jueves, 22 de septiembre de 2011

MIENTRAS BOUDOU TOCA LA GUITARRA EN TECNÓPOLIS

Los mercados se preguntan si el dólar explota antes o después del 23-9
La presunción de que la crisis cambiaria en marcha no viene sola ya está instalada en el mercado y en “el chiquitaje” que todos los días aumenta la presión sobre el dólar. Anteayer a primera hora de la mañana, el gobierno actuó rápidamente vendiendo 600 millones de dólares a futuro, estableciendo así una convertibilidad hasta fin de octubre.
Pero ayer, el público intentó masivamente comprar dólares al contado y el gobierno reaccionó esta vez enviando a inspectores de la AFIP y policías a los bancos y casas de cambio para que la gente se asuste. El operativo fue exitoso por un día, pero la gente común ya se dio cuenta de que hay un importante atraso cambiario y están comprando dólares, por ejemplo, para las vacaciones en los Estados Unidos, Brasil (ahora que se abarató), Uruguay y, en menor medida, para Europa.
Una guitarra en el Titanic
Vale la pena preguntarse si la corrida cambiara en marcha seguirá después del 23-o. La respuesta parecer ser afirmativa. No existe incertidumbre sobre quién va a ganar las elecciones, porque seguramente las ganará CFK. Pero sobra, en cambio, incertidumbre económica, y se instaló la creencia de que el dólar es la mercadería más barata que hay. Y como hay una gran expansión monetaria, hay mucha plata para comprar divisas. A todo esto se le suma el clima de incertidumbre económica y financiera mundial, que se agrava día a día por la situación griega y la crisis europea y norteamericana. Sin embargo, lo que más afecta a nuestro país es la situación política y económica de Brasil, cuya economía crecerá sólo el 3% contra el 7,5% del año pasado, en tanto que el real se devaluó nuevamente ayer llegando a cerca de 1,87 reales por dólar. Esto afecta seriamente la competitividad argentina contra nuestro vecino y existe un número, 2 reales el dólar, que hará muy difícil la exportación de autos hacia ese país. Es sabido que la industria automotriz es la base de las exportaciones industriales. Por su parte, la soja volvió a caer a 490 dólares la tonelada en Chicago y podría bajar a 450 dólares, cuando la Casa Rosada necesita una soja de 620 dólares para que le cierren las cuentas. Esto explica el nerviosismo de los mercados locales.
Mientras estas pequeñeces ocurren, nuestro ministro de economía Amado Boudou estaba tocando la guitarra en un festival primaveral en Tecnópolis mientras Ben Bernancke, el titular de la Fed, no dio las señales que esperaban en Wall Street y Europa, lo cual agravó la situación internacional. La presidente, por su parte, no se privó de aportar lo suyo a este menú, señalando en New York que las calificadoras de riesgo son las culpables de la crisis mundial. El miércoles esas mismas calificadoras les bajaron la nota a los principales bancos americanos.

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