viernes, 12 de agosto de 2011

Si el domingo CFK no llega al 40%, ¿cómo lo explicarán los encuestadores K?

Un analista político dijo hace poco tiempo que la profesión de encuestador es una de las mas sufridas, inestables e incobrables en tiempos del kirchnerismo. La razón principal de esto es que los contratos de las encuestadoras con las reparticiones del Estado están muy sobrefacturados. En la mayor parte de los casos, los beneficiarios están obligados a retornar la mitad de lo que cobran y, por supuesto, deben pagar impuestos por montos muy altos Pero además deben negociar con los comisarios políticos del gobierno punto por punto de las encuestas, exponiendo así el prestigio de sus consultoras. Y después de superar esta carrera de obstáculos viene la parte final, que es la dificultad para cobrar, porque los pagos demoran no menos de 90 días desde la difusión de la encuesta. Pero estos pagos suelen depender también del humor del funcionario de turno, que suele ejercer la arbitrariedad como una forma de disciplinamiento. Esta metodología la impuso el kirchnerismo en toda la administración pública y en su instalación tuvo un rol decisivo Alberto Fernández cuando era Jefe de Gabinete.
El riesgo de no cobrar
El caso es que casi todos los encuestadores están contratados por el gobierno y algunos también por Francisco de Narváez como, por ejemplo, Management & Fit, que asimismo le brinda servicios a JoséManuel de la Sota. Los independientes que quedan conforman una lista muy corta que integran Jorge Giacobbe e Isonomía. Las encuestadoras que responden al oficialismo vienen falseando datos descaradamente desde los festejos del bicentenario. Pero la actual caída en la intención de voto de CFK los estaría poniendo sumamente nerviosos, porque en las últimas semanas siguieron repitiendo el cliché oficial de que CFK supera cómodamente el 40%. El domingo llegará la hora de verdad con las PASO del domingo próximo y el frío les estaría empezando a correr por la espalda a los funcionarios y encuestadores comprometidos en la manipulación de la opinión pública, a través de los números. La caída de la presidente la ubica hoy en un rango entre el 36 y el 40%, mientras que hay consultoras que mencionan la posibilidad de que Eduardo Duhalde crezca hasta cerca del 25%, en tanto que otras opinan que Ricardo Alfonsín le sacará algunos puntos de ventaja. Las altas posibilidades de que amplios sectores del PJ bonaerense organicen un corte de boleta contra CFK juegan también en estos cálculos. Si la presidente queda a 4 ó 5 puntos abajo del 40%, el lunes 15 el país puede amanecer cambiado, con una enorme incertidumbre y la sensación de que el gobierno puede seguir cayendo para el 23 de octubre. De darse este panorama, la mayoría de los encuestadores, que son funcionales al régimen, podrían tener cada vez más dificultades para cobrar sus honorarios. Y, si el 10 de diciembre CFK le tiene que colocar la banda a otro, tal vez no consigan cobrar nunca las encuestas truchas que les adeuden por contratos que no sólo están viciados por su inmoralidad. El kirchnerismo se ocupó de perseguir penalmente a muchas consultoras económicas que elaboraban números que no eran del agrado de la Casa Rosada. Tal vez la actual adulteración sistemática de las encuestas por el oficialismo encuentre en el futuro su lugar en tribunales.

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