viernes, 3 de febrero de 2012

La “brocha gorda” de Cristina ahora con los jubilados, las paritarias y el dólar

La “brocha gorda” de Cristina ahora con los jubilados, las paritarias y el dólar
Se está aplicando un freno al drenaje fiscal, llamémoslo como quieran a las idas y vueltas y a las verbalizaciones del “relato-discurso épico” del oficialismo; este freno lleva al Gobierno a aplicar desde controles draconianos a los particulares que ahorran en dólares, hasta impedir el pago de dividendos en las empresas, pasando por exigir que se liquiden en el país las divisas de las exportaciones de mineras y petroleras, la no remisión de ganancias a las casas matrices de las empresas extranjeras radicadas en el país, hasta traspasar el subte con quita del 50% del subsidio a la Ciudad de Buenos Aires y “fogonear el conflicto social mediante los delegados troskos de la empresa” que se oponían a la suba del boleto.
Ahora pretenden que sea el pueblo el que “renuncie voluntariamente” a un subsidio que nunca fue pedido y que el Estado impusiera como un sistema de mantener artificialmente planchada la inflación, que igualmente se disparó hasta llegar a ser la segunda a nivel mundial, sólo superada por la Venezuela chavista; exigir del pueblo que decida por sí mismo la naturaleza de las políticas públicas -“a vos te toca”, “yo quedo afuera”- son la nueva mamarrachada de éste régimen populista berretizado, que esconde dos cuestiones cruciales: 1º.- el gasto público debe achicarse o, al menos, no crecer del modo en que lo vino haciendo desde hace cuatro años, porque llegó la hora de “pagar la fiesta de la opulencia ficticia”; y 2º.- iniciar el camino en que la etapa de las políticas públicas universalizadas irán cediendo espacio al nuevo carácter de políticas focalizadas.
Ayer la Presidente dijo que las paritarias son una negociación libre entre empresarios y sindicalistas en las que el Estado no tiene participación, pero, acto seguido, desgranó paso a paso el porqué de la intrusión del Gobierno para pasar a ser decisivo definiendo el aumento salarial para los privados de este año, creando un Comité Oficial para analizar el nivel de rentabilidad y productividad por empresa, una verdadera política intervencionista contraria al espíritu de la libre negociación de las paritarias. Les pidió responsabilidad a las empresas “porque han ganado muchísimo” y terminó confirmando la intención de que haya aumentos salariales de acuerdo a la rentabilidad de las compañías, algo bastante parecido a la teoría más ortodoxa del capitalismo más salvaje.
Confesó asimismo, que estuvo hurgando en los sueldos de los directivos de las empresas y que seguirá muy de cerca éstos y los aumentos que pacten las empresas que reciben subsidios del Gobierno, porque “descubrió -aunque un poco tarde ¿verdad?-“ que muchas de ellas dijeron no tener ganancias y aparecieron en las listas de compradores de dólares, a la vez que inició el camino a una posible reestatización de la petrolera YPF de la que “ellos” -CFK y NCK- fueron impulsores en la etapa privatizadora de Cavallo-Dromi-Menem. CFK dejó en claro sin decirlo, con la costumbre de no contar lo que no quiere que se sepa o lo que no le conviene decir, que tiene la sana intención de usar toda la información que esté a su alcance en el intento de que los aumentos del sector privado se encuadren dentro del rango del que ella considera es el porciento adecuado, poniéndole definitivamente un techo a la negociación de entre un 18 y un 20% máximo.
Además de fijar como un logro épico el aumento del 17,62% a las jubilaciones que las coloca en el rango de un 30% de una canasta básica alimenticia, pues los $1.687 mensuales equivalen a $56,34 diarios, lo que es una verdadera inequidad impropia de un régimen que dice bregar por la justicia social y condena a la masa de ancianos a un ingreso que en el del promedio -$2.515- no alcanza al 43,36% de la canasta básica y da que reciben $83,83 diarios, toda una verdadera vergüenza que ella enumera desde su soberbia como una conquista social “increíble” que agrega $253 mensuales a casi 7 millones de jubilados que no les va a alcanzar ni siquiera para compensar los $360 que subieron los servicios apenas entre diciembre 2011 y febrero 2012.
Una verdadera canallada que se disfraza de “épica desde el discurso-relato” y que es otra de las medidas aplicadas para contener el gasto público descontrolado al que llevó esta política de despilfarro de subsidios indiscriminados a empresas, bancos, petroleras, casinos y bingos, empresas de carga y transporte y que muy lejos estaba de beneficiar al “pueblo de a pie”. CFK no olvidó la otra cuestión económica que la desvela desde la pasada fuga gigantesca de capitales de más de US$70 mil millones: el ahorro del dólar, informó las nuevas normas del BCRA que exigen aumentar las capitalizaciones de los bancos y en la práctica implican que por los próximos dos años no podrán girar utilidades, pareciera que para ella todo vale para cuidar los dólares del BCRA que ella luego malgasta pagándoles a los acreedores extranjeros de contado y con reservas.
Claro que existen algunos inconvenientes para desarmar esa maraña de subsidios, despilfarros y pagos extemporáneos, y no es otro que el derivado del mundo fantasioso inventado con las cifras del INDEC, donde según ellas no existen indigentes ni pobres y el crecimiento del PBI sigue a tasas chinas, lo que genera el contrasentido de tener que pagar millonarias cifras por los bonos atados a éste ficticio crecimiento, y despilfarrando los supuestos “ahorros” -¿estafas?- generadas sobre aquellos otros bonos atados a la inflación interna. Intentan ocultar todas estas impudicias cacareando con los aumentos macristas del subterráneo, mientras aplican “ajustazos a la electricidad y el gas”, mantienen el innoble impuesto a las ganancias sobre sueldos que ya alcanzan a casi un 50% de los asalariados en blanco, y por otro lado suman al “futbol para todos”, ahora a “el automovilismo del TC para todos” invirtiendo los dineros públicos inadecuadamente y en propaganda oficialista.
¡Pan y circo!, denunciaban nuestros abuelos a este tipo de mamarrachadas de un populismo berretizado y de fin de ciclo; en post de esconder la realidad acuciante de la falta de superávit fiscal y el deterioro del superávit comercial practicamos la “desaparición forzosa” de los subsidios al transporte, los peajes, los servicios públicos y la energía del gas, la electricidad y los combustibles. Otra medida que no se sabe con qué fin se ha lanzado es la de histerizar a la población con la salida de la tarjeta SUBE, lanzada vale recordarlo hace tres largos años, y que ahora implica “garantizarse seguir subsidiado en el transporte metropolitano”, algo que con el tiempo también, y mucho antes que tarde, irá a desaparecer, si el ahorro necesario es tan importante como pareciera de acuerdo a las medidas que se están tomando apresuradamente desde el régimen cristinista.

LA VIOLACIÓN DEL SECRETO FISCAL POR PARTE DE CFK

Cada vez más cerca de la vida de los otros

En su discurso de anteayer, la presidente, al explicar sus puntos de vista sobre las negociaciones salariales que están por comenzar, señaló que le pediría información al administrador de la AFIP, Ricardo Echegaray, acerca de cuánto ganan los gerentes de las compañías que tienen que negociar las paritarias con los sindicatos. La platea de aplaudidores que acostumbran festejarle las chanzas aplaudió el comentario, que no fue casual.
Sin embargo, el hecho fue grave, porque se trató lisa y llanamente de la violación del secreto fiscal que establece la confidencialidad de la información impositiva de cada contribuyente, que sólo puede utilizarse a los fines del cálculo de los tributos. Parece supina la ignorancia de nuestra primera mandataria sobre el cumplimiento de la ley, aunque algunos sostendrán -y tal vez tengan razón- que sabía perfectamente lo que hacía y no le importa la violación del secreto fiscal. Total no hay institución de la República que hoy funcione regularmente y de acuerdo a la ley.
El gradualismo
Lo grave es que se suman hechos que van profundizando una tendencia. Este anuncio presidencial de que de la AFIP le está dando al Ejecutivo información para presionar a empresarios coincide con la intromisión de la supersecretaría de comercio en la vida y milagros de los ciudadanos, más el nuevo instrumento informático para el control social que es la tarjeta SUBE. Hay en todo esto semejanzas con el clima de invasión de la privacidad que narra la notable película La vida de los otros, dirigida por Florian Henckel Von Donnesmarck y ambientada en Alemania oriental sobre el final de la guerra fría.
Se podría alegar con razón que en la Argentina no hay presos políticos y que estos sistemas de control ciudadano no coartan la libertad de movimiento de las personas. Pero causan gravámenes económicos por pérdida de oportunidades y mediante castigos pecuniarios. Sutilmente, el gobierno instaló un clima de presiones coaccionando, por ejemplo, a los empresarios, bajo la amenaza implícita de que, si no siguen su voluntad, sufrirán represalias vía la AFIP, Moreno, etc. Este avance sobre las libertades individuales también sirve para controlar a funcionarios del propio gobierno. Lo demuestra la conocida anécdota del Vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, que varios meses atrás dijo indiscreciones por su celular y fue escuchado por el jefe de la SI (ex SIDE), Héctor Icazuriaga, cuyo principal servicio al Estado son justamente las escuchas telefónicas aunque, al menos por ahora, la inteligencia oficial no tiene capacidad para escuchar a todos los opositores. Así, gradualmente, los argentinos nos vamos acostumbrando a este deterioro de las libertades esenciales. Hasta el momento en que sea ya tarde y esta dictablanda se convierta en dictadura.

jueves, 2 de febrero de 2012

SUBE: Cómo registran tus movimientos

SUBE: Cómo registran tus movimientos

En todo el mundo existe un avance del control del Estado sobre la población. Con excusas como la lucha contra la piratería, la lucha contra el terrorismo y la protección de la economía se derogan derechos.
En Argentina a diario se observan problemáticas por cuestiones de control por parte del Estado. Cámaras en la calle cada dos cuadras, edificios y patrulleros, la creación de una base de datos con información biométrica de cada ciudadano desde que nace y el rastreo de sus movimientos.
El proyecto de monedero virtual (SUBE) impuesto por el gobierno argentino exige identificación por DNI cuando no es necesaria y luego rastrea cada uso de esta tarjeta, creando una base de datos del ir y venir de cada ciudadano.
Como si este sistema de monitoreo de la población y la existencia de esta base de datos sensibles, signos de una sociedad de control, no fueran suficientes, los datos están prácticamente al alcance de cualquiera.
La incompetencia y el desinterés demostrado a la hora de manejar nuestra información privada es tal que Anonymous considera que *NO* se les puede confiar esta información.
Convocamos a todos a que hagan circular esta información para comunicar a la gente sobre el peligro de este sistema y cambiarlo para que no afecte la privacidad de los ciudadanos.
No se dejen controlar, no consuman la información que les venden. Infórmense por sus propios medios; el conocimiento y la información objetiva es la única manera de lograr un mundo más justo.
Todo lo que SUBE... tiene que BAJAR...

miércoles, 1 de febrero de 2012

Primer mandamiento del progreso: respeto por la propiedad privada

Primer mandamiento del progreso: respeto por la propiedad privada

La violencia institucionalizada fue el rasgo común en la Historia para obtener o mantener la propiedad. La miseria alcanzaba a la mayoría en las sociedades previas al surgimiento del capitalismo.
Cuando después de un larguísimo proceso histórico, la propiedad se consolidó, dejó de depender de la fuerza de los que dominaban o detentaban el poder.
Cuando ocurrió la Revolución de Mayo, las colonias de España eran aún tierras realengas, la propiedad dependía del capricho de reyes, gobernantes y señores protegidos por el Estado.
Las instituciones democráticas patrimonio del occidente europeo y EEUU permitieron que no fuera necesaria la fuerza como fundamento de la propiedad.
Recién en el siglo XX se fue afianzando el modo capitalista de producción y acumulación -producto de ideas liberales que culminan con la Revolución Industrial- creando un mejoramiento económico, cultural y social jamás, ni siquiera soñado.
Pero junto a este sistema, después de la Primera Guerra Mundial, las ideas nacionalistas se imponen con fuerza sobre todo en Alemania, Italia y Francia. El golpe bolchevique en 1917 reavivó las teorías marxistas y la crisis de 1929, en EEUU, hicieron triunfar las ideas socialistas, fascistas, y nacional socialistas, declinando el liberalismo y el sistema capitalista.
Sin embargo, el triunfo de los países aliados dividió al mundo y, la consolidación del sistema capitalista, basado en la defensa de los derechos individuales y de una institucionalidad democrática, mostró un fantástico crecimiento económico, en los países que lo adoptaron y en los que fueron obligados a adoptarlo como resultado de la rendición. Los países vencedores lo impusieron en Japón, Alemania e Italia devastados por la guerra.
La propiedad privada base fundamental del sistema capitalista fue rechazada o asediada por los regímenes estatistas e intervencionistas, partidarios de la planificación central, por lideres e intelectuales marxistas como Engels, Marx, Trotsky, Lenin, Guevara, Fidel y Raúl Castro. También, entre tantos otros, por gobiernos populistas y nacionalistas como fue el de Perón y lo son los actuales presidentes de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Argentina.
Pese al rotundo fracaso del socialismo en todas sus variantes, del nacional-socialismo y del fascismo, perduran estas ideas que desparraman intelectuales, jóvenes y obreros dirigidos por agitadores universitarios de clase media o sindicalistas que desprecian las ideas liberales desde un ámbito cómodo y moderno surgido justamente del sistema que combaten.
Adoptan las ideas socialistas como una religión, con fe, pero sin entenderlas. Los dominan las emociones, por ello se alejan de la realidad aunque, la Historia, les permite acceder a innumerables ejemplos de países donde la abolición del capitalismo y de la institucionalidad democrática llevó a sus líderes a crueldades que terminaron con la vida de miles de personas. Sumieron en la pobreza a poblaciones enteras salvo a los miembros del partido único, militarizaron a los sindicatos, convirtiendo a los obreros en maniquíes que no podían disponer de su vida como quisieran.
Un ejemplo paradigmático, que se resisten a comprender, es el del terrorismo, integrado por jóvenes idealistas que murieron y mueren por esas ideas aterrando al mundo con sus atroces atentados. Si se hubieran impuesto las ideas de los terroristas argentinos nos hubiéramos parecido a Cuba, país donde se entrenaban para perpetrar atentados y tomar el poder.
No reconocen que si la acumulación de capital no la consiguen los empresarios privados con su esfuerzo, es el Estado el que se encarga de ello. Éste se vuelve cada vez más voraz y, finalmente, debilita a la sociedad civil y se convierte en el único patrón, el que reparte la riqueza, aumentando, de este modo, la injusticia social y la corrupción.
Contrariamente a lo que aseguraba Marx, el sistema capitalista no depende de quitarles el capital a los ricos para dárselo a unos pocos amigos como lo hacen en la actualidad los regímenes comunistas o populistas, sino en crear riqueza donde no la hay.
Atacan a EEUU, representante del progreso occidental y, utópicamente, creen en idealizadas sociedades primitivas o en un paraíso socialista. Se ponen anteojeras para no ver el fracaso de esas ideas en el mundo entero. Les bastaría analizar la diferencia de riqueza entre los países capitalistas y los que lo rechazan.
Estados Unidos, Canadá, Australia, los países occidentales europeos, no les dicen nada, no los comparan con Cuba, Afganistán, Corea del Norte donde no permiten funcionar a los mercados, y el sistema de racionamiento suele ser permanente. La destrucción del capital y el estancamiento, es lógica consecuencia de un sistema que rechaza los libres intercambios humanos.
China nos da más información: Si bien este país acepta la economía de mercado no podemos decir que es un país capitalista. Para que lo sea deberá germinar un poder limitado, respeto por los derechos civiles, justicia independiente, pluralismo político y libertad de expresión sin los cuales en ningún país el sistema capitalista puede arraigarse.
Sin embargo, el reconocimiento de la propiedad privada y la creación de bancos y otras instituciones que promueve la economía de mercado, sumados a la confianza que debe sostener con el resto del mundo para poder seguir creciendo económicamente es probable que obligue a China a, no solamente abrir su economía, sino a romper las bases del socialismo. De esa manera podrá dirigirse hacia una democratización paulatina. Podría ser posible si se fortalece la sociedad civil y presiona por el cambio.
El capitalismo, contrariamente a lo que generalmente se cree, está ligado a la ética que sostiene una base de paz, de reciprocidad y de respeto de los acuerdos y de los derechos civiles por parte del gobierno, la justicia, y las personas.
Los argentinos merecemos un milagro: volver a los valores que propician el sistema capitalista para que podamos salir del círculo vicioso en que nos entierra el intento de planificación central del gobierno actual.
El respeto por la propiedad privada es fundamental para que un país progrese en todo sentido. Y la más importante es la persona. Tanto el ciudadano común como el empresario debieran ser libres para decidir su propio destino. No se necesita que el gobierno decida por ellos, el hombre libre es mucho más creativo y eficaz que los burócratas estatales.
Ningún sistema económico es perfecto, además en las sociedades capitalistas, o en vía de serlo, sus estructuras son naturalmente asincrónicas por lo cual el desarrollo de unas es mayor que el de otras. Puede ser, por ejemplo, más moderna la estructura económica que la política como sucede en China en la actualidad, incluso en algunos países europeos. Esto produce conflictos difíciles de solucionar o morigerar, pero, la comparación más burda nos permite asegurar que el sistema capitalista es el que permite mucha mejor producción, productividad y calidad de vida.
Y para “los jóvenes imberbes”, como los llamó Perón, que creen, aún, en las ideas marxistas y pretenden que los obreros son explotados en un régimen capitalista, vaya la retractación de Engels en la reedición de su libro “La situación de las clases obreras en Inglaterra”. Refiriéndose a lo que ocurría en ese país en 1892 escribió: “El estado de cosas descripto en éste libro pertenece hoy al pasado por lo menos en lo que respecta a Inglaterra”. ¿Qué diría hoy, también Marx, si vieran el progreso material y espiritual de los países donde brilla un sistema capitalista y democrático donde el gobierno es limitado y respeta los derechos individuales?

lunes, 30 de enero de 2012

¿Tarjeta SUBE o SIDE?

¿Tarjeta SUBE o SIDE?

