miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿QUIÉN CONTROLA LAS FRONTERAS?

El 40% de la Gendarmería ya estaría en Capital y Gran Buenos Aires

Ayer el gobierno profundizó su estrategia -iniciada en febrero pasado- de introducir progresivamente a las fuerzas de seguridad en el control urbano.
Unos 700 gendarmes se sumarán al control de los accesos entre la provincia de Buenos Aires y Capital Federal, con el fin de detectar y prevenir delitos como robo de automotor, piratería del asfalto, narcotráfico y trata de personas. Lo anunció la Ministro de Seguridad de la Nación, Nilda Garré. Los efectivos se instalarán en 42 cruces. “Los operativos serán estrictos, intensos y permanentes”, aseguró.
En términos políticos, la medida tiene varias lecturas. Para empezar, es obvio que Garré se propone arrebatarle a la Policía Federal una función clave, como es el control de los accesos a la Capital Federal, lo que se enmarca en el plan oficial para limitar a esa fuerza.
Los números no cierran
Pero este nuevo paso de la Ministro de Seguridad también muestra cómo se profundiza otra tendencia. Con el lanzamiento en enero del año pasado del Operativo Centinela, 6000 efectivos de esa fuerza fueron trasladados al conurbano para reforzar la seguridad bonaerense en 26 municipios. Se trató, sin duda, de una importante movilización de efectivos que prestaban servicios en numerosas provincias.
Pero hubo un segundo paso. A través del Decreto 864 del 29 de junio pasado, el Ejecutivo puso en marcha un segundo operativo, Cinturón Sur, que dispuso el traslado de otros 2500 gendarmes a la zona sur de la Capital Federal, también para reforzar la seguridad.
Ahora, en el tercer paso, se monta el nuevo operativo que constará de 42 puestos de control. Sumados los efectivos utilizados en su totalidad, llegamos a 9200. La Gendarmería cuenta hoy con poco más de 20.000 hombres. Esto daría que, aproximadamente, ya el 40% de la fuerza estaría asentado en la Capital y el Conurbano. La pregunta surge sola: ¿cuál es el precio que se paga en la seguridad de fronteras ante semejante disminución del número de gendarmes en esas áreas? No hay ninguna información oficial al respecto, pero sí se sabe que la seguridad de fronteras también está debilitada por el traslado de al menos 3500 efectivos de Prefectura también para reforzar la seguridad porteña y del conurbano.
Sí existen algunos trabajos que señalan una tendencia inquietante: que en el último año la actividad del narcotráfico en diversas zonas de frontera habría aumentado significativamente, a medida que el número de gendarmes y prefectos va disminuyendo allí rápidamente.
En otras palabras, que la necesidad política del gobierno de instalar la imagen de una mayor seguridad en la Capital y el Conurbano podría tener el alto precio de un creciente debilitamiento de los controles sobre el narcotráfico. Éste, a su vez, y como es sabido, ingresa por las fronteras, pero luego desarrolla sus principales mercados en las grandes zonas urbanas.

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