miércoles, 6 de julio de 2011

Pese a los titulares de algunos medios, se consolida la erosión del saldo comercial

• La balanza comercial marcó un superávit de U$1680 MM, lo que representó una disminución de 13% respecto al mismo período del año anterior.
• Las exportaciones reportaron ingresos por U$8043 MM, lo que significó una suba de 24% interanual.
* El mayor valor exportado respecto a mayo del año anterior resultó por el aumento de 21% en los precios y de apenas 2% en las cantidades vendidas.
* Los rubros que registraron mayores aumentos en valores absolutos fueron: cereales, grasas y aceites, residuos y desperdicios de la industria alimenticia, material de transporte terrestre, productos químicos, y metales preciosos.
• Las importaciones ascendieron a U$6363 MM, lo que representó un salto interanual de 39%.
* El fuerte crecimiento se debió a que las cantidades treparon 28% mientras que los precios subieron 8%.
* Todos los rubros registraron aumentos en valores absolutos, destacándose bienes intermedios, y combustibles y lubricantes.
• La presente crisis energética -ocultada a base de costosísimas importaciones- no puede ser más inoportuna: no sólo impide aprovechar el salto de 46% en los precios de la energía -los volúmenes exportados se destrozaron 54%- sino que debemos soportar a los nuevos costos el incesante aumento de las importaciones de combustibles.
• El saldo comercial con el Mercosur resultó negativo en U$320 MM.
• El déficit comercial con Brasil más que se duplicó: escaló 111% interanual.
• En los primeros cinco meses del año el superávit sumó U$4768 MM, lo que implica una disminución de 21% respecto a igual período del año anterior.
• El total exportado ascendió 25% y sumó U$32100 MM.
* Las exportaciones salvan su desempeño gracias al importante aumento en los precios de los productos primarios, las manufacturas agropecuarias y los combustibles -que crecieron 29%, 28% y 27% interanual, respectivamente.
* Pero en el caso de los últimos, la suba de precios no pudo ser aprovechada por efecto de la oficialmente negada crisis energética: los volúmenes exportados se desplomaron 29% interanual.
• Las importaciones, por su parte, treparon 38% respecto al mismo período del año anterior.
* Los rubros que más crecieron fueron combustibles y energía, con un feroz estallido de 108% interanual, y vehículos automotores, con un salto de 41%.
* En el desempeño acumulado también se observa cuán inoportuna ha sido la dependencia energética: sus precios volaron 27%, tres veces la suba promedio de los precios de todas nuestras compras.
• El Mercosur concentró 22% de las exportaciones y 33% de las compras realizadas al exterior.
• Preocupa que la erosión del saldo comercial se esté dando a pesar de los excepcionales términos de intercambio que el país disfrutó en estos últimos ocho años.
• Si a la misma balanza comercial del año pasado -que arrojó un superávit de U$12000 MM- la valuáramos con los precios de exportaciones e importaciones vigentes diez años atrás, el resultado sería un grave déficit de casi U$8000 MM, lo que sería catastrófico para el balance de pagos.
• Pero el problema tiende a agravarse porque las cantidades importadas vuelan mientras que los volúmenes exportados se estancan cuando no colapsan -como sucede con la energía.
• El trabar las importaciones con excusas para-arancelarias no es una solución y sería contraproducente, pues:
* a) la mayor parte de nuestras compras constituyen insumos de procesos productivos, que se detendrían si aquéllas no pudiesen ingresar, y
* b) los países de origen de la mercadería frenada tomarían inmediatamente represalias contra nosotros, como ya ocurrió con China y Brasil.

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