martes, 2 de agosto de 2011

Derrotas en cadena, la mala hora cristinista

CFK acaba de perder un 9% respecto de lo conseguido por NCK cuatro años atrás con el mismo candidato en capital y contra el mismo oponente, ¿esta debacle es el comienzo de la derrota definitiva? A los actos de corrupción generalizada se suma ahora el del juez Zaffaroni, una de las pocas figuras semi impolutas; y los casos de muertos en democracia, llevando al cristinismo al pináculo de un tipo de gobierno en franca y total decadencia.
A diferencia de 2007 cuando con argucias técnicas y legales CFK logró imponer en la ciudadanía el “relato” de una victoria por el 45% aún perdiendo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires contra Carrió y Córdoba contra Lavagna siendo reelecta en primera vuelta por la amplia diferencia con sus contrincantes, en esta hora aciaga a la que se enfrenta el cristinismo ha logrado disipar totalmente el nuevo “relato” de la invencibilidad del régimen K, borrando el clima triunfalista que había creado el Gobierno.
Se ha instalado una verdadera duda tras el comportamiento del electorado, fenómeno que no fue reflejado por las encuestas -las truchas del oficialismo, ni siquiera la de los más serios- imponiéndose una realidad que no alcanza a ser reflejada ni aún por los más optimistas opositores apenas un mes atrás. Lo ocurrido con Del Sel en Santa Fe mostró que existen batallas inconclusas e inconformidades profundas arraigadas en el seno del pueblo argentino que se terminan resolviendo, y por lo tanto volviéndose visibles, solo en las urnas.
El sector agrario volvió a hacerse escuchar casi con la misma intensidad con que lo hiciera en plena crisis con el campo; la clase media porteña reforzó el discurso opositor en una proporción aún mayor a lo que lo hiciera al apoyar al agro y luego al oponerse a Néstor y su estilo despótico en las elecciones de 2009. La expresión global de esa disconformidad puede volver a tener un peso electoral gravitante el próximo 14 de agosto, jugando un papel inesperado en los planes del cristinismo de cara a esta próxima elección interna y simultánea inventada por el extinto presidente como una herramienta para consolidar su propio poder político.
Los apurones de las últimas tres semanas mostraron de qué manera sintieron los golpes, aún así el “núcleo duro” del cristinismo confía en que este áspero prólogo no afecte su capital político a la hora de votar para Presidente; aunque admiten -ahora, cosa que nunca antes habían hecho- que las encuestas muestran que la intención de voto de “La Jefa” han bajado (y ocultan el cuanto), siguen persistiendo en el “relato” de que aún así, “ganará fácil”.
Este alarde de autoconfianza, luego de las concluyentes derrotas consecutivas a manos de Macri, Ríos y de Bonfatti, pero sobre todo la performance de Del Sel muestran a un cristinismo sumido en cabildeos que oscilan entre el triunfalismo más abyecto -amparados en números secretos de Olivos que los tranquilice- y los preparativos para “una fuga” hacia el precipicio tan temido de una aplastante derrota definitiva y que los dejaría a la total intemperie.
Despejada la única duda luego de la brutal paliza de ayer que superó las cifras más pesimistas del último corte que marcaba 64% a 34%, y que superó la caída de 2007 cuando en segunda vuelta obtuviera un 39% e imponiéndoles un nuevo récord de inconformidad ciudadana, a pesar de que es aquí donde se asienta el mayor activo intelectual del oficialismo.
El próximo escalón, en Córdoba, será transitado simulando que por no participar, y ocultando la rabieta producida por las negativas de De la Sota -favorito en las encuestas- no le provocará una nueva derrota; un nuevo“relato” acorde con la ceguera autoimpuesta desde Olivos previo y como último test electoral antes de las primarias del 14, que marcarán una tendencia hacia octubre, tendencia que puede terminar por convertirse casi en una “primera vuelta” en la carrera presidencial.
CFK quiere ganar sin balotaje: para este fin precisa superar el 40% de los votos y que el competidor opositor mejor posicionado esté alejado como mínimo un 12%, no porque ninguna ley lo exija -como es en la Elección Presidencial de Octubre- sino para poder volver al “relato” de la invencibilidad de “ella” ante una oposición fragmentada y diluida entre radicales, neoperonistas, peronistas, aristas, socialistas, e izquierdas vernáculas de diferente tipo y pelaje. Toda una suerte variopinta de opositores o seudo opositores pues muchos de ellos son verdaderamente útiles a la necesidad del cristinismo.
El peronismo -escondido en el cristinismo kirchnerizado- ha quedado verdaderamente escaldado con las arbitrariedades e imposiciones del armado de las listas de candidatos; quedando muy en claro tanto en Santa Fe donde se volcaron masivamente hacia el Midachi, como en La Pampa donde el malestar y entrevero se hizo público y notorio, así como en esta ciudad de Buenos Aires, donde amplios sectores se volcaron a acompañar a Macri -cuando previamente lo habían hecho con Telerman, Todesca, etc.-; en todos los distritos el dedo de Olivos funcionó a pleno y generó enorme malestar.
Quizás en esta “primera vuelta” -del 14 de Agosto- esa opinión crítica se manifieste con elocuencia, opinan y pronostican algunos caudillos del PJ, en ese escalón quizá sea el tiempo de la venganza del PJ por la arbitrariedad, haciendo que la sangre llegue al río; pero ya se sabe lo que pasa cuando se abre la “Caja de Pandora”, y el cristinismo recién ahora empieza a tomar conciencia, de allí los pases internos de facturas entre los intelectuales de Carta Abierta, el entorno de CFK, los responsables de los armados distritales … en fin, un verdadero acabose.
