martes, 20 de diciembre de 2011

EL EJE MOYANO-SCIOLI DEBUTÓ CON UNA DERROTA EN INDEPENDIENTE

Se recalienta la interna moyanista

En el moyanismo empezó el debate sobre cómo seguir a partir de la ruptura formal con el gobierno que se produjo en el acto en Huracán. La velocidad que el líder camionero le imprimió a su alejamiento de CFK fue mayor que la capacidad de adaptación de su propia dirigencia. De esto hay un ejemplo: cuando las distintas columnas de camioneros ingresaban al estadio de Huracán, lo hacían coreando consignas a favor de CFK y en memoria de Néstor Kirchner. Nadie les había avisado que el acto era para romper relaciones con la presidente. Esta anécdota pinta claramente el problema. La mayor parte de la dirigencia que rodea a Moyano, empezando por su hijo Facundo, no esperaba que las cosas llegaran tan lejos y tan rápido. El brusco giro realizado también lo deja muy mal parado al ideólogo jurídico de la CGT, el diputado Héctor Recalde. Su hijo Mariano no sólo es presidente de Aerolíneas sino también uno de los abanderados de La Cámpora. A Recalde padre le resultaría ahora prácticamente imposible continuar figurando públicamente en el entorno de Moyano cuando sus intereses familiares están en Olivos, así que daría un discreto paso al costado.
La confusión interna de los moyanistas aumenta en la medida que ahora, aparte de quedar enfrentados al kirchnerismo que ellos consideraban propio, se ven obligados a montar una operación política nacional que nunca estuvo en sus planes. Así es que distintos dirigentes del PJ disidente ya están golpeando las puertas de la CGT, donde el cerrado entorno de Moyano se resiste en principio a que los ex duhaldistas -entre otros grupos- aparezcan para explicarles lo que hay que hacer. El que picó en punta para instalarse como operador de la CGT fue Julio Bárbaro, que asumió la defensa televisiva del líder camionero. La interpretación que circula es que Bárbaro apunta a convertirse en vocero político del moyanismo y armador de una lista de diputados para el 2013.
En este clima de versiones y contraversiones, hasta ahora Omar Plaini (canillitas), Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento). Julio Piumato (Judiciales) y Omar Suárez (SOMU) apostarían a presionar al gobierno a través de una escalada regulada de conflictos gremiales, con vistas a la negociación de paritarias sin techo, la deuda del Estado Nacional con las obras sociales y el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.
Un paso en falso
Un dato a tener en cuenta es que el relanzamiento político empezó con una derrota. Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, ex ministro de Desarrollo Social de Daniel Scioli, ahora senador provincial y nexo entre aquél y Moyano, cayó en la elección de autoridades de Independiente ante un desconocido dirigente de ese club, Javier Cantero.
El fracaso se habría debido a que una buena parte de los socios quisieron castigar la gestión del saliente presidente del club, Julio Comparada y Álvarez, y al aparecer como el sucesor natural de aquél, terminó castigado.
Aparte, el senador sciolista hizo campaña paseándose por los actos acompañado por “Bebote”, una especie de Rafael Di Zeo de la barra brava de los rojos, lo que habría provocado bastante rechazo

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