El sueño de Orwell se ha hecho realidad en Argentina. Gran Hermano está entre nosotros.
En poco tiempo, quienes quieran viajar en los medios públicos de transporte deberán inexorablemente comprar su tarjeta SUBE.
Para ello deberán concurrir munidos de su DNI a cualquiera de las sucursales de Oca, Andreani o Correo Argentino, donde llenarán un formulario en el que volcaran los siguientes datos de filiación:
Apellido, Nombres, Tipo y Número de DNI, Teléfono, Domicilio con Calle y Número, Partido y Código Postal, y para entrar a la modernidad, también una dirección de correo electrónico.
El SUBE otorgará graciosamente sólo una tarjeta por titular. Un chip de control ciudadano, ni más ni menos.
Para mayor intranquilidad de los habitantes de Buenos Aires, el SUBE integra la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales, que a través del Ministerio de Justicia depende del Poder Ejecutivo Nacional.
Para mejor confirmación, su Director se llama Juan Antonio Travieso.
Cualquier similitud entre su apellido y su conducta de funcionario corre por cuenta de ustedes, que tal vez a esta altura ya estén algo más preocupados.
La tarjeta SUBE contiene en su interior un chip que permite registrar una inmensa cantidad de datos, casi de la capacidad de un pequeño Pen Drive de 1 gigabyte.
El gobierno publicita la tarjeta SUBE diciendo que sus poseedores podrán viajar sin efectivo, irán por ello más seguros, y si son asaltados y no los matan, cuando el ladrón los deja y si no los han herido, debe denunciar el robo y el sistema en poco tiempo anula la tarjeta y le provee otra al damnificado. Bueno, eso es lo que ellos dicen.
No está claro qué pasa si el ladrón le carga plata a la tarjeta SUBE robada para seguir viajando sin problemas y casi con su identidad suplantada.
¿Pesará más la seguridad del dueño de la tarjeta o el afán recaudatorio del gobierno?
Hasta aquí, todo iría bien, si estuviéramos en un país normal, donde la Justicia impera, las estadísticas son confiables, los delincuentes pagan por sus delitos, y los ciudadanos transitan tranquilos y libres por todo el territorio nacional.
Pero la realidad es otra, y los lectores a esta altura ya deben saber bien de que se trata.
Esta tarjeta SUBE está diseñada para hacer llegar a más de seis millones de ciudadanos de condición humilde un subsidio directo y personalizado que les permitirá viajar en forma muy económica. Seguramente recibirán la misma los militantes kirchneristas y aquellos a los que por razones clientelares el gobierno quiera seguir cooptando con regalos. Total, quien va a controlar como se distribuyen y con qué criterios se asignan estos subsidios.
La contrapartida de esta nueva perla clientelística, es que TODOS los usuarios de SUBE, dejarán en la gigantesca base de datos que rápidamente se formó, un montón de información privada y que quedará al alcance de los funcionarios del gobierno para lo que ellos estimen sea conveniente políticamente.
La traza indeleble de sus movimientos quedará claramente registrada cada vez que utilicen un medio público de transporte, con nombre y apellido, dirección y una total identificación personal.
Este verdadero atropello a las libertades individuales, solo puede ser entendido en un gobierno que ha mostrado su firme decisión de meterse en la vida de cada ciudadano para controlarlo y mantenerlo sometido en una red compleja de subsidios clientelares a cambio de su voto cada dos años. Y a los que no subsidia, los somete por vía de impuestos de tasa creciente que están ahogando el desarrollo de los emprendedores, las pymes y todo pequeña empresa que quiera desarrollarse en esta Patria.
Para conocimiento de todos, la tarjeta SUBE puede ser leída por lectores de proximidad, de los cuales hay disponibles una gran cantidad y de diferente potencias y capacidades.
Estos lectores pueden hacer una lectura positiva a 10 cm., como pasa en los equipos de los colectivos trenes y subtes.
Pero hay equipos de alta performance que pueden leer estos chips a distancias de hasta 500 metros, dependiendo de la potencia y la tecnología que se utilizan.
Por ejemplo, suponga usted que se convoca a un acto a los militantes K para apoyar con su presencia las medidas del gobierno en cierto lugar de Buenos Aires.
Pues bien, un grupo de vigilantes que disponga de equipos poderosos y portátiles, en un santiamén conocerán la identidad de los que concurrieron al acto, siempre y cuando hayan viajado con su tarjeta SUBE y la lleven encima. Solo se tratará de mandar menos micros y hacer que la gente viaje con el SUBE, que a todos los efectos será para esos militantes comprados, un viaje gratuito.
Y con esta información a mano, podrán abonarles los premios prometidos por su concurrencia, o aplicarles los castigos que les correspondan por su falta de lealtad política.
Y todo esto con la precisión de una base de datos procesada en tiempo real y con resultados altamente confiables.
Se imaginan cuanta plata se ahorrarán los famosos punteros con esta herramienta.
Cruzando las bases de datos se conocerá perfectamente adonde viajan aquellos que reciben los planes, y si van a lugares no autorizados, si van o no a los actos, si concurren a prestar tareas (los pocos que lo hacen), y si no cumplen con sus obligaciones clientelísticas, muy posiblemente dejen de percibir los premios. Si la gente viaja sola o con su familia, si lleva a los hijos, si no los lleva, en fin, su vida estará registrada al mejor estilo del Gran Hermano Orwelliano.
Será ahora mucho más sencillo controlar la privacidad de los millones de argentinos que viajan en medios públicos. A los más de trescientos mil teléfonos pinchados del cinturón digital Buenos Aires y a las más de quinientas mil direcciones de correo intervenidas, se le sumará esta información que permitirá geolocalizar los movimientos de toda la gente que utilice medios públicos para viajar.
Se entiende claro que todos aquellos usuarios de SUBE dejarán la traza de sus rutinas diarias en manos de gente que no conocen, y que utilizará esa información para fines de control, como hacían los comisarios políticos en la época de José Stalin, solo que ahora totalmente modernizados, con costo casi cero y además con total impunidad.
Pues bien, cuando use el SUBE para tomar un tren, subte o colectivo, sepa que esto le pasará irremediablemente.
¿Se imaginan con qué facilidad los que manejan a los barras bravas podrán ahora controlar sus movimientos y saber si estuvieron o no en el lugar donde se los convocó para producir desmanes?
¿Cuánto tiempo demorarán los narcos en tener en su poder toda la información de esta gigantesca base de datos y conocer los movimientos de los policías, gendarmes y prefectos que utilicen medios de transporte públicos, y saber cuándo se los puede atacar y neutralizar?
Y qué decir del resto de todos los argentinos.
Será muy fácil cruzar los domicilios con los destinos frecuentes, y así armar planes, como por ejemplo de secuestro y robo.
Todo lo que se le pueda ocurrir a los delincuentes, será posible con esta gran base de datos.
El Gran Hermano estará omnipresente, y lo peor de todo, es que los millones de ciudadanos ni siquiera imaginan que esto está por sucederle, ocupados como están en comprar algunos dólares de sus magros ahorros de clase media, o en el caso de la gente de menores ingresos, muy ocupados tratando de cubrir la canasta alimentaria con sus ingresos, atacados por la inflación que no cesa de achicar el changuito que pueden comprar semanalmente.
Hay dos posibilidades para los que tuvieron la paciencia de leer hasta acá.
A algunos puede parecerles que todo esto es argumento de ficción. A esos lectores les recuerdo que cuando hace cinco años se empezó a decir que el INDEC era una burda mentira, usted pensó lo mismo. Y hoy no hay duda alguna que esto es así.
Y para aquellos a los cuales esta información les parezca confiable, pues bien, a ustedes se les pide que difundan la misma con copia oculta. No vaya a ser que sumen gente a la lista de correos pinchados.
Si no tiene otra alternativa que sacar una tarjeta SUBE, trate de hacerlo sin dar una dirección de correo, o informando una apócrifa. Recuerde que al poner su verdadera dirección de correo, y permitir que alguien le envíe correos que usted valide recibiéndolos, automáticamente les habrá permitido identificar el I.P. de su equipo, y a partir de allí, todo será posible para Gran Hermano. También puede cambiar su cuenta de correo y/o servidor varias veces.

sábado, 28 de enero de 2012

Y a la tercera semana resucitó

Y a la tercera semana resucitó

Fueron tres semanas de hermetismo oficial y rumores a granel. Que si la princesa tenía cáncer o no. Que los estudios habían dado un “falso positivo” o que no era falso. Que si volvería el día indicado o no. Curiosamente, los partes médicos no los emitía un médico sino un “vocero”, por lo que el país estuvo en vilo durante casi un mes, timoneado por un gemelo del comandante del Costa Concordia.
Lo real es que el miércoles 25 se armó el circo para su reaparición en el salón de las mujeres de la casa de gobierno. Lo hizo enfundada en un vestido con un escote ad hoc que permitiera ver su cuello y apreciar las secuelas de la intervención quirúrgica. Conserva el luto, pero con unos vivos blancos en los hombros como para indicar que va camino al “medio luto”.
Quienes ingenuamente creímos que este golpe la tornaría mansa y conciliadora, nos equivocamos. Volvió con su estilo habitual, copiado de su marido, atropellador y absolutamente soberbio.
La enferma convaleciente habló durante una hora, delante de los aplaudidores de siempre, repartiendo su odio para todos lados. En este caso les tocó, entre otros, a las petroleras, olvidándose de los negocios de “ÉL” con Eskenazi allí en el sur. Como es su costumbre, pasó estadísticas híper optimistas que le facilita el INDEC, aunque totalmente falsas, y con los infaltables decimales para impresionar más y mejor.
Como cordobeses, repudiamos la presencia del gobernador José Manuel de la Sota, uno de sus más fieles vasallos, sentado en primera fila y asintiendo todo el tiempo con la cabeza, como el resto de los obsecuentes. Rindiendo tributo de presencia a la reina se encontraban también casi todos los gobernadores provinciales, el gabinete nacional y, entre el público reunido para llenar el salón, las infaltables señoras del pañuelo blanco, hoy caídas en desgracia por los desmanejos de su “presidenta”, la inefable Hebe de Bonafini.
Como contrapartida, se verificaron dos ausencias notables: el gobernador de la provincia de Buenos Aires y hasta hace poco súbdito incondicional para lo que la señora gustara mandar, Daniel Scioli, y el secretario general de la central de trabajadores del país, el camionero Hugo Moyano, el niño terrible, engendro de la gestión K, hoy rebelado contra sus “padres naturales”.
Nada nuevo bajo el sol. La reaparición de Cristina fue un regreso sin gloria, que hace prever la profundización del hundimiento de la economía y los enfrentamientos internos y externos. En este caso, no será solamente con los países vecinos sino muy especialmente con Gran Bretaña (y no solamente por el tema Malvinas), ya que la designación de la ex azafata y amiga de Hugo Chávez, Alicia Castro, como embajadora ante el Reino Unido es una afrenta para la madre patria de los Estados Unidos de Norteamérica, cuya bandera mancilló hace unos años esta singular diplomática “a dedo”.

Desesperado, Moreno ahora va contra la banca extranjera

Desesperado, Moreno ahora va contra la banca extranjera

Poco a poco comenzó nuevamente la fuga de capitales que Guillermo Moreno había logrado detener mediante amenazas muy concretas a los cinco principales cambistas de la City. Luego vino la presión para que las petroleras, mineras y aseguradoras liquidaran divisas. El tercer capítulo fue frenar la demanda mayorista prohibiendo todo tipo de importaciones mediante llamados telefónicos a partir de que se hizo cargo de todo el comercio exterior.
Pero las amenazas como eje de la política económica no alcanzaron debido a la pronunciada sequía que ya tiene consecuencias irreparables. A todo esto, las moderadas lluvias de la semana no fueron suficientes para reparar las pérdidas del maíz y del 20% de la producción de soja de primera. Y ahora los que sembraron soja de segunda después del fracaso del maíz están mirando nuevamente al cielo por las lluvias que se pronosticaron para el lunes, que ya el pronóstico se encargó de minimizar.
El vale todo
Tan desesperado está Moreno que decidió que los bancos no remitan los dividendos al exterior a través de un aumento de los requisitos por parte del BCRA, en una medida similar a la aplicada a las petroleras. La medida obviamente apunta a la banca extranjera. Este nuevo manotazo es demostrativo de que los 7.500 millones de dólares de la cosecha que entrarán próximamente no alcanzan. Además, a José Ignacio de Mendiguren se le hace ya difícil contener las quejas internas en la UIA por el parate a las importaciones. La situación es así de simple: Moreno necesita ahora dólares de cualquier lado que provengan. En su creciente nerviosismo, califica de pajarones a los que dentro del gobierno quieren pedir créditos al exterior. En este contexto es que nació la idea de avanzar contra los bancos extranjeros. Pero lo que logró el zar de la economía nacional fue hundir la bolsa local y también los bonos de la deuda externa. ¿Adónde irá Moreno a buscar dólares la semana que viene?

REFORMA CONSTITUCIONAL

Cristina no quiere ser el pato rengo


A horas de la reasunción de CFK, el cristinismo resolvió instalar en la agenda política la reforma constitucional y, obviamente, la posibilidad de un tercer mandato de ella. La interpretación más obvia desde el análisis político es que se trata de un operativo para cohesionar el frente interno del gobierno y bajarles el precio a los candidatos a la sucesión, empezando por Daniel Scioli. Sin embargo, no se puede dejar de analizar el grado de viabilidad de un proyecto que, por otra parte, sólo tiene como justificación la instauración de un oscuro sistema parlamentarista, ajeno a la cultura política nacional. Es dudoso que el oficialismo presente un proyecto de ley para declarar la necesidad de la reforma de la Constitución. El artículo 30 de la misma exige el voto de al menos las dos terceras partes de sus miembros. Hoy por hoy, el Frente para la Victoria no suma más de 140 diputados y 38 senadores nacionales, o sea, un poco más de la mitad de los 329 legisladores nacionales. Está, entonces, muy lejos de los dos tercios. Para la nueva cúpula de la UCR presidida por Mario Barletta y también para Hermes Binner -que podrían facilitarle al gobierno los votos restantes- sería lisa y llanamente un suicidio político habilitar hoy por hoy el camino para un tercer mandato de CFK. De ahí que los dos tercios se hagan realmente muy difíciles de conseguir. Con este cuadro, el kirchnerismo debería por lógica escaparle a cualquier debate legislativo sobre la reforma, que podría llevarlo a una derrota en el recinto, hecho que hasta generaría condiciones para la resurrección de la oposición. Distinto sería el panorama si, por ejemplo, el año que viene el FpV consiguiera un gran triunfo en las elecciones legislativas capaz de derrumbar literalmente la voluntad opositora de resistirse a una reforma.
En un dilema
Desde ahora y hasta las próximas elecciones, hay elementos para pensar entonces que la instalación de la reforma tendrá para Cristina el mismo sentido que la “rere” tuvo para Carlos Menem entre el ‘96 y el ‘98. O sea, intentar hacer creíble algo que es altamente improbable y evitar así que la presidente se convierta en el célebre pato rengo, como llaman en Estados Unidos a los presidentes que se debilitan porque ya no pueden ser reelectos. La figura del pato rengo tiene su origen en el campo de la náutica. La peyorativa denominación, utilizada por los marinos a finales del siglo XVIII para designar a los barcos averiados que no podían llegar a buen puerto si no eran ayudados por otras embarcaciones mayores, se hizo popular entre los políticos de EEUU alrededor de 1830.
Como es obvio, la instalación de la reforma en la opinión pública tendría en este contexto serios riesgos. Por ejemplo, que el proyecto reformista se desgaste por falta de concreciones, agudizándose entonces el síndrome del pato rengo. En realidad, CFK empieza a luchar contra una realidad política inexorable, que es la costumbre política argentina de instalar candidatos presidenciales cuatro años antes de las elecciones. De acelerarse entonces los síntomas del pato rengo, el cristinismo tal vez se vea obligado a intentar alguna alquimia para conseguir los deseados dos tercios, aun al precio de crispar al máximo los ánimos

martes, 24 de enero de 2012

EL GOBIERNO NO QUIERE POLARIZAR CON MOYANO

A la búsqueda de enemigos que distraigan del ajuste

El aplastante triunfo de CFK en las urnas el 23 de octubre pasado modificó de tal modo el mapa político, que dejó al gobierno prácticamente en soledad. A sus pies se desmoronaron el peronismo disidente en sus dos ramas -Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá- y también la UCR, sacudida por el fracaso del neoalfonsinismo, además de Elisa Carrió. Quedaron en pie, entonces, dos fuerzas opositoras: el Frente Amplio Progresista y el PRO. Sin embargo, con estilos distintos, tanto Hermes Binner como Mauricio Macri eludieron cuidadosamente plantarse frente al gobierno y se esmeran en mostrarse como opositores light, silenciosos ante el avance oficial sobre las libertades de comercio y de prensa, entre otros hechos graves. Esta situación, aparentemente ventajosa para la Casa Rosada, en realidad dejó al cristinismo sin uno de sus principales recursos para ejercer el poder: la polarización de la sociedad contra enemigos a los cuales es “indispensable” derrotar para afianzar el mito de la invencibilidad del gobierno. O sea, una saga detrás de otra, mientras se sigue acumulando cada vez más poder para enfrentar nuevas supuestas amenazas. Después de octubre, sólo Clarín quedó disponible para este juego dialéctico que CFK heredó de su difunto marido.
En diciembre pasado, se insinuaron en el horizonte nuevos enemigos. Por ejemplo, Guillermo Moreno y otros acusaron a Jorge Brito y otros banqueros cercanos al poder de promover la corrida cambiaria y bancaria. Días después, Hugo Moyano rompió relaciones diplomáticas con la Casa Rosada, instalando la probabilidad de la confrontación entre la CGT y el gobierno. Contra lo que muchos esperaban, Cristina no recogió estos guantes. La pelea con un grupo de banqueros no le resultaba políticamente rentable a CFK, especialmente cuando su hijo Máximo estaba comprándole al mismo Brito un lujoso departamento en el Madero Center de Puerto Madero. Y con relación a Moyano, el gobierno no sólo evitó la confrontación sino que siguió una línea de extraordinaria prudencia. No contestó las acusaciones de diverso tipo que hizo le hizo el líder camionero, por ejemplo, negando que el gobierno fuera peronista, sino que enfrió la situación todo lo que pudo.
Es que, a diferencia de Duhalde, Clarín o antes el FMI, Moyano sería un enemigo políticamente no rentable y altamente peligroso. Es obvio que atacando frontalmente a Moyano el gobierno no sólo conseguiría fortalecer el liderazgo sindical de éste sino además que una ola de conflictos sindicales salvajes podría ser extenuante para el cristinismo. Es cierto, por otra parte, que en las últimas semanas los emisarios van y vienen entre Olivos y la CGT con la idea de que Moyano se siente en las próximas paritarias retomando su anterior rol de hábil negociador y omitiendo la confrontación política.
Con la CGT no
Esta carencia de enemigos rentables cobró aún mayor importancia a partir de que un mes atrás empezó el proceso de eliminación de subsidios de los servicios públicos y se puso en marcha un prearmado del ajuste, por ejemplo, a través del Decreto 324, que habilita a la revisión de todas las bonificaciones y suplementos que cobran los empleados públicos. El gobierno se enfrenta así a la probabilidad de caer en el peor escenario, que sería hacer del ajuste el eje de su gestión. Dispuesto casi a cualquier cosa para no convertirse en el gobierno del ajuste, el cristinismo empezó el año con un caso emblemático. La Cámpora, supuestamente con aval presidencial, avanzó contra el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, tomando como pretexto las medidas de ajuste que éste había decidido. Pero el bautismo de fuego de las huestes de Máximo Kirchner terminó en una derrota, porque Peralta consiguió aferrarse a su sillón y además el ajuste provincial se está ejecutando.
Con la cuenta regresiva de las paritarias y el ajuste en marcha, el cristinismo desempolvó entonces la vieja pulseada con el Foreign Office por la soberanía de las Malvinas. Por su legitimidad y consenso, esta causa sería en principio suficiente como para distraer a la opinión pública. Pero tiene una seria limitación: sólo con hechos muy resonantes el gobierno conseguiría malvinizar la realidad política. Y parece claro que la Argentina carece de instrumentos para presionar a Gran Bretaña y menos todavía si se habla en términos de desplegar poder militar.
El actual episodio de tensiones con Londres, más allá de los fuegos artificiales mediáticos, es probable que termine en la nada. Pero sí es, en cambio, una clara demostración de que el gobierno está a la búsqueda de algún enemigo rentable que sirva de cortina de humo para un año signado por el bajo crecimiento de la economía, la pérdida del poder adquisitivo del salario y los recortes presupuestarios.

domingo, 22 de enero de 2012

PANORAMA POLÍTICO NACIONAL DE LOS ÚLTIMOS SIETE DÍAS

Qué hacer para que “el show pueda continuar”
Ya concluye la convalecencia de la Presidente, que descansa en Chapadmalal. Aunque sus funcionarios -empezando por el vice, Amado Boudou- dan testimonio de que ella supervisó cada paso importante del gobierno en la última semana, la presencia constante es otra cosa. En un régimen hipercentralizado como el que ella encabeza, la distancia del que ocupa el número uno genera desconcierto, paraliza o adormece algunas reacciones. A estos casos también parece aplicarse la antigua frase rústica: “el ojo del amo engorda el ganado”.
¿No hubo acaso escasez de reflejos en el ministro de Agricultura, Norberto Yahuar, cuando diez días atrás imputó al campo “dramatizar” la situación de sequía? Alguien tuvo que corregirlo para que el funcionario, más tarde, se reubicara y diera cauce a los pedidos de emergencia agropecuaria que, al menos, permiten disponer de 500 millones para ayudar a los más afectados. La Presidente, que seguramente contabilizó el voto que en octubre (pese lo que se preveía) obtuvo en las zonas rurales, probablemente lamentó la rigidez original de su ministro
Más allá de que el acceso a la ayuda está sembrado de obstáculos y complicaciones burocráticas, los 500 millones de la emergencia agropecuaria suenan como una cifra mínima a la luz de los perjuicios que han sufrido centenares de productores de todo el país. El Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural calculó que el ingreso por exportaciones caerá en 4600 millones de dólares (en los ingresos del Estado esa pérdida se traducirá en 1400 millones de dólares menos por retenciones). Para la provincia de Buenos Aires Carbap estima una reducción de ingresos de 3257 millones de dólares. La sequía agrega pesares a un año que se presenta complicado por las medidas de ajuste que empiezan a ponerse en práctica.
Si los reflejos del ministro Yahuar no lucieron en su mejor estado durante los primeros días de convalecencia presidencial, los del secretario de Comercio Guillermo Moreno, para bien o para mal, conservaron sus rasgos habituales. En una reunión del grupo tutelado por la Presidente y su hijo Máximo -La Cámpora-, el secretario acusó a “los banqueros” de intentar una suerte de golpe de mercado, se proclamó contrario a “volver a los mercados a buscar dólares” (postura que suele asignarse a Boudou y al ministro de Economía Hernán Lorenzino) y reveló la verdad doctrinaria sobre la que se asienta: “La economía de la felicidad: cuando vos, además de comer, podés comprarte una pilcha, tomarte vacaciones, irte a un lindo telo”. Y remató: “La economía no es algo universal, sino de cada país.” Seguramente guiándose por esa idea localista y feliz, Moreno con sus medidas determinó que desde Uruguay, Brasil y Estados Unidos llovieran críticas a Argentina por las trabas al comercio. “En los últimos tres meses Argentina ha dictado más resoluciones proteccionistas que la suma de las que adoptaron China, Brasil y Venezuela”, denunciaron empresarios norteamericanos, que reclaman sanciones. Por su parte, y por las mismas razones, el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior brasileño, Fernando Pimentel, declaró en Nueva York que “la Argentina ha sido un problema permanente. Tenemos buenas relaciones políticas, pero, económicamente, es difícil lidiar con ellos”. En Uruguay golpear al gobierno argentino se ha vuelto algo políticamente redituable. José Mujica, se esfuerza por mantener las mejores relaciones, pero paga un precio por su actitud. El diario uruguayo El País recriminó a Mujica por su tolerancia: “Las medidas proteccionistas que adoptó la Casa Rosada para enfrentar una crisis que viene muy acelerada en la vecina orilla serían absolutamente legítimas si no existiera el Tratado del Mercosur; pero como existe, esas medidas son violatorias de sus normas. ¿Y? ¿A quién se le protesta? Mujica no protesta pero se toma la revancha en otro campo: Montevideo se muestra indiferente a los reclamos de Buenos Aires, que quiere vigilar a ahorristas, inversores y propietarios argentinos en Uruguay.
En fin, las críticas a las medidas “proteccionistas” del secretario de Comercio no llegan solamente desde afuera. También reclaman los empresarios argentinos, presuntamente defendidos por la tutela oficial, que tratan de explicar que buena parte de las importaciones obstaculizadas o demoradas por las medidas que instrumentan Moreno y la AFIP están destinadas a la producción: son máquinas, servicios o insumos indispensables para mantener en marcha la cadena. Moreno alienta la quimera de una economía cerrada y autárquica, el “vivir con lo nuestro” llevado a la exasperación.
¿Persistirán esas rigideces una vez que la Presidente retorne a su despacho de la Rosada? En verdad, Moreno sólo es un ayudante. La que toma las decisiones es ella.
Es cierto que el secretario de Comercio le proporciona letra; la ha convencido de algo real: la situación fiscal es complicada y potencialmente explosiva. El Estado gasta por encima de sus recursos y las provincias (cuyos recursos, en gran medida, son manejados discrecionalmente desde la caja central) mantienen déficits considerables. Los dólares, además, escasean. Moreno se lo explicó así a su audiencia camporista: “Si este año tenemos un superávit comercial de entre 10 y 12 mil millones de dólares, el show puede continuar. Si estamos debajo de 10 mil millones, vamos a estar complicados y si estamos debajo de los 6 mil, olvídense”. La sequía que el ministro de Agricultura insistía en desdramatizar hay que comprenderla en ese contexto que inquieta a Moreno y su mandante: hará todavía más difícil el ya arduo objetivo intermedio de conseguir un superávit de 10 mil millones.
Del otro lado, tratar de alcanzar esas metas con los métodos que Moreno aplica parece todavía más complicado: ¿más encierro internacional (“economía local”, según el secretario), más trabas a la importación y, como consecuencia al proceso productivo, serán la solución para que “el show pueda continuar”?
He allí algunas de las preguntas que aguardarán a la señora de Kirchner en la Casa Rosada, cuando se reintegre. No son las únicas.


Un recurso extremo: malvinizar la opinión pública

Un recurso extremo: malvinizar la opinión pública

Hay una escalada de declaraciones altisonantes entre los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña por Malvinas. Nuevamente se fuerza una agenda sobre el tema y se habla en voz alta de conflicto, una estrategia utilizada en situaciones extremas, cuando se quiere tapar la realidad. ¿Alguien piensa que nos hace falta un conflicto de este tipo?

Debe irle muy mal a un gobierno para recurrir al más extremo de los recursos a los que se les puede echar mano con la finalidad de conseguir consenso, unidad, apoyo fácil y hasta aplausos insospechados.
En la Europa complicada por sus dilemas intestinos -y aunque Inglaterra no esté involucrada de lleno en el sistema Euro-, al primer ministro británico, David Cameron, le viene “como anillo al dedo” una iniciativa de alto tono belicista. Le conviene para unificar a una Gran Bretaña en la que recrudecen los intentos independentistas internos que ponen en riesgo su mensaje único hacia Europa. Pero también para girar la atención de los votantes en medio del mayor índice de desempleo de los últimos 17 años, que llegó ya a un 8,4.
No parece ser una situación por la que atraviese la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, por lo menos, a primera vista. Sin embargo, se insiste desde ambos lados del Atlántico en poner a Malvinas, virulentamente, en la agenda mediática, y el canciller de nuestro país, Héctor Timerman, parece ser el menos diplomático de todos a la hora de levantar banderas reivindicacionistas.
El Gobierno a pleno desde su militancia activa en las redes sociales salió (por intermedio de sus propios miembros y de sus propagandistas) a militar que el hashtag #LasMalvinasSonArgentinas sea TT en Twitter a nivel global.
Puede ser que el empujón haya provenido desde Londres y que aquí no se haya querido desaprovechar la oportunidad de izar la bandera en lo más alto de la autoestima nacional y popular.
La única forma de entender una intencionalidad de la Casa Rosada en alentar la malvinización del discurso es que la “sintonía fina”, que está generando un efecto dominó de ajustes en los estados provinciales, pronostique hacia adentro del Gobierno una cercana e inevitable defección de los principios con los que se ha regodeado el Gobierno. No se entiende por qué colocar al tope de la discusión pública en enero la posibilidad de un conflicto con Malvinas.
Es sabido que una amenaza externa a un país termina por unir a sus habitantes y dejando en un segundo plano las diferencias más extremas. Lo vimos en medio de la sangrienta dictadura, en la que los sectores más perseguidos (hasta la muerte, inclusive) por la alianza cívico militar gobernante aplaudieron la aventura de Leopoldo Fortunato Galtieri en Malvinas.
Muchos sentimos hinchados nuestros corazones, a punto de estallar de nacionalismo. Los dictadores pensaron que un poco de Mundial de fútbol sazonado con una “guerrita” en Malvinas les daría chances de perpetuidad para sus negocios e impunidad para sus crímenes.
Las dramáticas consecuencias de la intentona nacional populista consecuencias no sólo resultaron una paradoja para el régimen, sino que también se pueden medir a escala humana y económica. Miles de pibes murieron durante los enfrentamientos o después, como producto de las lesiones físicas o mentales de la ocurrencia nacionalista del momento.
En síntesis, es un recurso fácil pero extremo: se le echa mano sólo cuando hay algo de fondo que ocultar, cuando se quiere inundar la prensa con un mensaje de unidad nacional; cuando “no queda otra”. Y así como es extremo, resulta riesgoso: fácilmente se va de las manos cuando la sociedad cree que “es el momento” de pelear por algo que tenía en el olvido hasta que a alguien se le ocurrió instalarlo públicamente.
Entre el 14 y el 18 de julio de 1969, El Salvador libró contra su vecina Honduras la Guerra de las 100 Horas. ¿El motivo? Todo comenzó cuando Honduras perdió un partido de fútbol frente a El Salvador, abriéndole las chances a este último país de llegar al Mundial de México del año siguiente.
Sin embargo, el fútbol fue sólo la excusa. Honduras atravesaba una crisis interna profunda en medio de la aplicación de una reforma agraria y El Salvador no se quedaba atrás. Miles de salvadoreños cruzaban la frontera a buscar trabajo y su país necesitaba cortar la fuga. Hubo una guerra, tercera entre ambos países desde 1929, con un saldo de cerca de seis mil personas.
Podríamos hablar de decenas de casos en que la amenaza de guerra e inclusive la guerra misma han servido para resolver problemas internos de los países. Nos podemos ubicar en el pasado e inclusive hablar de cómo un conflicto armado destruye ciudades enteras para activar la industria de la reconstrucción, genera lesionados y pestes para alimentar el negocio de los laboratorios medicinales y, lo que ya hemos visto en tantas películas, genera la necesidad de matar, para reactivar la industria pesada y sus derivados, que crean empleos y que, en el círculo vicioso, además, financian la política.
No hay ingenuidad en los títulos que hablan de Malvinas: hay mar de fondo en los dos países que han iniciado una escalada de declaraciones altisonantes.
Lo que los gobernantes no miden es cuán hondo cala en la población la exacerbación del discurso nacionalista: no todo el mundo está atento a las entrelíneas ni conoce en profundidad los porqués de una batalla verbal que esconde, retóricamente, la posibilidad de un “enfrentamiento liberador y dignificante” o, al menos, de esa esperanza.
Por ello, hay una gran irresponsabilidad al agitar un conflicto por Malvinas.
Ayer nos unió el dolor por una situación de salud de la presidenta que, al fin de cuentas, fue un error de cálculo, en apariencia. Nos preocupamos de más. Tomamos precauciones en vano. Hubo gente que lloró y hasta oró por nada.
El descrédito, más que una consecuencia del ataque opositor, es un demérito propio causado por la frustración en el esfuerzo por mostrar una realidad que no es como se la cuenta.
En el caso de Malvinas, ya lo vivimos con Galtieri y sus cómplices y lo volvimos a ver con Menem cuando prometió recuperar las islas “a sangre y fuego”.
Ni siquiera es momento de plantearnos por qué queremos o no queremos las Malvinas. El momento indica que de lo que tenemos que hablar es de lo que pasa cotidianamente en la vida de los argentinos, algo que no se debe (y al final, tampoco se puede) tapar con falsos gritos de guerra.

