martes, 13 de septiembre de 2011

IR POR TODO

Boudou, Feletti y Domínguez preparan la cristinización del Congreso
El cristinismo se plantea desembarcar en el Congreso el 10 de diciembre pateando el tablero del establishment legislativo de los últimos ocho años. Amado Boudou, que -como vicepresidente- presidirá el Senado, pretendería que su actual segundo en el ministerio, Roberto Feletti, suceda a Eduardo Fellner en la presidencia de la Cámara de Diputados. De este modo la Casa Rosada pasaría a conducir a control remoto la Cámara Baja, ya que Fellner, un caudillo ajeno al kirchnerismo, jamás contó con la confianza de CFK. Pero en el seno del poder este plan genera resistencias. El futuro senador -y tal vez presidente provisional del Senado- Aníbal Fernández, deslizaría que, si el dúo Boudou-Feletti gobierna las dos cámaras, se convertirá en todopoderoso. La solución pasaría, según esta postura, en que la presidencia de Diputados quede en manos del actual Ministro de Agricultura, Julián Domínguez, quedando Feletti como vicepresidente del bloque del Frente para la Victoria, ya que se descuenta que el experimentado Agustín Rossi no abandonará su despacho.
El rediseño del Congreso que planea el gobierno apunta a que los proyectos del Ejecutivo se aprueben rápidamente, evitándole a CFK la firma de los polémicos DNU. En este sentido, los cálculos oficiales sobre el reparto de las demás autoridades de la Cámara giran en torno a que el Frente Amplio Progresista se convierta en la primera minoría y que uno de sus diputados asuma como Vicepresidente Primero, ya que por ahora ese cargo le correspondería a la UCR. Lo que sí prospera es la idea de que la Vicepresidencia Tercera sea para el PRO, pero con nombre y apellido. Gabriela Michetti sería el punto de coincidencia entre Mauricio Macri y la presidente, como ya se anticipó en la reciente reunión entre aquélla y Daniel Filmus.
La cristinización del Congreso tendría también una finalidad estratégica: ir preparando el camino para la reforma constitucional que justificaría la reelección indefinida de CFK a cambio del establecimiento de un sistema semi-parlamentario. Para llegar a los dos tercios de miembros de la Cámara que exige la Constitución para sancionar la necesidad de la reforma, el gobierno necesita llegar al 2013 y, entonces, obtener un triunfo electoral tan aplastante como el que se aproxima ahora. Entonces sí, desde la presidencia de ambas cámaras, se construirían los dos tercios, captando el voto de aliados y tal vez también algunos imprevistos pases.
El peronismo disidente en la próxima etapa
A todo esto, tal como están las cosas, una de las bancadas más golpeadas por la crisis opositora sería la del peronismo disidente. Felipe Solá, ya con un pie en el sciolismo, dejaría la presidencia del bloque. Por su parte, los diputados denarvaístas Guillermo Ferrari y Griselda Gambaro se estarían acercando a los puntanos Alberto Pérez y Norma Videla, en consonancia con el pacto electoral entre Francisco de Narváez y Adolfo Rodríguez Saá.
En un escenario caracterizado por la fluidez, en lo que quede de la bancada peronista anti K crecería el predicamento de Graciela Camaño y del mendocino Enrique Thomas, aliado de los Rodríguez Saá. A este núcleo se sumarian Carlos Brown y Carlos Ruckauf, que ingresarían ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario