miércoles, 3 de agosto de 2011

LAS PRIMARIAS CON CANDIDATOS ÚNICOS CAMBIARON LAS REGLAS DE JUEGO

La triple vuelta, otro invento argentino

Cuando se fundó la V República en Francia, se instaló el ballotage o segunda vuelta electoral, para que ganara el que obtuviese el 50% más uno de los votos. En la reforma constitucional argentina de 1994, tomando como ejemplo la Carta Magna de Costa Rica, se adaptaron nuevas condiciones para consagrar al Presidente de la República. Así fue que se estableció que será electo presidente el que obtenga más del 40% de los votos y una diferencia de 10 puntos sobre el segundo, o bien obteniendo el 45%. De no cumplirse ninguna de estas dos condiciones, habrá entonces segunda vuelta.
Los efectos no previstos
Pero en la reforma política de la ley 26.571, sancionada por el Congreso en el 2009 -y vetada parcialmente por el Poder Ejecutivo-, se establecieron las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), que se realizarán por primera vez el 14 de agosto. Este invento de Néstor Kirchner apuntó a que los candidatos opositores se instalesen en ese rol sólo dos meses antes de la elección del 23 de octubre, quedando en situación desventajosa, al tener que resolver sus internas a último momento ante un gobierno sin ese problema. Sin embargo, los hechos quisieron que en las PASO sólo haya candidatos únicos por cada alianza o partido, es decir, que la competencia esté ausente y que, como puede observarse en los medios, la sociedad tome el tema como si se tratara de una elección general más.
Así es que las PASO se transformaron, de hecho, en una verdadera primera vuelta; la primera vuelta, en segunda, y el ballotage -de darse-, en una tercera vuelta. Los cinco principales frentes opositores, a saber, el Frente Popular de Duhalde, la UDESO de Alfonsín, Compromiso Federal de Rodríguez Saá, el Frente Amplio Progresista de Binner y la Coalición Cívica de Carrió pugnarán entonces por quedar segundos de CFK en votos. Pero bien puede ocurrir que dos de ellos terminen virtualmente empatados en el segundo lugar. Ahora bien, si como suele pasar, se impusiera la teoría del voto útil, tal vez surja un segundo que en octubre llegue a un 30%, y entonces ya no importará si CFK pasa el 40%, siempre que quede por debajo del 45%. El 23 de octubre, este segundo puede entonces forzar el ballotage. Faltan apenas doce días para develar la incógnita.

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