viernes, 20 de enero de 2012

EL CRISTINISMO A LA BÚSQUEDA DE ESCENARIOS PARA DISTRAER DEL AJUSTE

De la tiroides a la malvinización

Montada como un mega espectáculo político-mediático, la cirugía presidencial de tiroides terminó en un grosero fracaso. La incoherencia de los diagnósticos sobre el inexistente cáncer y la evidente manipulación de la información oficial se convirtieron en un boomerang para la Casa Rosada. Ante semejante bluff, el cristinismo estaría tratando de levantar la puntería dándole a la reasunción de CFK la semana que viene el marco de una nueva saga. En este caso, se trataría de utilizar el legítimo reclamo de soberanía sobre las Malvinas para instalar un escenario de crisis, con múltiples propósitos. Por ejemplo, distraer en lo posible a la opinión pública del impacto de las primeras subas de las tarifas de servicios públicos y de la puesta en marcha del ajuste. Abrazarse a la causa de Malvinas tiene ventajas múltiples para el gobierno. La confrontación con el primer ministro británico David Cameron obligó a un variado arco de opositores como Mario Barletta, Eduardo Amadeo, Federico Pinedo y Adrián Pérez a solidarizarse con la postura oficial. Al Foreign Office, por su parte, tampoco le vendría mal un escenario de crisis en Malvinas que sirva para distraer, ya que Gran Bretaña está impactada por la crisis financiera, aunque en menor medida que Italia, España y ahora Francia. La inminencia del cumplimiento de los 30 años de la recuperación de las islas por el último gobierno militar le da un marco de referencia cierto a las tensiones. Los servicios de inteligencia británicos advirtieron a Cameron que Argentina planeaba una “invasión falsa de pescadores” a las Islas Malvinas, en ocasión del 30 aniversario del conflicto bélico en ese territorio del Atlántico Sur, escribió el diario inglés Daily Mail. Ese medio agregó que el Ministerio de Defensa en Londres cuenta con “planes de contingencia” para desplegar a tropas rápidamente y en caso de emergencia a las Malvinas, a través de las Islas Ascensión.
¿Una crisis sostenida?
El punto a aclarar es si el cristinismo le apunta decididamente a utilizar el legítimo reclamo por Malvinas como un escenario de distracción que sea efectivo en los próximos 120 días, que serán amargos en materia económica y altamente conflictivos en materia sindical y social. La versión sobre el inminente desembarco de Alicia Castro como embajadora en Londres abona esta interpretación. La ex azafata, ahora fanática seguidora de Hugo Chávez, bien podría ser la vocera ideal para confrontar con la diplomacia británica reclamando que Gran Bretaña acate las diversas resoluciones de la ONU que recomiendan una negociación bilateral sobre la soberanía del archipiélago. En lo regional, Brasil, Uruguay y Chile sólo estarían dispuestas a cumplir con la formalidad del apoyo a la Argentina, pero sólo hasta ahí.
Las restricciones que Guillermo Moreno está imponiendo a las importaciones están lastimando las relaciones bilaterales, incluyendo también el MERCOSUR. En este contexto, tanto el gobierno británico como el cristinismo están en condiciones de generar nuevos episodios de tensión, como los recientes con el crucero Star Princess, al que se le impidió atracar en Malvinas o la prohibición uruguaya para los buques que enarbolen el pabellón del archipiélago. En suma y pese a la evidencia de que el conflicto diplomático no variará sus condiciones, el cristinismo está hoy tentado a malvinizar su discurso mientras los fantasmas del ajuste amarguen el humor social.

domingo, 15 de enero de 2012

El gobierno concentra la suma del poder antes de que empiece el conflicto social

El gobierno concentra la suma del poder antes de que empiece el conflicto social

La quietud de enero no le impide al cristinismo seguir avanzando en el proceso de concentración absoluta del poder iniciado el 23 de octubre. Desde Olivos y en plena licencia, la presidente sigue gobernando en una clara demostración de que no importa en lo más mínimo quién ejerce la presidencia -en este caso Amado Boudou- y dejando en claro que éste es un simple mandadero. Esta personalización extrema del poder es coherente con el hecho de que el Secretario de Comercio haya pasado a ser el verdadero Ministro de Economía y tanto el ministro formal, Hernán Lorenzino, como la presidente del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, sean en la práctica subordinados de Moreno. La decisión ya oficializada de que éste sea la autoridad de aplicación del nuevo régimen de control de importaciones tiene, aparte de lo económico, un alto valor político. Es evidente que Julio de Vido, cabeza de los moderados, está dando un paso atrás como puente natural de la Casa Rosada con la UIA y la CGT. Si el plan de Moreno se afianza, el eclipse del Ministro de Planificación puede ser permanente. En cambio, si la economía no soporta el nuevo esquema de cierre y CFK entra en emergencia, el titular de Planificación sería probablemente el encargado de enhebrar un esquema de pacto social para asegurar la gobernabilidad.
En este marco de concentración de poder, no parece casual que el jurista mayor del kirchnerismo, Eugenio Zaffaroni, haya reavivado tres días atrás la hipótesis de la reforma constitucional. Refiriéndose a la misma, el ministro de la Corte Suprema dijo: “en condiciones estaríamos siempre, ahora hay que ver si está la decisión política”, y aseveró también que “es conveniente, y tarde o temprano vamos a pasar, porque es un sistema que permite superar crisis más fácilmente y con menos trauma que el presidencialismo”. Traducido en términos menos académicos, en el entorno presidencial hay esperanzas de que, si Cristina logra superar con éxito la etapa del ajuste con su correspondiente conflictividad sindical y social, el camino estaría despejado para intentar la reforma con reelección por un nuevo período.
La hipótesis de conflicto
Pero la realidad no le permitiría a CFK soñar demasiado. La obsesión del gobierno pasaría hoy por evitar o prevenir el estallido de los conflictos sociales inevitables en cualquier proceso de ajuste. Más, por cuanto existe un proceso de acercamiento entre la CGT y la CTA y este diálogo incluye hasta a sectores del sindicalismo combativo. La tesis del paro general lanzada días atrás por Luis Barrionuevo preocupa en la Casa Rosada, pero no menos inquieta la posibilidad de reacciones fuera de control como los cacerolazos masivos-al estilo 2008- o los focos de violencia que se dieron el verano pasado a partir del episodio del Parque Indoamericano.
La diferencia entre estos hechos y la actualidad es básicamente una sola: entonces la CGT le garantizaba al gobierno un control social que le restaba margen a cualquier protesta. Hoy esta garantía ya no existe. Ésta sería la explicación de por qué el ajuste se administra en grageas y no en grandes dosis. Por ejemplo, desde el lunes se eliminará para el transporte de pasajeros de larga distancia el precio diferencial del gasoil a $0.97, lo que implicaría un tarifazo del orden del 20% en plena temporada turística. Según trascendió en fuentes cercanas a la Secretaria de Transporte, la medida es sobre todo un test para tantear el retiro de subsidios progresivo al transporte urbano, uno de los temas en el que se prevén reacciones sindicales importantes.

viernes, 13 de enero de 2012

La Resolución 3252 de la AFIP

La Resolución 3252 de la AFIP

Para tener la capacidad administrativa y determinar las necesidades de importación de un país, hace falta el genio de Leonardo Da Vinci y de Vasily Leontieff juntos y en dosis apropiadas. ¿Alguien puede suponer que administrativamente puede manejarse con eficiencia la economía? Ni siquiera la sapiencia de Isaac Newton podría llevar adelante semejante empresa adelante. Y veamos la cuestión.
La AFIP dictó la Resolución 3252 por la que se obliga a los importadores a presentar una declaración jurada por cada compra que se quiera hacer en el exterior. Más allá de la confusión de la norma que indudablemente será aclarada por medio de de la reglamentación correspondiente, ella trae a la memoria del estudioso de la economía dos hechos que seguramente le resultan conocidos: uno histórico y el otro técnico. El primero está referido a Leonardo da Vinci, genio inigualable por su invectiva para inventar instrumentos destinados a resolver problemas. Desde la invención de la servilleta hasta maquinarias que fueron prolegómenos de la bicicleta, los aviones, los submarinos, sin dejar de pasar por armas como ballestas, morteros, automáticas de repetición, todo eso y mucho más que puede observarse en su casa de Ambois que recibiera como regalo por haber llevado en mula, desde Milán hasta esa localidad en el valle del Río Loire a la inigualable Gioconda que se exhibe en el Louvre y es patrimonio de la humanidad. Leonardo fue un genio y nadie puede desconocer siquiera a sus pinturas y murales. Vi su casa donde murió en 1516 y el asombro llenó mis ojos cuando vi sus maquetas.
El segundo hecho está referido a la Tabla Económica de Quesnay precursora de la Matriz de Insumo Producto de Vasily Leontieff. Los economistas saben que dada una tasa de crecimiento, existe para llegar a ella la necesidad de contar con los insumos necesarios y bienes instrumentales que son obtenidos por medio de los coeficientes técnicos que en ella se registran y que responden a la estructura económica del país. La demanda que queda determinada, debe ser satisfecha para no estrangular el proceso de crecimiento, pues si algún eslabonamiento falla toda la cadena de producción queda interrumpida. Y lo veremos muy pronto.

