martes, 3 de enero de 2012

EL GOBIERNO CON POCO MARGEN PARA SEGUIR DEMORANDO LA ELIMINACIÓN DE SUBSIDIOS

Boudou a punto de convertirse en el gran ajustador

La telenovela santacruceña no terminó con un triunfo total de Máximo Kirchner y Rudy Ulloa Igor, que no lograron defenestrar a Daniel Peralta como gobernador de la provincia. Éste recompondrá su gabinete pero debió postergar el ajuste prometido para marzo y tendrá que negociar con los gremialistas patagónicos. Es sabido que Máximo y Rudy el 23 de octubre pasado apostaron a que el radical Eduardo Costa le ganara la gobernación a Peralta y realizara el ajuste salvaje que necesita esa provincia. Tal vez el objetivo final -según algunas fuentes- sería, en una segunda etapa, colocar a un joven diputado de La Cámpora como gobernador, previa defenestración de Peralta. El caso es que este último ganó las elecciones por apenas 2 puntos y los camporistas apenas esperaron a que anunciara el ajuste para abrirse y dejarlo solo. Ante la falta de apoyo de CFK a su gestión, el ultracristinismo esperaba que renunciara, cosa que no hizo, negociando hasta marzo.
El hombre de las malas noticias
En el orden nacional y como anticipara Informadorpublico.com, la idea es hacer algo parecido. O sea, hacerle anunciar al vicepresidente Amado Boudou la eliminación de los subsidios a la electricidad, gas y agua en gran parte de la Capital y la provincia de Buenos Aires. Pero todavía en la Casa Rosada no estarían seguros de tomar esa medida, aunque no la firme la presidente, que estará casi un mes convaleciendo de la operación de cáncer de tiroides. Es que, por más de que el gobierno haya perfeccionado sus métodos de acción psicológica, la opinión pública no se engañaría fácilmente acerca de que la medida fue tomada por Boudou por orden estricta de ella. Además la reacción de la gente se produciría, en realidad, cuando le lleguen las facturas, lo que ocurrirá entre 30 y 60 días después.
Da la impresión de que el gobierno tiene todavía margen para postergar la extensión del quite de subsidios, llamado ahora redireccionamiento de recursos. El 30 de diciembre, el gobierno reasignó la friolera de 30.000 millones de pesos a varias reparticiones, pero fundamentalmente a la ANSES, que es junto al BCRA, el gran financiador del Estado. Las otras fuentes de financiamiento son las que están en conflicto con Hugo Moyano. O sea, el mínimo no imponible, los fondos de las obras sociales y las asignaciones familiares.
Pero un índice claro de la escasez de recursos fue que a fin de año no se concediera a los jubilados un bono de 500 pesos y que no se aumentara la asignación universal. Éstos son indicadores de que hay en realidad poco margen de tiempo para seguir demorando el retiro de subsidios a la electricidad, gas y agua.