viernes, 2 de septiembre de 2011

Dólar imparable y aumento de la incertidumbre

Dólar imparable y aumento de la incertidumbre

Ya se puede hablar de que está en marcha una minicorrida cambiaria en nuestro país. Por primera vez en los tres últimos años, ayer las reservas bajaron de los 50.000.000 millones de dólares, al vender el BCRA, el Nación, el BAPRO y la ANSES US$240 millones para mantener la paridad en $4,22. Además, la entidad presidida por Mercedes Marcó del Pont vendió otros US$100 millones a futuro. Si bien ayer fue fin de mes, es muy sugestivo que a más de 15 días de disipada la incertidumbre electoral con el triunfo de CFK, la gente común y los operadores de mercado sigan comprando dólares en forma oficial y en el paralelo. Por otra parte, la divisa en el “contado con liqui” se vende a $4,45. Si bien la compra de dólares en forma masiva venía desde julio pasado, se acentuó en agosto y en los últimos días habría influido la baja de la calificación del sistema financiero de nuestro país realizada por la consultora Moody’s. Ésta pasó a la Argentina de estable a negativa, porque evaluaría que este plan económico es insostenible el año que viene y que el gobierno tomará una de dos medidas: o desdobla la plaza cambiaria o bien se apropia de los depósitos en dólares.
La hipótesis de la confiscación
A partir de la última crisis, el BCRA estableció que los bancos pueden recibir depósitos en dólares para luego prestarlos para operaciones de comercio exterior que se hacen en la misma moneda. Pues bien, los bancos que operan en la plaza local prestaron con este sistema, pero les quedan US$6.000 millones que están en el BCRA como encajes que se cuentan entre los menos de US$50.000 millones de reservas. Así es que el gobierno bien podría decirles a los bancos que, a cambio de esos 6.000 millones de dólares, les dará un bono a cinco años a una tasa del 4%. Actualmente están a tasa 0 y servirían para cubrir los compromisos de la deuda externa del año que viene. Pero una medida de este tipo sería vista como un primer paso hacia la confiscación de los depósitos en pesos, lo que el cristinismo evitaría, porque sabe muy bien lo que vendría después de la implantación de un nuevo corralito. Simultáneamente, con esta medida, el gobierno podría pegar un manotazo sobre la soja, maíz y trigo, que mantienen sus altos precios mientras todo lo demás cae. Por lo tanto no hay que descartar un desdoblamiento cambiario y la nacionalización del comercio exterior. El Estado pasaría a fijar, entonces, el valor de las cosechas. O bien, como dijimos antes, aplicar un bono compulsivo a los depósitos en dólares, acompañado por más controles cambiarios.
En definitiva, en julio y agosto se fugaron US$2500 millones cada mes. Y en septiembre se espera que sea mucho más, ya que el gobierno nacional no define qué hará para pagar los compromisos de deuda del año que viene. Hay que descartar, por otra parte, una baja del gasto público, como hizo por ejemplo Brasil. Siempre queda el recurso de volver a los mercados internacionales de crédito. Pero para llegar a eso hay que normalizar el INDEC y acordar con el Club de París. Este cuadro hace que sea cada vez más verosímil alguna confiscación, que sería coherente con la metodología que siempre ha aplicado el gobierno nacional.
Brasil, como señalamos ayer, decidió una baja del gasto público con el fin de que el Banco de Brasil baje la tasa Selic, que está 12,50, para que dejen de ingresar capitales y permitir de este modo la devaluación del real. Todo esto teniendo en cuenta que el PBI en julio cayó el 0,25% por primera vez en años y que la confianza del consumidor tambien sufrió la mayor caída en años.

Motivos que no permiten competir a presidente en octubre

Motivos que no permiten competir a presidente en octubre

La última reflexión que exige esta situación tan confusa. Competirán atomizados, o sea que no será una alternativa posible y concreta para un ballotage.
En la acción política la escala de valores de todo peronista era la siguiente: Primero la Patria, después el Movimiento y luego los hombres. Pareciera que en estos tiempos esta frase hubiera alterado el orden de prioridad de este objetivo, tan necesario de ser cumplido frente a la actual situación política.
Son muchos los que constantemente han esperado que los dirigentes de la oposición encontraran un dialogo fecundo y que procuraran un candidato único, con el respaldo del resto de los candidatos conformando un pacto de gobernabilidad a futuro.
Sin embargo el motivo más destacado respecto de la imposibilidad de consensuar, según esgrimen, es: “la estructura partidaria”, a quien le deben la promesa de lograr sus cargos políticos en las urnas. Al tiempo que cada uno de los candidatos a presidente y gobernador considera que su liderazgo es el único que puede garantizar la gobernabilidad.
Con lo cual: se altera el orden de prioridades. A pesar de que todos han realizado una profunda radiografía de la actual situación y de las consecuencias sociales y económicas que puede atravesar el país de continuar con la actual administración de gobierno.
Ahora bien, pareciera que no se ha pensado que esta actitud intransigente por parte de los candidatos también les significará una derrota política y desprestigio de la imagen, por ende el fin de su carrera política.
La falta de cohesión para reordenar al país parece no ser la prioridad, aunque los candidatos quedarán tan desprestigiados que no habrá ninguna posibilidad de que recuperen su espacio político. Mientras que aquellos que exigen que no se “bajen”, como suele decirse en la jerga popular, también quedarán debilitados porque el gobierno nacional los llevará a una necesaria afinidad y aceptación de la presidenta como eje nacional. Ya que de lo contrario, no podrán cumplir con sus obligaciones por las cientos de trabas que se les impondrán, cuando no, falta de “partidas” por parte de la administración de gobierno.
Por estos días tras el contundente triunfo del intendente de la ciudad capital, quien asevero que, “la actual presidenta había alcanzado importantes objetivos y que la oposición fragmentada no era una alternativa” “Ni siquiera representaba una opción para la elección presidencial, con lo cual estaba más cerca de las afinidades políticas del gobierno nacional que las de sus propios dirigentes partidarios”.
Enviando estos mensajes tan confusos y no alcanzando acuerdos, no han hecho más que perder la única alternativa que quedaba para lograr un cambio de modelo en las urnas. Los dirigentes que migraron por su ansiedad de su partido político a otro, y los que modificaron su plataforma partidaria por recibirlos, dieron señales ambiguas. Desarreglos de última hora que fueron los que más perjudicaron la credibilidad y la unidad.
A esta falta de plataforma y de concertación, se suma la supuesta lealtad a quienes han trabajado por sus candidaturas en las respectivas campañas a nivel nacional Como todos saben y experimentan la falta de gobernabilidad, la inseguridad, el flagelo de la droga, el delito, la inflación, la inestabilidad jurídica etc. será una constante en el escenario político de la Argentina.
En definitiva, parece que deben cumplir con las promesas electorales a sus seguidores y militantes, reconociendo su esfuerzo y no resignando la candidatura por esa lealtad partidaria, Aunque esa estructura y los seguidores sean finalmente un perjuicio que no contribuya al cambio que requiere el país.
Como consecuencia tendrán que tolerar su abrupta caída de imagen y desvalorización de la sociedad que no comprende estos códigos tan personalistas, partidarios, y de las bases Los que no pueden resignar, solo en esta ocasión, su oportunidad política en pos del destino del país. El panorama social de la Argentina para el futuro resulta desolador para quienes están en capacidad de comprender el escenario político y social a mediano y largo plazo.
O sea que debemos invertir el orden de prioridades, primero el candidato, después el partido político debilitado, y por último el país

¿QUÉ COSA NO HAY EN LA ARGENTINA?