En poco más de un año de gobierno cristinista, 14 muertos por la represión a la protesta social, si les sumamos los caídos desde la asunción de CFK el número se casi duplica, todo en medio de un régimen que dice“no impulsar la criminalización de la protesta”, política que tiene fallas y consecuencias ya que el repaso de los sucesos transcurridos durante estos más de tres años muestran la forma dispar de reacción ante los hechos: no siempre repudió, ni pidió investigar judicialmente los mismos para dilucidar responsabilidades políticas.
La confianza electoral del cristinismo duro dejó de estar blindada, lo acontecido en estas tres semanas trasuntan síntomas que permiten adjudicarles algún sentido nacional, “el Gobierno está perdiendo apoyo”,expresó el Lole. ¿Este malhumor social queda reducido sólo a los centros urbanos, o se transfiere a una geografía más amplia? Ese angioma marca al kirchnerismo desde su propio nacimiento, pero se amplía desde la imposición del cristinismo tras la muerte de “él”. ¿Puede analizarse la dispersión del voto peronista como un malestar doméstico o como una expresión ampliada del traumático vínculo con los K?
Puede aún pensarse en un retaceo a los referentes K y suponer que Cristina saldrá indemne en el desafío de Agosto y en Octubre, estas chapucerías e interrogantes han mutado la seguridad cristinista en vacilaciones y claros enfrentamientos internos, el clima ya no es el mismo que hace apenas 60 días, poniendo en claro precariedades y errores groseros, ¿se está quedando con menos margen para reiterar estos errores? El problema radica en el“adentro” de un Gobierno que piensa y toma decisiones con lógica insular, apartado del continente de la política, las instituciones y los padeceres e impaciencias colectivas.
Esto mismo se verifica en la forma en que CFK va construyendo su propia realidad, su relato, respecto del pasado y del presente, pareciera ir implosionando de a poco, este proceder llevó a la Presidente a narrar cuestiones de gravedad inauditas en un libro donde mezclaba a los medios con intentos desestabilizadores junto a funcionarios más que cercanos a su entorno. No existe un solo elemento político objetivo, más allá del frondoso imaginario presidencial, sobre aquellas supuestas jugadas destituyentes; convirtiéndose en una total y absoluta falta a la verdad histórica los hechos narrados, las supuestas deslealtades, las conspiraciones destituyentes, el veto a su candidatura, etc.
Sorprende por su inverosimilitud, la visión que ella posee sobre el conflicto con el agro y las consecuencias tras el voto no positivo de Julio Cleto Cobos aquella mañana del 17 de Julio de 2008, ya que esa mañana Cristina habló con su entonces Jefe de Gabinete para comunicarle que“Néstor me insta a renunciar”, hallándose Alberto F. en compañía de Aníbal, Mazzón y Randazzo en su domicilio, tras lo cual Alberto parte raudamente hacia Olivos. Cuenta van der Koy “cuando llegó encontró al matrimonio sollozando. Había muerto esa misma mañana Oscar Vázquez, un diputado santacruceño, amigo de ambos. El ex presidente rompía papeles en una máquina trituradora. Cristina estaba convencida también, como su marido, que debía alejarse del Gobierno….Néstor se lo había adelantado a Pérsico,… como un rumor la noticia había llegado a oídos de Solá… nunca se supo en qué términos hablaron los Kirchner con Alberto F, pero la idea de la renuncia se evaporó.”
Existen otros aspectos también reinterpretados por CFK en su relato autobiográfico donde también se falta a la verdad, logrando que allegados a ella se estén preguntando ahora el porqué de estas negaciones, falacias o reinterpretaciones, Alberto la caracterizó de “fabuladora” “ambivalente” y de talla “rastrera”, Aníbal en su rol de defensor cristinista habló también de hipotéticas traiciones e hizo una radiografía del otro Fernández pero sin aclarar ninguno de los puntos criticados por el otro; pero olvidó mencionar esa cualidad propia cuando negó su pasado duhaldista donde el ex presidente lo rescató de las alcantarillas.
Aníbal quizás, constituya un exacto reflejo de la situación en que se encuentra el Gobierno y de la pauperización de su política, una política de pasmos que produce episodios inauditos, como un proyecto de torneo de futbol extravagante y de corruptelas implícitas, pero es dable recordar que el Jefe de Gabinete tuvo en ésta idea trasnochada una participación marginal, en esa trama intervinieron directamente Máximo y Zannini quienes le acercaron a Grondona, el verdadero “jefe de la mafia del futbol”esta aberración, que intentaba garantizar el eternizarse a ella y a él en el poder uno del gobierno del futbol y a la otra en el de la nación.
La reacción social los indujo al retroceso, pero las reinvenciones cristinistas del relato autobiográfico sobre lo sucedido en el pasado ayuda a comprender el desprejuicio con que encara todo otro tipo de asuntos referidos a la dignidad humana, política e institucional. ¿Confusión o reescritura intencionada de la historia? Esa es la duda que vuela sobre la Patria luego de las afirmaciones irrealistas de CFK, al cristinismo se le puede endilgar, quizás, confusión en su mala hora, la intelectualidad K se horrorizó por la irrupción de “nuevos” personajes en la política a quienes acusa de representar “el vaciamiento de la política”.
Por lo menos, no les produce asco, como le produjo al músico mientras un cerco de silencio se construye en torno al caso Schoklender, Bonafini y las Madres -quienes deben realizar sus rondas de los jueves protegidas policialmente para escapar al asedio de los desocupados y acreedores de la Misión Sueños Compartidos- , así como a las vaguedades del caso Zaffaroni, o las muertes de Formosa, Pico Truncado, Jujuy, etc. La fuerza de las imágenes torna muchas veces frívolas e inútiles las palabras y los silencios.

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