viernes, 11 de noviembre de 2011

VUELVEN LOS BLOQUEOS DE MOYANO Y EL ESTANCAMIENTO DEL DIÁLOGO CON WASHINGTON

La desconfianza de los ahorristas es el gran cambio post-electoral

Excepto por un factor, el escenario post-electoral se está asemejando bastante al preelectoral. CFK anunció el 23 de octubre su voluntad de dialogar con todos los sectores, pero en la práctica, el gobierno se va cerrando cada vez más en torno a una pequeña mesa chica, impermeable a la opinión del resto del país. La relación con Hugo Moyano es otro test donde todo parece volver a su estado anterior. Para ganar votos de clase media, la presidente hizo gala durante la campaña electoral de su supuesto distanciamiento con el líder camionero. Pero después del triunfo del 23 de octubre, Moyano volvió a la carga, incluso amenazando en cierta medida al gobierno y en los últimos días los camioneros recomenzaron los bloqueos, en este caso en Ezeiza para reclamar que les paguen deudas salariales y “el correcto encuadramiento” de los empleados de la empresa de catering aéreo Gate Gourmet. O sea una nueva ofensiva para acrecentar el poder del gremio. Sin embargo, la Casa Rosada volvió a la etapa preelectoral y dejó que Moyano reinstale su metodología.
Con las relaciones con los EEUU también el recorrido del kirchnerismo parece circular. El punto más crítico de las relaciones con Washington se produjo en enero pasado, cuando el canciller Héctor Timerman en persona dirigió en Aeroparque un operativo de control sobre la carga que traía un avión de la USAF con destino a cursos de capacitación policial, incautando una valija con material sensible que fue reclamada luego por el propio Barack Obama. Y el punto más alto de la relación fue la reunión entre Obama y CFK la semana pasada. Pero este diálogo no se traduciría en resultados importantes. Emblemáticamente, anteayer los representantes norteamericanos ante el BID volvieron a votar contra la concesión de dos créditos a la Argentina y el vocero del Departamento de Estado, Mark Toner, recordó que la Argentina debe cumplir con sus obligaciones internacionales. El marco de crisis global estaría haciendo que las señales de Washington sean cada vez menos diplomáticas y más directas. La resistencia de la administración cristinista a recomponer relaciones con el FMI y aceptar las mismas reglas de juego que los demás países miembros encuentra cada vez menos tolerancia externa. Es que el clima político global está cambiando a partir de que la crisis instaló la volatilidad política. En pocos meses, la vorágine se llevó puesto primero al socialismo español y ahora al decano de los jefes de Estado de Europa, Silvio Berlusconi.
No parece entonces un cuadro propicio para que aumente la tolerancia hacia los gestos antisistema que intenta el cristinismo. En definitiva, a pocos días de la cumbre de Cannes, las expectativas sobre el mejoramiento de las relaciones con la Casa Blanca simplemente se desvanecen.
La excepción
Pese a todo esto, la reinstalación del escenario preelectoral de un gobierno aislado y autoritario está en tela de juicio por la aparición de la desconfianza masiva, que se traduce en la demanda de dólares. Como era lógico, la nuevas regulaciones que convirtieron a la AFIP en la autoridad cambiaria terminaron de convencer al público de que el gobierno avanza directo hacia una serie de medidas confiscatorias de sus ahorros. En este punto, el gobierno entró en un círculo vicioso. Cada nueva medida que intente aumentará la fuga de capitales y acercará las cosas al filo de una corrida bancaria generalizada. Para restablecer la confianza pública se debería garantizar la seguridad jurídica, en este caso del mercado de cambios y de los depósitos, algo que el cristinismo no quiere ni puede hacer. Es así que a mayor intervencionismo del Estado mayor desconfianza y fuga de capitales.
Por primera vez desde el 2003, el kirchnerismo se enfrenta a un problema que no puede resolver a través de una mayor acumulación de poder y que en realidad empeora mediante este método.