¿QUÉ COSA NO HAY EN LA ARGENTINA?

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, hombre de la Cámpora, acusó al periodismo de “empañar el acto eleccionario”, como una prueba más de que todavía hay funcionarios del gobierno nacional que no tienen vergüenza en defender un modelo de permanente agresividad, de constante ataque a la prensa, como si, en este caso, el periodismo hubiera organizado y desarrollado las elecciones primarias tramposas.
Cuando un funcionario, como el Sr. Florencio Randazzo, se pasa una hora despotricando contra la prensa y atacando a un periodista, específicamente, es innegable que no tiene nada mejor que hacer. Seguramente, el país funciona maravillosamente y no existe ningún problema. Todo marcha sobre ruedas.
En realidad, lo que marcha sobre ruedas, es la corrupción que está enquistada dentro del propio gobierno argentino.
Lo que marcha sobre ruedas, es la desvergüenza de querer proteger un acto de tanta importancia, con actitudes que nada tienen que ver con la vida democrática. O sea, se han perdido los valores de la democracia que tanto pregonan defender.
Las denuncias que se hicieron atentaban -según el ministro- contra la mentada transparencia que tanto defendió un siervo de la provincia de Buenos Aires, enfervorizadamente, como para esconder alguna malicia.
Seguramente, también marchará sobre ruedas, para este gobierno, la cantidad de niños que se mueren de hambre, de frío y decenas de enfermedades, en diferentes puntos del país.
Seguramente también, la Nación irá sobre ruedas, porque no han visto cuánta gente hay viviendo debajo de los puentes, de las autopistas y cobijados por sucias e inhabitables lonas, cartones y diarios, donde familias enteras -incluidos inocentes niños- esperan que, algún gobierno argentino, se acuerde de darles cobijo, alimento, atención sanitaria y ropa decorosa.
A esta gente no las tenemos en Las lomitas o en Gallo Colorado… Las tenemos en Buenos Aires, la orgullosa capital de la República tan visitada por los turistas de todo el mundo.
Pero todas estas cosas, son parte de los “negocios” de muchos punteros políticos que, pese a las denuncias que cargan sobre sus espaldas, siguen dando la cara sin vergüenza ninguna, sin ponerse colorados, y encima, se animan a postularse para cargos electivos regalando ropas, alimentos, plasmas, televisión digital, pelotas de fútbol, camisetas del club de sus amores, etc. etc. etc.
Bien dice el ministro Randazzo, que hay gente que se dedica en “empañar el acto eleccionario”. Es cierto, esa gente está dentro del mismo gobierno.
Pero que le quede claro al señor ministro -y se lo decimos con absoluto respeto- él ve la situación a través de la lente de un gobierno ciego, sordo, mudo y corrupto, que le pide a la gente que “sea solidaria” aunque no tiene la obligación de ayudar a los que nada tienen, mientras que el gobierno que “SÍ tiene la obligación Constitucional” de proveer de ayuda social, alimentación y bienestar” a sus ciudadanos, se hace el distraído mirando para otro lado.
Denostar al periodismo que sólo se encarga de informar y opinar (porque en democracia se puede opinar por si no lo sabe el señor ministro), es atentatorio y grave para la convivencia de los ciudadanos y peligroso para la permanencia de la democracia y la vida republicana, en la Argentina.
Por eso, a la luz de todo lo ocurrido durante estos últimos años, posteriores a la crisis de 2001, como argentino y hombre que piensa y escribe lo que siente con todo derecho, considero que ya estamos hartos de abusos, atropello, agresiones de palabra y de hecho, de inseguridad, de las metidas de mano en la lata que ayudamos a mantener todos los argentinos y el gobierno se la lleva no sabemos adónde, de peleas permanentes con gobiernos que otrora fueron nuestros amigos, de tomaduras de pelo al pueblo mediante mentiras constantes, de los discursos de la señora presidenta que se ufana de dar migajas a los jubilados que viven con un sueldo más miserable que ratón de aserradero y de la presencia de un séquito en sus actos que cobra para estar presente y llevarse “nuestra plata”.
¿Quién le dijo al gobierno que la gente que vive trabajando, esquivando gomas quemadas, rutas cortadas, sorteando manifestaciones de piqueteros oficialistas, está de acuerdo con esta política?
¿Quién le dijo al partido gobernante que ésta es la manera en que se gobierna un país?
El ministro Randazzo, que tanto defiende el acto eleccionario, tendría que explicar, por ejemplo, por qué hay tantos niños desaparecidos en el país, por qué hay tanta miseria en toda la república que dicen gobernar tan maravillosamente.
¿Por qué no paran la delincuencia y que los derechos humanos sean también para el vecino que se defiende a tiros de este sector maligno de la sociedad?
¿Por qué no le explican a los jubilados quién los autorizó a extraer los fondos de la ANSeS para prestarlos graciosamente a empresarios amigos y no dándole a los viejos el aumento que les corresponde? ¿Quién embolsilla los intereses de tanto dinero?
Que se entere el Sr. Ministro del Interior: ¿Sabe por qué, no ocurre nada de todo esto?
Porque no hay periodistas que “ensucien” con sus comentarios el acto eleccionario; lo que no hay en la Argentina, de parte de este gobierno, sencillamente, es vergüenza.

