sábado, 28 de enero de 2012

Y a la tercera semana resucitó

Y a la tercera semana resucitó

Fueron tres semanas de hermetismo oficial y rumores a granel. Que si la princesa tenía cáncer o no. Que los estudios habían dado un “falso positivo” o que no era falso. Que si volvería el día indicado o no. Curiosamente, los partes médicos no los emitía un médico sino un “vocero”, por lo que el país estuvo en vilo durante casi un mes, timoneado por un gemelo del comandante del Costa Concordia.
Lo real es que el miércoles 25 se armó el circo para su reaparición en el salón de las mujeres de la casa de gobierno. Lo hizo enfundada en un vestido con un escote ad hoc que permitiera ver su cuello y apreciar las secuelas de la intervención quirúrgica. Conserva el luto, pero con unos vivos blancos en los hombros como para indicar que va camino al “medio luto”.
Quienes ingenuamente creímos que este golpe la tornaría mansa y conciliadora, nos equivocamos. Volvió con su estilo habitual, copiado de su marido, atropellador y absolutamente soberbio.
La enferma convaleciente habló durante una hora, delante de los aplaudidores de siempre, repartiendo su odio para todos lados. En este caso les tocó, entre otros, a las petroleras, olvidándose de los negocios de “ÉL” con Eskenazi allí en el sur. Como es su costumbre, pasó estadísticas híper optimistas que le facilita el INDEC, aunque totalmente falsas, y con los infaltables decimales para impresionar más y mejor.
Como cordobeses, repudiamos la presencia del gobernador José Manuel de la Sota, uno de sus más fieles vasallos, sentado en primera fila y asintiendo todo el tiempo con la cabeza, como el resto de los obsecuentes. Rindiendo tributo de presencia a la reina se encontraban también casi todos los gobernadores provinciales, el gabinete nacional y, entre el público reunido para llenar el salón, las infaltables señoras del pañuelo blanco, hoy caídas en desgracia por los desmanejos de su “presidenta”, la inefable Hebe de Bonafini.
Como contrapartida, se verificaron dos ausencias notables: el gobernador de la provincia de Buenos Aires y hasta hace poco súbdito incondicional para lo que la señora gustara mandar, Daniel Scioli, y el secretario general de la central de trabajadores del país, el camionero Hugo Moyano, el niño terrible, engendro de la gestión K, hoy rebelado contra sus “padres naturales”.
Nada nuevo bajo el sol. La reaparición de Cristina fue un regreso sin gloria, que hace prever la profundización del hundimiento de la economía y los enfrentamientos internos y externos. En este caso, no será solamente con los países vecinos sino muy especialmente con Gran Bretaña (y no solamente por el tema Malvinas), ya que la designación de la ex azafata y amiga de Hugo Chávez, Alicia Castro, como embajadora ante el Reino Unido es una afrenta para la madre patria de los Estados Unidos de Norteamérica, cuya bandera mancilló hace unos años esta singular diplomática “a dedo”.

Desesperado, Moreno ahora va contra la banca extranjera

Desesperado, Moreno ahora va contra la banca extranjera

Poco a poco comenzó nuevamente la fuga de capitales que Guillermo Moreno había logrado detener mediante amenazas muy concretas a los cinco principales cambistas de la City. Luego vino la presión para que las petroleras, mineras y aseguradoras liquidaran divisas. El tercer capítulo fue frenar la demanda mayorista prohibiendo todo tipo de importaciones mediante llamados telefónicos a partir de que se hizo cargo de todo el comercio exterior.
Pero las amenazas como eje de la política económica no alcanzaron debido a la pronunciada sequía que ya tiene consecuencias irreparables. A todo esto, las moderadas lluvias de la semana no fueron suficientes para reparar las pérdidas del maíz y del 20% de la producción de soja de primera. Y ahora los que sembraron soja de segunda después del fracaso del maíz están mirando nuevamente al cielo por las lluvias que se pronosticaron para el lunes, que ya el pronóstico se encargó de minimizar.
El vale todo
Tan desesperado está Moreno que decidió que los bancos no remitan los dividendos al exterior a través de un aumento de los requisitos por parte del BCRA, en una medida similar a la aplicada a las petroleras. La medida obviamente apunta a la banca extranjera. Este nuevo manotazo es demostrativo de que los 7.500 millones de dólares de la cosecha que entrarán próximamente no alcanzan. Además, a José Ignacio de Mendiguren se le hace ya difícil contener las quejas internas en la UIA por el parate a las importaciones. La situación es así de simple: Moreno necesita ahora dólares de cualquier lado que provengan. En su creciente nerviosismo, califica de pajarones a los que dentro del gobierno quieren pedir créditos al exterior. En este contexto es que nació la idea de avanzar contra los bancos extranjeros. Pero lo que logró el zar de la economía nacional fue hundir la bolsa local y también los bonos de la deuda externa. ¿Adónde irá Moreno a buscar dólares la semana que viene?