miércoles, 11 de enero de 2012

Reflexiones ojalá apresuradas…

Reflexiones ojalá apresuradas…

De no desentrañarse en forma inmediata que no deje lugar a dudas lo acontecido con la salud de la Presidente, la enfermedad no será un “falso positivo” más sino algo en demasía real, amenazando a toda la sociedad.
Se estiran los límites. Si bien es cierto que el kirchnerismo nunca ha demostrado un ajuste a las normas y menos aún a la ética, esta vez han traspasado una barrera infranqueable. La satisfacción que provoca la salud óptima de la Presidente se opaca inevitablemente frente al enigma de un subrepticio cambio de diagnóstico y de planes.
Sin haber estudiado un ápice de medicina sé que los médicos no determinan -o no determinaban hasta estos últimos días- una enfermedad con las características del cáncer hasta no tener prueba fidedigna que corrobore la misma. Toda cautela, además, se extrema cuando el paciente no es ni más ni menos que un primer mandatario. Tal es el caso de Cristina.
Hoy, el silencio de radio por parte de los profesionales se asemeja más a una orden que a un devenir espontáneo. Nadie va a lincharlos, el cuerpo humano no es matemático. Parece extraño que ninguna autoridad de los nosocomios donde se llevó a cabo el estudio aparezca explicando, simplemente explicando. Hay gente esperando entrar a un quirófano, que puedan hacerlo con confianza y sin miedo es también su derecho.
El cáncer, aún cuando no implica las mismas consecuencias que implicara antaño, sigue siendo un vocablo que abre mella no sólo en el paciente sino en su entorno familiar y entre sus afectos en general.
La historia tiene anales generosos en jurisprudencia donde pueden leerse las diferentes reacciones del ser humano frente a un diagnóstico que, en la mayoría de los casos, lamentablemente, nos ha arrebatado a alguien que amamos. Desde el llanto a la desesperación, pasando por la angustia aguda y la depresión hay un sinfín de situaciones que arroja la contundencia del dato.
Ahora bien, la mente humana pergeña acciones que son inexplicables. Creemos que podremos hacer frente a determinados temas, y sin embargo, cuán distinto reaccionamos a la hora de enfrentarlos sin teoría, como protagonistas. Una frase lo sintetiza: “Después supe… ¡Tantas cosas supe después! Todas las que hubiesen cambiado mi vida de haberlas sabido antes” (Silvina Bullrich)
En síntesis, ¿qué hubiera pasado si la Presidente, ante la noticia, se hubiese hundido en el maremoto de emociones que provoca pensar en la espada de Damocles amenazando nuestra existencia? Ha habido casos en los cuales el paciente opta incluso por producir su propia muerte. De acuerdo: nada de eso ha sucedido en lo fáctico. Sin embargo, el silencio de los médicos, la falta de pedido de disculpas a la sociedad que se preocupó por ello, etc., abre un manto de dudas sobre cómo se dieron los acontecimientos. Por algo todo cuanto se anuncia desde el Ejecutivo es puesto en tela de juicio…
Más allá del fin, importan los medios. Con la extirpación de la glándula tiroidea se ha extirpado también la escasa confianza que quedaba en la palabra oficial. Hay un síntoma de humanidad que impide manipular temas de una delicadeza extrema, la vida y la muerte son o deberían ser parte de ellas.
Si esta parafernalia del diagnóstico errado no es explicada detenidamente, las especulaciones sobre lo acontecido dejarán más marca en los argentinos de la que pudiera haber dejado el bisturí en el cuello de la “víctima” a quién visten con el misterio, de “victimario”.
La alegría no cotiza, el dolor y la angustia también están devaluados, se juega con fuego delante de la nafta. Ni el hombre ni la palabra velan nada. Pero la sorpresa o el asombro tampoco deberían tener cabida ante estas circunstancias. ¿Qué valor se dio a los enfermos de cáncer cuando se descubrió que los medicamentos de la bancaria eran placebos? Sólo importó la interna sindical que arrojó todo ello. Ya no ha quedado ni siquiera un preso.
Cuando la vida es concebida como mercancía, cuando de esta se saca rédito, cuando no hay explicación para un tema que genera tamaña confusión, el cáncer, a Dios gracias, puede no estar en un dirigente pero inexpugnablemente está en la política. Y con metástasis incluida.

martes, 10 de enero de 2012

Argentina trata de detener la fuga de capitales

Argentina trata de detener la fuga de capitales

Quienes viajan a América Latina están acostumbrados a ver perros entrenados buscando narcóticos ilegales en los equipajes. El mes pasado, sin embargo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner comenzó a emplear sus equipos de experimentados canes para acabar con un “delito” al cual ella tiene más razones para temer que el tráfico de drogas: la fuga de dólares a Uruguay.
Argentina impuso en 2002 controles de capital y en noviembre los restringió aún más, al determinar que todas las transacciones de divisas debían ser autorizadas por la agencia tributaria sobre una base discrecional. Luego aparecieron los perros que olfatean dólares, y no sólo en los aeropuertos. A los turistas que cruzan el Río de la Plata en ferry este verano los esperan inspectores de cuatro patas al acecho de los dólares que salen del país.
Para las democracias de la región, lo que indica una alta actividad delictiva es la gran la suma de dólares que entra al país a partir de la venta de drogas en Estados Unidos. Sin embargo, países como Venezuela y ahora Argentina buscan efectivo en el momento de su salida. Esto, como explicó el diario La Nación el 23 de diciembre, no tiene nada que ver con la seguridad nacional. Se trata más bien de “la preservación de las reservas [internacionales] que están siendo erosionadas por el deterioro de la confianza y por su uso oficial indebido”.
Kirchner no puede detener la fuga de capitales. Pero su intento explícito para intimidar a la población con perros de inspección indica un importante cambio en la actitud del gobierno hacia la libertad civil. Después de haber obtenido un segundo mandato en octubre, la presidenta está dejando en claro que considera válidas las tácticas propias de un estado policial, y no solo en el frente monetario. Un paquete de leyes aprobado en diciembre por el Congreso, controlado por Kirchner, apunta a la prensa y a la libertad de expresión.
Cuando el kirchnerismo ingresa en su noveno año, el modelo económico populista está comenzando a desgastarse. Los controles de precio y la derogación de contratos han perjudicado los flujos de inversión extranjera. Los gastos del gobierno aumentaron el año pasado en 40%, aunque los ingresos sólo lo hicieron en 30%, según el economista Pablo Guidotti, de la Universidad Torcuato Di Tella. “Si la economía se desacelera, se agravará la debilidad fiscal”, me comentó en una entrevista telefónica la semana pasada.
Normalmente, el déficit se financia en los mercados de capitales internacionales. Argentina, sin embargo, ha estado marginada desde 2001, debido a su cese de pagos con los gobiernos del Club de París y los acreedores privados. Guidotti opina que el banco central ha estado “emitiendo” moneda para cerrar la brecha. Las estimaciones de inflación por encima de 21% en 2011, realizadas por otros economistas del sector privado, respaldan su aseveración.
El banco central insiste en que la inflación anual es de apenas 10% y ha utilizado los controles de precios y la intervención en el mercado para limitar la devaluación del peso a un nivel similar. Los mercados saben que no es así. La verdad se puede apreciar en la pérdida de competitividad de las exportaciones argentina: los productos argentinos se han encarecido demasiado. Es evidente que con el paso del tiempo el peso enfrentará una devaluación mucho mayor y los argentinos, por lo tanto, prefieren aferrarse a sus dólares. No obstante, la experiencia les dice que poseer dólares en el país no es una protección real, y el endurecimiento de los controles de capital ha aumentado los temores de una confiscación. Esa es la razón por la cual Kirchner ha recurrido a los perros.
También se avecinan problemas por el lado fiscal. A pesar de la generosidad del banco central, dice Guidotti, las cuentas fiscales se están “deteriorando”. El gobierno así lo ha reconocido y ha anunciado la reducción de los subsidios de gas, electricidad y agua, así como de los pasajes del sistema de trenes subterráneos (metro) de Buenos Aires. Aunque el gobierno afirma que los aumentos de precio de los servicios públicos sólo golpearán a los ricos, Guidotti dice que “afectarán a casi todo el mundo, excepto a los muy pobres”, quienes tendrían que solicitar una exención. La semana pasada, los precios del boleto en el subterráneo de la capital aumentaron más de 100%. Sin embargo, el ajuste del cinturón recién comienza.
¿Cómo van a reaccionar los argentinos a lo que seguramente serán dolorosos ajustes fiscales y monetarios? Kirchner no va a esperar de brazos cruzados para saberlo. En cambio, se mueve de manera preventiva para controlar la información y ampliar su poder para callar a los disidentes.
Aplastar a la prensa independiente ha ocupado durante mucho tiempo un lugar destacado en la agenda de los Kirchner. Desde 2003, el gobierno ha utilizado la distribución de publicidad oficial para recompensar a sus amigos y castigar a los críticos, a pesar de que la Corte Suprema lo ha declarado una práctica ilegal. Una ley aprobada en 2009 le dio al Estado y a las organizaciones no gubernamentales simpatizantes del gobierno dos tercios del espectro de radio y televisión. El gobierno también intentó forzar al Grupo Clarín a reducir su cuota de mercado en la televisión por cable por razones de competencia, a pesar de que la participación estatal en el mercado no enfrenta tales restricciones.
En diciembre, el Congreso aprobó una nueva ley que permite al Estado controlar el papel para periódicos producido en el país, una medida que evoca al propio Juan Perón, que hizo lo mismo hace muchos años. El mundo cibernético no escapa a la ofensiva: también hay una nueva, amplia y vaga ley antiterrorista. Algunos funcionarios ya han advertido que la utilizarán contra los medios que critican al gobierno. Hugo Chávez ha empleado una ley similar. Esta amenaza y la persecución fiscal que algunos dueños de medios ya experimentan podrían provocar la autocensura.
El gobierno ha sido objeto de agudas críticas por todo esto de parte de las organizaciones de prensa en toda la región, pero al parecer asigna un valor más alto a sofocar la disidencia. Debe tener algo que ver con las perspectivas económicas oficiales.