Probables causas del triunfo y posibles agravantes de la derrota

Probables causas del triunfo y posibles agravantes de la derrota

Quienes valoramos enfáticamente la aplicación de un sistema liberal de la política y de la economía, somos quienes más tenemos que respetar la voz de las circunstanciales mayorías, expresada en las urnas. Y dejamos para los autoritarios del poder, los resentidos sociales y los dogmáticos ideologizados, las conclusiones que desprecian a quien no opinan o no sienten como ellos. Los opositores perdimos rotundamente, sin atenuantes, y eso nos obliga a preguntarnos por qué y cuáles fueron las causas que provocaron nuestra derrota, así como cuáles fueron las bondades que el oficialismo logró trasmitir, sea real o simbólicamente.
Nos guste o no, la vida de las sociedades es más larga que las nuestras y las posibilidades de rectificación por parte de aquellas, pueden demorarse o diluirse, pues siempre tendrán tiempo de ocurrir. No pasa lo mismo, por cierto, con quienes tenemos un límite de vida próximo y no nos resignamos a dejarle a la próxima generación, un país al menos un poco mejor y mucho más confortable que el actual.
Las causas del triunfo de la señora de Kirchner son varias, las que, con mayor o menor peso, confluyeron para un triunfo básicamente personal. Trataremos de analizarlas una a una, en base un posicionamiento necesariamente subjetivo y, por lo tanto, discutible. Hace pocos meses sosteníamos -y desde siempre lo sostenemos- que los resultados de una elección presidencial se basan en dos motores: intereses económicos y esperanzas emocionales de los votantes. Y que esa mezcla de pragmatismo y emotividad es la fuerza impulsora de la mayoría de los votos, aún para el más indiferente de los ciudadanos.
Como sabemos, el grueso de la población no se involucra en la gestión política y toda su participación se limita a elegir periódicamente, a quienes creen que los favorecerán como personas, como miembros de una familia o como integrante de un grupo. Y, a nuestro juicio, no hay nada criticable en ello, pues no podemos pretender que a la mayoría de las personas les interese la cosa pública de la misma manera en que, como a muchos de nosotros, nos preocupa y nos ocupa parte de la vida para servirla (y no para servirse de ella). En todo grupo humano siempre existen miembros más dedicados al prójimo o al bien público, más altruistas, más comedidos, más comprometidos o más solidarios. Suelen ser grupos minoritarios, pues la gran mayoría está constituida por “polizontes” o free riders. [1] Y no somos quienes, para juzgar mal que así sea.
Esa amplia mayoría nos dio una lección contundente a quienes habíamos pronosticado la derrota oficialista y hasta que dudábamos si la señora de Kirchner habría de presentarse como candidata. Estamos convencidos que la bolilla 1 de un programa destinado a mejorar a los argentinos, es aprender a perder sin echarle la culpa a terceros. Y esa bolilla -saber perder-, ya la hemos aprobado hace rato. El pequeño atenuante de ese pronóstico fallido puede surgir de habernos basado equívocamente en los resultados de la C.A.B.A., en donde el triunfo de la presidente estuvo acotado de manera nítida, como para quitarle la pretensión de ganar en primera vuelta. Pero lo concreto -y más allá de las pillerías fraudulentas que sí, es cierto, se concretaron en el conurbano y, probablemente, en algunas provincias del interior-, el triunfo oficialista es inobjetable.
Vayamos a las causas, según nuestro punto de vista:
1. Los intereses económicos del votante
Según la Consultora W [2], la composición de la pirámide socioeconómica de la población argentina, entre los años 2004 y 2010, se comportó así:
1) la clase alta (abc1) creció del 5,4% del total al 7%, es decir, un 30%;
2) la clase media alta (c2), se incrementó del 14,4% al 17%, o sea, un 18%;
3) la clase media típica (c3) pasó de 24,8% al 30%, es decir, con un crecimiento del 21%.
4) la clase media baja (d1) descendió del 33,2% al 32%, o sea, -3,6%; y,
5) la clase baja (d2/e) disminuyó del 22,2% al 14%, es decir -59%.
Esta información estaba disponible varias semanas antes de las elecciones primarias y, sin embargo, no fue considerado por nosotros como un indicador significativo de la decisión electoral. Nos equivocamos, ya que lo cierto es que, en esos 7 años, se registró un crecimiento del 30% en la clase alta, de un 14% en la media alta y de un 21% la clase media típica y, por el otro lado, existió una disminución de 4% en la clase media baja y de, nada menos, que del 59% en la clase baja. Se trata de datos estadísticos objetivos, más allá que esos resultados sean obra de una buena gestión o el fruto de una corriente de buena suerte.
Naturalmente, existen otros datos también objetivos que no lucen con la misma intensidad, pero ellos no son tan palpables para la mayor parte de los votantes. Si bien actualmente, continuamos siendo el tercer país entre los latinoamericanos en cuanto a tamaño del PBI, con 309.000 millones de dólares; precedidos por Brasil (1.572.000 millones) y por México (875.000 millones) [3], la distancia que nos separa de los dos primeros, es cada vez mayor.
Por otra parte, sólo ocupamos el sexto lugar en la comparación del PBI per cápita, con u$s 7.550 por habitante; detrás de Venezuela (u$s 10.090); Brasil (u$s 8.070; Chile (u$s 9.470); Uruguay (u$s 9.010); y México (u$s 8.960), cuando supimos ser orgullosos primeros. Y si miramos la participación de nuestro país en términos de la pobreza infantil, vemos que tenemos un 28,7% de niños pobres, por detrás de Costa Rica (20,5%); Chile (23,2%) y Uruguay (23,9%) [4]. Por lo tanto, no todo lo que reluce es oro, aunque la mayor parte de la ciudadanía no registra estos datos y ni siquiera sabría cómo registrarlos.
Otro dato negativo: entre 2007 y el primer semestre del 2011 se fugaron -sea por estar guardados en “el colchón” o porque fueran enviados al exterior-, más de 60 mil millones de dólares, mientras que los depósitos en dólares en ese mismo período no alcanzaron a los 9.000 millones [5]. Esos 51.000 millones de diferencia se retiraron del circuito económico -y, por lo tanto, no integraron significativamente la inversión ni el consumo-, lo que, junto a la devaluación internacional del dólar, permitió la paradoja de que la inflación se aquietara en, más o menos, el 23% anual que estamos sufriendo en el presente. [6]
Así, la población percibió que la inflación es alta pero que está estabilizada, que no se desbocó, y que, además, para los asalariados públicos y privados y para una buena parte de los jubilados, los ingresos no se deterioraron significativamente, pues el salario “real” se ha mantenido estable, sin perder poder adquisitivo en los últimos cuatro años. Agreguemos que, muchos de esos mismos agradecidos empleados públicos -alrededor de un 40%- fueron nombrados durante los siete años de kirchnerismo y que otro tanto ocurrió con el número de también agradecidos jubilados que se incorporaron a la clase pasiva (hubiesen realizado o no, aportes).
