martes, 23 de agosto de 2011

LAS PRIMARIAS COLOCARON A LOS SINDICALISTAS A TIRO DE OYARBIDE

Moyano y el Momo hacen causa común ante el peligro
Si hay alguien preocupado por los efectos del 24 de octubre es Hugo Moyano. El resultado de las primarias demostró que la exclusión de los sindicalistas de las listas de candidatos fue un éxito. Y no sólo eso, varios consultores del gobierno estarían señalando en sus análisis que una de las principales razones por las cuales CFK habría recuperado parcialmente el voto de sectores de clase media de las grandes ciudades sería justamente su toma de distancia del camionero y su grupo. Una conclusión que se vuelve amenazante para el futuro del líder de la CGT, que contraatacó la semana pasada, insistiendo con su reclamo de elevar el salario mínimo a 2.600 pesos. El viernes pasado, Facundo Moyano afirmó que la inflación del INDEC es “un dibujo”.En este juego de presiones suman tambieén las versiones alentadas por los “gordos”de la CGT acerca del próximo desplazamiento de la conducción de la central obrera.
Objetivos de mínima
En el entorno de Moyano afirman que no les preocupa demasiado la ofensiva de los “gordos” y que la situación interna de la CGT es manejable. En cambio, crece la preocupación en torno a otra hipótesis: que antes del 23 de octubre la presidente se incline por dar un golpe de efecto electoral que aumente el apoyo de la clase media al gobierno en el difícil electorado de Capital, Rosario, Córdoba, Mar del Plata y otras ciudades, donde al Frente para la Victoria le cuesta superar el 30%.
La amenaza en ciernes sería el procesamiento de varios caciques sindicales, en el marco de la causa de la mafia de los medicamentos, hoy anestesiada. De adoptar el juez federal Norberto Oyarbide una medida de este tipo, sería, sin duda, el comienzo de la cuenta regresiva para la actual conducción cegetista.
Así es que Moyano estaría realizando una ronda de reuniones para tejer una nueva red de alianzas defensivas. Las conversaciones con el jefe de las 62, Gerónimo “Momo” Venegas, serían de las que más avanzan. Convertido ahora en el coordinador del Frente Popular para todo el país, Venegas estaría convencido de que también él está a un paso del procesamiento en el mismo expediente que su colega camionero. En este marco, las relaciones entre duhaldistas y moyanistas mejorarían día a día. A ambos grupos les convenía algo que las primarias hicieron casi imposible: que CFK no ganara en la primera vuelta, porque venciendo en un ballotage, quedaría debilitada para todo su segundo mandato y con menos margen para meter mano en el rediseño del mapa sindical.
Hoy por hoy, como están las cosas, Venegas y Moyano apostarían a un objetivo más modesto. O sea, que el cristinismo baje varios puntos del 50,7% y que Duhalde polarice el voto opositor duplicando su actual caudal. Un triunfo por menos de 20 puntos recortaría en alguna medida los superpoderes que las urnas hoy le están otorgando a Cristina.

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