El pacto Magnetto-De La Sota, la nueva obsesión del cristinismo

El pacto Magnetto-De La Sota, la nueva obsesión del cristinismo

El nuevo clima de tensión entre el gobierno y los ahorristas está generando un escenario político distinto al del 23 de octubre. Aunque públicamente ningún dirigente opositor menciona el tema, en privado ya se sacan cuentas acerca de cuál será el costo político que el cristinismo tendrá que pagar por el inevitable ajuste, así como por su batalla, de dudoso resultado, contra la corriente de dolarización desatada por los mercados. En apariencia, el panorama del antikirchnerismo es desolador. Eduardo Duhalde decidió dar un paso al costado después de su bajo porcentaje electoral, en tanto que Alberto Rodríguez Saá no tendría intenciones de confrontar con el gobierno. Estos eclipses serían coincidentes con la continuidad del semi-retiro de Carlos Reutemann, la escasa actividad de Mario Das Neves y el pase de Felipe Solá a un discreto oficialismo. Sin embargo, en los últimos días, una serie de reuniones de dirigentes de distintos sectores peronistas con el gobernador electo de Córdoba, José Manuel De La Sota, marcaron una reactivación de las versiones. En particular, sería significativo el envío de un delegado de aquél que se reunió con Jesús Cariglino, el intendente de Malvinas Argentinas que consiguió su reelección venciendo al candidato K, Luis Vivona. De acuerdo a lo trascendido, De La Sota intentaría tantear si en el conurbano bonaerense hay espacio para su desembarco como nuevo jefe del peronismo disidente. Pese al gesto de Juan Carlos Schiaretti y De La Sota de dar de baja en agosto pasado sus listas de candidatos a diputados nacionales en favor de la del Frente para la Victoria, las relaciones entre la Casa Rosada y el peronismo cordobés siguen tensas.
La reunión que sobresaltó a Olivos
Así las cosas, tres semanas atrás se habría producido un hecho que profundizó el abismo entre el nuevo gobernador cordobés y CFK. De La Sota se habría reunido con Héctor Magnetto y de esta conversación habría surgido la posibilidad de una alianza estratégica. A juicio del cordobés, es dudoso que Mauricio Macri pueda captar los sectores antikirchneristas que subsisten no sólo en Buenos Aires sino en muchas provincias. El avance de un pacto Magnetto-De La Sota, en que podrían confluir tal vez Luis Barrionuevo y su CGT Azul y Blanca, está pasando a ser ahora la principal hipótesis de conflicto del cristinismo. En el 2002, cuando debía elegir su candidato para confrontar con Carlos Menem en las urnas, Duhalde apostó a De La Sota, pero no tuvo éxito en las primeras mediciones y entonces se impuso la idea de buscar un figura nueva y proveniente de una provincia chica que, se suponía, sería fácil de controlar por el aparato duhaldista. De este error de apreciación surgió la candidatura de Néstor Kirchner. Diez años después y ante la declinación de toda la plana mayor del Peronismo Federal, el cordobés está a punto de subirse al ring para apuntar en el 2015 a la Casa Rosada. Antes de fin de año podría dar una señal pública sentándose a través de una foto con dirigentes disidentes de distintas provincias. La crisis global -y en especial la regional- favorecen en alguna medida este nuevo proyecto. Es que De La Sota se desempeñó cuatro años como embajador en Brasilia y es uno de los argentinos mejor relacionados con los círculos económicos y políticos del vecino país. O sea, un protagonista natural para hablar de las relaciones y el comercio bilateral.
Lo cierto es que, para el hipersensible entorno presidencial, el eje Magnetto-De La Sota ya estaría sustituyendo a la anterior alianza Magnetto-Duhalde. Con la fotografía del 24 de octubre, este tipo de alternativas parecerían sencillamente inviables, porque el apabullante resultado electoral le estaría dando un amplio margen de maniobra a Cristina para actuar sin ninguna oposición que la moleste. Sin embargo, a menos de un mes, ya reapareció la clásica volatilidad argentina y la nueva foto, la de hoy, muestra a un gobierno absorbido por la difícil tarea de asumir el final de una fiesta económica que duró ocho años. Una incómoda posición que deja el suficiente espacio como para que reaparezca la eterna interna peronista, a través, como no podría ser de otro modo, de un nuevo proyecto presidencial al cual el eventual apoyo de Clarín le daría sustentabilidad.

Rumores de pesificación de los depósitos en dólares

Rumores de pesificación de los depósitos en dólares
Ayer nuevamente se retiraron depósitos en dólares cercanos a los U$S 180 millones, aunque los entendidos aseguran que, en realidad, se van más de U$S 200 millones por día y que el BCRA dibuja las reservas diarias. Es cierto que también ayer la entidad monetaria pudo comprar U$S 20 millones en el mercado de contado. Pero ese récord diario ya no interesa mucho. Hoy lo más importante es cuántos millones de dólares se retiran de los bancos, ya que esto afecta las reservas del Central, que los tiene computados como encajes. El hecho nuevo es que el dólar paralelo o blue pegó un salto y se vendía a $5,10, ya con una diferencia importante con respecto al oficial. La historia argentina demuestra que, cuando existe esa brecha, los precios se acomodan al precio del mercado negro. Es decir, cuando hay que pagar en dólares y se tienen pesos. Debido a que la AFIP no autoriza la mayor parte de las compras, el dólar se cotiza según el bluedel día, o sea que comienza la subfacturación y sobrefacturación y se disloca toda la economía espiralizándose la inflación. Las consecuencias son sabidas: la pérdida del valor adquisitivo de la moneda y del salario, que retroalimenta la puja distributiva. A todo esto, crece la presión interna en el gobierno para que se tomen nuevas decisiones fuertes. La idea que crece es decretar la pesificación de los depósitos en dólares, con el obvio riesgo de que la misma desate una corrida de retiro de los bancos de los depósitos en pesos. Otra hipótesis, menos verosímil, sería el canje de los depósitos en dólares por un bono, confiscación que bien podría desatar el pánico en los mercados.
Bajo fuego
Se comenta que Amado Boudou, off the record, les dice a los periodistas que él no tuvo nada que ver con las medidas intervencionistas en el mercado cambiario y que las mismas son obra de Mercedes Marcó del Pont, Ricardo Etchegaray y Guillermo Moreno, lo cual es bastante cierto. Sin embargo, la pérdida de protagonismo del ministro de economía no se debería tanto a su discrepancia con las medidas cambiarias sino a una grave discusión que tuvo con Máximo Kirchner. Éste lo increpó duramente por hablar de más ante cierta gente y también por teléfono. Este episodio le habría servido a Boudou para darse cuenta de que le “pinchan” el teléfono. Si bien no se sabe de qué “habló de más”, el hecho cierto es que Guillermo Moreno asumió un papel cada vez más relevante.Una prueba de esto se vio el martes pasado, cuando el Secretario de Comercio llamó por su celular al presidente de Nestle y lo conminó a que no importe nada por una semana. A esto el alto ejecutivo primero se negó, pero finalmente aceptó y ya se dejaron de producir algunos productos de esa marca. También se supo que en una reunión de la presidente con Boudou y Moreno, ella le habría dicho a este último: “controlame a este guitarrero que se está portando mal”. Fuentes que no tienen simpatía por Boudou aseguran que éste dejo de hablar a solas con CFK, razón por la cual se está llevando a toda su gente a Presidencia del Senado. Algunos más osados dicen que Cristina tiene mala suerte con los vices, ya que antes le tocó a Cobos y ahora que elogió a Boudou, éste es un bocón