Como queda claro, la situación económica general era y es objetivamente buena y estable, sobre todo para las grandes franjas de las clases medias y bajas. Y lo mismo ocurrió con toda la población del interior, o sea, el campo y sus zonas de influencia. Nosotros -los que apoyamos la lucha contra la Resolución N° 125, ideada y sancionada por Lousteau y que fuimos a las concentraciones en su repudio-, pensamos, con bastante ingenuidad por cierto, que el rencor podría más que el bolsillo. Pero no fue así: hubo un voto -tal vez, vergonzante- “del campo” a favor de la señora de Kirchner, quien, por otro lado, se benefició sin haber hecho nada de nada para que el precio de la soja volviera a subir a más de u$s 500 la tonelada. Pero, es sabido que a veces, “unos se echan la fama y otros cardan la lana”.
2. El componente sentimental del voto
Hasta aquí, hemos registrado los buenos resultados económicos. Ellos, de todos modos hubieran garantizado una alta probabilidad de realizar una buena -o muy buena- elección de la presidenta, aunque su marido no se hubiera muerto repentinamente. Pero esto último fue lo que efectivamente ocurrió y lo que, seguramente, conmovió a no pocos electores, agregándole un lote significativo de votos, especialmente en las mesas femeninas pues ya sabemos, “todos los hombres las unen y, sólo un hombre, las separa” (a excepción, como en este caso, de que el hombre se muera).
Pero el innegable gran mérito personal de la presidente, es haber logrado escindir su primer mandato de gobierno, del precedente que gestionara su marido fallecido, pues él se llevó a la tumba gran parte del rechazo visceral que suscitaba con sus compadradas y fanfarronadas, propias de un individuo inseguro y con síndrome de persecución. La presidente se juntó en el “luto”, pero no se revolvió en él. Esa fue su gran intuición y su incuestionable habilidad política. Rasgo doblemente meritorio, porque no es una funcionaria que se dedique por tiempo completo a su métier, y sólo lo hace en unas pocas horas por día.
Veamos otro componente vinculado a lo emocional: el“modelo” de los Kirchner “suena bien a los oídos de cierta izquierda vernácula”, esa izquierda argentina, nostálgica desde siempre, en la que“cualquier cacatúa sueña con la pinta de Carlos Gardel” (aunque, aclaremos, no es así visto por “la izquierda progresista democrática latinoamericana, ni por una izquierda marxista ideológicamente consistente y rigurosa”) [7]. Ellos constituyen un sector importante de la sociedad argentina, aglutinado ahora por el temor al turno de la derecha.
Aquella izquierda sentimental no tiene muchos votos, pero sí en cambio goza de la adhesión de varios grupos: funcionarios siempre bien ubicados dentro de la burocracia estatal; mandos medios de empresas semi-estatales y de los medios de comunicación; los eternos “mantenidos” que siempre rondan en la política y, por último aunque no menos importantes en peso, los mercenarios de la pauta de publicidad oficial. Son todos ellos agentes de propagación, que actúan con eficacia dentro de pequeños círculos, aunque sin duda suelen estar excesivamente remunerados para compensar los modestos servicios que prestan. Sin embargo, alcanzan cierta resonancia dentro de una sociedad en la que somos más bien pocos los que asumimos pensar políticamente desde la derecha.
Pero, cabe aclarar que este componente emocional es necesario y diríamos imprescindible, aunque insuficiente, pues por sí solo no consigue ganar elecciones. Precisa estar acompañado de una relativamente buena gestión o, si así no fuera, de que el público la perciba al menos como tal. Y porque ello no ocurrió así, en la relativamente benigna crisis económica de 2008-09, es que se afectó tanto la imagen del gobierno, provocándole la derrota electoral de 2009. Mora y Araujo lo puntualizó con claridad: “Cuando la imagen del gobierno de Cristina Fernández declinó, no fue porque la sociedad se movió a la derecha, sino porque la gestión comenzó a defraudarla”. [8]
En resumen, la recuperación económica de los últimos 12 meses, junto al “efecto luto”, mezclados con una demagogia desembozada, agregado a la conmovedora pero falsa lucha épica “contra los poderosos de afuera y de adentro”, unido al simpático y resentido izquierdismo típicamente argentino, hicieron el resto como cocktailganador. Y lo cierto es que, la mayoría de los opositores no supimos ver con objetividad ese escenario y pensamos que, aunque sí lo hubiéramos visto, no habríamos podido alterar el resultado, tal como acertadamente lo previó Jaime Durán Barba. Como ocurriera a fines de los 90 con Carlos Menem, la mayoría de sus actuales votantes terminará enojándose con la señora de Kirchner, cuando las circunstancias económicas internacionales dejen de favorecer a su gobierno y a buena parte de los argentinos, y entonces los múltiples embriones de los problemas actualmente pospuestos, estallen. Y creemos que, desgraciadamente para todos, no falta tanto tiempo para ello, vista la tensión económica internacional.
Es cierto que, así como los Kirchner no tuvieron nada que ver con el viento de cola, tampoco podremos atribuirles responsabilidad cuando la economía internacional se complique. Pero preferiríamos tener que enfrentar las próximas turbulencias con un timonel avezado y realista, y no con una persona ideologizada y voluntarista. Porque el sufrimiento podrá ser atenuado con habilidad política y técnica, y será, en cambio, innecesariamente más duro con dirigentes como la Sra. de Kirchner, cargados de resentimiento, siempre prontos a buscar culpables e imaginar conspiraciones.
Se confirmó, una vez más, que ni los ostensibles negociados de funcionarios, ni los impúdicos incrementos patrimoniales de los figurones del régimen, hacen mella en el electorado cuando el consumo es intenso. ¿Para qué cambiar?, se preguntó posiblemente la mitad del electorado. Como muchos cónyuges -hombres y mujeres- que miran hacia otro lado para no ver las picardías clandestinas de su otra parte, con tal mantener una “buena calidad de vida y confort”, la sociedad argentina mayoritariamente prefiere no ver lo que no quiere ver. Así ocurrió, con el gobierno militar y con Menem, mientras hubo euforia consumista, tipo “dame 2”. Y después, esa misma sociedad, para purgar la culpa colectiva de su mayoría, termina con ensañarse con la crueldad de los conversos, justo cuando la fiesta hay que pagarla.
Los agravantes de la oposición
Casi todo el periodismo especializado y los comentaristas políticos coinciden en condenar a los líderes opositores, por no aunar fuerzas tras un solo candidato con un frente común. A nuestro modo de ver, se trata de una crítica un poco injusta. Sus dirigentes, en realidad no guían a los afiliados del partido al que pertenecen, bajo un programa o a un conjunto de principios acordados. Antes bien, los conducen basándose en una mezcla de los antecedentes personales y el carisma de los candidatos, o mediante la formación de coaliciones oportunistas y temporarias, lo que les permite generar cierta esperanza en el elector.
Nos guste o no, los partidos políticos han dejado de ser la espina dorsal de la democracia. Contemporáneamente, los partidos políticos -y no solamente en Argentina- ya no reclutan a sus prosélitos o afiliados entre quienes integran y conforman una red de intereses materiales y espirituales más o menos comunes, cohesionados con enfoques políticos compartidos, sino que sólo constituyen un elemental mecanismo de intermediación con el poder, por lo que, cuando más lejos se hallen de ese poder, menos seguidores tendrán. Será por ello que las viejas denominaciones partidarias -socialistas, conservadores, justicialistas o radicales-, han devenido en nombres de dirigentes junto al sufijo “ismo”(peronismo, alfonsinismo, duhaldismo, kirchnerismo, felipismo, binerismo, con la excepción impronunciable de “carrioismo”).
