sábado, 2 de julio de 2011

UNA VIEJA INTERNA QUE SE AGRAVA River y el nuevo plan de seguridad enfrentan a Garré con Aníbal F

Las “internas” en el seno del gobierno kirchnerista están a la orden del día. De a poco comienzan a surgir las heridas, luego de la puesta en escena de la Presidente con la designación de Amado Boudou como compañero de fórmula.
Uno de estos enfrentamientos tiene como protagonistas a la ministra de Defensa, Nilda Garré, y al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quienes mantienen un largo cortocircuito desde que Cristina Fernández creó el Ministerio de Seguridad y le traspasó el control de las fuerzas de seguridad.
Garré discrepó abiertamente con la visión simplista que había tenido Aníbal Fernández (quien dijo que fueron unos trescientos locos) sobre el origen de los gravísimos incidentes ocurridos el domingo último en el estadio de River Plate y consideró que hubo una planificación previa de los hechos, sobre la base de la investigación preliminar que realizó la Policía Federal. “Acá hubo miles que participaron, y lo hicieron organizadamente, con planificación previa”, dijo la funcionaria.
El informe preliminar que la Policía Federal entregó a Garré hablaría de no menos de cuatro grandes grupos de barras perfectamente organizados previamente, que participaron de los destrozos del club, los duros enfrentamientos con la policía, los saqueos y la rotura de vidrieras sobre la Av. del Libertador y calles adyacentes.
Garré tendría también datos contundentes en su poder que le permitirían sospechar, en primera instancia, que hubo connivencia entre los grupos de barras bravas que atacaron las instalaciones del club y dirigentes de la entidad, a los que no identificó.
“No fueron trescientos loquitos, acá hubo algo más grave y perfectamente planificado de antemano”, dijo una fuente del Ministerio de Seguridad, en obvia referencia a las primeras manifestaciones del Jefe de Gabinete.
No sólo fútbol
Las sospechas fueron tomando forma con el correr de los días. Desde el macrismo hicieron trascender que se habría ordenado no efectuar detenciones por temor a que alguno de los detenidos involucrara al Jefe de Gabinete.
Pero la violencia en el fútbol no fue el único tema por el que discreparon en las últimas horas Garré y Fernández. El jefe de Gabinete -se rumorea en los pasillos de la Casa Rosada- resistió hasta donde pudo el plan de seguridad para la zona sur de la Capital Federal que ideó la ministra con el visto bueno de Cristina Fernández, que relega a la Policía Federal -vieja aliada del quilmeño- en la prevención y combate al delito, al mismo tiempo que les otorga facultades superiores a la Gendarmería y la Prefectura Naval.
Fuentes del Gobierno dijeron que varios comisarios generales resistieron sin éxito la puesta en marcha de ese plan, con el argumento de que los relega en sus funciones, y que algunos de ellos llevaron sus quejas hasta el Jefe de Gabinete.
La semana pasada, cuando trascendió la decisión de la Presidente de reforzar la lucha contra la inseguridad en la Capital federal y otorgarles funciones a gendarmes y prefectos en un área históricamente controlada por los federales -un paso que la oposición macrista consideró “de campaña electoral”-,la cúpula de la Federal habría presentado su renuncia. La información fue luego desmentida, aunque las fuentes aseguran que esa dimisión corporativa existió pero fue retirada tras una gestión personal de Garré.

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