viernes, 19 de agosto de 2011

EL MODELO EN PELIGRO

Adiós viento de cola
CFK no se cansa de repetir que el modelo de crecimiento de estos ocho años y medio no tiene que ver con el viento de cola sino con las bondades de la política económica oficial y, sobre todo, con la brillante gestión de su gobierno. Sin embargo, recordemos que en el 2009 la economía decreció un 3%, pese a que para el INDEC ese año se creció el 0,9%. El 28 de junio de ese año, el kirchnerismo obtuvo el 32% en todo el país, empatando prácticamente con el Acuerdo Cívico y Social. Nos referimos a esto, porque un reciente trabajo del banco de inversión Morgan Stanley pronosticó una desaceleración del crecimiento en los Estados Unidos y Europa y habló también de una posible recesión en las zonas del dólar y del euro. Éste y otros indicadores influyeron en el derrumbe de todos los mercados del mundo, desde Asia hasta Sudamérica.
Nada es para siempre
En nuestro país hay una gran fuga de capitales, que convive con un déficit fiscal creciente y un achicamiento del superávit comercial. Todo esto pese a que se prohíben muchas importaciones y que casi todos los días el BCRA y el Nación venden dólares, que son comprados por el denominado“chiquitaje” y también por empresas de gran capital.
Las declaraciones de CFK del lunes pasado fueron de una lógica cerrada: como fue muy votada, dijo que no había nada que cambiar. Su triunfo la avaló para seguir ignorando el atraso tarifario por los subsidios al transporte y la energía, la prohibición de exportar trigo y maíz y el impresionante aumento del gasto social, entre las varias inconsistencias de este plan económico, que no estallaron por el gran viento de cola que beneficia al país. Vale suponer que un cambio hacia viento en contra pondría en riesgo los planes sociales y los aumentos jubilatorios y salariales, y que todo esto decepcionaría enormemente a la masa de los votantes kirchneristas. Basta con recordar que Fernando de la Rúa ganó con el 48% de los votos y, debido a la caída de los precios internacionales de cereales y oleaginosas, a los seis meses la gente se decepcionó y un año después salió a las calles a manifestar su descontento. En otras palabras, si el mundo cae en recesión, sería prudente dejar de descartar muchas cosas. Porque hasta una salida egipcia no sería imposible en la Argentina.

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