Por lo tanto, los partidos políticos se han transformado en simples maquinarias de acceso al gobierno, con carencia de programas o sin necesidad de asumir compromisos éticos, apoyándose siempre en discursos lo suficientemente ambiguos como para repartir algo así como “esperanzas para todos”. “Desde 1983 hasta hoy, existe una tendencia, casi lineal, a la pérdida de identificación de los ciudadanos con los partidos… las personas que se sienten ajenas por completo a algún partido suman el 78%”. ¿Cómo podrá sostenerse un orden democrático representativo con un estado fuerte sin partidos políticos -se pregunta-, sin dar respuesta, el sociólogo Manuel Mora y Araujo? [9]
Por eso, cada vez que un nuevo grupo de influencia alcanza el poder, se transforma en una verdadera “caja de Pandora”, pues aún sus mismos votantes desconocen las políticas que se aplicarán. Sucedió con Frondizi, Illia, Onganía, Lanusse, Cámpora, Perón, los militares (entre 1ra. y 2da. Junta), Alfonsín, Menem y Kirchner. Y por eso, también, cada nuevo gobierno es un verdadero experimento “a ciegas” y, ya sabemos, los experimentos pueden salir fallidos. De ahí que las encuestas del humor colectivo cobren una significancia desproporcionada, más allá de la calidad técnica con la que éstas se realicen.
Este modelo improvisado y repentista suele derramarse sobre toda la sociedad. La visión a corto plazo se transforma en un paradigma y no parece ser un buen negocio proponer algo cuyos resultados no puedan verificarse en el presente próximo. Obsérvese lo que pasó con la llamada “Mesa de Enlace” agropecuaria: se opusieron con éxito a la Resolución 125, pero se olvidaron de consensuar la política impositiva de la tierra o cómo enfrentar los dilemas o las contradicciones que se producen en materia de comercio exterior. Salvo aquella oposición sin fisuras a la citada Resolución, todo lo demás fue ambiguo cuando no escondido deliberadamente, surgiendo continuas discrepancias que trascendieron no en base a uno, sino a múltiples voceros.
El CIPPEC ha analizado las “retenciones” al agro durante 144 años [sic], desde el año 1864, en que fueron del 100% hasta el 2008. El promedio de retención de esa casi centuria y media fue del 34%, con picos máximos del 60% (1919, 1990 y 2006 a la fecha) y pisos de 0% (1911, 1934, 1980 y 1995 al 2005). Cuando estas retenciones han excedido el promedio en forma significativa, siempre sobrevinieron crisis políticas importantes. No obstante, la improvisación oportunista pudo más, y se volvió a reiterar el mismo error. [10]
Convengamos que, con un programa ambiguo, a veces se consigue alcanzar el poder (el Preámbulo de Alfonsín, la no defraudación de Menem, el agrandar la “fiesta para pocos” de De la Rúa, o la desembozada demagogia duhaldista o kirchnerista). Pero lo que no se puede hacer con un programa de esa naturaleza, es gobernar bien. Es cierto que la actual administración ha podido mostrar algunos éxitos verificables: los resultados económico-sociales apuntados, por un lado, y algunas medidas concretas, como la asignación universal por hijo, por caso, por el otro (mientras que su creadora, Lilita Carrió, paradójicamente hizo la peor elección de su vida). Pero está muy lejos de lograr una gestión exitosa en términos de futuro próximo, proponiendo una administración que previniera un nuevo drama económico argentino y nos preparase competitivamente para los complicados tiempos internacionales que -a nuestro juicio- vendrán.
Resumiendo: culpar la derrota a la ineptitud de la oposición, es una forma de enmascarar la incapacidad de una gran mayoría del pueblo argentino a la que no le importa que cualquier gobierno afecte con su intervencionismo los intereses de otros sectores, siempre y cuando no sean los propios. Esa mayoría parece repetirse a menudo: “a mí me va bien, y después de mí, no me importan que choquen los planetas”. Al menos, hasta que chocan. Y, entonces, sus miembros se transforman en jueces implacables. Lo que han hecho en esta elección muchos ciudadanos con sus votos, es lo mismo que hicieron anteriormente algunos legisladores con sus bancas: borocotizarse.
Conclusión
Es muy probable -según nuestro análisis- que Argentina enfrente dificultades económicas severas en unos meses más, aunque el precio de la soja se mantenga por ahora en niveles record. Ya no tenemos los superávits gemelos ni acceso al crédito internacional y, por otro lado, las reservas del BCRA o los fondos de la ANSSES se están quedando exhaustos. Para colmo, estas vulnerabilidades que enfrentamos están expuestas, también, a detonantes provenientes del exterior. Europa continúa en estado crítico, en un escenario de “mirame y no me toques”, unida por el espanto antes que por el afecto de sus miembros. Por otro parte -según nuestras informaciones-, es probable que EE.UU. tenga en pocos días o semanas más otro cimbronazo de debilidad financiera, lo que aumentará la incertidumbre y el lanzamiento de manotazos del tipo “sálvese quien pueda”.
No alcanzará entonces con echarles la culpa a Clarín o a Standard & Poors. Tampoco nos podrá ayudar el premio Nobel, Joseph Stiglitz. La fiesta habrá que pagarla y no habrá shows de Boudou que permitan saldar la cuenta. Tal vez éste, apoltronado en el Senado, se pueda hacer humo y dejar que algún joven teórico de la cara, defienda lo indefendible y se transforme en el “hijo de la pavota”. La oposición: bien, gracias, aunque tan despistada como la Sra. de Kirchner, Zanini, De Vido o Verbitzky. Los argentinos, como Sísifo, tendremos que cargar nuevamente con la misma piedra y empezar de nuevo, pero cada vez más raquíticos. Sin duda, nos los merecemos pues no hemos sabido hacer nada para evitarlo. Somos como la perdiz, de vuelo corto y bajo.
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1. Free rider: Persona que se embarca clandestinamente para no pagar el pasaje. En economía, el problema del polizón se refiere a una situación en la que algunos individuos de una población consumen más que su cuota justa de un recurso común, o pagan menos de su cuota justa de los costos de un recurso común. Se aplica a quienes no se esfuerzan para lograr mejoras en una comunidad y se limitan a provecharse de esas mejoras.
2. “El crecimiento no alcanzó para corregir la polarización social”, por Alfredo Sainz, La Nación, sección Economía & Negocios, 01-08-2011, pág. 1.
4. “La copa América de la economía”, por Carlos Manzoni, La Nación, sección Economía & Negocios, 26-06-2011, págs. 1-2.
5. “No se detiene la fuga hacia el dólar y marcaría un nuevo record”, por Jorge Oviedo, La Nación, sección Economía & Negocios, 02-08-2011, pág. 1.
6. Promedio de los 17 indicadores provinciales de precios al consumidor de los últimos 12 meses, citado por Alfonso de Prat Gay, en su conferencia en la Universidad Torcuato Di Tella.
7. “Entendernos, sin asco”, art. cit.
8. “Entendernos, sin asco”, art. cit.
9. “Entendernos, sin asco”, art. cit.
10. “Retenciones y gasto público”, por Lucio Castro y Luciana Díaz Frers, CIPPEC, 24-06-2008.