sábado, 7 de enero de 2012

Mala praxis y torpezas en la política del gas

Mala praxis y torpezas en la política del gas

El Senador Cicerón llegó a conmover la historia con su frase harta de fastidio contra el insoportable Catilina, personaje que llegó a sacudir los cimientos institucionales de la vieja república romana. Basta detenerse a leer la factura de la empresa Gas Natural Fenosa y profundizarla apenas para darnos cuenta de una aberración que al parecer al argentino medio lo tiene “todavía” sin cuidado. Por empezar nos choca la leyenda atravesada con letra colorida -tamaño de un centímetro- espetando la frase “CONSUMO CON SUBSIDIO DEL ESTADO NACIONAL” como si debiéramos alzar la vista al cielo para agradecerle al Señor. De inmediato nos enteramos que en realidad el pago corresponde al monto de $597,31 pero pagaríamos sólo 379,11 vale decir aparentamos haber sido objeto de un regalo de 218,20 por el consumo de gas natural durante el mes de agosto/2011, por ejemplo.
Con letra muy chica como corresponde a todo abuso o defraudación comercial, los incautos usuarios del gas nos enteramos del “obsequio” que nos hacía el “Estado Nacional” todos los meses pagándonos con su generosidad el “costo del gas importado” más el correspondiente IVA, Ingresos Brutos y otros rubros y tasas que se devengan de ese incontrolable hidrocarburo venido de afuera, aún así, ni siquiera alcanza el “regalito mensual” al monto total de este costo que se le endilga al sufrido consumidor doméstico o industrial del gas, el mismo que antes de 2003 gozaba del precio más barato del mundo por el metano que producían a precio justo nuestros concesionarios inversores en la riesgosísima exploración, en la producción, transporte por gasoductos y demás servicios de las cañerías que surcan el país desde fines de 1961 con autoabastecimiento a pleno hasta el día fatídico en que una política de feroz mala praxis nos llevó, sin gradualismo pero con retórica envolvente, a la explosiva situación actual.
Pasábamos todo por alto sin darnos cuenta de esta triquiñuela de tracto sucesivo, pero a partir de próximos meses tendremos que pagar de nuestro bolsillo la realidad vidriosa de esta aventura llevada a cabo por los dos presidentes Kirchner, los señores De Vido, Baratta, Cameron y demás funcionarios y legisladores que maquinaron y ejecutaron esta política de pésima praxis, amparada en las delegaciones de facultades, superpoderes y suma del poder público nuevamente adquirida a pleno por los resultados de las mágicas elecciones del año 2011.
Si nos atreviéramos a sugerir una masiva negativa al pago del costo del gas importado correríamos el peligro de resultar pasibles de la aplicación de la novel ley antiterrorista pues resulta fácil aducir que estas denuncias legítimas e incontrastables contra los sagrados dirigentes máximos del país sólo sirven para causar el pánico en la población, es decir, la versión snob del “actual” terrorismo legal. Si llegáramos a sugerir acciones de amparo judiciales masivas en todos los tribunales del país podríamos incurrir en los delitos de doble pena máxima y mínima que contempla la reciente ley de los nuevos y juveniles legisladores, por medio de la cual este septuagenario experto en energía operaría con la “finalidad” de provocar el terror en la población…
Los funcionarios y legisladores responsables de pretender hacernos pagar a los consumidores del gas por semejante mala praxis política incurren en la conducta de “alegar su propia torpeza”, además de carecer de idoneidad pues no podían ignorar que congelando las tarifas va de suyo que el producto así maltratado desaparece del mercado o estalla dentro de la inflación o recesión que arrastra todo sistema colectivista-populista. Por otra parte el publicitado “subsidio” ni siquiera funcionaba como tal, tan sólo “nos” pagaba una parte de todo “el costo del gas importado” y además los subsidios -por su misma irrealidad y deseconomía- dan lugar a sospechas de corrupción y favoritismos.
No pueden alegar en su favor los responsables de esta torpe mala praxis la ignorancia de las consecuencias de congelar precios y tratar de atenuar las consecuencias con subvenciones bancadas por los impuestos de la gente ¿Quiénes son ellos para malversar en subsidios insólitos los dineros de nuestra propiedad...? El mismo autor de esta nota en términos dramáticos publicó en La Nación del 08-04-11 (pág. 17) el artículo titulado “El Precio del Gas y la Crisis Energética” denunciando estos peligros. El entonces vice presidente Daniel Scioli anunció un aumento de tarifas y fue recriminado y humillado en público por el presidente Kirchner, el grupo de ocho ex secretarios de Energía en términos claros advirtió sobre los efectos aparecidos ahora, numerosos expertos y políticos se ocuparon del tema descarriado del congelamiento y los subsidios.
La acción de amparo es gratis, no se la grava con tasa judicial, por lo tanto es hora de instrumentar una protesta social pacífica sin destruir edificios públicos ni pintar monumentos ni cortar calles para evitar el despojo inserto en las nuevas tarifas. Nadie debe obligarse a pagar por los subsidios que se malversan para solventar los buques regasificadores proveedores de un país gasífero como fue la Argentina durante más de medio siglo, que lo paguen los responsables políticos por su mala praxis y falta de idoneidad, que se investiguen los procedimientos de los funcionarios actuantes y las responsabilidades de los demás legisladores y magistrados que incidieron en la pérdida del autoabastecimiento de los hidrocarburos.
Este llamado a la solidaridad implica negarse a pagar lo que no nos corresponde y adoptar como única “finalidad no terrorista” la unión de los consumidores de gas perjudicados por los agentes públicos inidóneos en el mejor de los casos o corruptos según las circunstancias que se prueben. La responsabilidad de estos abusadores de la suma del poder público debe extenderse al patrimonio personal y privado de los mismos sujetos culpables de este desaguisado. Ha llegado la hora de terminar con la ecuación “poder = impunidad”. La constitución y las leyes nos facilitan el camino de la Justicia Independiente. Si por ahora subsisten en el fuero federal los jueces aquiescentes, los fueros locales ofrecen cantidades de jueces probos. Lo importante es desafiar la injusticia de sentirnos obligados a pagar aberraciones exorbitantes.
Ya en épocas de Cicerón circulaban criterios magistrales para los momentos que vivimos, los cuales se podrían traducir a nuestra jerga actualizada: “El precio congelado mata al producto…” “Los subsidios generan indolencia y corrupción…” “Nadie puede alegar su propia torpeza…” (Este último aplicado en el art. 1111 del Código Civil mediante una complicada síntesis).

Pese a sus problemas de caja, CFK no se suma al tarifazo de Macri

Pese a sus problemas de caja, CFK no se suma al tarifazo de Macri

La opinión de los analistas sobre el trasfondo político del tarifazo dispuesto por Mauricio Macri para el subte está dividida. Una de las interpretaciones es que la transferencia de los subterráneos a la Capital Federal fue el fruto de un acuerdo con el jefe de gobierno para que éste inaugure la etapa del aumento de tarifas. Sin embargo, esta visión parece ser errónea. Tanto Macri como su vocero parlamentario Federico Pinedo reiteraron hasta el cansancio que era necesario eliminar todo tipo de subsidios a la energía y los servicios públicos. Sería entonces una incoherencia total que el gobierno de la Ciudad aportara la mitad de los subsidios junto a la Casa Rosada. Se suponía así que el cristinismo aprovecharía el tarifazo para aumentar, por su parte, los boletos de colectivos y ferrocarriles. Pero no hubo explotación de la oportunidad. Los aumentos fueron desmentidos terminantemente por el Secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, quien enfatizó que de “ninguna manera” se producirían los incrementos.
Una sola explicación
La explicación de esta conducta obedecería, sobre todo, a una causa: el pánico a la reacción popular. A partir de esto, el cristinismo está dispuesto a seguir proclamando que los subsidios son imprescindibles para muchos sectores de la sociedad demorando entonces todo lo posible la implementación de los aumentos que, al menos por ahora, no están en ninguna carpeta. Pese a que en el dogma oficial la política jamás puede claudicar ante la economía, los funcionarios que están evaluando las pérdidas sufridas hasta ahora por la sequía agropecuaria están muy preocupados. Los perjuicios hasta ahora alcanzarían los 20 millones de toneladas que, a un promedio de 350 dólares la tonelada, daría una cifra cercana a los 8.000 millones de dólares que debían ingresar para fortalecer la oferta de divisas. De este monto, un 30% iba a ser recaudado por el Estado en concepto de retenciones de cereales y oleaginosas que ahora se esfumaron
Esta evaluación de las pérdidas es sólo provisoria, porque por ahora los pronósticos de lluvias escasean. Ayer, el matutino La Nación señaló que podemos estar ante la peor cosecha desde 1945. Julián Domínguez, poco antes de cambiar el Ministerio de Agricultura por la presidencia de la Cámara de Diputados, anunció en presencia de la presidente una cosecha record de 106 millones de toneladas. Hoy ya podemos decir que el máximo sería de 86 millones, esto si la sequía se solucionara hoy, cosa que no ocurrirá. En la cosecha 2008/9 se perdieron 30 millones de toneladas entre cereales y oleaginosas y, como vienen las cosas, se podría superar esa cifra. También el mismo Domínguez anunció 30 millones de toneladas de maíz y hoy apenas se llega a los 20 millones. En esta sumatoria hay que tener en cuenta también la ya grave situación de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba con su rojo fiscal.