domingo, 13 de noviembre de 2011

Julio Grondona y las cuentas no declaradas por 106 millones de dólares: ¿soborno qatarí?

Julio Grondona y las cuentas no declaradas por 106 millones de dólares: ¿soborno qatarí?
El “rastreen de dónde viene el dinero” está dirigido a Grondona, a quien ni falta hace presentarlo. Presidente desde hace 32 años de la AFA (Asociación de Fútbol Argentino) es al mismo tiempo vicepresidente de la FIFA, donde está al frente de dos comisiones clave en cuanto a manejo de dinero: la de Finanzas y el Consejo de Mercadotecnia y Televisión.
“La discusión es: se quedaron con mi plata, sospecho de (Julio) Grondona, está este dinero de Grondona, a partir de allí rastreen de dónde viene el dinero”. Las palabras pertenecen a Mariano Cúneo Libarona, el abogado del empresario Carlos Ávila, fundador de Torneos y Competencias, la firma productora que monopolizó la transmisión televisiva del fútbol y eventos deportivos, en la que Ávila fue socio de Luis Nofal y éste, a su vez, de Julio Grondona.
El “rastreen de dónde viene el dinero” está dirigido a Grondona, a quien ni falta hace presentarlo. Presidente desde hace 32 años de la AFA (Asociación de Fútbol Argentino) es al mismo tiempo vicepresidente de la FIFA, donde está al frente de dos comisiones clave en cuanto a manejo de dinero: la de Finanzas y el Consejo de Mercadotecnia y Televisión. Cintura política no le falta a Grondona: ingresó a la titularidad del fútbol argentino con el gobierno militar en 1979 y después de haber sido alfonsinista, menemista, delarruista, duhaldista y kirchnerista, ahora, que es un cristinista a ultranza (noblesse oblige), acaba de ser reelecto para su noveno mandato.
En cuanto a la FIFA, se mueve en ese círculo áulico de la pelota desde 1988. Se llevó muy con bien con el brasileño Joao Havelange, se lleva aún mejor con el suizo Joseph “Sepp” Blatter. Tanto, tan bien, dicen, que es quien mejor supo y sabe acompañar a Blatter y la cúpula de la FIFA en sus controversiales decisiones. Tales como la votación, en el otoño boreal de 2010, para elegir a Rusia y Qatar como sedes de los Mundiales de 2018 y 2022. Votación que dejó, en el camino y con la sangre en el ojo, a las dos favoritas, Inglaterra y Rusia
FIFA en la mira
De allí, claro, la reacción y denuncia del británico David Triesman, ex mandamás de la Football Association (FA). Ante el Parlamento, Triesman habló de supuestos pingües sobornos para que los entonces directores de la FIFA Jack Warner, Nicolás Leoz, Ricardo Teixeira y Worawi Makudi inclinasen una ventaja de 13 votos hacia Rusia y Qatar. A su vez, Jack Warner, que fue suspendido de la Concacaf acusado de recibir sobornos, denunció que Qatar pagó 20 millones de dólares (en sobornos) e incluyó en su denuncia a Grondona y al paraguayo Nicolás Leoz, presidente de la Conmebol. Pero más grave sería lo que publicó nada menos que el Wall Street Journal: que Julio Grondona se habría embolsado “u$s 78.4 millones… “para ayudar a las finanzas de la AFA”,puntualizó ese diario.
Por lo tanto, de estos actos de cohecho podrían provenir los más de u$s 106 millones en dinero depositado en cuentas off-shore a nombre de Julio Humberto Grondona, sus hijos Humberto y Liliana, su chofer (y testaferro) Daniel Pellegrino y su socio Eduardo De Luca, vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol y secretario general de la Conmebol. El listado de cuentas y sus montos fue descubierto por Carlos Ávila entre los papeles de sus sociedades con el difunto Luis Nofal. Según Ávila, la empresa Torneos y Competencias (TyC) sigue hoy siendo la “socia oculta” de Grondona y se la beneficia al punto, dijo, de “ser la única productora en el mundo” que tiene los derechos de transmisión para las Eliminatorias mundialistas.
Respecto de la data que aparece en las carpetas, sin duda es urticante. Ya está, mientras tanto, en manos de la justicia argentina. Puntualmente en el Juzgado de Instrucción Nro. 30 que preside el Juez Jorge López en una causa por “administración fraudulenta”, iniciada por Ávila contra Grondona el día 10 de agosto pasado. De acuerdo al abogado Cuneo Libarona, la fiscal Viviana Fein pidió se mandasen exhortos a Suiza para contrastar la información sobre las 11 cuentas off-shore y la UIF (Unidad de Información Financiera, encargada de investigar lavado y evasión) ya pidió intervenir en el expediente.
“Yo creo que ese dinero, que no tengo duda no ha sido declarado por Grondona ante el Fisco, proviene de la FIFA, de las coimas que se pagan alrededor de la FIFA en Zurich, donde ese organismo tiene su sede”, dijo el abogado Cuneo Libarona.
