sábado, 15 de octubre de 2011

LA BOMBA ESTÁ DEBAJO DEL ESCRITORIO

LA BOMBA ESTÁ DEBAJO DEL ESCRITORIO

Ya no se trata de encontrar una explicación aceptable al deseo de un fiscal federal de quedar bien ante los ojos de la Presidente candidata, para lo cual propuso que la madre del capitán Alfredo Astiz sea detenida preventivamente por la sola sospecha de haberse apropiado del hijo de una desaparecida durante la guerra revolucionaria. El disparate de la propuesta contra una señora de 90 años de edad por la simple circunstancia de ser la madre de un marino emblemático listo para ser condenado por haber luchado contra la subversión, es un caso que a esta altura de las circunstancias ya no asombra a nadie. No obstante, se espera exprimirlo electoralmente y, de paso, distraer la atención de otros problemas que se corresponden con el título de nuestro informe de hoy. Tampoco alcanza para llenar la idea explosiva el tironeo que se ha producido entre la Casa Rosada y el gobierno de la provincia de Buenos Aires, la manifiesta resistencia de Daniel Scioli -una verdadera sorpresa- a aceptar la presión de la propia presidente de la República para que le pida a su secretario de Seguridad, Carlos Casal, la renuncia al cargo, para colocar allí a un personaje recomendado por La Cámpora, cuya capacidad política parece crecer rápidamente.

No es suficiente, repetimos, pero estos temas contribuyen para trazar el panorama difícil que se hace cada vez más pesado en los tramos finales previos a las elecciones, pesadez que no se alivia con las palabras simpáticas para el gobierno de los empresarios reunidos en IDEA, palabras más de circunstancias, comprometidas y temerosas, que no reflejan en absoluto el íntimo pensamiento de quienes conocen a fondo una situación que, como lo comentamos hace poco -casi unas horas-, le fue trasmitida a Cristina Fernández por el director del Banco de Londres, Mario David Blejer, durante una reunión privada no desmentida. Esta conversación giró en torno de la verdadera bomba que nos habla del deterioro progresivo de un gobierno que, no obstante, se apresta a ganar otra vez unos comicios a contrapelo de la realidad.

De todos modos, la percepción ya se manifestó a través del resultado de una encuesta de opinión que coincidió con el pensamiento cristinista en el sentido de que deberá cambiar su gabinete de tan escaso protagonismo. Curiosa conclusión de casi un ochenta por ciento de los consultados, que eluden responsabilizar a la viuda de todo lo que sucede y de todo lo que sucederá. Los temas ya salieron del silencio y comienzan a circular pero, según parece, no afectarán mayormente los resultados previstos, pues son pocos los que valoran el significado de una inflación de la que en buena medida es responsable el ministro de Economía y actual compañero de fórmula de Cristina. El guitarrista parece ubicarse a leguas de distancia de la crisis a la que únicamente se asoma con sus frases y sonrisa permanente. La gente le cree, no lo vincula ni con la inflación ni sus consecuencias. Según parece, tampoco con el crecimiento de la desocupación y los anuncios de ajustes por parte de las empresas que ya comienzan a disminuir dramáticamente su producción ante el horizonte indicativo de una caída del consumo. Cabe entonces preguntarse: ¿por qué los nuevos y los potenciales desocupados votarán a favor del Frente para la Victoria? El interrogante es válido para los que ya retacean sus necesidades consumistas, fenómeno que comienza a afectar sensible y progresivamente a los sectores medios. El problema ha iniciado el camino descendente hacia los niveles de menores recursos, fenómeno que admite repetir el interrogante. ¿Por qué unos y otros eluden la realidad y aseguran que apoyarán al kirchnerismo...?

El misterio se ahonda pero hay una primera explicación: la culpa se le asigna a ciertos ministros, ciertos secretarios de Estado y ciertos funcionarios que deberán renunciar, y así sucederá después del 24 de este mes, lo que permitirá descomprimir -poco y por cierto tiempo- las tensiones que se acumularán primero en la superficie y después en las honduras sociales y políticas. El proceso alimentará la mecha de la bomba a la que aludimos y que ya produjo la lipotimia presidencial. Si Brasil acelera la devaluación del real, aunque sea por unos pocos centavos, nuestra industria metalúrgica -y especialmente la automotriz- se resentirá aún más de lo que ya se sabe. La firma Renault podrá aguantar el suspendido ajuste hasta después de los comicios, pero luego será obligada por el realismo del mercado. Lo mismo ocurrirá con otras marcas, por más buena voluntad que demuestren los empresarios, en tanto las dirigencias agropecuarias ya están alertadas por la maniobra organizada por los asesores más cercanos a Cristina: la visita a las dependencias de CONINAGRO. Ésta fue el anticipo de uno de los tantos proyectos recaudatorios que sufrirá el campo dentro de poco. La idea de enfrentar a los distintos sectores que lo integran sólo afectará a los cooperativistas que responden a Buzzi y lo más probable es que se produzca un cimbronazo de proporciones sobre el filo de la próxima cosecha, tan necesaria para las arcas fiscales.

Este sensibilizado componente del escenario promete complicarse más aún gracias a las señales que producen elementos de La Cámpora especialmente reclutados para inspeccionar primero los depósitos que presuntamente guarden grano sin vender de la última cosecha, operación que expresa una evidente amenaza intimidatoria de actos futuros pero de notable incongruencia: el escaso grano que está almacenado -maíz, principalmente, y trigo- es el que no puede venderse por los impedimentos dictados por el mismo gobierno a través del insólito Guillermo Moreno. Entonces... ¿qué es lo que se pretende...? ¿Se trata sólo de una incompetente administración en la materia o la amenaza tiene contenido ideológico que iría más allá de la estatización del comercio exterior? Las importaciones ya están controladas, las exportaciones también pero no existe aún una normativa ordenada al respecto. ¿Se avanzará en un frente regional pese a la obvia enfermedad de Hugo Chávez y los problemas políticos que afectan la estabilidad de Bolivia y su presidente Morales?

Todo es posible y los problemas están concatenados. Otro tema concurrente es la pelea desatada en materia de seguridad -o mejor dicho, de inseguridad- que afecta a las policías Federal y Bonaerense, precisamente en momentos en que se asoma un horizonte cargado de tensiones que aumentan en lo social por todo lo que hemos mencionado y otros temas que se engrosan día a día. Más allá de las diferencias políticas con Scioli, y ahora con Macri, con el objeto de debilitarlos en sus respectivos distritos, no podemos dejar de mencionar el conflicto potencial con la CGT y con Hugo Moyano, los juicios ganados por los jubilados, a quienes no se les paga, el uso con fines políticos de los recursos de la ANSES, las presiones de los bonistas y el cerramiento del crédito externo, todo lo cual sucede en medio de un conflictivo panorama internacional, un Canciller inoperante, un ministro de Economía guitarrista que será vicepresidente, un presidente de la Suprema Corte que se codea con terroristas, la promesa de un cambio en la composición del gabinete nacional que se integraría con jóvenes cuya identidad se desconoce y una incertidumbre que crece tan incontenible, que buena parte de quienes la soportan votarán por ella. Así es la Argentina en que vivimos.-

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