martes, 22 de noviembre de 2011

Gracias al control de cambios, el gobierno pensaría seguir pagando deuda con reservas

Gracias al control de cambios, el gobierno pensaría seguir pagando deuda con reservas

Hace tiempo que los argentinos escuchamos los disparates económicos de la presidente. Durante años y años nos tapaba la boca gracias el viento de cola mundial generado por tasas internacionales de 0 puntos, soja entre 450 y 500 dólares la tonelada en Chicago, y Brasil con un real apreciado y abierto a las exportaciones de nuestra industria metalmecánica y automotriz. Esto le permitió al gobierno estirar casi sin límites el gasto público y la emisión monetaria. Así fue que llegamos al 23 de octubre con un crecimiento de ambos del orden del 40% anual. Un nivel que, para mantenerse, requiere una soja de 600 dólares la tonelada en Chicago y también un real de 1,55 por dólar. La realidad es que hoy la soja está a 421 dólares y el real 1,81 por dólar. Por lo tanto, hay que ajustar las cuentas. Además, los cambios de gobierno que se precipitaron en Grecia, Italia y España no terminaron de convencer a los mercados y Alemania no quiere pagar los platos rotos por esos países. Justamente ayer, CFK aseguró en un acto que estas economías en crisis deben aumentar el gasto público como lo hizo la Argentina para fomentar el consumo. Es extraño que ninguno de sus asesores ni ella misma -que suponemos que es una mujer inteligente- no se den cuenta de que, por gastar de más y mentir con las estadísticas, Grecia está donde está, e Italia y España se convirtieron en un monumento al consumo artificial. Ahora ella pide que se iluminen y gasten más. Pues bien, nadie parece entusiasmarse con semejantes planteos.
Adiós reservas
Además, hay que tener en cuenta que en el 2002 el país defaulteó su deuda externa y la renegoció dos veces con una quita importantísima y aun así debe U$S 10.000 millones a los bonistas que quedaron fuera del canje y una cifra similar al Club de París, más unos 3000 millones de dólares por reclamos ante el CIADI que no queremos pagar. Y así, todavía en default, no tenemos reservas suficientes para pagar los compromisos de deuda externa por U$S 5600 millones y no podemos acudir a los mercados internacionales de crédito, justamente porque seguimos en default y el riego país está en 935 puntos.
En estas condiciones, a lo sumo nos prestarían U$S 2.000 millones y a una tasa del 13%. Como se sobreentiende que no podemos endeudarnos a esa tasa es que, antes que caer en default, este gobierno probablemente opte por seguir pagando con reservas que necesita para cubrir la base monetaria. Para la administración cristinista esto no sería grave, ya que supone que puede seguir adelante prohibiendo comprar dólares en el mercado oficial y paralelo. Así las cosas, no le queda otra alternativa al gobierno que eliminar subsidios y bajar gastos en Aerolíneas Argentinas y en muchos lugares más. Esto probablemente desataría, a su vez, una escalada de conflictividad con Hugo Moyano, los gordos, Luis Barrionuevo y Gerónimo “Momo” Venegas.

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