Cuatro societás, dos hijos
En 11 folios aparece la información sobre 12 cuentas en EE.UU., Suiza, Liechtenstein y España, repartidas entre 4 sociedades, en las que alternan la titularidad el mismo Julio Humberto Grondona con sus hijos Humberto y Liliana, junto con su chofer Pellegrino y su socio De Luca. Los datos consignados en las cuentas fueron analizados por un equipo de financistas y las conclusiones a las que se llegó fueron las siguientes:
a) El total de dinero depositado fuera de Argentina y lejos de los ojos fiscales del gobierno de CFK asciende a u$s 106 millones de dólares.
b) De esos u$s 106 millones, habría u$s 60 millones a nombre de Julio Grondona y su hija Liliana, 34 millones a nombre de él y su hijo Humberto y u$s 12.2 millones a nombre de Grondona y sus dos hijos.
c) Serían en total u$s 65 millones en efectivo, de los cuales 37 millones “aparecieron” después de marzo de 2009.
d) Hay u$s 18 millones invertidos y u$s 23 millones colocados en operaciones a plazo y fiducidiarias.
e) De las cuatro sociedades, la más agraciada (con cinco cuentas a ese nombre) es la Kellogg Development Inc., con cuentas en los bancos Vontobel, Centrum, Hyposwiss, Citibank y Lloyds Bank.
f) Las otras sociedades de importancia son la Harvard Society Limited, con una cuenta en el Centrum Bank (el titular sería Eduardo De Luca, vicepresidente de Conmebol); Litemax Enterprise con dos cuentas a nombre de Daniel Pellegrino, el chofer fallecido; y Anfal Inc., con dos cuentas a nombre de Eduardo De Luca.
Respecto de los bancos, el suizo Vontobel AG opera generalmente con los EE.UU., por lo que resulta favorito para la transferencia de fondos hacia y de Nueva York. La del Vontobel sería la cuenta más antigua entre la familia (de acuerdo a la carpeta que tiene el juzgado Nro. 30), ya que data de 1997 y en ella figurarían los tres Grondona (Julio, Liliana y Humberto). La cuenta, con u$s 12.2 millones en total, tuvo un refuerzo de u$s 2 millones en los últimos dos años.
En el Centrum Bank de Liechtenstein tendría la familia Grondona abiertas tres cuentas bancarias desde junio de 1999. Sin embargo, en los últimos dos años ingresaron 9 millones de dólares adicionales en efectivo a las cuentas de ese banco. Dos de ellas están a nombre de la sociedad Kellogg, con u$s 10 y 9.6 millones en efectivo respectivamente, además de otros 9.1 millones en inversiones que estarían a nombre del padre y del hijo. La tercera de las cuentas, a nombre de la sociedad Harvard, tiene u$d 2.9 millones en efectivo, u$d 5 millones en depósitos en el banco y u$s 4.7 millones en inversión (en los últimos dos años se colocaron 2.7 millones en efectivo).
Curiosamente, en 2009, una cuenta cuyos titulares eran Humberto y Liliana en el UBS de Zurich, fue cerrada y ese dinero llevado a Hyposwiss, un banco para público de clase alta en esa ciudad. En el “pase”, le agregaron 13 millones de francos suizos (llegando así a 14.4 millones de francos suizos o u$s 15.8 millones), además de u$s 12.8 millones en depósitos. Bien generoso.
De acuerdo a los expertos en finanzas, la cuenta en el Citibank que figuraría a nombre de Grondona no puede ser sino de dinero “limpio” o justificable. Los miembros de la familia Grondona habrían agregado u$s 8 millones en los últimos dos años, y habría, además, u$s 8.7 millones en efectivo. Lo mismo ocurriría con la cuenta en el Lloyds, con u$s 6 millones en efectivo, u$s 5.15 en plazos fijos y u$s 4.1 en inversiones.
“Grondona es investigado por administración fraudulenta en grado partícipe”, definió Cúneo Libarona ante este periodista. Además de la carpeta con la data de las cuentas off-shore, el expediente ya tiene otro elemento de peso: un video, grabado por el propio Carlos Ávila con cámara oculta, en el que Julio Grondona dice “yo tengo testigos de los tipos que iban con la moto a buscar la plata negra. Y menciona cable de Brandsen cable del sur, cable en su mayoría estaban satisfechos ellos. ¡Tomá si te iban a aumentar!” Clara referencia sobre las oscuridades en la televisación del fútbol. Mientras tanto, se deberá esperar a que la Justicia desenrolle el ovillo. O que los titulares de las cuentas que se investigan en este expediente, se hagan cargo, o no, de ellas. Parte de ello ya fue hecho: en declaraciones radiales, la esposa de Julio Grondona no negó la existencia de las mismas.
De orígenes claros u oscuros, 106 millones de dólares es una fortuna de aquéllas. Más, cuando el propio Julio Grondona dice que apenas tiene un buen pasar merced al fútbol. Pero ese dinero mostraría que el deporte de la pelota da millones de alegrías más que la aburrida ferretería en la localidad bonaerense de Sarandí. Es el “negocio” que, modestamente, habría declarado el titular de la AFA y vicepresidente de la FIFA, Julio Grondona, ante las oficinas de Ingresos Públicos de la República Argentina. (Analítica)
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