jueves, 3 de noviembre de 2011

SUBTES: UN MUERTO DE $1000 MILLONES QUE LE TIRAN A MACRI

Aumentan los retiros de depósitos bancarios

Ayer al mediodía, Amado Boudou -que se bajó del avión a Francia- y Julio de Vido anunciaron una baja de subsidios de agua, gas y electricidad y, además, los que recibían bancos, financieras, casinos, aeropuertos internacionales, empresas de telefonía móvil, hidrocarburos y minería, por sólo 600 millones de pesos. Al mismo tiempo, el gobierno nacional le transferirá a la Ciudad la administración de los subtes que, según el gobierno, subsidió en el 2010 con 700 millones de pesos, que este 2011 serán cerca de 1.000. El jefe de gobierno deberá entonces decidir si quiere seguir subsidiando los subtes en el 2012, cuando serán necesarios unos $1.400 millones, o bien opta por aumentar el cospel a $3,50/4. En esta tarifa están incluidos los altos sueldos de los empleados que caracterizan su actividad como insalubre y que eran un dolor de cabeza para el gobierno nacional, dolor que ahora les traslada a las autoridades de la Ciudad para que discutan los sueldos con la comisión interna que responde a la izquierda revolucionaria. Es decir que a Macri le entregan un “presente griego”.

Más presentes griegos
A propósito de Grecia, su primer ministro socialista, Andreas Papandreu, les entregó otro presente griego a Angela Merkel y Nicolás Sarkozy, llamando a un referéndum sobre si el pueblo griego acepta o no el ajuste que le exige la Unión Europea. Se descuenta un rotundo triunfo del no, por lo cual Grecia puede terminar fuera de la Unión Europea, pasarse al dracma y dejarles la deuda a los bancos franceses y alemanes. Si bien no habría, en principio, otro Lehman Brothers, si la mancha venenosa se extiende a Portugal, Irlanda, España e Italia, sería mucho más grave. El daño incluiría a los emergentes y ni que hablar para nuestro país, que ya sufre los coletazos del parate brasileño, que sería mucho mayor si se formalizara el default de Grecia en vez del ordenado ajuste que pide la Unión Europea. Porque una cosa es una quita de la deuda griega del 50% y que se ayude a los bancos franceses y alemanes con un salvataje por un billón de euros y otra es que los griegos pudran todo y terminen devaluando un renovado dracma.
Argentina ya está sufriendo la baja de la soja, que está a U$S 439 en Chicago y con tendencia a ubicarse en torno a los U$S 420, y no a los U$S 480, como dice el presupuesto mentiroso del gobierno nacional. Esto demuestra que la ley de leyes está llena de inconsistencias, entre las cuales resalta el emperramiento del gobierno de mantener el dólar quieto para que la inflación no se espiralize. Pero el depositante criollo -que no es sonso y que tiene experiencia en estos avatares- trata de pasar a dólares sus depósitos en pesos. Y si la AFIP no lo autoriza, los saca del banco y se va al paralelo. También hay -para más detalles- retiro de los depósitos en dólares. En este caso, la causa es el temor de los depositantes a que el gobierno confisque esos depósitos de argendólares que están como encajes en el BCRA. Como confesó en privado un alto funcionario: “el argentino que tenga depósitos en dólares en nuestro sistema financiero es un pelotudo que merece ser confiscado”. Ahora el gobierno quiere creer que, con el anuncio sobre la eliminación de los subsidios, la gente no requerirá más dólares al BCRA. Ayer, con el nuevo engendro normativo del control de cambios, el Nación vendió U$S 50 millones y el Central ganó 10. Pero la ANSES destrozó el mercado de los bonos de la deuda externa, con lo cual el saldo es claramente negativo para el gobierno, que continúa marchando detrás de los acontecimientos

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