sábado, 7 de enero de 2012

Pese a sus problemas de caja, CFK no se suma al tarifazo de Macri

Pese a sus problemas de caja, CFK no se suma al tarifazo de Macri

La opinión de los analistas sobre el trasfondo político del tarifazo dispuesto por Mauricio Macri para el subte está dividida. Una de las interpretaciones es que la transferencia de los subterráneos a la Capital Federal fue el fruto de un acuerdo con el jefe de gobierno para que éste inaugure la etapa del aumento de tarifas. Sin embargo, esta visión parece ser errónea. Tanto Macri como su vocero parlamentario Federico Pinedo reiteraron hasta el cansancio que era necesario eliminar todo tipo de subsidios a la energía y los servicios públicos. Sería entonces una incoherencia total que el gobierno de la Ciudad aportara la mitad de los subsidios junto a la Casa Rosada. Se suponía así que el cristinismo aprovecharía el tarifazo para aumentar, por su parte, los boletos de colectivos y ferrocarriles. Pero no hubo explotación de la oportunidad. Los aumentos fueron desmentidos terminantemente por el Secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, quien enfatizó que de “ninguna manera” se producirían los incrementos.
Una sola explicación
La explicación de esta conducta obedecería, sobre todo, a una causa: el pánico a la reacción popular. A partir de esto, el cristinismo está dispuesto a seguir proclamando que los subsidios son imprescindibles para muchos sectores de la sociedad demorando entonces todo lo posible la implementación de los aumentos que, al menos por ahora, no están en ninguna carpeta. Pese a que en el dogma oficial la política jamás puede claudicar ante la economía, los funcionarios que están evaluando las pérdidas sufridas hasta ahora por la sequía agropecuaria están muy preocupados. Los perjuicios hasta ahora alcanzarían los 20 millones de toneladas que, a un promedio de 350 dólares la tonelada, daría una cifra cercana a los 8.000 millones de dólares que debían ingresar para fortalecer la oferta de divisas. De este monto, un 30% iba a ser recaudado por el Estado en concepto de retenciones de cereales y oleaginosas que ahora se esfumaron
Esta evaluación de las pérdidas es sólo provisoria, porque por ahora los pronósticos de lluvias escasean. Ayer, el matutino La Nación señaló que podemos estar ante la peor cosecha desde 1945. Julián Domínguez, poco antes de cambiar el Ministerio de Agricultura por la presidencia de la Cámara de Diputados, anunció en presencia de la presidente una cosecha record de 106 millones de toneladas. Hoy ya podemos decir que el máximo sería de 86 millones, esto si la sequía se solucionara hoy, cosa que no ocurrirá. En la cosecha 2008/9 se perdieron 30 millones de toneladas entre cereales y oleaginosas y, como vienen las cosas, se podría superar esa cifra. También el mismo Domínguez anunció 30 millones de toneladas de maíz y hoy apenas se llega a los 20 millones. En esta sumatoria hay que tener en cuenta también la ya grave situación de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba con su rojo fiscal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario