martes, 11 de octubre de 2011

¿QUÉ SIGNIFICA LESA HUMANIDAD?

¿QUÉ SIGNIFICA LESA HUMANIDAD?
Por decisión política a la cual se subordinó el aparato jurídico, a partir del momento en que Eduardo Duhalde apoyó y le entregó el poder a Néstor Kirchner (año 2003), se comenzó una persecución sistemática contra todo uniformado que haya estado en actividad durante la guerra antisubversiva y una consiguiente glorificación a quienes en sentido contrario, participaron de Montoneros, ERP y otras bandas delictivas.
Para lograr tal persecución Kirchner cambió de cuajo y de facto a cuatro miembros de la Corte Suprema a los efectos de conseguir los votos necesarios para reabrir causas a todo propósito.
¿Y en qué consiste el fundamento de la Corte oficialista para determinar tal cosa?
Pues el libreto jurídico con el que se quiere disfrazar esta política manifiestamente revanchista e ideologizada, nos dice que, en cuanto al modus operandi empleado para combatir al terrorismo (creado y puesto en marcha por el gobierno constitucional comandado por el Partido Justicialista en 1975) se cometieron “crímenes de lesa humanidad”, y los mismos, son inamnistiables, inindultables e imprescriptibles.
¿Pero qué es en concreto el delito de “Lesa Humanidad”?
La Corte Penal Internacional, en el artículo 7 del Estatuto de Roma, aprobado el 17 de julio de 1998 define el concepto de esta
“Se entenderá por ‘crímenes de lesa humanidad’ cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil: a) Por ‘ataque a una población civil’se entenderá una línea de conducta que implique la comisión múltiple de actos [...] contra una población civil, de conformidad con la política de un Estado o de una organización”.
Sin embargo, es dable efectuar las siguientes consideraciones:
1) con respecto al accionar del Estado en los años ‘70, no hubo ningún “ataque sistemático a una población civil”, sino una respuesta exclusiva y excluyentemente dirigida a ejércitos irregulares conformados por combatientes armados y entrenados, lo cual constituye una acción de suyo entendible y legítima, independientemente de los errores o reproches (muy graves por supuesto) que le caben a la reacción antiterrorista en el marco de la guerra civil acaecida.
En efecto, durante los años '70, de los 8.420 caídos tanto en democracia como durante el gobierno de facto (7.560 “desaparecidos” y 860 abatidos en combate en total), el porcentaje de error en el blanco se estima bajísimo (1), lo que constituyen daños colaterales lamentables, pero porcentualmente mínimos si comparamos la casuística con cualquier guerra civil padecida en la reseña humana.
Esta circunstancia, incluso ha sido fehacientemente reconocida por las principales voces guerrilleras y sus más acérrimos defensores, tal el caso de Mario Firmenich, cabeza de Montoneros, quien ante el periodista español Jesús Quinteros declaró:
“Habrá alguno que otro desaparecido que no tenía nada que ver pero la inmensa mayoría eran militantes y la inmensa mayoría eran montoneros. Yo sé cómo vivieron ellos. A mí me hubiera molestado muchísimo que mi muerte fuera utilizada en el sentido de que un pobrecito dirigente fue llevado a la muerte” (2).
De igual modo, el Dr. Ricardo Gil Lavedra (quien fuera uno de los magistrados alfonsinistas que integró el Tribunal que juzgó a la Junta Militar en 1985) reconoció:
“Sinceramente creo que la mayoría de las víctimas de la represión ilegal eran militantes de la guerrilla” (3).
Aunque agigantando desmesuradamente la cifra de desaparecidos, Hebe de Bonafini confesó que los desaparecidos eran todos guerrilleros y arengó:
“La lucha sin claudicaciones es el legado maravilloso de nuestros 30.000 hijos combatientes” (4).
Ratificando su condición de “Presidenta de las Madres de los Guerrilleros Desaparecidos” Bonafini luego declaró:
“Siempre pensé en mis hijos como guerrilleros y revolucionarios, con un gran orgullo” (5), en consonancia con lo expuesto, el jerarca montonero Rodolfo Galimberti reconoció que aquella contienda “no fue un enfrentamiento entre jóvenes románticos y el Ejército.
Fue una guerra civil, la más irracional de las guerras.
Hubo excesos de los dos bandos y no podemos calificar por la cantidad o por la magnitud de los excesos.” (6)
Como conclusión, desde el punto de vista del objetivo, a la guerrilla terrorista se la combatió con eficacia, aunque desde el punto de vista de las formas y procedimientos, se cometieron irregularidades múltiples y atropellos que desde estas páginas reprobamos y rechazamos. Pero dichos desatinos no constituyen en modo alguno “lesa humanidad”, pues insistimos, no existió tal “ataque generalizado a una población civil”.
Pero aun suponiendo que en Argentina sí se hubiesen cometido delitos de “lesa humanidad” (tesis que desde la óptica jurídica no compartimos), de todos modos esos delitos no podrían juzgarse como tales, puesto que esa figura se incorpora a nuestra legislación recién en 1994 (con la adopción de tratados internacionales tras la firma del “Pacto de Olivos”); por ende, y tal como lo dispone el principio de irretroactividad de la ley (previsto en el artículo 18 de nuestra Constitución Nacional), sólo puede aplicarse dicha tipificación a hechos acaecidos con posterioridad a su entrada en vigencia.
Pero hay más irregularidades en el tema que nos ocupa.
Pues en la tipificación que el derecho internacional hace del concepto “lesa humanidad” (transcripta ut supra), esta dice expresamente que la misma no se limita a los ataques cometidos por el Estado, sino también por organizaciones ajenas al estado (tales como fueron Montoneros, F.A.R, E.R.P y otras).
Vale decir, aunque la Corte Suprema kirchnerista se haga la distraída y prevaricando falle lo contrario (tal como lo hizo para descomprometer al terrorista de la E.T.A Lariz Iriondo), los 1.748 secuestros, las 5.052 bombas colocadas o los 1.501 asesinatos (cerca del 40% de los crímenes cometidos por la subversión fue cometido no contra uniformados sino contra civiles) llevados a cabo por el terrorismo en los años ‘70 conforman lisa y llanamente un “un ataque generalizado o sistemático contra una población civil” (tal lo afirmado en el ya citado el Tratado de Roma).
O sea: los únicos que aquí cometieron crímenes de lesa humanidad fueron precisamente las bandas terroristas tan reivindicadas por el kirchnerismo e indemnizadas involuntariamente por los ciudadanos.
Sin embargo, la justicia kirchnerista sostiene (contrariando el Derecho Internacional) que los delitos de terrorismo (ajenos al Estado) no constituyen delitos de “lesa humanidad”, y que sólo se incluyen en tal categoría los cometidos por agentes del Estado o dependientes de él (es por ello que los indultos o amnistías concedidos a los terroristas son considerados “válidos”).
Para no abrumar al lector con detalles jurídicos, tomaremos las palabras del jurisconsulto e historiador Dr. Enrique Díaz Araujo, que con lenguaje claro y doméstico explica cómo funciona la trampa de marras, explicando que la misma consiste en que “si el detenido está acusado de alguna violación de cualquiera de las infinitas cláusulas de las Convenciones de los Derechos Humanos, está perdido, y no hay abogado que se anime a defenderlo. Además del inmediato “juicio” mediático, con los periodistas usando la toga de los magistrados, y formulando condenas previas, el referido sujeto se verá enfrentado a un proceso tribunalicio, donde no correrán ni la prescripción, ni el juez natural de la causa, ni el principio de legalidad, ni la ultractividad de la ley penal más benigna, ni nada de nada.
Estos nuevos “crímenes” son, por definición, imprescriptibles e imperdonables. Un estuprador empedernido, con un historial de reincidencias interminables, puede ver rebajada su condena, o indultada su pena.
Un policía maltratador, jamás”, y a modo de ejemplo Díaz Araujo agrega que “si un violador mata a varias de sus víctimas menores de edad, pasados quince años sin persecución penal, la acción prescribe”.
Ahora, si un policía se comporta rudamente con un terrorista “su infracción jamás prescribirá, y podrá ser perseguida en Indonesia o en España, en este siglo o en el siguiente…Porque la violación seguida de muerte no hace a la “persona humana en cuanto tal”, mientras que maltratar a un terrorista sí que es un crimen que conmueve a la “conciencia universal” (7).
A pesar de todas estas alteraciones graves que estamos analizando, se omite otro detalle nada menor: que la situación descripta por las Convenciones Internacionales de DD.HH. opera en tiempos de paz, pues en tiempo de guerra dicha legislación es suplantada por las Convenciones de Ginebra y La Haya sobre el derecho de guerra. A modo de ejemplo, conforme a las Leyes Internacionales los guerrilleros o “partisanos” que combaten a las fuerzas regulares, pueden ser fusilados en el momento de su aprehensión, sin juicio previo (porque al no uniformarse, ni llevar abiertamente sus armas y, por el contrario, mimetizarse con la población civil, la ponen en peligro).
¿Y quién determina que lo acontecido en nuestro país fue una guerra? se preguntarán las pandillas y ONGs marxistas que promueven dichos juicios tardíos y se presentan en sociedad enarbolando la glamorosa bandera de los “Derechos Humanos”.
Pues lo ha determinado la mismísima justicia argentina en la Sentencia de la Cámara Federal que por orden de Raúl Alfonsín en 1985 juzgó a la Junta Militar, la cual entre otras cosas determinó:
“En consideración a los múltiples antecedentes acopiados en este proceso y a las características que asumió el terrorismo en la República Argentina, cabe concluir que, dentro de los criterios de clasificación expuestos, el fenómeno se correspondió con el concepto de guerra revolucionaria…»; «algunos de los hechos de esa guerra interna habrían justificado la aplicación de la pena de muerte contemplada en el Código de Justicia Militar…»; «…no hay entonces delincuentes políticos, sino enemigos de guerra, pues ambas partes son bélicamente iguales»; «…como se desprende de lo hasta aquí expresado, debemos admitir que en nuestro país sí hubo una guerra interna, iniciada por las organizaciones terroristas contra las instituciones de su propio Estado”.
Como vemos, no impera el poder del derecho, sino de lo fáctico.
Es por eso, que la calificación de “presos políticos” a los más de 1000 militares hoy detenidos no es desacertada, dado que su detención no es obra del purismo jurídico sino de aviesas decisiones del aparato político, el cual sin tapujo alguno pisotea el andamiaje legal con la vergonzosa complicidad o pusilanimidad de muchos jueces, que evidentemente no merecen detentar tamaña investidura.
Fuentes Citadas:
1. ver libro “La Mentira Oficial - el setentismo como política de estado” .
2. reportaje publicado el 17 de marzo de 1.991 en el diario Página/12.
3. Amar al enemigo -Vigo Leguizamón.
4. Página 12, Historia de las Madres de la Plaza de Mayo, Guillermo Rojas, 30.000 desaparecidos, Mito, Dogma o Realidad.
5. diario La Nación(02/04/2004).
6. Por Amor al Odio, T 1, Carlos Manuel Acuña.
7. Enrique Díaz Araujo, Internacionalismo Salvaje.

EL ESCENARIO POST ELECTORAL

La dolarización es el nuevo enemigo del gobierno
Las últimas encuestas coinciden en que, después de lo que ocurrido el 14 de agosto en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, el Frente para la Victoria está mejorando su intención de voto. Esta tendencia se debería sobre todo al exitismo típico de nuestro país. Por otra parte, los cambios que se están dando en la intención de voto de Hermes Binner, Eduardo Duhalde, Ricardo Alfonsín y Alberto Rodríguez Saá no son significativos y el primero podría quedar segundo pero a cerca de 40 puntos de CFK. La presidente se coloca, entonces, muy cerca de la mayoría propia en las dos cámaras. Es decir, a un trecho de los dos tercios que, según las especulaciones periodísticas, serían la nueva obsesión oficial para el objetivo de una reforma constitucional, cuyo ideólogo es el ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni. Éste propone un régimen parlamentario que permita la reelección indefinida del presidente. También el tema es utilizado por los candidatos opositores para asustar a la opinión pública con la posibilidad del unicato que podría instaurarse. En realidad, el gobierno sigue siendo su principal enemigo y acumula errores a diario, pero con una oposición que no puede aprovecharlos, porque el 50% de la población siente que le va bien económicamente y que esto puede estirarse al año que viene. Y esta mitad de la población no accede -o bien no le importa- lo que informa el periodismo independiente sobre los desaciertos del gobierno.
La nueva confrontación
Sin embargo, después de las primarias, al cristinismo le surgió un enemigo formidable: la dolarización de las carteras. El gobierno inyectó gran cantidad de dinero transaccional en la economía y la gente que compraba autos y todo tipo de bienes en muchas cuotas ahora también compra dólares diariamente. Esta tendencia se aceleró después del 14 de agosto por varios motivos. En primer lugar, el dólar se devalúa menos que la inflación, viajar al exterior es más barato que pasarla acá e importar es más negocio que fabricar en el país. De ahí que Guillermo Moreno continúe prohibiendo muchas importaciones.
En lo inmediato la gente se dedica entonces a comprar dólares sin parar ante un gobierno que no quiere agitar las aguas hasta después del 23. Ni bien festeje su triunfo, el cristinismo deberá frenar la dolarización, aunque no se sabe a ciencia cierta si en la Casa Rosada hay conciencia de los orígenes de esta verdadera corrida cambiaria. No es de extrañar, entonces, que esté aumentando la incertidumbre económica postelectoral, que tiene como telón de fondo la crisis financiera internacional con epicentro en Europa y los Estados Unidos. La mayoría de ese 50% que vota al gobierno no advierte que la soja bajó 100 dólares en un mes y que el país cada vez gasta más en la importación de energía y combustible. En tales rubros, este año importaremos cerca de 4.000 millones de dólares y unos 12.000 millones en el 2012. Si la soja sigue con tendencia a la baja, el año que viene van a faltar muchos dólares. Esto explica que los grandes operadores acumulen dólares y que el público masivo los imite. Acorralado por esta realidad, el gobierno, después del triunfo del 23 de octubre, está obligado a tomar medidas importantes que pongan fin a la dolarización de la economía.
Hasta ahora el oficialismo ha seguido un mismo patrón de conducta: cuando aumenta la demanda de un bien opta por impedir de cualquier modo el acceso al mismo. Esta línea ya empezó a profundizarse con la exigencia de mayores requisitos para la compra de la divisa y el envío de la Gendarmería al microcentro. No obstante -y como es obvio- esto no alcanza y llegará el momento en el que se deberán tomar medidas de fondo. Hay, por otra parte, elementos de sobra que indican que la economía marcha hacia una desaceleración forzosa, configurándose un escenario similar al de los años 2000-2001. Y ya se sabe qué pasó entonces. Los números electorales no alcanzan para tapar esta realidad. En este sentido, vale recordar que Fernando de La Rúa llegó a la presidencia en 1999 con el 49% de los votos, apenas 1 punto menos del 50,7% que consiguió CFK el pasado 14 de agosto.

¿OTRA REFORMA CONSTITUCIONAL?

¿OTRA REFORMA CONSTITUCIONAL?

En una campaña electoral magra, insípida como pocas, ha irrumpido en el escenario la cuestión de una nueva reforma constitucional. Está claro que a nadie del llano le interesa eso. Empero, está más que probado que la política, tan disociada de la ciudadanía, suele introducir asuntos que son de su exclusivo interés, con prescindencia de cómo los recibirá la población.
Principiemos por decir que ninguno de los objetivos que exponen como motivos para este intento reformista está abonado por la necesidad. Todo lo que se aspira a plasmar, desde facilitar el acceso a la vivienda hasta cuidar los recursos naturales -tierra, agua, glaciares y muchos más-, pasando por los derechos de los pueblos originarios, ameritan una reforma. Esas prerrogativas y esas preservaciones se pueden y deben realizar por ley sin que sea menester volver a meter mano en la Constitución.
Consecuentemente, la causa real para otro manoseo de la Constitución -de tanto tocarla se llega inexorablemente al manoseo- es habilitar la reelección presidencial indefinida, es decir la sepultura de la República que tiene en la periodicidad o alternancia de los mandatos a una de sus columnas vertebrales.
Con la experiencia de la Jefatura de Gabinete establecida por la reforma de 1994 -jefatura tan desteñida, no sólo por quienes la ejercieron, sino por su vaciamiento como institución y su disfuncionalización en los hechos-, será ineluctable que el primer ministro que pretenden instaurar sea a la postre un dependiente del presidente. Todo permite avizorar que tendríamos un primer ministro más parecido al actual jefe de gabinete que al que exhiben algunos regímenes europeos. Y que correlativamente tendríamos un presidente calcado del que ya conocemos. Es que la tendencia presidencialista, concentradora del poder, está demasiado arraigada como para que mute mediante un artículo nuevo de la Constitución.
En 1994 se dio mandato constitucional al Congreso en la cláusula transitoria sexta para que se fije un nuevo régimen de coparticipación federal de los recursos “antes de la finalización del año 1996”. En 2011 no hay ni miras de que ese régimen se acuerde y legalice, sobre todo para que la distribución sea equitativa y automática, de modo que no sea la discrecionalidad de la Casa Rosada la que asigna las partidas. Esta herramienta de atribución antojadiza -en lugar de la mentada automaticidad- es la que modeló el sistema ultraunitario y hegemónico que padecemos. Si se aspira genuinamente a mitigar el presidencialismo bastaría cumplir con el precepto constitucional -el transitorio sexto- para que esa deformación se corrija casi de cuajo.
Por eso, hay que ser leales con el país y desembozar las intencionalidades. Si se busca la reelección indefinida debe explicitarse para que cada ciudadano sepa a qué atenerse. No se puede encubrir esa finalidad bajo el manto de ‘incorporar nuevos derechos’ de quinta o vaya a saberse de qué generación.
Mientras el derecho ‘avanza’ hacia ‘nuevas generaciones’,siguen ahí 55 mil desnutridos agudos, 700 mil crónicos y casi tres millones de madres e hijos anémicos, como también persiste la endemia llamada ‘mal de Chagas’. ¿No sería más fiel al pueblo trabajar para erradicar esas lacras morales y sociales en vez de consumar otra desmesura del poder como lo es el reeleccionismo indefinido?
Para una reforma constitucional la precondición es que la actual Constitución rija en plenitud, en su letra y en su espíritu. ¿Se cumple la Constitución? Si la respuesta es honesta, nadie puede afirmar que sí. Entonces, ¿con qué autoridad moral se quiere otra reforma? Sin extendernos, el paradigmático tema de la independencia del poder judicial, tan decisivo para que exista una verdadera república, ¿rige?
La mejor Constitución es la que se cumple. Todos los empeños deben aplicarse a esa vigencia. Lo demás, es peor que cháchara. Es una emboscada a nuestro sistema republicano democrático.

lunes, 10 de octubre de 2011

Dos sombras sobre el triunfo de CFK

Dos sombras sobre el triunfo de CFK

La inminente apoteosis de CFK que tendrá lugar el próximo 23 está opacada por dos nubarrones. Uno es la llegada de la primera ola de la crisis global, que obligará a la presidente a encabezar un plan de ajuste absolutamente contradictorio con todo lo dijo e hizo hasta ahora. El segundo problema tiene que ver con una arraigada costumbre argentina: poner en marcha las candidaturas presidenciales cuatro años antes. Hoy por hoy coinciden dos datos: la presidente no puede ser reelecta y las encuestas reflejan que Daniel Scioli ostenta prácticamente la misma intención de voto que ella. La conclusión obvia es que, en principio, el cristinismo corre el riesgo de que el gobernador empiece a ser visualizado como el candidato “natural” del peronismo para el 2015. Para evitar que esta tendencia tome vuelo, el gobierno tiene a disposición dos recursos destinados a frenar el despliegue nacional de Scioli. El primero es la instalación de Amado Boudou como delfín de Olivos, lo que traería no pocos problemas, dadas las resistencias que éste genera en el peronismo y en el propio kirchnerismo. La otra medida -que no es poca cosa- es instalar a brazo partido el debate sobre la reforma constitucional con reelección indefinida, buscando la cooptación de votos opositores para alcanzar al menos en Diputados los dos tercios necesarios para la media sanción de la ley que declare la necesidad de la reforma.
Y llegó el ajuste
En este punto es donde el próximo ajuste puede interferir en la estrategia oficial para el 2015. Para empezar, consultores de la Casa Rosada ya admiten que las medidas de política económica que se tomarían podrían provocar una baja de no menos de 15 puntos en la imagen positiva de Cristina. Esta situación dejaría mejor parado a Scioli que, como gobernador, no pagaría en principio un costo importante por el ajuste. Por otra parte, el plan de los ultracristinistas para erosionar a Scioli, atacándolo para mostrarlo como un gobernador con el poder recortado, sería peligroso para el propio kirchnerismo. En tiempos de turbulencias económico sociales como los que vienen, la inestabilidad política en Buenos Aires podría generar serios problemas en el conurbano, el espacio más sensible y explosivo del país.
No hay duda de que el gobierno soñaba con un largo romance de la presidente con la sociedad -de no menos de un año- que le permitiría congelar parcialmente la lucha política. Pero la presión del dólar, la baja de los precios de la soja y los problemas de la economía brasileña crean un nuevo efecto y pueden ahora ser el disparador de la carrera por el 2015.

NO ES “O”, ES “Y”

NO ES “O”, ES “Y”

“O” equivale a una alternativa entre seres, hechos o cosas. Existe en función de “en vez”, obliga a elegir: parte de un concepto negativo en el que hay que suprimir algo, para poner otro algo en su lugar. En cambio la “Y”, suma, une seres, hechos o cosas. La “Y” representa un concepto positivo.
En Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, en la muy céntrica esquina de San Martín y Roca, está emplazada la estatua en bronce del General Julio Argentino Roca. Obra del escultor Brunnix, creada en 1941 y ubicada definitivamente en su lugar actual en 1960.
¿Quién fue y qué hizo Roca para merecer esa estatua en Río Gallegos? Nació en Tucumán en 1843, de familia unitaria. Al vencer Urquiza en Caseros, la familia se muda a Entre Ríos y estudia en el prestigioso Colegio Nacional de Concepción del Uruguay.
Sigue la carrera militar. Combate en Cepeda y Pavón, donde actúa como un héroe. Combate contra el Chacho Peñaloza y contra Felipe Varela. Pelea en la guerra contra el Paraguay, donde morirán su padre y dos hermanos. Alcanza el grado de Teniente Coronel. Es nombrado Comandante de Frontera en Córdoba, se casa con Clara Funes, tiene 5 hijas y un varón, que será vicepresidente del General Justo, 1932/1938.
Durante el gobierno de Avellaneda combate y gana la batalla de La Rosa, contra Mitre. Es nombrado ministro de Guerra y Marina. Cumpliendo órdenes del gobierno nacional, emprende la Campaña del Desierto. Los“indios” ocupaban desde el sur de la provincia de Mendoza, pasando por el sur de San Luis, sur de Córdoba y la frontera oeste de Buenos Aires. De ahí hacia abajo, todo estaba en manos de mapuches llegados desde Chile, que asolaban con malones las tierras del “blanco”, asesinaban a los hombres, sometían a las mujeres y robaban la hacienda, que luego vendían a Chile.
Con los métodos de la época, crueles para el día de hoy, era 1879, Roca incorpora a la nación argentina 787.291 km2 de territorio patagónico. Los mapas anteriores a esa patriada, ya sean del inglés Parish, o del francés De Moussy, titulan “Mapa del territorio indio del sur y de la región de los pampas” (1873). Gracias a Roca, hoy son territorios argentinos.
El 13/6/ 1880, a los 37 años, llega a la presidencia, bajo el lema “Paz y administración”. En esos 6 años crea el Registro Nacional de las personas, hasta ese momento nacimientos, casamientos, votos y muertes, se registraban en las iglesias. A partir de esta creación, que implica romper relaciones con el Vaticano, el estado se hace cargo de los acontecimientos de la vida de los ciudadanos. Impulsada por Sarmiento, Director del Consejo Nacional de Educación, hace promulgar la ley 1420 de educación pública, obligatoria y gratuita.
En 1884 incorpora a la nación los territorios indígenas del Chaco. Las provincias del Chaco y Formosa son argentinas gracias a Roca. Le da forma al estado nacional y cubre el país de vías férreas, integrando las provincias. Llega en 1880 con 2.500 km de vías, se va en 1886, dejando más de 9.000 km. Primer presidente en visitar la Patagonia y firmar acuerdos limítrofes con Chile. Acuerdos que nos beneficiaron.
Asume nuevamente la presidencia en 1898/1904. En 1901, por ley 4301, Pablo Ricchieri, ministro del área, impone el servicio militar obligatorio para todos los ciudadanos de 20 años, en un esfuerzo más por integrar el territorio nacional. Reanuda relaciones con el Vaticano. En 1903 su ministro de RREE, Luis María Drago, impone un concepto internacional sobre el cobro de deudas a países deudores. Y Joaquín V. González, redacta el 1° código de trabajo. Con una precaria reforma electoral, pero reforma al fin, permite que en 1904, Alfredo Palacios sea elegido diputado nacional por la Boca, primer diputado socialista de América.
Por supuesto que tuvo fallas, todos los hombres las tienen. Hubo corrupción y fraude y el país era manejado por una élite. Aceptó tierras conquistadas. A pesar de las fallas, durante sus presidencias, 500.000 inmigrantes llegaron desde Europa a esta tierra, entonces de esperanza y la ayudaron a crecer.
Se rodeó de personajes como Paul Groussac, Miguel Cané, Luis Sáenz Peña, Eduardo Wilde, Carlos Pellegrini, Joaquín V. González, Antonio Del Viso, Pablo Ricchieri, Felipe Yofre, Bernardo de Yrigoyen, García Mérou, Amancio Alcorta, Luis María Drago, Ramos Mejía, Victorino de la Plaza, Rosendo Fraga, Luis María Campos… y siguen los próceres.
¿A qué viene este resumen de historia sobre Roca? Viene a cuento porque para el 1° aniversario de la muerte del presidente Kirchner (27/10), en su ciudad natal de Río Gallegos, van a emplazar una estatua suya…en lugar de la de Roca.
La estatua de bronce, es obra de Miguel Gerónimo Villalba, Kirchner está de pie, con el brazo izquierdo elevado, traje cruzado abierto, la cara al viento. La estatua tiene 2,04 ms de altura, sobre una base de 70 cm. Dos metros detrás de la estatua, hay un friso donde una multitud de personas siguen a Kirchner.
El pueblo santacruceño está en todo su derecho de querer una estatua del primer presidente argentino nacido en la Patagonia. Que es argentina gracias a Roca. De no ser por Roca, Kirchner podría haber sido presidente de Chile o de la Araucaria.
Más allá del indiscutible derecho que tienen a la estatua, es quizás apresurado, no hay distancia en el tiempo para juzgar la obra acertada y errada (siempre coexisten las dos cosas) de Kirchner. Es demasiado cercano en el tiempo, falta objetividad para pesar lo bueno y lo malo sucedido en Argentina, desde el 2003 hasta hoy.
Pero sabemos con certeza que no agregó tierras a la Argentina (en estos tiempos eso es internacionalmente imposible), pero si a su patrimonio, ya que compró tierras fiscales baratas y luego vendió caras, y no creó entes como el registro civil o leyes como la 1420, porque ya lo había hecho Roca. Con Kirchner también hubo corrupción y fraude y gobernó con sus amigos. No hubo epopeya patria.
Sabemos que se rodeó de personas como Ricardo Jaime, Julio De Vido, Aníbal Fernández, Miceli, Kunkel, Zanini, Verbitsky, Timerman, mamá Hebe… y siguen los nombres.
Respetando la decisión de los santacruceños, la pregunta es: ¿por qué Kirchner en lugar de Roca? ¿No hay lugar en la esquina de enfrente, siempre en San Martín y Roca? ¿Por qué Kirchner “O” Roca y no Roca “Y”Kirchner? ¡Qué manía argentina de usar la “O” negativa, en vez de la “Y”positiva!
Perdón por la insistencia, pero Kirchner jamás hubiera podido llegar a la presidencia de Argentina, si Roca no hubiera incorporado la Patagonia a la nación. Sólo por eso, y dejando de lado que fue el hacedor del estado nacional, con todo lo que ello implica, Roca debe seguir donde está. En la tierra que conquistó para nosotros, los argentinos. Incluyendo a Kirchner.

Pino y Hermes, sin retorno

Pino y Hermes, sin retorno

“Con Hermes Binner, nunca más. Fue innecesariamente grosero y eso no se olvida. Además, pensamos muy distinto”. Fernando “Pino”Solanas apura un café en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery y pregunta si su avión con destino a Comodoro Rivadavia tiene horario de salida. La sudestada del viernes pasado y un conflicto gremial que Aerolíneas Argentinas quiso esconder malograron el viaje de campaña del diputado cineasta, quien terminó de completar una jornada para el olvido. Uno de sus voceros de prensa descarta, sin embargo, que todos estos contratiempos le hayan hecho crecer el enojo hacia el gobernador santafesino. “Mientras esperábamos la reprogramación de vuelos, leyó en los diarios el coqueteo del Frente Progresista ante un proyecto de reforma constitucional y me largó, textualmente, esa sentencia sobre Hermes”, confiesa el mismo asesor de Proyecto Sur.
Más allá de los calificativos, el enojo del autor de grandes películas argentinas para con el candidato a presidente del FAP es serio, aparentemente irreversible y, sin dudas, muy personal. Pino se acusa de cándido y, en tertulias con los más cercanos, se ríe de sí mismo. “Fui muy ingenuo, ya lo sé. Pero de verdad creí en los socialistas y, en especial, en su jefe”, suele decir.
Estos dos hombres charlaron por última vez, en serio y cara a cara, hace cuatro meses. Después se cruzaron en los actos de campaña en los que lucieron cordiales, casi siempre. “Nos vimos el 11 y el 12 de junio. La charla fue directa y yo mismo arrimé la primera propuesta para que se debatiera”,recordó Solanas con un diputado de su sector esta semana. Los encuentros fueron en los días previos al congreso de la fuerza. Allí, Pino punteó lo que son sus tópicos básicos de campaña, de contenido innegociable. Luego, ofreció el primer lugar de la fórmula para Binner y reclamó la vicepresidencia para Proyecto Sur. El resto de los cargos debía resolverse en internas. El partido fuerte de Santa Fe no quiso bajo ningún aspecto someterse a esas elecciones. “Pero Binner no me lo decía directamente”, se quejó el legislador nacional con los suyos. Quizá hubiese ayudado para entender esa reticencia del PS lo vivido en la experiencia de las primarias santafesinas. Ni el éxito del triunfo del gobernador sobre Rubén Giustiniani los hizo olvidar de las heridas que esas contiendas generan. “En el fondo y, desde siempre, ellos ya tenían cerrados todos los nombres y a nosotros nos restaba firmar al pie, como en un contrato de adhesión”, graficó Alcira Argumedo a pocas horas de la ruptura. El diputado de Proyecto Sur fue más poético: “Nos entretuvieron durante la cena con la parla seductora y a los postres nos mostraron su verdadera intención. Era todo para ellos. Y para que no quedasen dudas, a los dos días de nuestra charla firmaron, sin siquiera avisar, con Margarita Stolbizer, que fue de lo más funcional a esta hegemonía”.
A partir de entonces, la relación de estos dos hombres que suelen ser referentes del progresismo se quebró. Y para siempre, todo lo indica. “Hermes giró a la derecha. Se vistió de moderado para la campaña y renunció a banderas esenciales de la centroizquierda”, definió Solanas con su asesor en el auto que lo llevaba desde el Aeroparque a su casa luego de confirmar que este fin de semana largo sería difícil volar al sur. Y la moderación, cree el lúcido autor de El exilio de Gardel, es pan para hoy y hambre para mañana. “Yo no le doy mucha vida al FAP después de las elecciones. Hay muchas contradicciones internas”, diagnostica en privado.
Proyecto Sur cree que el socialismo no comparte algunos debates esenciales para ubicarse a la izquierda. La recuperación del petróleo y de todos los recursos naturales combatiendo la minería a cielo abierto, la rediscusión de la deuda externa, la gestión de los servicios públicos esenciales en manos del Estado, la modificación de las normas financieras y bancarias y la defensa irrestricta del medio ambiente son algunos ejemplos del muro que separa, para ellos, a conservadores de progresistas. “Sin eso, no podés decir que sos de izquierda”, sentencian los pinistas sin admitir argumento en contrario. ¿Esto implica que, ni por descarte, votarían a Hermes Binner en quince días? “Alcira Argumedo ya dijo que ni en sueños. Y, si bien acá hay libertad de pensamiento, nadie se corta solo”, graficó un encumbrado dirigente del sector.
Solanas cree que el año que viene va a ser muy difícil. Los vencimientos de la deuda externa no van a poder ser afrontados con recursos propios porque “ya no hay más caja, ANSeS, AFJP ni nada a donde echar el manotazo”, explica el hombre que más sabe de economía de esa agrupación. Por eso, están dispuestos a dar quórum en el debate presupuestario pero no a levantar la mano ni en general ni en particular cuando se vote. “El presupuesto es un disparate. Ni dormidos lo votamos nosotros”, les dijo el cineasta a los suyos en reunión de bloque. “Otra diferencia para agregar con el Frente Amplio Progresista: porque, ¿vos sabés qué van a hacer los muchachos de Hermes en el Congreso?”, ironizan los mismos partidarios de Proyecto Sur.
¿Cree Solanas en un intento de “Cristina eterna” luego del 23 de octubre? “El país no kirchnerista vive un momento de desencanto y desánimo general. El resultado de las primaras abiertas ha sido muy contundente. Si hasta nos cuesta a nosotros convencer en la campaña del corte de boleta. Es muy difícil predecir lo que van a hacer cuando cuenten los votos y se encuentren con tanto apoyo”, le confesó a la rosarina Alcira Argumedo cuando conversaron sobre los globos de ensayo de reforma constitucional. Pino sabe que la idea existe. Tiene borrador de redacción y los halcones del gobierno, Nilda Garré, Aníbal Fernández o Juan Manuel Abal Medina, cuentan los días hasta los comicios nacionales para presentarlo en bandeja de plata a la única dueña de los votos.
El escollo actual es reunir a las dos terceras partes de los legisladores para que habiliten el proceso de Convención Constituyente. Algunos primeros borocotizados que provienen del peronismo residual ya se mostraron proclives a leer el proyecto. Desde algunas provincias angustiadas por los déficits públicos bajan instrucciones para que sus diputados y senadores ensayen una mueca de sonrisa si se los llega a consultar sobre el tema. ¿Y desde la centroizquierda? “Con nosotros no cuenten”, lapidó Solanas. Sin embargo, dicen sus más cercanos que si le preguntan a Fernando Solanas por el Frente Amplio Progresista, él les recuerda que ahí no hay izquierda y que, por eso, no pone las manos en el fuego.

domingo, 9 de octubre de 2011

UNIDOS POR EL ESPANTO

El ajuste y el sindicalismo combativo reconciliarían a Moyano con CFK

Las críticas relaciones entre CFK y Hugo Moyano están por ingresar en una nueva etapa. Desde el inicio de la campaña para las primarias, la presidente realizó permanentes gestos de distanciamiento de la cúpula sindical en general y del camionero en particular, buscando captar el voto antisindical de la clase media. El gobierno hasta hizo correr versiones periodísticas acerca de un presunto acuerdo para provocar el reemplazo de Moyano por Gerardo Martínez (UOCRA). Con encuestas que le dan a Cristina hasta un 55% para el próximo 23, en las últimas semanas crecieron las especulaciones acerca de una ofensiva judicial “final” en la causa de la mafia de los medicamentos, que podría precipitar la caída del moyanismo y el encumbramiento en la CGT de líderes con menos peso propio, como Andrés Rodríguez (UPCN) o Antonio Caló (UOM).
Sin embargo, los vientos del mundo están cambiando aceleradamente el escenario. En el gobierno se da por descontado que el inminente triunfo sería festejado con un plan de ajuste apenas camuflado como Pacto Social. En este marco, se considera inevitable un tarifazo derivado de la necesidad de recortar parcialmente los subsidios al transporte y la energía.
La oposición social
Despreocupado por una oposición política que quedará anémica por escasez de votos, el cristinismo ya trabaja en evaluar la conflictividad social que produciría el plan de ajuste. El espectáculo dantesco de la violencia social en Grecia y la movilización masiva de los indignados en España -justamente dos gobiernos de centroizquierda- son un espejo más que suficiente como para preocuparse. Concretamente, el gobierno temería que se multipliquen los focos de conflicto promovidos por el sindicalismo combativo, al estilo de lo ocurrido el año pasado en Kraft Foods y los subtes, y esto sin ajuste alguno. Además, la Izquierda Unida que postula Jorge Altamira viene de obtener en las primarias más de 400.000 votos, un sorprendente 2,5%. El caso es que el previsible deterioro de la capacidad adquisitiva del salario, que sería el resultado del ajuste, crearía óptimas condiciones para que el sindicalismo combativo le complique la vida a la cúpula cegetista. En este contexto, podría ser hasta suicida para el gobierno debilitar a Moyano, porque habría riesgo de que la situación se descontrole. Así es que, forzado por las circunstancias, el cristinismo estaría girando hacia apoyar al líder camionero por lo menos hasta que pase la tormenta. Los encendidos elogios de Moyano al gobierno en las últimas horas van en esta dirección.
La obsesión del cristinismo por la pérdida del control de la calle y los conflictos sociales es, sin duda, mayor que la de otros gobiernos. Para la épica oficial, no son suficientes los votos sino que es esencial que las movilizaciones sociales sean siempre a su favor. Como es comprensible, en estos momentos de decisión, Moyano se ocuparía de hacerle llegar a Cristina mensajes inequívocos. Por ejemplo, que una crisis en la CGT dejaría al gobierno inerme ante los desbordes de los combativos.

LO QUE VIENE PARA NOVIEMBRE

Menú light para una severa crisis

En el seno del gobierno parece haber poca idea de los malos tiempos que se avecinan. Convencidos de que el aislacionismo practicado los vuelve inmunes, las principales espadas oficiales se dedican a especular con la posibilidad de la reelección indefinida mediante una reforma constitucional, o bien a las peleas por los cargos. En esto último se destaca la lucha para ver quién ocupará la Jefatura de Gabinete en el turno que se iniciará el próximo 10 de diciembre. Con una oposición que quedará muy golpeada después de las elecciones del próximo 23, la presidente subestimaría los problemas económicos, insistiendo en que viviremos un lecho de rosas, en tanto tiembla la economía global. En definitiva, creería ella que las dificultades que vienen no serían superiores a las del último cuatrimestre del 2008 y los tres primeros trimestres del 2009. En definitiva, la expectativa oficial sería emerger de la crisis con más fuerza que en el 2009, ya que entonces hubo de por medio una derrota electoral -la del 28 J- en tanto que ahora la presidente ya se acreditó más del 50% de los votos. Los atrasos del dólar y de las tarifas y una puja redistributiva por precios y salarios intentarán resolverse mediante decretos mágicos y un acuerdo tripartito de gobierno, empresarios y sindicalistas en el que todos se alinearán detrás de la presidente en su momento más favorable, que sería la primera semana de noviembre.
Vacas flacas
Pocos días después, el 5 y 6, CFK se hará presente en la reunión del G 20 a celebrarse en Cannes, para pontificar sobre la fortaleza del modelo competitivo de matriz diversificada e inclusión social, frente a los fracasos de las economías desarrolladas. A su vuelta, tomaría algunas medidas para disminuir el gasto público, bajar el ritmo de la expansión monetaria, ajustar tarifas y, como dijimos, un clásico pacto de salarios y precios.
Pero la verdad es otra. La crisis es mucho más profunda de lo que creen en Olivos. El Brasil tiene un aterrizaje forzoso de su economía con una inflación creciente del 7,5% que preocupa mucho, mientras el mundo cada vez crece menos y puede entrar en otra recesión. Así las cosas, el primer problema a resolver es el valor del dólar en la Argentina. Mercedes Marcó del Pont dice que la divisa se mantendrá estable los próximos cuatro años. De ser así, seguirá el tipo de cambio retrasado y se tomará endeudamiento en el exterior para mantener esa paridad. O bien se paliarán los compromisos externos con más reservas del BCRA. De este modo, la economía argentina -igual que la brasileña- con las medidas light que señalamos, enfila derecho hacia otro aterrizaje forzoso. La situación podría asemejarse a la de los años 1999 y 2000, cuando se terminó la época de vacas gordas. Sólo que ahora las tensiones pasan por el recalentamiento cambiario, la soja en baja y los reclamos salariales del moyanismo. Entonces se sabrá la verdad: cómo CFK y sus principales colaboradores se manejarán por primera vez con escasez de recursos que le impedirá repartir de todo a todos y todas.

LA FALSA ALTERNATIVA SOCIALISTA

LA FALSA ALTERNATIVA SOCIALISTA

En alguna medida, y a escasos días de las elecciones presidenciales, hay más abulia en la ciudadanía que clima proselitista. Ninguna esperanza, a no ser que el mantenimiento en un status quo afable al “medio pelo”,pueda considerarse un sentimiento expectante. Está todo tan desvirtuado que quizás deban enmendarse ciertos vocablos de manera que el hastío pase a ser sinónimo de conformidad, o que la indiferencia hacia todo cuánto nos rodea se convierta en una suerte de “activismo social”.
Desde ya, lo mismo ocurre en el teatro de la política. Aquellos actores que se creían protagonistas, pasaron a ser parte de un elenco menguado incluso por la escenografía. Ni Eduardo Duhalde ni Ricardo Alfonsín surgen ahora como alternativas probables. Son apenas sobrevivientes en un campo de batalla con más silencio a muerte que a fanfarrias.
Y es que no ha habido bandos victoriosos, aunque se pretenda presentar de ese modo a la gestión de los K. No es detalle menor (o no debería serlo) el haber perdido el rey en medio de la partida. Si acaso Cristina Fernández hoy asegura mantenerse en el poder es gracias a las maniobras previas que diera el ex mandatario, pero sobre todo al haber fallecido hace casi un año. Si éste estuviera vivo, otro sería el escenario. Néstor Kirchner no hubiera sucumbido al afán de ser él, el candidato.
Posiblemente, si hubiera un régimen democrático real en la Argentina, Cristina se hubiese topado con una oposición convertida en alternativa. En ese caso, los errores de la gestión habrían sido facturados. Sin embargo, la ausencia de convicciones férreas, la militancia de la conveniencia por sobre la de las ideas, y el individualismo exacerbado que caracteriza a la dirigencia fueron permeables a una aceptación casi ciega de “lo que hay”, en lugar de permitir la discrepancia para alcanzar aquello que “debería de haber”.
A su vez, está claro que una economía resistente a las crisis que hemos experimentado con antelación, pudo más que cualquier otro valor. Basta observar de qué manera toda alusión del crecimiento a tasas chinas de la Argentina se propagó, desde el gobierno, teniendo como parámetro lo sucedido a comienzos de siglo. En esta geografía, diez años son mucho cuando se trata de planificar un futuro, pero son escasos cuando la comparación sirve para institucionalizar la idea del “modelo” como garante del éxito.
Y así, con una visión sesgada, se compró el vestido negro de la dama, la epopeya del luto, las conspiraciones foráneas, el desfasaje ideológico -capaz de recrear izquierdas y derechas con antojadizo morbo-, la inclusión al sistema por la irrupción de un electrodoméstico más moderno en la vivienda, o la calidad de vida tan sólo porque no ha habido confiscación de fondos a simple vista.
A sincerarse: nadie hubiese soportado un “corralito”kirchnerista. Sin embargo, éste disfrazado de traspaso de fondos desde las AFJP a la ANSES sonó más “light”, aunque se tratase de lo mismo, y apenas se haya “tercerizado”la manera de confiscar para que no resulte evidente el saqueo del Estado.
Ahora bien, hay un detalle que no debería pasar desapercibido si se pretende evitar, en lo sucesivo, otra “desilusión” muy similar a varias que ya hemos experimentado. A días de los comicios, los resultados de las primarias hicieron mella en el electorado. Hay entre los ciudadanos, varios decididos a no votar (gracias a años de mostrar que las leyes se pueden quebrar sin consecuencias), y otros tantos a hacerlo por alguna opción que traspase a las derrotadas en la última elección.
Surge entonces Hermes Binner como un paradigma devengado. No puede justificarse el slogan de su campaña que apunta a crear una “nueva esperanza”, ni mucho menos puede garantizar un cambio cuando la jurisprudencia muestra a las claras, que no hay grandes diferencias con el oficialismo en el Frente Progresista del santafesino.
Más allá de la polémica librada en las últimas horas sobre la reforma constitucional que Binner reivindicara, para luego desmentirse como ha pasado en otras ocasiones con sus propias palabras, hay un ejercicio librado en el Congreso capaz de ilustrar cómo piensa el referente del socialismo.
Similar a lo que aconteció en el 2009 con Fernando “Pino”Solanas, hay quienes quieren imponer la figura del gobernador de Santa Fe como única “alternativa pura” a Cristina. Sin embargo hay que tener en cuenta cómo actuó la fuerza socialista aliada entonces a Proyecto Sur. No sólo votó la polémica ley de medios, sino que adhirió a la estatización de YPF, la cooptación de los recursos de la ANSES, la nacionalización de Aerolíneas Argentinas, y el matrimonio gay.
Asimismo, el socialismo “binnerista”, no dudó en apoyar un dictamen -que aún no llegó al recinto- para expropiar Papel Prensa y dejarla a merced del Estado, apoyando inexactas versiones de apropiación tortuosa por parte de Clarín y La Nación en la última dictadura. También fue partícipe de la instauración del “Fútbol para Todos” con el cual el gobierno manipuló la idea de inclusión, a fin de conseguir la hegemonía de los medios de comunicación, e imponer un populismo sostenido en la distracción permanente y una sistemática desinformación.
A su vez, en las huestes de esta “nueva” figura con ideas ciertamente viejas, se halla la diputada Victoria Donda que pregona la legitimación del aborto (un homicidio sin eufemismo), y la despenalización de la droga. En síntesis, es bueno tener en cuenta qué ha hecho la supuesta “alternativa”a Cristina desde el Congreso y atender, simultáneamente, esa suerte de “parlamentarismo”a la que aspira.
Y es que ese “parlamentarismo” es una filosofía en la cual viene, a su vez, trabajando Eugenio Zaffaroni junto a Diana Conti. Una maniobra que implica sí o sí la reforma de la Carta Magna como se desea -explícita o implícitamente-, desde el seno oficialista.
¿Cuánto tiempo podrá el bloque de Hermes Binner, permanecer en el recinto sin fundirse en complicidad con el kirchnerismo? La respuesta es un enigma en cuánto al tiempo, más no lo es en cuanto a la certeza de una fusión por el parecido intrínseco de sus ideas. De ese modo, los argentinos volverán a quedar sin oposición ni contralor del Ejecutivo.
En definitiva, si prende la idea del “milagro para Binner”so pretexto de menguar el poder de Cristina Kirchner, el resultado de la elección se equiparará irremediablemente. La mitad que no vote al oficialismo, lo haría por “más de lo mismo” aunque puedan esbozarse sutiles diferencias.
Si a esto sumamos la endeble moralidad de otros diputados capaces de doblegarse fácilmente frente a la Caja K, no hay ni habrá garantía de que se pueda impedir -quizás bajo el entuerto de “diálogo democrático”-,otro manoseo a la letra constitucional que termine habilitando a la Jefe de Estado para permanecer en el cetro por tiempo indeterminado.

PANORAMA POLÍTICO BONAERENSE

Asoma el fantasma de lo previsible

Las últimas encuestas de intención de voto dan cuenta que poco y nada se ha acercado la oposición a un Daniel Scioli cada vez más apuntalado por encuestas que han ensanchado la brecha con sus competidores, en especial con Francisco De Narváez.
Tanto las consultoras Julio Aurelio como Poliarquía coinciden en otorgar un 52 por ciento de la adhesión de los bonaerenses a Scioli, creciendo cinco puntos respecto de su votación obtenida en las primarias de agosto.
Si bien se ha señalado, en más de una ocasión, que los sondeos no revisten la única variable para construir el pronóstico, la enorme brecha y la imagen de los resultados de elecciones primarias de reciente realización, alimentan una sensación de hecho consumado.
En tanto, Francisco De Narváez se mantiene en una situación un tanto inelástica del 16 por ciento con crecimiento “cero” respecto de la citada compulsa electoral.
Poco y nada ha servido hasta el momento sus maniobras de ingeniería electoral de adoptar como candidato a presidente alterno a Alberto Rodríguez Saá, ni el residual de seis o siete puntos que cede el candidato del peronismo disidente al bajar o aceptar el retiro de la postulación de su hermano Adolfo para la Provincia.
A esta altura, tras varios días de campaña y de acuerdos, debiera notarse algún crecimiento en De Narváez que, sin embargo, resulta esquivo a menos de 20 días de los comicios. El poderoso empresario intenta todas las variantes, incluso la de tratar de personalizar aún más su campaña y concentrar más la visión de voto útil opositor. “Si quieren cambiar, ahora es el momento”, parece ser el slogan que dominará su propuesta hasta el 23 de octubre.
En otro orden de cosas, lo notable también ocurre con la baja en la intención de voto de otros candidatos que prometían dar batalla, tanto desde un kirchnerismo alternativo como desde la oposición en general.
El neokirchnerista Sabbatella de acuerdo con estos sondeos, baja al 3 por ciento; Eduardo Amadeo, del duhaldismo, curiosamente retiene bastante de su 8 por ciento y Margarita no logra perforar el techo del 7 por ciento, con lo cual se mantiene la atomización en el sector opositor.
Salvo Sabbatella, que parece ser el que más perdió en convocatoria, los demás retienen cerca del 80 por ciento de la intención de voto. Esto quiere decir que ya parece haber un límite a la intención de corte de boleta. Pero también parece ser que hay en sus votantes un fuerte deseo de convertir a sus candidatos en portadores de voto útil, peleándole esa condición a De Narváez.
Con respecto al candidato oficialista, los analistas de opinión pública detectaron como novedad que este 52 por ciento de Scioli tiene mucho que ver con un crecimiento de algunos puntos en el interior, donde se juega la opinión de un tercio del padrón general y donde solía ser muy fuerte el radicalismo.
Además de haberse disipado el famoso efecto campo, se tiene muy en cuenta el efecto positivo que ha tenido una serie de actos oficiales y de desembarcos de funcionarios nacionales como el titular de Hacienda, Amado Boudou.
Pero también hay un trabajo de hormiga que se consigna desde el oficialismo por el cual hubo una suerte de descentralización del estado nacional en distintos distritos del interior donde antes sólo había incertidumbre. Es el caso de la creación de delegaciones de Anses y Pami, por citar algunos ejemplos.
Por otra parte, los partidos de la oposición quieren aprovechar un sector específico o nicho en el electorado que fue el famoso “voto bronca” de antaño.
Se apunta al voto en blanco y el nulo, es decir a la acción deliberada de quienes no se sienten representados. Muchas opciones opositoras apuntarán, con un cambio de táctica electoral, a reencausar a los díscolos.
Las estadísticas indican que en las elecciones primarias se registró algo más de un millón de votos en blanco para todo el país.
Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires hubo 553.136 votos en blanco, con lo que se alcanzó a un porcentaje cercano al 11 por ciento y se superó ampliamente el promedio nacional de aproximadamente un 6 por ciento. Pero también en territorio bonaerense se registró el 50 por ciento del voto en blanco del país.
A esto hay que sumarle, al menos, unos 25 puntos porcentuales de votos “no positivos”, si se contemplan a los votos nulos, recurridos y el ausentismo. En ese sentido, los opositores calculan que aún tienen una suerte de mercado electoral valioso sobre el cual podrían trabajar para recuperarse e ir, al menos, por el fortalecimiento de los pisos electorales que les garanticen bancas en distintos Concejos Deliberantes y en la Legislatura.
Quienes conocen el paño señalan que el voto “negativo”tiene mucho de antisistema y con cierto componente pro anárquico. La tarea de atraerá esos electores es tan difícil como que también es la última posibilidad para aprovechar al máximo.
Parece algo por demás complicado. Pero también hay que señalar que algunos partidos políticos y frentes piensan que nada tienen para perder, dado que algunos han obtenido resultados para el olvido.
La incertidumbre pasa por saber si habrá algún efecto en las últimas encuestas con esta nueva estrategia. La otra, claro está y que persiste es la idea del voto para controlar a Cristina. Esto es cortando a nivel de legisladores nacionales.
Las cartas ya están puestas sobre la mesa, y el resultado del juego, aunque parezca previsible, aún brinda esperanzas para quienes pretenden quedar mejor posicionados en los comicios generales.

sábado, 8 de octubre de 2011

UNA SERIE DE HECHOS ALARMANTES

¿Vuelve la violencia política?

En las últimas semanas se fue instalando un clima enrarecido por distintas muestras de violencia política. Por ejemplo, está el caso de Malvinas Argentinas, en el oeste del conurbano. Allí, el intendente Jesús Cariglino se presentó en las primarias con la boleta de Duhalde presidente y le ganó al Frente para la Victoria por 5 puntos, o sea, 42 a 37%. Todo esto con un corte impresionante de boleta. Pocos días después del comicio, seguidores del candidato K a la intendencia, Luis Vivona, que es Subsecretario del Ministerio de Desarrollo Social que encabeza Alicia Kirchner, empezaron a agredir a militantes de Cariglino. Luego aparecieron gendarmes vestidos de civil que completaron la misma tarea, hecho que fue denunciado judicialmente por el propio Cariglino. Pero el hecho más grave -que afecta la libertad de expresión- fue el atentado ocurrido el sábado pasado a la torre de transmisión de las FM Mega y Pop, propiedad de Daniel Hadad. Éste incorporó a su grilla una gran variedad de programas políticos pluralistas que se diferencian claramente de la propaganda oficialista y esto, entre otros motivos, habría precipitado una escalada oficial para la adquisición hostil de las empresas del grupo. Por otra parte, Hadad en ningún momento se sumó a la campaña oficial contra Clarín. Éstos y otros hechos motivaron el duro comunicado de ADEPA en su informe anual sobre libertad de expresión.
Señales inconfundibles
A este cuadro se le agrega la continuidad de las agresiones del poder al grupo Clarín, por ejemplo, las presiones de Guillermo Moreno sobre Papel Prensa y el estreno inminente de la telenovela de ficción denominada “El pacto”. La misma se refiere a la adquisición de Papel Prensa a la familia Graiver en 1977 por parte de los tres grandes diarios de entonces (Clarín, La Nación y La Razón) y en la que el protagonista principal, interpretando a Héctor Magnetto, iba a ser el joven actor Mike Amingorena, que finalmente no aceptó el convite, bien asesorado por sus amigos actores.
El lunes pasado, el Auditor General Javier Fernández, un prominente abogado de nutrida agenda en la familia judicial, cuando iba en su camioneta con su chofer fue agredido con tres balazos, en lo que calificó como intento de homicidio.
Fernández fue, a mediados de los 90, secretario letrado de Rodolfo Barra, cuando éste era ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y en este gobierno su influencia creció gracias a su íntima amistad con Miguel Ángel Pichetto, presidente del bloque de senadores nacionales del Frente para la Victoria. También es mencionado frecuentemente por su influencia en la justicia. Fuentes del Ministerio de Justicia señalan que últimamente hubo algunos choques entre Fernández y Julian Álvarez, el joven Secretario de Justicia, que integra La Cámpora. De ahí que tomen vuelo las versiones sobre un supuesto atentado. Para más datos, ayer en Entre Ríos, sectores que responden al gobernador Sergio Uribarri. O sea, múltiples señales de que desde el poder se podría estar incentivando la violencia política. Esto en momentos en los que empieza a especularse con que el amplio triunfo que obtendría CFK el próximo 23 podría ser utilizado por sectores ultracristinistas para imponer el miedo y convalidar la sanción de una reforma constitucional y un giro chavista.
Al respecto, sería grave -y coincidente con estos hechos- la acusación del senador nacional por el radicalismo Gerardo Morales sobre los antecedentes antidemocráticos del Subjefe del Estado Mayor y Director de Inteligencia del Ejército, General César del Corazón de Jesús Milani. Éste conduce un gigantesco aparato de inteligencia militar al servicio de la ministro Nilda Garré, cuyo resentimiento ideológico es por demás reconocido. El trío se completa con Horacio Verbitsky, mentor de Garré. Hay quienes asocian algunos de los episodios de nueva ola de violencia política con la cuestionada figura de Milani.

Binner le hizo un favor a CFK: instaló la reforma constitucional en plena campaña

Binner le hizo un favor a CFK: instaló la reforma constitucional en plena campaña
El proyecto de reforma constitucional que alienta el cristinismo enfrenta un panorama muy particular. El gobierno estará en diciembre lejos de contar con los dos tercios de los votos de las dos cámaras, que son necesarios para la sanción de una ley que establezca la necesidad de la reforma. Por lo tanto, sería razonable postergar el tratamiento legislativo del proyecto hasta el 2013. Pero los argumentos en sentido contrario son de peso. Ya nadie duda de que CFK contará en los próximos meses con niveles de adhesión que probablemente jamás vuelvan a repetirse. También es muy probable que la desarticulación opositora que se dará en los próximos meses no se prolongue en el futuro. Un tercer factor que alimenta la ansiedad del oficialismo es que la crisis global, la presión sobre el dólar y los problemas de la economía brasileña están conduciendo a una etapa económica mucho más complicada que la actual.
O sea que el calendario ahora le estaría jugando en contra a la Casa Rosada. En otras palabras, que la tentación de avanzar rápidamente hacia una reforma para crear un régimen parlamentario, con reelección indefinida del presidente, es cada vez más fuerte. Al confirmar que está a favor de un sistema parlamentario, Hermes Binner le acaba de hacer a la presidente un enorme favor, instalando el tema desde la vereda opositora. La inmediata crítica de Elisa Carrió hizo que Binner aclarara de inmediato que de ningún modo apoya la reelección indefinida. En realidad -y siguiendo la táctica de empezar por lo que reúne consenso- al gobierno lo que interesa ahora es la creación de un clima político favorable a la instalación del parlamentarismo, dejando la reelección aparte para introducirla cuando se den las condiciones.
¿Consulta?
Con este panorama, en el laboratorio de Olivos se estarían esbozando nuevas alquimias destinadas a presionar al Congreso ni bien se inicie el período de sesiones ordinarias del 2012. Una idea que gana terreno sería la convocatoria a una consulta popular -no vinculante- sobre la reforma constitucional. La misma estaría simplificada en la opción a favor o en contra de una reforma para establecer el parlamentarismo, sin entrar en la cuestión de la reelección. Después del previsible castigo que recibiría el 23-o, la oposición no estaría en condiciones de hacer campaña pidiendo el voto contra la reforma. Con un resultado abrumador a su favor, el gobierno contaría entonces con un instrumento importante para presionar a los bloques de la Cámara de Diputados y arrimar así a los dos tercios en esta cámara, que le permitirían ir por la media sanción. El Senado, más difícil, quedaría para una segunda instancia.

¿Al son del tambor?

¿Al son del tambor?

“¿Qué les falta para ser libres? ¿Qué? El placer mismo de serlo. No me pidáis que analice éste placer sublime: es necesario experimentarlo. Penetra por sí mismo en los grandes corazones que Dios ha preparado para recibirlo; los inflama. Hay que renunciar a hacerlo comprender a las almas mediocres que jamás lo han sentido” Alexis de Tocqueville.
El gobierno decide cupos de importación y exportación, dibuja el índice oficial de precios, no honra las deudas, incumple las reglas de la comunidad internacional, evita la libre información, y decide entre muchas otras cosas que la ley no es igual para todos.
Podemos vaticinar que después del triunfo kirchnerista -lo dan por descontado hasta los opositores- los argentinos marcharemos al son del tambor de la actual presidente de la República. No olvidemos que puede obtener la mayoría en ambas cámaras del Congreso.
Si para que esto pase se necesita de los votos de más de la mitad de los argentinos, podemos decir sin equivocarnos que éstos quieren que el gobierno decida sobre sus vidas.
¿Qué pasará con los que ambicionamos hacer nuestro propio camino, con quienes creen que el hombre inventa su destino al andar, propone sus metas y el modo de alcanzarlas? ¿Con los que entendemos que el sentido de la libertad se compone de autonomía y riesgo?
¿Volveremos a dar pase libre al tan temido Leviatán que esclavizó a la sociedad soviética a partir de 1917? ¿Tendrá el gobierno, si se reforma la Constitución, y con el poder de veto y los decretos de necesidad y urgencia, facultades ilimitadas?
¿La propiedad privada estará sujeta a su capricho? ¿Del 23 de octubre en adelante las elecciones serán digitadas y el sucesor de Cristina elegido autoritariamente desde la Casa Rosada?
¿Se regulará aún más el comercio exterior?
¿Se enseñará en las escuelas y universidades sólo la ideología nacional-socialista-kirchnerista, denostando a la que nos hizo progresar desde 1853 a 1930?
¿Las acciones de funcionarios estatales estarán por encima de las leyes que rigen a los ciudadanos?
¿Continuará la malversación creciente de los fondos públicos sin que haya control legal alguno fuera de las decisiones amañadas del gobierno?
¿Los sindicatos unidos al poder por intereses espurios se transformarán en agencias políticas favorables al gobierno?
¿Se extenderá el sometiendo a jueces obligándolos a actuar parcialmente?
En 1983 la mayoría en nuestro país aspiraba a vivir en una democracia participativa, donde reinara la paz y la libertad.
Casi todos pretendíamos recorrer el camino hacia el fortalecimiento del sistema de partidos, y poder expresar nuestras ideas sin estar sujetos a coerciones.
En Octubre parece que se va a votar lo contrario. Ya no hay dudas del convencimiento de Cristina Kirchner en que va por el camino correcto. Los votos de las primarias la han convencido en las bondades de tener todos los resortes del poder en sus manos.
Quienes voten a Cristina Fernández, no podrán decir que no esperaban la transformación de nuestro sistema político, económico y el ordenamiento jurídico institucional que emana de la Constitución: la sumisión de más de la mitad de los argentinos lo permite.
El modelo populista se llevará puesto el régimen de propiedad privada y libre empresa, la división de poderes en la práctica será una farsa. No se respetarán los fallos del poder Judicial si son contrarios a las necesidades del gobierno.
Se combatirá a quien discrepe con el gobierno y se monopolizará el comercio a través del control de las divisas y los permisos de importación y exportación.
El Gobierno continuará promoviendo en los jóvenes argentinos sentimientos contrarios a EEUU y a los países capitalistas favoreciendo ideas nacionalistas como lo hace el presidente Chávez en Venezuela.
¿Tendrá éxito? A corto plazo. Esta política termina en vaciar las arcas del Estado. Y en Argentina son muchos los que reaccionan cuando se les toca el bolsillo, no la Libertad.
Si castigan la producción y la productividad, como hasta ahora, si ahuyentan a los capitales, los problemas económicos vendrán por añadidura.
Con la crisis vendrán otros gobernantes y el cambio: no habrá más remedio que regresar a una política exterior que se base en el diálogo constructivo con todos los países del mundo, a permitir y dar garantías al capital nacional y privado que pretenda invertir en nuestro país, y a la defensa de las normas republicanas y democráticas en las que se basan las sociedades democráticas del mundo.
La oposición tiene un deber: no tener miedo a decir la verdad. Mostrar que vamos por un camino equivocado, revelar los errores del gobierno y formarse para cuando llegue el momento de elegir el rumbo no equivocarse tanto.
La receta es simple: permitirle a la gente moverse hacia el futuro con libertad, reglas claras, y confianza en un Estado que no vaya en contra de lo que manda la Constitución. Derogar las leyes que obstruyen la división de poderes y la independencia de la Justicia.
Los argentinos no podemos huir de la vida, de la inseguridad y de la incertidumbre con que está irremediablemente tejida. Darle las riendas de nuestra vida a un gobernante es morir en vida. Debemos pensar, tener convicciones basadas en la realidad y no abandonarlas por un plato de lentejas. Cada uno debe forjar su destino dentro de un marco de autonomía, responsabilidad y respeto a las leyes que lo hacen posible. El tiempo humano es escaso merece ser vivido en libertad.
Cristina está reviviendo un pasado que comenzó en 1943. Repasemos la Historia para no repetir errores que nos llevaron a dejar en el camino valores, que una vez perdidos, cuesta recuperar.

Jueces: exposición mediática e ideología

Jueces: exposición mediática e ideología

A poco más de quince días de realizarse las elecciones nacionales la señora Apatía es dueña y señora de todas las encuestas. La situación tiene su explicación. El kirchnerismo reinante, una suerte de depredador serial de los fondos públicos infinitamente superior al menemismo del cual es hijo pródigo por capacidad y por ser veinte años más joven, se siente respaldado por el 50% de los electores que lo votó en ese gran timo inmoral y anticonstitucional denominado “internas abiertas, simultáneas y obligatorias”. Por su parte, los restos del naufragio llamado “oposición”, un rejunte de voluntades que en la mayoría de los casos se asemejan a noveles PyMEs atendidas en exclusividad por sus propios dueños, como antes lo hicieran Solanas y Macri, se ha bajado de la carrera presidencial para calzarse las llantas y caminar unas treinta cuadras por día con una botella de agua mineral en la mano, máximo esfuerzo que le permite su organismo. Aunque mirando bien la foto de la publicidad que muestra a Hermes Binner y su coequiper vicepresidencial, no parece que se encuentren en condiciones de realizar esfuerzo alguno.
Pero el aburrimiento no es de destacar en la tierra del nuevo proyecto nacional, proyecto que, es bueno recordar, falla en su primera necesidad: la del abastecimiento energético, provisión que debería ser de origen nacional, se entiende. Hay faena para todos los gustos. Significativas, como la de criticar a Messi porque no canta el himno, la compra de zapatos de la Presidente en su visita a los Estados Unidos vía asistencia a la ONU, criticar el empleo de la pena de muerte en muchos distritos de ese país, la revuelta estudiantil en Chile, la crisis en Grecia o la inacabable ocupación de los empleados televisivos y radiales del gobierno acerca de la supuesta relación de la Alfano con Emilio Massera. Han quedado por el momento fuera de la programación orquestada por el ministerio de la Distracción Pública y Afines, la campaña contra el Grupo Clarín. Pero volverá. Aquí todo vuelve tal como era en su versión primogénita, sin Photoshop ni reciclaje. A lo criollo, nomás.
Los jueces están marchando a la cabeza en la lista de popularidad ciudadana. Los Kirchner los han obligado a salir de sus despachos para apoyar el “modelo”. Ahora hablan hasta por los codos con el periodismo porque no se estila más que lo hagan a través de sus sentencias. Puede ser en los tribunales, en las entradas de sus viviendas o en estudios radiales y televisivos. También cantan y bailan en fiestas populares con artistas populares y buscan el aplauso de la tribuna. Se han vuelto, en síntesis, populares. Pero expuestos, también, como cualquier jugador de fútbol, vedete o político, al escarnio público. No compartimos esta actitud pero tampoco nos da asco como diría el “progre” Páez.
Atrás han quedado dos siglos de silencio y recogimiento. Los tiempos cambian y quien no lo entiende así, está out, fuera del circuito de la comprensión de lo novedoso. Así como los terroristas de ayer fueron convertidos en jóvenes idealistas, hoy se puede fumar marihuana libremente en las calles y mañana será en los bares; hoy, un grupito de culos sucios puede usurpar un colegio, mañana nombrará al personal directivo; hoy, son secuestradas mujeres a granel por la trata, mañana las madres deberán entregar a sus hijas obligatoriamente a las redes a los doce años; hoy, la homosexualidad es promocionada, mañana será obligatoria. Sobre este último punto es poco edificante el jocoso comentario que se tiene de la justicia local en los países limítrofes. Conocedores y fieles seguidores de todo lo que acontece en Argentina, en esos lugares se afirma que la justicia argentina no es ni garantista ni de mano dura: es. gay. Todo cambia. Y hay que ponerse a punto.
Sin embargo, somos de creer que cuando los máximos responsables del gobierno deben exponerse una y otra vez ante la opinión pública, algo anda mal tirando a peor. Máxime cuando se es el número uno de cualquier área del gobierno. Recuérdese sino al Canciller abriendo en personas valijas diplomáticas de los Estados Unidos. Hace poco, Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema, ante denuncias de la oposición política de fraude en las internas abiertas, salió a la palestra como si fuese el jefe de Gabinete y defendió la forma en que se había desarrollado el escrutinio al decir que “si hay errores se deben corregir”, pero que “los resultados no están en cuestión”.
La parcialidad manifiesta del titular de la Corte no se condice con lo que le sucedió recientemente a otro juez, José María Pérez Villalobo, que fue separado en Tucumán por los otros dos jueces del Tribunal cuando debía integrar la terna de otro juicio por delitos de lesa humanidad. Sus colegas lo consideraron imparcial debido a que los abogados de la defensa lo tildaron de falta de objetividad por haber jurado por las víctimas de Trelew y haber marchado por el Día de la Memoria en 2009.
¿Actuaron bien o mal esos jueces? ¿Debería prohibírsele a un marxista ocultar su ideología? ¿Acaso no son los liberales de derecha quienes se cansan de proclamar que darían la vida por permitir que otros (en este caso el juez) expresen sus ideas? Eso sí, los de izquierda no opinan lo mismo, ¿será porque no lo permitirían (ni dar sus vidas ni que otros formulen sus pensamientos)? Y hace horas, Mario Jaime Kestelboim, defensor general de esta Ciudad más o menos autónoma del poder central, acaba de nombrar al juez Roberto Gallardo como su defensor adjunto quien publicita en su despacho una imagen del Che Guevara, ícono mundial de la democracia, el sistema republicano y la no injerencia de los estados en asuntos de otros.
Kestelboim no es un desconocido. Es uno de los tantos personajes de los tullidos 70. Durante el terrorismo de Estado del gobierno de Héctor Cámpora, la universidad sirvió como refugio y reclutamiento de guerrilleros y militantes de base. Rodolfo Puiggrós, uno de los tantos comunistas infiltrados en el peronismo a través de lo que se llamó mundialmente entrismo, a la sazón nombrado rector de la Universidad de Buenos Aires, designó a Kestelboim, por entonces un importante jefe de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), decano de la Facultad de Derecho, casa de estudios que terminó de convertirse en un verdadero santuario terrorista.
Es necesario aclarar que el “peronismo” de Kestelboim se cristalizó en 1985 cuando se afilió al Partido Justicialista de Capital Federal y que la aceptación del acuerdo como Defensor General de la Ciudad de Buenos Aires tuvo en febrero de 2007 el apoyo de los diputados pertenecientes al partido que lidera el jefe de Gobierno Mauricio Macri y de Ricardo López Murphy que, como se sabe, son hombres de “derechas”, todo lo contrario a CORREO DE BUENOS AIRES, fiel seguidor de las enseñanzas de Pol Pot.
De manera que parece que los jueces están en todo su derecho de expresar sus ideas y defenderla con la militancia activa, tanto como propuso hace poco el presidente de la Agencia Nacional de Noticias (Télam) a los periodistas adictos al gobierno que ya son incontables. Así lo hicieron en su momento otros dos jueces de la Corte. Carmen Argibay, a quien se le reconoce su posición abortista, manifestó que era “atea militante”, mientras que Eugenio Zaffaroni, de mucha más exposición pública, garantista a ultranza, fue convencional constituyente nacional y de la Ciudad de Buenos Aires, ideólogo de la constitución local que incluye el principio de “no discriminación” por ningún motivo y avanza, recogiendo los aportes del “constitucionalismo social”y del “internacionalismo humanitario”, en la formulación de la igualdad real de oportunidades y de trato, reconociendo el derecho a ser “diferentes” de todas las personas. También actuó en política siendo electo diputado local desde 1997 al 2001 y como presidente del numeroso bloque del Frente País Solidario (FREPASO), confederación de izquierda integrada por la flor y nata de la gauche argentina compuesta por socialistas, demócratas cristianos, comunistas y ex terroristas del tipo de la ex ministra de Indefensión y actual ministra de la Inseguridad, Nilda Garré. Por lo que, hace tiempo que los jueces participan directamente en la arena política sin pedirle permiso a nadie y como hemos expresado en más de una oportunidad, tienen ideología, la del gobierno al que acompañan con sus fallos.
Al participar de la vida política los jueces se arriesgan a recibir toda clase de chubascos y no solamente aplausos como quisieran y acostumbran de los organismos subvencionados de Derechos Humanos o de la prensa ídem. Véase el caso del presidente de la Corte que siendo un civilista escribió en colaboración un libro sobre el tema y en su presentación en la Facultad de Derecho de la Ciudad de Buenos Aires, estando presente la misma claque izquierdista que aplaudió hace poco en el mismo lugar en un acto de desagravio otro ministro, Eugenio Zaffaroni, por el que se lo indemnizaba en público de una supuesta campaña de escarnio por ser propietario de una media docena de departamentos en donde se ejercía la prostitución sin su conocimiento, recibió fuertes abucheos por jóvenes familiares de integrantes de las Fuerzas Armadas y agentes de organismos de seguridad que en la actualidad son juzgados y están encarcelados por delitos de lesa humanidad.
El juez bien pudo obviar su trámite contestatario debido a que cuenta con suficientes guardaespaldas como para sentirse intimidado en un accionar que hace años hemos considerado como lamentable: el escrache. Pero redobló la apuesta y si antes, en el caso de las internas abiertas, les dio una orden a los inferiores como para que se abstuvieran de dar vía libre a cualquier escrito que hablara de fraude eleccionario, se ejecutivizó y respondió que “no se va a retroceder en los juicios de lesa humanidad, porque son parte del contrato social de los argentinos”. Hemos advertido hasta el cansancio la inexistencia de la “independencia” judicial. Los jueces, humanos al fin, piensan y sienten siempre muy cerca del Ejecutivo cuando no son abiertamente parte de él. Como el caso que nos ocupa.
Pero que el Judicial sea abiertamente parcial es otra cosa. Que no considere delitos de lesa humanidad los asesinatos y acciones cometidos por los guerrilleros en nuestro país somete a escarnio a una parte importante de la población que desconocemos en su exacto número pero que estamos en condiciones de asegurar que es bastante amplia. Cuando se cometieron esos lamentables hechos se vivía bajo gobiernos constitucionales, cinco gobernadores pertenecían a organizaciones terroristas y ministerios y universidades tenían la misma suerte mientras que los jóvenes que “pensaban distinto” iban y venían a países considerados amigos a llevar millonarias cargas producto de sus secuestros y a recibir instrucción y equipamiento militar. Si eso no fue participación de los estados en delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra “cometidos por un Estado o por grupos que operen con anuencia y complicidad del mismo contra una población civil, de conformidad con una política de Estado o de una organización”, es lo más parecido a una mirada unilateral de los hechos o simplemente negación de justicia.
Por lo demás, no debería preocupar que el presidente de la Corte Suprema visite lugares detención clandestinos de los años de sangre y plomo de Argentina. Puede manifestar su tendencia con total libertad. Algún día, es posible que otro presidente, de ideología distinta, visite el Regimiento 29 de Formosa del que este cinco de octubre se cumplieron 36 años del intento de copamiento por Montoneros en el que murieron el subteniente Ricardo Massaferro, el sargento Víctor Sanabria y los conscriptos de 18 años Antonio Arrieta, Heriberto Ávalos, José Coronel, Dante Salvatierra, Ismael Sánchez, Tomás Sánchez, Edmundo Sosa, Marcelino Torantes, Alberto Villalba y Hermindo Luna mientras se bañaban o dormían; el edificio en donde funcionaba la antigua Superintendencia de Seguridad Federal de la Policía Federal donde el estallido de una bomba produjo el fallecimiento de 23 personas y 60 resultaron heridas; al hijo del coronel Larrabure, secuestrado durante 372 días y asesinado posteriormente o a la viuda del capitán Viola y madre de su hijita de cinco años también asesinada. Hay que esperar. Esperar.