lunes, 5 de septiembre de 2011

CAMBIOS EN EL GABINETE

Boudou y Zannini polarizan la lucha por el poder en el cristinismo 2012
Por el tradicional hermetismo del gobierno, son imprecisas las versiones sobre los futuros cambios en el gabinete nacional. Sí parecen consolidarse las siguientes tendencias: no habrá apertura hacia afuera del kirchnerismo, es decir que el gabinete del 2012 seguirá siendo la expresión del entorno presidencial. En consecuencia, tampoco los gobernadores justicialistas aportarían funcionarios de alto nivel. El proyecto de un gabinete negociado con el PJ cayó junto con el éxito espectacular de la presidente en las primarias. Otra cosa sería -ya muy improbable- que hubiera segunda vuelta, lo que dejaría al cristinismo pendiente de la lealtad de los gobernadores y los intendentes.
En el seno del poder, los combates posicionales son muchos, pero pocos tienen relieve. Sí es importante la lucha por acumular poder entre Amado Boudou y Carlos Zannini, dos figuras con perfiles absolutamente contrapuestos. El poderoso Secretario Legal y Técnico, aliado del titular de la SI (ex SIDE), Héctor Icazuriaga, trata de impedir que el futuro vicepresidente se salga con la suya y consiga que su sucesor en Economía sea su actual Secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino. En líneas generales, la mayor parte de la vieja guardia kirchnerista converge en tratar de reducir la cuota de poder de Boudou. Lo consideran un advenedizo que influye demasiado sobre CFK. Así es que Zannini, Icazuriaga y Parrilli intentan promover para Economía a Mario Blejer o algún otro economista de renombre.
Los cristinistas temen además que, desde la presidencia del Senado, el ministro rockero construya su base política para proyectarse como el heredero de Cristina para el 2015. Allí en el Senado se asentará Aníbal Fernández, probablemente como presidente provisional del cuerpo. El actual jefe de Gabinete no es un amigo de Boudou, pero menos todavía de Zannini. El mayor presupuesto del Estado nacional, el Ministerio de Planificación, también es el centro de múltiples versiones, porque casi todo el mundo da por hecho que Julio De Vido no está en condiciones de salud para seguir. Desde La Cámpora apuntan a colocar funcionarios de segunda línea en esa cartera, lo que les permitiría una fuerte base económica para construir su proyecto político. Pero fuentes de Olivos insisten en que el cargo de ministro quedaría para alguien muy fogueado, por ejemplo, el actual Secretario de Obras Públicas, Jose López, o el Subsecretario de Coordinación, Roberto Baratta.
Las otras internas
No es un secreto que Florencio Randazzo se candidatea para Jefe de Gabinete, pero que el grupo de Zannini apuesta al senador Nicolás Fernández o a otro veterano del kirchnerismo, sin excluir la posibilidad de que el mismo Secretario Legal y Técnico intente suceder a Aníbal Fernández. Mucho más lejos en esta carrera figura el Secretario de Medios, Juan Manuel Abal Medina, que, en cambio, sí estaría más cerca del Ministerio del Interior, una cartera que, en los años no electorales pierde relevancia y para la que también se menciona a Nicolás Fernández.
En la zona de los uniformados se desarrolla una áspera interna. La influencia que la ministro de Seguridad, Nilda Garré, continúa ejerciendo sobre su antigua cartera, Defensa, resulta intolerable para su actual sucesor, Arturo Puricelli. De bajo perfil, este último podría ser reemplazado, pero es muy improbable que CFK permita que Defensa y Seguridad caigan bajo la órbita de Garré.
Los sucesivos traspiés de Héctor Timerman en la conducción de la política exterior y la pérdida de la confianza presidencial lo convierten en un firme candidato al relevo. También Julio Alak tendría los días contados a cargo de Justicia, una cartera que quedó minimizada al perder el control de las fuerzas de seguridad. Carlos Kunkel estaría sumamente interesado en este cargo, para él o alguno de sus allegados.

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