sábado, 24 de septiembre de 2011

LAS ESQUIRLAS DEL CASO CANDELA

LAS ESQUIRLAS DEL CASO CANDELA
La furia de Cristina con Pérsico terminó con las aspiraciones de su gente para el gabinete sciolista
Emilio Pérsico, el responsable de que sus “pollos” no puedan desembarcar en el Ejecutivo a partir del 10 de diciembre
Se sabe que cualquier adversidad tiene efectos de corto plazo y otros de un alcance más sostenido en el tiempo. El caso del asesinato de Candela Rodríguez generó efectos colaterales hacia adentro del kirchnerismo al punto tal de que trascendió la furia de la presidenta Cristina Fernández con Emilio Pérsico por haberle llevado a la madre de la niña aún a sabiendas del contacto de la familia con el crimen organizado.
En tiempos de campaña, desatenciones como esas pueden pagarse caro. A pocos días del trágico desenlace en Hurlingham, apenas comenzaron a conocerse las vinculaciones de la familia de la víctima con el narcotráfico, los asesores presidenciales estallaron con el líder del Movimiento Evita por haber expuesto a la candidata del FpV a una reunión con una mujer cuestionada y que integra una familia relacionada a la piratería del asfalto.
Las consecuencias de ese mal paso llegaron a la Provincia e impactaron de lleno en las aspiraciones de la gente de Pérsico a ocupar lugares en el próximo gabinete del gobernador Daniel Scioli. Se recuerda: la reunión de Cristina con Carola Labrador fue coordinada por el dirigente piquetero, quien garantizó que conocía a la mujer por su militancia en el Movimiento Evita y aseguró que no era necesario esperar a tener más información para recibirla.
Hoy, ejerciendo su poder con el máximo rigor, la Presidenta le hará pagar al sector del líder del Movimiento Evita por el grueso error. Obró con buena fe al recibir a la madre de Candela -como no lo había hecho nunca ante un caso así-, y no dejará pasar la incompetencia. Su método será, tal como corresponde en tiempos de campaña y futuras renovaciones, dar de baja a los hombres de Pérsico que mantenían expectativas de ocupar espacios en el eventual segundo gobierno de Scioli.
Quien más sentirá la reprimenda es acaso uno de los que se mencionaba como eventual candidato a ocupar la titularidad del Ministerio de Salud, Nery Fures. Director de la Región Sanitaria XI, el médico egresado de la UNLP tenía aspiraciones de suceder al actual ministro, Alejandro Collia, en caso de que fuera convocado por la Nación. El probable regreso de Juan Manzur a la provincia de Tucumán, donde acompañó la fórmula del gobernador reelecto José Alperovich, abrió un marco de especulaciones en torno al ocupante de esa vacante en el gabinete nacional.
Con Collia como firme candidato de la Casa Rosada, en la Provincia comenzó la danza de nombres. Fures era uno de los candidatos junto a José Pampuro y Pablo Garrido, actual jefe de Gabinete de la cartera sanitaria. Pero hoy estaría fuera de la carrera.
“Cristina no le perdona a Pérsico lo de la mamá de Candela, y bajó a todos sus pollos”, reveló a NOVA una fuente conocedora de los puentes tendidos entre la Rosada y la Gobernación bonaerense. Ex subsecretario de Coordinación y Atención de la Salud provincial durante el año 2005, Nery Fures es el referente del Movimiento Evita La Plata junto a Gustavo Di Marzio. Hoy, sus aspiraciones de ocupar el sillón principal de la cartera sanitaria estarían frustradas.
Otro para quien tronará el escarmiento es el diputado Fernando “Chino” Navarro, corresponsable junto a Pérsico de la reunión de la polémica. Tras haber sido candidato a múltiples cargos para el próximo mandado kirchnerista -sonaba para el Ministerio de Desarrollo Social y también como eventual jefe de la bancada K en la Legislatura-, el lomense podría quedarse sin nada. Como sucederá con el resto de los referentes del Evita que querían ocupar espacios ejecutivos a partir del 10 de diciembre

No hay comentarios:

Publicar un comentario