EL PERONISMO DISIDENTE BUSCA UN CAMINO PARA DESPUÉS DE OCTUBRE

De Narváez se acerca a Scioli y Duhalde se relanza
El peronismo disidente compite ahora por objetivos más humildes que la Casa Rosada. Con serias dificultades, Eduardo Duhalde y Francisco de Narváez percibirían que sólo hay espacio electoral para que uno de ellos subsista como jefe del peronismo disidente. Será clave, en este sentido, quién será electo senador nacional por la oposición en Buenos Aires, Hilda Chiche Duhalde o Pepe Scioli.
De Narváez está intentando levantar su caudal de votos a través de dos ejes: la provincialización de la campaña y cierto grado de mimetización con algunas posturas del kirchnerismo. Hace dos días, el empresario apareció en un pequeño acto en Glew pidiendo el reconocimiento para ciertas decisiones de Daniel Scioli y tomando distancia de Ricardo Alfonsín, al reconocer “sólo nos interesan los resultados provinciales”. Pero la operación en marcha iría más lejos: el denarvaísmo podría intentar armar un corte de boleta De Narváez Gobernador-CFK Presidente. Estos movimientos coinciden con las versiones de que Pepe Scioli, en caso de ser electo senador, inmediatamente oficializaría la reconciliación con su hermano. También Alberto Roberti, candidato a diputado nacional de la UDESO. Secretario General de la Federación Argentina del Petróleo y Gas Privado y marido de Mónica López, estaría conversando con primeras figuras del kirchnerismo para un futuro arrime. En la misma dirección apuntaría Osvaldo Mércuri, futuro senador provincial. Luego del fracaso de su alianza con Alfonsín, estos nuevos aprestos del empresario ya concitan críticas. “Casi todos los que votan al “Colorado” son antikirchneristas militantes; pedirles que corten boleta con Cristina puede terminar por ahuyentarlos”, confesó un preocupado dirigente denarvaísta. A esto hay que sumarle un dato anterior, las negociaciones de Felipe Solá para mudarse al sciolismo y colocar un hombre suyo en el futuro gabinete provincial.
Volver a empezar
Duhalde, por su parte, intentaría reaparecer hoy ante sus fieles en un acto organizado por Gerónimo “Momo” Venegas. Su rumbo sería el opuesto al que tantea De Narváez y pasaría por convocar al antikirchnerismo visceral. El cálculo de los duhaldistas es simple: De Narváez, Alberto Rodríguez Saá y Hermes Binner se muestran moderados con el gobierno y dejan libre un amplio espacio para que el ex presidente monopolice la oposición frontal al gobierno. Hoy por hoy, el matrimonio Luis Barrionuevo-Graciela Caamaño está concentrando su esfuerzo para octubre en la primera sección electoral, donde se ubica su distrito más fuerte, San Martin. En el plano general, lo que estaría en juego para octubre sería si el peronismo anti-k consigue sobrevivir al riesgo de dispersión que hoy lo amenaza. Después del contundente triunfo de CFK en el 2007, el peronismo disidente consiguió reorganizarse y ganarle a Néstor Kirchner el 28-j del 2009. Ahora su declinación parece girar en torno al desgaste de muchos de sus dirigentes.
Un capítulo aparte es el creciente deterioro en las relaciones de los duhaldistas con sus aliados del PRO bonaerense. El panorama en el seno del Frente Unión Popular, que aglutina a duhaldistas y a macristas en la Provincia, empeora día a día. En el PRO hay mucha indignación y de hecho algunos deslizan que, de no cumplirse los acuerdos previstos, el lunes saldrán a denunciar al ex presidente por el “fraude” que se hizo en el frente interno”.
El pacto de los duhaldistas con los hombres de Macri no habría sido respetado en algunas secciones electorales. La Cuarta es el centro de la batalla, motivo por el cual se cruzan acusaciones varias, llamadas telefónicas, silencios de radio de muchos dirigentes y honda preocupación tanto “por arriba”como “por abajo”. Esta tensión coincide con el virtual congelamiento de las relaciones entre las dos figuras, que se produjo cuando el lord mayor porteño decidió abandonar oficialmente la oposición para pasar a ser “ni oficialista ni opositor”.

Así que ahora

¿Así que ahora atentamos contra la calidad institucional?
Punto final para el discurso conciliador del cristinismo, como era de esperar duró lo que duró el “relato” del fraude del“ya ganó”, como cada vez que está en apuros el gobierno salió a cerrar filas; lo que no sabemos es si se fueron de boca o se ajustaron a la letra que les bajó la Presidente

