viernes, 21 de octubre de 2011

CON SU DISCURSO FINAL DE CAMPAÑA

CFK profundizó la corrida cambiaria

El discurso de cierre de campaña de la presidente, si bien estuvo destinado a la tribuna, dejó entrever lo que la mayor parte de la gente dice en los sondeos: que el gobierno no piensa cambiar un ápice de su llamado “modelo de acumulación con matriz diversificada con inclusión social”.La afirmación de CFK en el sentido de que quiere la institucionalidad, “pero la institucionalidad en serio”, suena a sarcasmo proviniendo de alguien que está por empezar el tercer turno en el poder de su grupo político. Este verdadero cambalache llamado “modelo” ya supera los ocho años y medio de vigencia gracias al aumento sostenido de los precios agropecuarios que tuvieron los países emergentes. Y, en el caso argentino, gracias al crecimiento del gigante brasileño, que se puso al nivel de China, India y Rusia en el BRIC. Esto significa simplemente que el país, en esta última década, creció a pesar de los Kirchner, y últimamente sólo se sostuvo por el ancla cambiaria para que la inflación del 25% anual no se transforme en 50%. Claro está que este esquema originó un auge del consumo basado en 50 cuotas y últimamente en 30 cuotas. Una situación muy similar a los ‘90 con el voto-cuota. Este fenómeno se repite ahora aumentado, lo que permitió que CFK obtuviera en las primarias más del 50% de los votos. Pero después del 14 de agosto, los inversores grandes, medianos y pequeños empezaron a ver que se está viviendo una situación parecida al final de la convertibilidad. De ahí que empezara primero una minicorrida cambiaria, que se transformó desde principios de este mes en una lisa y llana corrida cambiaria. A esto se le agrega una consecuencia inevitable: que los bancos empiezan a perder depósitos, porque la gente se dedica a comprar dólares.
Además, están los que utilizan el llamado “contado con liqui”, que estuvo ayer a 4,80 pesos y que se trata de comprar bonos y liquidarlos en el exterior convirtiéndolos en dólares.
Señales convergentes
A su vez, la ANSES está retirando parcialmente los depósitos que tiene en los bancos para comprar bonos y evitar que éstos caigan de valor y suba así el riesgo país. Se trata de una operatoria oscura que sólo conocen unos pocos elegidos, los mismos que están vinculados a los negociados de este gobierno. Ayer el BCRA tuvo que vender el récord de 230 millones de dólares en el mercado de contado y otro tanto a futuro, en tanto que hizo subir las tasas de interés a más del 20% para que la gente no retirara sus depósitos bancarios. Además, las tarjetas de crédito ya exigen que se desembolse el 20% como pago mínimo y estudian eliminar las 30 cuotas sin interés. O sea que se está desencadenando un proceso de dolarización de carteras que coloca al gobierno en el riesgo de no poder detener la corrida. La presidente deberá entonces dar señales el lunes próximo, porque ya no queda tiempo para hacer la plancha.

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