sábado, 24 de diciembre de 2011

UNA DISCRETA PURGA

Garré se saca de encima a comisarios no confiables.

El ascenso a comisario general de Horacio Torlasco provocó en la Policía Federal algunos cimbronazos que derivaron en los pases a retiro de cuatro jefes de la cúpula policial. Se trata de los comisarios generales de una promoción más antigua que Torlasco, superintendente de Bienestar Social: el superintendente de Investigaciones, José Novoa; el superintendente de Planificación y Desarrollo, Sebastián Seggio; el de Drogas Peligrosas, Ricardo José Ortega; y el director General de la Agencia Federal Regional Cuyo, Carlos Estévez. El miércoles pasado, la presidenta Cristina de Kirchner encabezó el acto de ascenso conjunto de las fuerzas de seguridad nacional, en el cual se les entregó el sable a Torlasco y el espadín a Mabel Franco, la primera mujer en la historia de la Federal que llega a comisario mayor. “De esa manera, el jefe de la Federal envió un mensaje por elevación para frenar a aquellos integrantes de la cúpula que piensen o pensaron en encabezar alguna especie de sublevación en la fuerza, con el objetivo de intentar forzar su renuncia”, precisó una fuente policial. El próximo martes saldrían los ascensos de los comisarios inspectores a mayores. Posteriormente, -se especula que sea también la semana que viene- saldrían los ascensos de comisarios a comisarios inspectores y los de subcomisarios a comisarios.
Fuentes policiales revelaron que desde que empezó a funcionar el Ministerio de Seguridad que conduce Nilda Garré tiene que haber “al menos un ascenso” en cada escalafón.
Sin embargo, en esta oportunidad, la Jefatura de la Federal no envió ningún nombre para subir a comisario general, por lo que le advirtieron al titular de la fuerza, Enrique Capdevila, que hiciera la designación.
“Parece que Capdevila quería hacer como en la época en la que era jefe Néstor Valleca, cuando no se nombraba a nadie por temor a que le serrucharan el piso a futuro”, precisó una de las fuentes consultadas por la agencia NA.
Fue así que el titular de la Federal empezó a pensar a qué comisario enviaría para ascender y el nombre de Torlasco, más allá de su capacidad al frente de Bienestar Social, no se dio por azar.
Un vocero de la fuerza explicó que esa jugada tendría como consecuencia la salida de Novoa, Seggio, Ortega y Estévez, cuatro de los hombres que “podrían hacerlo tambalear en el cargo” a Capdevila, ya sea “por hacerle sombra o con la posibilidad de tirarle en contra al resto de la cúpula y boicotear alguna disposición ministerial”.
“De esa manera, el jefe de la Federal envió un mensaje por elevación para frenar a aquellos integrantes de la cúpula que piensen o pensaron en encabezar alguna especie de sublevación en la fuerza, con el objetivo de intentar forzar su renuncia”, precisó una fuente policial.
Por otra parte, el próximo martes saldrían los ascensos de los comisarios inspectores a mayores -el caso de Franco fue especial, porque era la primera mujer de la fuerza en lograrlo-.
Posteriormente, -se especula que sea también la semana que viene- saldrían los ascensos de comisarios a comisarios inspectores y los de subcomisarios a comisarios.
Mientras se completan estas grillas, también se pensarán en los reemplazantes de los jefes salientes (Novoa, Ortega, Seggio y Estévez).
Asimismo, al determinar los ascensos de subcomisario a comisario se cambiarán algunos titulares de las seccionales porteñas, los cuales serán seis o siete, ya que hay dependencias vacantes (10ª y 42ª) y hay comisarios que por ascensos o disposiciones de la Jefatura deberán dejar de ser los titulares.

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