Con marcada ofuscación Randazzo convirtió la comunicación oficial del fraude electoral del pasado 14-A dado por el “cómputo definitivo”de su Ministerio, que era de pura ganancia en una nueva polémica, al reavivar lo que hasta los medios seudo opositores -La Nación y Clarín- venían tratando de tapar u ocultando en páginas interiores donde se notase poco. Pero como no saben o no pueden dejar de pegarse un tiro en los pies cada mañana se despachó con acusaciones y ataques a las instituciones y a la misma democracia republicana, pues las irregularidades las hicieron notar los jueces electorales y no los medios de comunicación.
El hecho de que ciertos medios muy tibiamente publicaran y difundieran lo que los jueces Blanco, Servini y varios otros denunciaran luego de las presentaciones de los partidos de la oposición -UCR y Frente Popular- bastó para que en catarata los Ministros Randazzo, Fernández, Boudou y Tomada se despacharan con todo tipo de acusaciones malintencionadas volviendo a colocar en el tapete, aquello que una enorme porción del pueblo argentino había aceptado como válido, que no era otra cosa que la estruendosa victoria cristinista por casi el 50% del electorado, y con una ventaja sobre sus inmediatos perseguidores de casi el 38%.
Hasta el propio periodismo cómplice de éste fraudulento y falaz relato oficialista se sintió atacado, pues como ellos bien dicen “es cierto que hubo especulaciones sobre el impacto de esas irregularidades en la diferencia de votos. Pero nadie habló de fraude ni puso en cuestión el espaldarazo que había recibido Cristina” -Roa Ricardo, Clarín- y sale a defenderse con infantilismos propios de aquellos a los que agarran y retan por realizar meras travesuras y no verdaderas ignominias. Es cierto que desde el 2001 no existieron elecciones que mantuvieren reglas y que las PASO del 14-A se convirtieron por el mismo motivo en una simple “encuesta”, pero también es cierto que el fraude se consumó con la aquiescencia del periodismo y cierto sector judicial.
No existió el medio que hiciere notar seriamente la desobediencia flagrante para con la legislación que el mismo Gobierno K había impuesto a las apuradas, atropelladamente y sin el debido debate democrático tras la derrota del 29-J; la distribución de las pautas publicitarias fueron un verdadero escándalo ya que existió una enorme asimetría estructural entre lo que obtuvo la oposición con lo que utilizó hasta ilegalmente el oficialismo como el uso indebido -y prohibido- de la cadena nacional y la difusión de obras y anuncios oficiales, “un vale todo con veda y sin veda”. Lo grave de la desmesura del Ministro Randazzo, como de Fernández y Tomada y lo de Juan Manuel Abal Medina es que se ufanan de haber roto con la Ley y no que mientan respecto de lo que dijo e hizo Néstor la noche del 29-J.
Y esto no fue una simple ida de boca de un ministro o de tres y un secretario de Estado, sino que esto sigue una línea impuesta desde la misma Casa Rosada pues al embate ministerial se sumó el Senado de la Nación -sector oficialista- donde el senador Marcelo Fuentes dijo que “se trata de una campaña de los medios hegemónicos… y aseguro que los mismos sectores que antes recurrían a los golpes de Estado ahora son los voceros de los grandes medios de comunicación, que buscan descalificar la voluntad popular” . Aquella supuesta actitud conciliadora puesta de manifiesto la noche del fraude más abyecto y descarado que se tenga historia en los últimos setenta años de historia nacional, trocó de la noche a la mañana en esta actitud de volver a la descalificación y el ataque a todo aquel que no se supedite a sus designios imperiales.
Acusar a Clarín y La Nación de “atacar a la democracia” y de “haber condicionado a todos los gobiernos democráticos” es como mínimo desconocer la realidad, pues uno y otro son absolutamente funcionales al oficialismo -como lo fueron casi siempre con los gobiernos no peronistas- y si llegan a criticar o destapar algún acto de corrupción lo hacen cuando ya es imposible mantenerlos ocultos por más tiempo, o cuando desde los centros de poder internacional les dan el vía libre. Pero lo realmente peligroso es que apenas transcurrido el período de luto opositor por la impericia propia para impedir que se consumara el atropello democrático y a las instituciones de la república, el gobierno cristinista demuestra su voluntad de “ir por todo”, y a cualquier costo.
Que el hijo de un dirigente que fue cómplice del golpe militar genocida del 76 se atreva a señalar a nadie como ”condicionador” de la democracia causa espanto, el mismo espanto que nos tiene que causar que quien robó miles de millones de dólares tenga el tupé de hablar de las necesidades y carencias aún no resueltas del pueblo argentino, o que quien fue cómplice de los militares del 76 en su provincia y se aprovechó de la circular 1050 para quedarse con las viviendas de sus comprovincianos venga a levantar el dedo acusador convirtiéndose en idealidad de la lucha por los DDHH. “Mienten, faltan a la verdad, tergiversan la verdad cuando dicen que nos enojamos con declaraciones que hacen dirigentes de la oposición o jueces electorales” llega a decir Randazzo.
“Han condicionado a todos los gobiernos democráticos en toda la historia reciente de la democracia, tan reciente que no alcanza ni los 30 años, por eso todos los gobiernos tuvieron legitimidad en el origen, pero no la tuvieron en el ejercicio del poder y así terminaron” dice subiendo la apuesta, quien o es muy joven o muy estúpido para ignorar que si los medios condicionaron y atacaron a algún gobierno democrático fue a los de Perón del 46 y 52 y al de Perón e Isabel en el 76, a quienes éstos mismos medios y otros ya desaparecidos desestabilizaron de todas las maneras posibles, pero siempre aliándose con los mismos sectores y señores que hoy son los socios políticos del cristinismo. La banca, la izquierda vernácula -PC-, los hoy llamados progresistas que entonces eran “los revolucionarios”, etc.
Es esta misma prensa que ellos eligieron como “sus enemigos”, la que amparó los hechos de corrupción más descarada durante el alfonsinismo -Mazzorín-, el menemismo -las privatizaciones escandalosas-, el aliancismo -con la Banelco en el Senado-, y las denuncias infundadas por traficante de Carrió y otros sobre Duhalde. Es esta misma prensa la que denunció tibiamente el escándalo Skanska, la corrupción escondida en los subsidios -Jaime, De Vido, Cameron, etc.-, el atropello a las instituciones republicanas y el apriete a los jueces no oficialistas, o el amparo descarado de los jueces afines y serviles y ahora buscó con una complicidad artera ocultar el fraude y las tremendas irregularidades denunciadas por Blanco o Servini respecto de la pantomima realizada el pasado 14-A y “asumida” hasta por los propios actores políticos de la oposición.
Este Abal Medina digno hijo de… descaradamente aseguró que “los diarios atacan el sistema democrático” cuando es su jefa política quien más hace por llevar adelante los ataques nunca antes vistos, desde la caída de los conservadores y la década infame a mediados del siglo XX, contra las instituciones y el orden constitucional; él tanto como su madre cómplice y el resto de este gobierno corrupto siguen engañando al pueblo con una opulencia ficticia y con medidas de neto corte populista “berreta” o de fin de ciclo, de década perdida. Y en esto los medios que ellos eligieron como sus oponentes y enemigos son cómplices por acción y por omisión, pues no denuncian con la claridad que debieran hacerlo el tipo de maniobras que estos traidores a la patria están llevando a cabo.
Este régimen delictivo y estalinista sólo acepta la uniformidad de voces y sólo la de ellos, nada ni nadie puede contradecirlos o contradecir la versión oficial, el “relato” que pretenden imponer a nuestro pueblo; es por ese motivo que debemos como argentinos de bien, y para preservar la Patria para nuestros hijos adoptar una posición militante contra ellos, y contra sus aliados seudo opositores u opositores conniventes -Rodríguez Saá, Binner, Macri, Stolbizer, Carrió, etc.-, o sea esa oposición que le es imprescindible, así como los medios seudo opositores para justificar una supuesta lucha nacional y popular contra los “enemigos del pueblo” argentino.

Al toro por los cuernos

Al toro por los cuernos.
La terrible noticia del asesinato de Candela, nos plantea, una vez más, el tema de la inseguridad que tanto nos afecta.
No alcanza para combatirla las lágrimas del gobernador de la provincia de Buenos Aires ni que la Presidente reciba a la madre de la víctima.
Hay que decirlo con todas las letras: los principales culpables de éste y otros crueles asesinatos son los que llegaron al poder con el voto de la mayoría.
Hay que dejar de lado las ideologías. La decisión de afrontar este problema tiene que surgir de quienes nos gobiernan. Es la única alternativa salvo que se quiera volver al “diente por diente” o a la antigua justicia popular.
No es cuestión de combatirla con discursos populistas que responsabilizan a la pobreza de los robos y asesinatos. Necesitamos del imperio de la ley.
El Estado es el que posee el monopolio de la fuerza por lo tanto los que están a cargo del gobierno deben considerar esta responsabilidad indelegable.
La lucha de ideas no parece ser grata en nuestro país. Gran parte de los políticos piensan en ser candidatos exitosos pero no discuten ni proponen programas que puedan ser puestos en práctica rápida, y eficazmente, para morigerar la ola de violencia y crimen que nos tiene a mal traer.
¿Dónde están las cárceles para que los criminales cumplan condenas? ¿Dónde los legisladores que propongan o deroguen normas relacionadas con los problemas que preocupan a la sociedad y dónde jueces que sean firmes cuando se infringen las leyes?
¿Por qué los delincuentes más temidos cumplen condenas breves alentando así, la conducta criminal? ¿Hasta qué punto es inimputable un menor de edad? ¿Cómo se combate el narcotráfico y la drogadicción que agrava la peligrosidad e incentiva a quebrantar la ley? ¿Se debe ser más estricto o hay que liberar el consumo de drogas?
¿Qué sucede con los policías? ¿Se premia a los que combaten la delincuencia y se castiga a los que no responden a su obligación de cuidar a la comunidad para incentivar y mejorar esa fuerza fundamental en la lucha contra el delito? ¿Obtienen un salario y seguro de vida acorde al servicio que prestan? ¿Se tiene en cuenta el daño físico y psicológico que implica cumplir con sus funciones? ¿Debe seguir pagando la sociedad guardias que protejan al vecindario? ¿Dónde va el dinero que nos cobra el Estado en calidad de impuestos?
¿Quién o quienes debaten temas fundamentales para la resolución de las dificultades que acarrea la inseguridad?
Hay demasiadas preguntas y pocas respuestas.
Lamentablemente no se avizora en el ambiente político ni en el gobierno actual nadie decidido a luchar contra el crimen. No hay decisión política ni conocimiento para combatirlo.
No se apoya a quienes entienden sobre el tema ni existe preocupación por resolver el problema.
La inseguridad es una de las principales trabas para un futuro mejor porque no es posible pensar en él si nos sentimos inseguros, a merced de ladrones y asesinos. ´
La Justicia no es perfecta, ni las normas ni los jueces lo son pero, una sociedad compleja requiere del mantenimiento del orden social. Las inquietudes de la diversidad de instituciones, grupos, y personas que la integran, necesitan ser escuchados por el poder político. Éste debe tratar de evitar las arbitrariedades de las fuerzas de seguridad tanto como de despreciarlas, debilitarlas y quitarles el prestigio que merecen. Su ellas la vida social sería imposible.
La carencia de liderazgo político admite el aumento de crímenes terribles como el reciente que terminó con la vida de Candela

