miércoles, 28 de septiembre de 2011

MANIOBRAS POST ELECTORALES

De Narváez sondea un acuerdo con Scioli y Massa se acerca a CFK
El complejo ajedrez de la política bonaerense está mostrando nuevas variantes. Discretamente y a través del intermediario natural, Pepe Scioli está mejorando el diálogo entre Francisco De Narváez y Daniel Scioli. Pese a la transitoria rivalidad electoral entre ambos, el escenario post-electoral podría arrimarlos a un acuerdo. Las razones son varias. Para empezar, Scioli necesita escapar al cerco que el cristinismo le está levantando a partir del trabajo de su compañero de fórmula Gabriel Mariotto. Si llegara a un acuerdo con De Narváez, éste le aportaría a Scioli el voto de unos 15 diputados bonaerenses y de ese modo podría neutralizar una de las principales amenazas del ultrakirchnerismo, esto es, sabotearlo en las dos cámaras provinciales. En este marco, entraría en la agenda la negociación para que un denarvaísta se haga cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad. Una fuente menciona incluso el nombre del diputado Guillermo Ferrari -mano derecha de De Narváez-, aunque también podría ser designado el comisario bonaerense Guillermo Britos, ahora candidato a diputado provincial por la cuarta sección electoral. Esta jugada le permitiría a su vez al ex motonauta descargar la crítica responsabilidad sobre la seguridad en otro sector político.
De prosperar este acuerdo de gobernabilidad, De Narváez aspiraría a un broche de oro: ser el sucesor de Scioli en el 2015 a cambio de apoyarlo en su aventura presidencial.
Semejante ingeniería exigiría a la vez una explicación de Scioli a CFK. La misma giraría en torno a la ventaja de que Pepe Scioli, si desplaza de su banca en el Senado a Chiche Duhalde, vote junto al bloque del Frente para la Victoria cuando se debatan los proyectos importantes para el gobierno.
Massa, la otra explicación
Como es fácil suponer, el acercamiento Scioli-De Narváez ya sería visto en Olivos como una amenaza velada. El cristinismo sueña con un gobernador progresivamente esmerilado por los operadores oficiales y este acuerdo le permitiría a aquél escapar a ese cerco.
En estos aprestos juega también otro factor determinante. Scioli sospecha que el enorme despliegue actual de Sergio Massa fuera de su feudo cuenta con el consentimiento de la Casa Rosada. El tigrense interviene hoy impulsando candidatos a intendentes afines en San Martín, San Fernando, Pinamar y General Rodríguez, entre otros distritos, además de apoyar a Jorge Macri en Vicente López. En otras palabras, que Massa ya estaría conformando una corriente provincial sin el aval de Scioli. En las últimas semanas, la presidente habría autorizado varias operaciones destinadas a separar a Massa de Scioli, lo que poco a poco se estaría logrando. Tampoco habría sonreído el gobernador cuando Amado Boudou presidió días atrás un cónclave de intendentes de la tercera sección electoral.

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