REFORMA CONSTITUCIONAL

Cristina no quiere ser el pato rengo


A horas de la reasunción de CFK, el cristinismo resolvió instalar en la agenda política la reforma constitucional y, obviamente, la posibilidad de un tercer mandato de ella. La interpretación más obvia desde el análisis político es que se trata de un operativo para cohesionar el frente interno del gobierno y bajarles el precio a los candidatos a la sucesión, empezando por Daniel Scioli. Sin embargo, no se puede dejar de analizar el grado de viabilidad de un proyecto que, por otra parte, sólo tiene como justificación la instauración de un oscuro sistema parlamentarista, ajeno a la cultura política nacional. Es dudoso que el oficialismo presente un proyecto de ley para declarar la necesidad de la reforma de la Constitución. El artículo 30 de la misma exige el voto de al menos las dos terceras partes de sus miembros. Hoy por hoy, el Frente para la Victoria no suma más de 140 diputados y 38 senadores nacionales, o sea, un poco más de la mitad de los 329 legisladores nacionales. Está, entonces, muy lejos de los dos tercios. Para la nueva cúpula de la UCR presidida por Mario Barletta y también para Hermes Binner -que podrían facilitarle al gobierno los votos restantes- sería lisa y llanamente un suicidio político habilitar hoy por hoy el camino para un tercer mandato de CFK. De ahí que los dos tercios se hagan realmente muy difíciles de conseguir. Con este cuadro, el kirchnerismo debería por lógica escaparle a cualquier debate legislativo sobre la reforma, que podría llevarlo a una derrota en el recinto, hecho que hasta generaría condiciones para la resurrección de la oposición. Distinto sería el panorama si, por ejemplo, el año que viene el FpV consiguiera un gran triunfo en las elecciones legislativas capaz de derrumbar literalmente la voluntad opositora de resistirse a una reforma.
En un dilema
Desde ahora y hasta las próximas elecciones, hay elementos para pensar entonces que la instalación de la reforma tendrá para Cristina el mismo sentido que la “rere” tuvo para Carlos Menem entre el ‘96 y el ‘98. O sea, intentar hacer creíble algo que es altamente improbable y evitar así que la presidente se convierta en el célebre pato rengo, como llaman en Estados Unidos a los presidentes que se debilitan porque ya no pueden ser reelectos. La figura del pato rengo tiene su origen en el campo de la náutica. La peyorativa denominación, utilizada por los marinos a finales del siglo XVIII para designar a los barcos averiados que no podían llegar a buen puerto si no eran ayudados por otras embarcaciones mayores, se hizo popular entre los políticos de EEUU alrededor de 1830.
Como es obvio, la instalación de la reforma en la opinión pública tendría en este contexto serios riesgos. Por ejemplo, que el proyecto reformista se desgaste por falta de concreciones, agudizándose entonces el síndrome del pato rengo. En realidad, CFK empieza a luchar contra una realidad política inexorable, que es la costumbre política argentina de instalar candidatos presidenciales cuatro años antes de las elecciones. De acelerarse entonces los síntomas del pato rengo, el cristinismo tal vez se vea obligado a intentar alguna alquimia para conseguir los deseados dos tercios, aun al precio de crispar al máximo los ánimos