Alperovich:

Alperovich: ¿US$400 millones?

Exequiel Ávila Gallo, presidente del Partido Defensa Provincial de Tucumán, acusa al gobernador.

San Miguel de Tucumán, Agosto 31 de 2011.
Señor
Gobernador de la Provincia
CPN José Alperovich
S / D.
De mi consideración:
Nuestro partido que se ha abstenido de participar en estas sabidas elecciones fraudulentas del domingo pasado, ha mantenido absoluto silencio en este proceso electoral, por lo que ahora entendemos, que ha llegado el momento de hacerle las consideraciones siguientes:
Lleva ocho años de Gobernador de la Provincia, dieciséis ocupando cargos políticos, y no conocemos si ha formulado alguna declaración jurada de sus bienes patrimoniales, como es su obligación legal, y sobre todo la de un hombre de bien, y mucho menos, que las hubiere hecho conocer a la ciudadanía tucumana que lo ha votado para que ocupe los diversos cargos electivos, en el mencionado lapso de tiempo que hemos expresado precedentemente.
Por ello, hemos hecho una exhaustiva investigación de su patrimonio, de la cual surge, que cuando entró en el años 1995 a ocupar el cargo de legislador de la UCR el único bien que tenía, era un viejo automóvil y el sueldo que le daba su padre en la empresa de él, y hoy que declara a todos los vientos que no necesita robar porque es multimillonario, lo que también justifica nuestra información obtenida.
Pero lo que no ha dicho todavía, a los tucumanos, es como ha hecho para llegar a ser multimillonario en el corto plazo de dieciséis años cobrando únicamente sueldos políticos, y que hoy a su patrimonio se lo calcula arriba de los CUATROCIENTOS MILLONES DE DÓLARES, sin contar el de su señora esposa senadora nacional.
Ha anunciado que viaja a Israel de vacaciones con su cónyuge, sin dar cuenta del patrimonio que tiene, lo que ha despertado nuestra sospecha, de que aprovechando su doble nacionalidad, proceda a depositar su jugoso patrimonio en las tierras hebreas para conservar lo mal habido, y evitar su devolución, cuando le exija un Poder Judicial que no esté de rodilla ante Ud. como es el actual que le teme y lo maneja como quiere.
Señor Gobernador, esperamos, que antes de que viaje, declare públicamente su patrimonio y como lo ha obtenido, para que no cree sospecha de que es un ladrón, como ya le ha dicho una tucumana en la vía pública, hace unos días.
Atte.
Dr. Exequiel Ávila Gallo
PRESIDENTE
Defensa Provincial (Bandera Blanca)

Minicorrida

Minicorrida cambiara por baja de tasas en Brasil
Para la Argentina es más importante la situación económica de Brasil que el precio internacional de la soja, que está en altos niveles, superando los 530 dólares la tonelada en Chicago. El caso es que el Banco Central de Brasil bajó la tasa de interés Selic de 12,5% al 12%, para que el real se devaluara llegando casi a 1,61 por dólar, cuando hace un mes estaba a 1,50 por cada moneda estadounidense. La decisión tomada por Alexandre Tombini, el presidente de esa entidad, hizo que el Bovespa (el índice bursátil) subiera el 3%, mientras había caídas en casi todos los lugares del mundo y especialmente en nuestro país, donde los bonos de la deuda bajaron un 3% para irse al dólar, que subió a $4,23 en el mercado mayorista. El BCRA, por su parte, vendió otros 200 millones de dólares, como anteayer.
Pocas aclaraciones
Al mismo tiempo, en la reunión del Consejo de las Américas en el hotel Alvear, el ministro de economía y futuro vicepresidente, Amado Boudou, señaló que el país no volverá a los mercados voluntarios de crédito en el 2012. Y aunque no explicó las razones, debemos suponer que son dos: 1) el gobierno no quiere endeudarse, y 2) tampoco piensa normalizar el INDEC, razón por la cual el año que viene seguirá utilizando reservas del BCRA para pagar los compromisos de deuda externa, pese a que las reservas este año bajaron de los 50.000 millones dólares contra 52.000 millones que había a comienzos de año. Las alternativas para el gobierno son pocas: una nueva confiscación sobre los depósitos en dólares o bien la estatización del comercio de granos y oleaginosas. Menos probable sería la estatización de las obras sociales, donde habría fuerte resistencia sindical, además de incapacidad administrativa para gerenciar la salud de los argentinos.
En un país normal, un gobierno que es ampliamente favorito para ser reelecto probablemente tomaría deuda en los mercados voluntarios de crédito y los intereses los pagaría con fondos propios. Pero hasta ahora, el kirchnerismo paga capital e intereses primero con superávit fiscal y desde el 2010 con reservas del BCRA. En este momento, ya que las mismas bajaron de los 50.000 millones de dólares, parecería que no sería conveniente utilizarlas nuevamente. De ahí que tanto el informe de la calificadora Moody’s como otro del banco de inversión Merryl Lynch atisban una nueva confiscación dentro del menú que consignamos. A éste se le podría agregar un aumento de las retenciones mineras, especialmente del oro, que está en el 10% y que se podría duplicar o triplicar. En definitiva, como el gobierno no dice nada, los operadores del mercado y la gente siguen comprando dólares todos los días. Por lo menos hasta que el gobierno diga cómo va a afrontar los vencimientos de la deuda externa el año que viene.