué va a hacer?

LOS DESPOJOS DE LA OPOSICIÓN SUICIDADA

LOS DESPOJOS DE LA OPOSICIÓN SUICIDADA
Cuando mis pálidos restos…
oprima la tierra ya…
sobre mi olvidada fosa,
¿Quién rayos vendrá a llorar?
¿Quién, en fin…, al otro día…,
cuando el sol vuelva a brillar,
de que pasé por el mundo,
¿quién diablos se va a acordar?

Kadhafi arriba de un colchón ensangrentado, dio una imagen más digna que cada uno de los cadáveres políticos de la oposición…ninguno de los cuales parece haberse enterado ni siquiera de la dimensión de su óbito.
Que algunos de ellos se hayan presentado en público para festejar los 40 puntos de escombros debajo de los que se hallaban sepultados, da muestra viva del síndrome de inconsciencia e irracionalidad delirante… de este grupo de cadáveres políticos que flotan despanzurrados entre los sargazos.
Entre todos ellos y la indudable multitud culta y sabia que ha decidido vivir 4 años más en este paisaje, nos hallamos unos cuantos, como quien esto escribe, viendo hacia ambos costados, como giran un par de bolilleros que pueden arrojar… más temprano que tarde… cualquier destino.
En las próximas horas, el jueves -en el día del prócer- y una semana después -en el día de todos los muertos- una hilera de siervos de la gleba, observarán con una enorme angustia la cara de la monarca para saber si se les renueva o no, la vigencia de su servilismo convertido en beca.
Están, no sin razón, hondamente preocupados por varias razones que tienen que ver con la sospecha de que… algo les puede cambiar la continuidad de sus prebendas. Y con la terrible duda de que, cualquier afecto ortopédico, tal vez no tenga el mismo espacio en el corazón de la reina.
Cada advenedizo de esta fauna -pletórica de reptantes- sabe muy bien que, en el epicentro del poder, ella tiene su propio ejército de arrastrados, cuyos integrantes sienten merecer ahora un “vale” o un “ticket”por otros cuatro años de amor… desde Olivos.
Como ocurrió ya alguna vez, todas las tarjetas de débito de los siervos, sin excepción alguna, deberán ser renovadas indefectiblemente.
Todos los tickets de cada uno de los mercenarios, están vencidos.
Y es muy probable que las condiciones de aptitud para ser un siervo hecho y derecho, se han de presentar allí de una manera técnicamente distinta.
El favoritismo hacia un lacayo es, precisamente, su vocación de premiosa esclavitud frente a los intereses que lo demandan por doquier.
Bajo juramento, serán capaces de renunciar… otra vez más, a su dignidad, sabiendo que, en cualquier examen de esta mujer… se prefiere el oblicuo al recto, se prefiere el ignorante al estudioso, el intrigante al gentilhombre.
Deben saber, para renovar su ticket vencido, que la corruptela moral para ser serviles, antepone, ahora más que nunca… el valimiento al mérito.
Por cuanto… sin duda son sólo ellos los verdaderos arquetipos primarios del arrastramiento individual… y, con tal arduo entrenamiento, han de ser absolutamente capaces de adaptar su impresionante insolvencia moral a cualquier mandato nuevo de la misma monarca.
Inversamente, debe saber muy bien ella… que la lealtad de los siervos sólo es sostenible con el pago riguroso y oportuno de todas las alícuotas de los planes y subsidios del progresismo popular. La Caja de nuestros impuestos.
El progresismo populista vitoreado por los “unos” suele durar hasta que se acaba el dinero de los “otros”.
Exonerar a un felpudo humano y/o colapsarle los pagos, es exponerse a que se venda de inmediato al otro bando. O peor aún… a que revele los secretos que se le han confiado y también a que se convierta en un enemigo extorsionador.
El mensaje de amor y de paz de la presidente tendrá pues una receptiva bienvenida en una gran cáfila de cambiadores de camisetas, cuyo número resultará una función directa del superávit de la caja… y cuya fuerza desplegada, ha de ser inmedible en su formidable e imprevista volatilidad.
Porque trasuntará la más rechiflada hipocresía, chorreará insinceridad y no será creíble ni siquiera para el obediente y laxo oído de los propios siervos.
El amor de esa multitud “sabia”, que obviamente jamás estuvo enferma de ideología por cuanto no ha podido acceder aún a ese concepto complejo… se ha forjado dividiendo a la sociedad… entre los propios y los excluidos.
Y allí yacen, sobre un colchón barato… los despojos de una oposición que se ha empeñado en llevar el ridículo hasta el paroxismo de subir al podio para saludar con su rostro pálido… absolutamente magullado.