sábado, 10 de diciembre de 2011

LA GUERRA CONTRA LA DOLARIZACIÓN SERÁ SU PRINCIPAL MISIÓN

Moreno sucede a Kirchner como Ministro de Economía paralelo

Roberto Lavagna fue el último Ministro de Economía. Después de su renuncia quedó claro que el nuevo Ministro de Economía era Néstor Kirchner. Y así se fueron sucediendo en la formalidad del cargo Felisa Miceli, Miguel Peyrano, Martín Lousteau, Carlos Fernández y Amado Boudou. Todos ellos, muy distintos entre sí, tuvieron, sin embargo, un denominador común: su carencia de poder para dirigir su cartera, limitándose a ser simples poleas de transmisión de las órdenes de Kirchner, primero como presidente y luego como ex. A lo largo de este proceso, fue creciendo la figura de Guillermo Moreno, el más fiel intérprete de la política económica del fundador del régimen. Éste se basó fundamentalmente en la utilización del “apriete”, que tanto éxito le había dado durante su gestión como gobernador de Santa Cruz. Así fue que impuso esta metodología de doblegar a los mercados a través del miedo y las amenazas. Ya a principios del año pasado, mucho antes del fallecimiento de Kirchner, Moreno tomó el control de las importaciones, cuando antes intervenía sólo en ciertas exportaciones, como las de carne, leche, maíz y trigo, cuyos productores sufrieron graves pérdidas gracias a sus medidas. Sin embargo, el costo económico de estos desaguisados se pudo cubrir con el aumento de las cosechas y precios de la soja a la que nunca se puso límites para exportar, porque es y será la gallina de los huevos de oro. Pero en enero pasado, Moreno escaló a otro nivel. Empezó con las limitaciones de importar autos de alta gama, creando un gran revuelo en el mercado automotor, porque les impuso a las empresas que exportaran por el mismo valor que lo importado. En esta línea siguió presionando en los meses siguientes para restringir las importaciones y mantener el superávit comercial, que amenazaba achicarse en demasía. Su éxito fue lograr que este año el mismo se mantuviera en los 10.000 millones de dólares.
La descomposición
Sin embargo, el horizonte económico se nubló. Entre las primarias del 14 de agosto y las elecciones presidenciales se amplió la fuga de capitales, que ya lleva 52 meses consecutivos. El arrollador 51,7% obtenido por CFK en las primarias hizo que muchos inversores emprendieran la fuga, ante la evidencia de que se profundizaría la intervención del Estado en los mercados. El 23 de septiembre, un mes antes de las elecciones generales, empezó otra etapa: el retiro de los depósitos en dólares. De ahí en más y por primera vez en ocho años y medio, el gran problema del gobierno es la falta de dólares. Es que el crecimiento de estos años dependió en un 70% de insumos importados y, cuando Moreno limita su ingreso, el Estado pierde el 27% del IVA de importaciones. Pero, a la inversa, si hubiera libertad para importar, entraríamos en déficit comercial, aunque se recaude más. El caso es que ya se perdió el superávit fiscal y sería nefasto perder el comercial. Así las cosas, al gobierno se le van presentando dos alternativas. O pierde el superávit comercial, o -mediante el apriete- limita considerablemente las importaciones, lo que generaría en el 2012 una caída del crecimiento o bien directamente un estancamiento con inflación. En otras palabras, una estanflación.
En la reciente batalla contra la dolarización que el gobierno libró después de las elecciones Moreno utilizó a full el libreto del “apriete”, obligando a postergar pagos de importaciones y acelerando exportaciones que hasta ahora han tenido éxito. Y más teniendo en cuenta que diciembre es un mes de venta de dólares para pagar aguinaldos. Pero en enero no se podrán postergar más los pagos a los importadores y saldrá una gran cantidad de dólares por turismo al exterior debido al gasto con tarjetas de créditos. A esto se le sumará una mala noticia, que la soja en enero es probable que en Chicago se cotice a U$S 407 la tonelada. Es decir, muy por debajo del promedio de todo el año. Esto reafirma que el problema número uno del gobierno para el año que viene es el dólar atrasado, que impide la competitividad.
El supersecretario
Éste es el proceso que explica por qué estaría terminándose un decreto para ampliar sensiblemente las funciones del supersecretario. En el próximo gobierno, Moreno tendrá especial injerencia en la autorización de las licencias de importación, que hasta el momento eran de estricta competencia del Ministerio de Industria, además de las funciones que ejerce hasta ahora. Moreno seguirá entonces dependiendo del Ministerio de Economía, pero tendrá varias subsecretarías a su cargo. El área de Cancillería que pasará a su órbita es la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, que dirigía Kreckler, y sus subsecretarías. Su tarea es la promoción del comercio exterior y las negociaciones comerciales multilaterales y bilaterales, por ejemplo, con la Unión Europea. También tendría a su cargo las discusiones intramercosur, que también llevaba el área de Cancillería.
En realidad, el Secretario de Comercio se está convirtiendo en el sucesor de Néstor Kirchner como verdadero Ministro de Economía. Lo que cierra con la designación de Hernán Lorenzino, que asumiría con plena aceptación de que su cartera será jibarizada. Deberá convivir con Moreno como supersecretario, pero además se habla de que Julio De Vido, ahora repotenciado, también se quedaría con algunas funciones del área económica. Y, por último, Diego Bossio funciona desde la ANSES como el verdadero Secretario de Hacienda, por administrar la mayor caja del Estado. El encumbramiento de Moreno, aparte de la economía, podría tener también consecuencias en el mapa del poder político.

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